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Correo electrónico de Cultura de Paz Monterrey: drjosebenitoperezsauceda@gmail.com

141. Cultura de Paz

Paz-Ciencia
"Cultura de Paz"
José Benito Pérez Sauceda

“Puesto que la guerra nace
en la mente de los hombres,
es en la mente de los hombres
donde deben erguirse
los baluartes de la paz.”

-Preámbulo Fundacional de la Constitución de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

La Paz no es un concepto abstracto y subjetivo como se podría creer. Originalmente la Paz era concebida como la ausencia de guerras, dicho concepto estaba centrado en los conflictos bélicos entre países. Por su parte, Quince Wright en 1941, estableció que la paz era un equilibrio dinámico de factores políticos, sociales, culturales y tecnológicos y al romperse la “armonía” en el sistema internacional venía el conflicto bélico.
Una de las más reconocidas personalidades en la materia es, sin duda, el sociólogo noruego Johan Galtung, quién divide a la paz en dos categorías: paz negativa (no guerra) y paz positiva (no violencia). Según esta división la primera se refiere a la ausencia de violencia personal, guerras, terrorismo y disturbios mientras que la segunda se da cuando existe una ausencia de violencia estructural, esto es, ausencia de pobreza, hambre, discriminación y contaminación.
Para Galtung, la contraposición de la paz no es la guerra, sino la violencia, de ahí que cuando tratemos de entender lo que es la paz, debemos comenzar por el estado de ausencia o disminución de todo tipo de violencia, tanto directa (física y verbal), estructural o cultural, que vaya dirigida tanto a mente, cuerpo o espíritu de cualquier ser humano o contra la naturaleza.
En los ochentas, ya con los dichos conceptos de paz bien definidos y difundidos, se empezó a hablar de una paz que incluyera la ausencia de violencia en las casas hacia la mujer. Esta idea contempla a la guerra como una forma masculina de afrontar los conflictos, por lo cual dicha corriente recibió el nombre de Paz femenina.
En los 90´s surge el planteamiento de la Paz holística-Gaia dándole un alto valor a la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Para mediados de esa década surge la teoría de la Paz holística interna y externa, que incluye también aspectos espirituales.
El punto culminante del movimiento sucede el 6 de octubre de 1999, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la resolución 53/243 “Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz”, con el fin de promover que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil orienten sus actividades al fomento y promoción de una cultura de paz en beneficio de los pueblos del mundo.
En dicha declaración se define a la cultura de paz, como: “un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en:
a) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación;
b) El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional;
c) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales;
d) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos;
e) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presentes y futuras;
f) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo;
g) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres;
h) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información;
i) La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.”
Como vemos, la idea de Paz ha venido evolucionando a través de los años. Hoy, el objetivo primordial de esta cruzada es la construcción de una cultura de paz a nivel global. Para ello se necesita que este conocimiento llegue a toda la población.
En “Cultura de Paz y No Violencia Monterrey” intentamos aportar nuestro granito de arena a la promoción de la Paz y sus valores, esperando que este humilde esfuerzo pueda tener el eco necesario para poder hacer una diferencia. Por lo pronto, ya es un éxito para nosotros contar con su visita y lectura al sitio, hecho que resulta una motivación suficiente para realizar este trabajo y seguir adelante.
José Benito Pérez Sauceda. Maestro en Ciencias con especialidad en Métodos Alternos de Solución de Controversias y Licenciado en Derecho y Ciencias Sociales por la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL; Candidato a Doctor en Derecho por la UANL; Coordinador del Comité de Fomento e Investigación de la Cultura de Mediación del Colegio de Mediadores de Nuevo León. Catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología, Facultad de Ciencias Químicas y Facultad de Ciencias Políticas en MASC y Negociación. Autor de más de 10 artículos jurídico-científicos. Creador e impartidor de cursos y diplomados en Negociación, Mediación y Cultura de Paz. Conferencista a nivel nacional e internacional sobre MASC y Cultura de Paz. Miembro del Centro de Mediación Privado. http://josebenitoperezsauceda.blogspot.com/ , licbenitoperezsauceda@yahoo.com.mx  

140. Marchan por la Paz en Honduras y Oaxaca

"Marchan miles de personas contra la violencia en Honduras"
Tegucigalpa, Honduras. Vestidas de blanco y en silencio, miles de personas marcharon el domingo en la principal ciudad de la costa atlántica de Honduras para protestar contra la violencia que agobia al país.
Los manifestantes recorrieron unos cinco kilómetros de una céntrica avenida de San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de la capital Tegucigalpa, y considerada la más violenta del país.
Con pancartas que decían “No más violencia”, “Queremos la paz”, “Respetamos la vida” y “Apártate del mal y haz el bien”, los manifestantes caminaron y entonaron el himno nacional.
“Hubo un inusitado entusiasmo”, dijo en rueda de prensa uno de los organizadores del evento, Eloy Page.
El jefe policial, subcomisionado Héctor Iván Mejía, informó que por lo menos 100 de sus agentes resguardaron la caminata.
Estadísticas oficiales indican que unas 36.036 personas perdieron la vida en forma violenta entre enero del 2000 y junio del 2010 con armas de fuego y cuchillos.
El comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, dijo recientemente que “los altos niveles de violencia criminal y homicida registrados en Honduras son como los de un país en guerra”.
En el 2006 la tasa de muertes violentas por cada 100 mil habitantes fue del 46,2 en el país. En el 2010 se elevó a 70, superando en más de ocho veces la tasa mundial de 8,8 establecida por la Organización Mundial de la Salud en el 2000.
AP. Milenio.com. 27/02/2011

"Marchan por la paz en Oaxaca por segunda semana"
Oaxaca, Oaxaca. Decenas de oaxaqueños iniciaron una marcha, la segunda en una semana, en favor de la paz y contra la violencia generada por las protestas sociales.
El domingo pasado, unas 600 personas marcharon en el Centro Histórico de esta ciudad.
En esta ocasión, la movilización partió de la Fuente de las Ocho Regiones, ubicada al norte de la capital oaxaqueña y se dirige con rumbo al Zócalo.
"¡Oaxaca merece vivir en paz!" y "¡No más violencia, queremos paz!", arengan los manifestantes a su paso.
El 15 de febrero pasado, un grupo de maestros afiliados a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se enfrentaron durante siete horas con policías federales y estatales por la visita del presidente Felipe Calderón a esta ciudad.
En aquella ocasión, los profesores quemaron un trailer, destruyeron dos camionetas y rompieron muros y cornisas de edificios históricos.
"Las niñas y los niños queremos paz", se lee en una cartulina que porta una menor de 5 años.
Los manifestantes avanzan sobre un carril de las principales calles y dejan otro para el tránsito de vehículos
Virgilio Sáncherz. Terra.com.mx. 27/2/2011

139. "La mejor educación para la paz es inculcar el conocimiento y el respeto de las leyes": Fernando Savater

Por Fernando Savater
Euskadi, España. Desde hace bastante tiempo venimos arrastrando en Euskadi la cuestión de definir y establecer unas actividades de 'educación para la paz' en nuestro plan de bachillerato. Por lo visto, es muy complicado lograr un diseño que dé gusto a todo el mundo (lo que no está claro es por qué todo el mundo tiene que meter baza en esta materia y no en la asignatura de geografía o de gimnasia): unos exigen más presencia de víctimas, otros se conforman con menos, los hay que reclaman mayor variedad en el tipo de víctimas que irán a las aulas, etc. Y lo mismo ocurre en lo referente a los contenidos teóricos que deben impartirse y sobre los que tampoco hay demasiado acuerdo. Pasa lo de siempre en nuestro bendito país: no hay nada que suscite más discordia entre nosotros que la definición de la paz.
Desde un punto de vista estrictamente pedagógico, la verdad es que toda esta polémica resulta bastante asombrosa. Que yo sepa, y algún tiempo he dedicado a la cuestión, en todos los países civilizados se educa a niños y adolescentes para que convivan pacíficamente. Aún más: ese objetivo se da por supuesto sin necesidad siquiera de enfatizarlo con especiales técnicas de enseñanza. Se les enseña cuáles son sus derechos y sus deberes en la comunidad que comparten, sin necesidad de recordarles que no deben ejercer la violencia contra sus vecinos ni mostrarles en vivo ejemplos trágicos de lo que ocurre cuando se viola esta norma elemental. Me resisto a creer que los alumnos vascos están hechos de una pasta especial y que tienen más tendencias homicidas que el resto de sus coetáneos. Si tienden a excusar los comportamientos violentos más que otros, será porque algunos adultos se han esforzado en condicionarles perversamente. De modo que lo urgente no es darles argumentos contra la violencia sino dejar de dárselos para la violencia.
Hace pocas semanas, la prensa informaba de un encuentro del diputado general Markel Olano con estudiantes de bachillerato. Por lo visto, el señor Olano les argumentó contra el uso de la violencia y les recordó los padecimientos de las víctimas que causa pero quedó algo sorprendido al ver que los muchachos parecían estar más preocupados por los abusos del Estado y por los males políticos que pueden venirnos de la coalición entre socialistas y populares que por los daños del terrorismo etarra. Comparto desde luego la buena intención pedagógica de nuestro diputado y su preocupación, pero algo menos su sorpresa. Después de todo, él mismo ha creído oportuno poner una placa que califica izar la bandera del Estado del que somos ciudadanos y que él representa como «imposición» legal, dando a entender cierto abuso coactivo de la ley misma. Quizá sean lecciones como esa las que hayan perturbado el juicio moral y político de algunos neófitos.
A mi juicio, cuando estamos formando los ciudadanos que han de vivir en un Estado de derecho, la mejor educación para la paz es inculcar el conocimiento y el respeto de las leyes vigentes. Que naturalmente pueden ser modificadas cuando llegue el caso, pero desde lo preceptuado por la misma legislación: nunca cuestionadas o atropelladas desde fuera, como si se tratase de imposiciones antidemocráticas contra los ciudadanos. La paz de la convivencia social que nos interesa no es un estado de ánimo o un mero atributo de la conciencia moral de cada uno sino el marco de la legalidad legítimamente establecida. Fuera de él, habrá tantas opiniones sobre lo bueno y lo malo, lo injustificado y lo justificable, como individuos y el acuerdo efectivo será un deseo piadoso pero imposible.
De modo que resulta prioritariamente educativo aclarar que quienes pretenden hacer política asesinando y extorsionando están tan fuera de las leyes democráticas como los miembros de las fuerzas del orden público que utilizan procedimientos ilícitos -torturas, malos tratos.- contra los sospechosos detenidos (o quienes denuncian falsamente haberlos padecido). No se pueden imponer proyectos políticos por medio del terrorismo ni defender la legalidad vigente con métodos ilegales. Y todo ello es una lección especialmente pertinente ahora, cuando parece que finalmente incluso quienes se han mantenido más tenazmente al margen y en contra de las instituciones democráticas parecen dispuestos a aceptar -sin duda forzados por las circunstancias y por la constatación del fracaso de los métodos criminales- que deben asumirlas e integrarse en ellas para tratar de convencer a la ciudadanía de la pertinencia de su proyecto político. Que nunca podrá invalidar la legalidad vigente sino todo lo más aspirar a cambiarla de acuerdo con lo en ella misma establecido.
Puede ser pedagógicamente oportuno que los escolares conozcan de primera mano las vivencias de las víctimas del terrorismo, para que se informen mejor de la historia reciente de su país. Pero esas entrevistas no deben sustituir sino complementar la comprensión de la realidad constitucional en que vivimos y dentro de la cual aspiramos a una convivencia en paz no retórica sino efectiva.
Fernando Savater. Diario Vasco.com. 27/2/2011

138. "Educación femenina es la clave para el desarrollo y la paz"

Nueva York, Estados Unidos. Es necesario crear sensibilidad de género en las escuelas, lo que "significa romper estereotipos y alentar a las niñas a tener aspiraciones y a procurarlas", dijo la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
La máxima funcionaria de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) habló el jueves en Nueva York, en ocasión del lanzamiento oficial de ONU Mujeres, la nueva Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.
¿Cuáles son las prioridades mundiales de la Unesco en cuanto a ayudar a los estados miembro de la ONU a lograr la educación universal para 2015, fecha límite para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
Como muestra nuestro "Informe de seguimiento de la educación para todos en el mundo", que divulgaremos el 1 de marzo, en la última década se produjeron avances impactantes. Cincuenta y dos millones adicionales de niños y niñas se inscribieron en las escuelas primarias. Y la cantidad de quienes desertaron de la escuela se redujo a la mitad en Asia meridional y occidental. Varios países que empezaron la década con grandes brechas de género han logrado la paridad de género en la educación primaria.
Estos logros son el resultado de un fuerte compromiso político, un gasto interno sostenido en educación y políticas que han vuelto la educación más accesible. Pero como advierte nuestro informe anual, estos avances se están enlenteciendo.
En nuestros programas, hacemos especial énfasis en mejorar el reclutamiento de maestros y en las políticas de capacitación, porque para alcanzar la educación primaria universal para 2015 se necesitan 1,9 millones de maestros. También nos centramos en la alfabetización, porque cerca de 800 millones de adultos y adultas son analfabetos, y en las habilidades para el mundo laboral, así como en ayudar a los gobiernos a manejar sus sistemas educativos.
El mayor desafío que enfrentan los sistemas educativos es llegar a los marginados, asegurarse de que los estudiantes adquieran conocimientos y habilidades relevantes para abrirse paso en el mundo globalizado de hoy, junto con valores y actitudes que promuevan el diálogo, la ciudadanía responsable y la paz.
¿Cree usted que una educación de calidad para las niñas puede ayudar a fortalecer la agenda internacional sobre desarrollo y paz?
La educación de niñas y mujeres es la clave para el desarrollo y la paz. El hecho de que dos tercios de adultos iletrados sean mujeres refleja la injusticia del desigual acceso a la educación. Las sociedades pagan un alto precio por esto.
Un niño cuya madre puede leer tiene 50 por ciento más de probabilidades de vivir más allá de los cinco años. En África subsahariana, se estima que en 2008 se podrían haber salvado 1,8 millones de vidas infantiles si sus madres hubieran tenido por lo menos educación secundaria. Las mujeres cuya educación va más allá de la primera tiene cinco veces más probabilidades que las analfabetas de estar informadas sobre la prevención del VIH/sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
La educación da una voz, alienta la participación política y aumenta las oportunidades laborales. No puede haber una sociedad equitativa y justa sin lograr la igualdad de género, y esto empieza con la educación.
¿Cuáles son los desafíos reales de hacer que las niñas vayan a la escuela? ¿Se trata de problemas políticos, financieros, sociales o culturales?
Hay que empezar temprano. En muchos países, nacer niña todavía puede significar exclusión en términos educativos. La pobreza es el obstáculo número uno. Pero hay otros de naturaleza más social y cultural.
Vivir en un área remota, pertenecer a una comunidad indígena, hablar un idioma minoritario o tener una discapacidad hacen que las niñas corran aún más riesgo de exclusión. Estos obstáculos no son inamovibles, y la experiencia lo demuestra. Desde Bangladesh a Senegal, muchos países que empezaron de abajo han logrado la paridad de género en la educación primaria.
El primer paso es abolir las matrículas de las escuelas y asegurarse de que no haya costos ocultos, como libros o uniformes, que impiden que las niñas vayan a la escuela. Los subsidios financieros a las familias más pobres, estipendios y programas de becas, son todas políticas que han permitido a las niñas completar con éxito su escolaridad. Los programas dirigidos a los muy pequeños --menores de seis años-- son particularmente efectivos para combatir la desigualdad.
Reclutar y capacitar a maestras tiene un impacto en el desempeño escolar, especialmente en países pobres. Donde realmente debemos depositar más esfuerzos concertados en el nivel secundario, porque las niñas tienen más probabilidades de abandonarlo que los varones, por una serie de motivos.
El costo de la escuela es uno, pero también hay preocupaciones sobre seguridad, higiene y largas distancias que recorrer hacia y desde la escuela. Finalmente, tenemos que crear una cultura sensible al género en las escuelas. Esto significa romper estereotipos y alentar a las niñas a tener aspiraciones y a procurarlas.
La falta de educación es, claramente, uno de los costos ocultos de los conflictos y la violencia.
El informe que difundiremos el 1 de marzo documenta las devastadoras consecuencias de los conflictos armados sobre la educación. La alarmante situación demanda una respuesta mundial fuerte y concertada. Debemos abordar las fallas de protección controlando e informando mejor los ataques contra los sistemas educativos, y sancionando estas atroces violaciones a los derechos humanos.
Este informe se centra en prioridades erradas. Actualmente, 21 países en desarrollo gastan más en armas que en escuelas primarias. Si recortaran sus gastos militares podrían hacer que 9,5 millones adicionales de niños y niñas fueran a la escuela.
Myurvet S. Mehmed. IPS Noticias.net. 25/2/2011

137. Paz a la escuela: Mediación de conflictos

Medellín, Colombia. “Con el coro “yo tengo derecho a la educación, tengo derecho a la protección, derecho a la diversión y a la vida” los niños y jóvenes representantes de los grados Quinto a Décimo de cuatro colegios de Medellín, demostraron que no desean que la violencia se vuelva paisaje dentro y fuera de las aulas de clase.
Wamba, agrupación juvenil, alegró la tarde de cerca de 300 niños y jóvenes reunidos en la Institución Educativa Kennedy, que con acordes de guitarra aprendieron que vivir en paz es vivir mejor.
Con un concierto – taller prendió motores el proyecto piloto “Paz a la escuela: Mediación de conflicto y reconciliación en Colombia” liderado por los niños y niñas de cuatro escuelas de las comunas 1, 6, 9 y 13 de Medellín. El objetivo principal del proyecto es promover y facilitar en la comunidad educativa los procesos convivencia pacífica, de perdón y reconciliación.
La idea surgió de la preocupación de Save the Children por los reiterados casos de violencia en las instituciones educativas de Medellín; lo que llevó a un grupo de expertos de la organización a analizar la problemática, señalar los conflictos más comunes y construir estrategias preventivas que ayuden a evitar que el patio de recreo se convierta en reflejo de los conflictos armados que existen en los barrios.
“La creación de culturas y entornos de la paz y la reconciliación dentro de las escuelas tiene un gran potencial para replicarlos en otros entornos, como el barrio, la familia y todos los lugares donde conviven estos niños “, afirmó Peter LaRaus, director de Save the Children en Colombia.
En Medellín la iniciativa integra inicialmente a cuatro escuelas, 1040 niños, niñas y jóvenes, 120 docentes y cerca de 250 padres de familia; que serán acompañados durante todo el proceso por expertos en reconciliación y resolución de conflictos de la Fundación para la Reconciliación de Bogotá, el Instituto Popular de Capacitación - IPC y miembros de la Agencia de Cooperación de los Estados Unidos – Usaid, versados en el tema de derechos de los niños, participación y género.
Cómo lograrlo
Roger Dávila, coordinador Nacional de Protección de Save the Children, señala que el proyecto se basa en una serie de talleres que serán dictados a los diferentes actores de la comunidad escolar. “Contamos con talleres didácticos y recreativos para los niños y jóvenes; talleres pedagógicos para docentes, donde se les enseñará el abordaje positivo de los conflictos y los mecanismos para lograr una relación pacífica de cero agresión y estos a su vez, replican lo aprendido a los padres de familia”.
Igualmente, la coordinadora del proyecto del IPC, Mariluz Marín Posada, indica que en este encuentro inicial “se pretende integrar a los representantes de cada institución alrededor de los temas de convivencia y tolerancia, en campos formativos de reconciliación escolar, conflicto y violencia, subjetividad y ciudadanía y ética del cuidado”. Estos temas estarán presentes a lo largo de todo el proyecto y acompañados de asesoráis sobre derechos de la niñez.
Con este trabajo se reforzaran las habilidades de los profesores para mediar en los conflictos y acercar a los niños a los medios que les permitan expresar mensajes de cultura de paz frente a los conflictos que viven; y de esta manera evitar hechos de intolerancia como los protagonizados por dos menores el pasado lunes en un colegio de la ciudad, donde luego de una riña entre varias adolescentes, una de ellas, de 15 años, perdió parte de una de sus orejas por la mordida de una de las agresoras.
Al finalizar la primera fase del proyecto el primero de mayo del presente año, se evaluará la posibilidad de llevar la iniciativa a otras comunas de la ciudad para que la paz y el perdón sean el lenguaje común en las escuelas de Medellín.
Resolución de conflictos en la educación
El coordinador Nacional de Protección de Save the Children, Roger Dávila, resalta la necesidad que existe en las escuelas y colegios de Medellín de prevenir y proteger a los niños de la violencia, en vez de corregir los conflictos con métodos represivos. Para lograr este objetivo, señala que se debe atacar el problema mediante la comunicación y la educación en convivencia antes que se presenten.
Heidi Acosta Torres. El Mundo.com. 11/2/2011‎

136. "Si perdemos Monterrey, perdemos México": Lorenzo Zambrano

Monterrey, Nuevo León. El empresario Lorenzo Zambrano Treviño, presidente del Grupo Cemex, expresó un severo reproche contra los hombres de negocios que abandonan el país por el clima de inseguridad y aseguró que entre sus principales objetivos está salvar a Monterrey de las garras de los criminales.
En entrevista al diario español El País, el líder de una de las mayores compañías cementeras del mundo consideró que el presidente Felipe Calderón hace lo correcto para extirpar el cáncer de un cuerpo enfermo porque no tenía opción y advirtió que si ante el crimen organizado se pierde Monterrey, “la joya industrial de México, lo demás estará perdido”.
Zambrano, de 66 años de edad, indicó que la violencia que azota Monterrey no se puede tolerar en el siglo XXI, aunque reconoció que el rescate no se antoja fácil, pero si imprescindible para el futuro de México.
Añadió que en Monterrey la violencia se dejó crecer y por años se consideró como un asunto pasajero, de acomodos menores entre mafias. “Habíamos escuchado que había narcotraficantes viviendo aquí, pero no exigimos que se fueran de la ciudad, nos descuidamos y se metieron hasta la cocina”.
El empresario dijo que es necesario formar una policía capaz, fiscalizada por órganos ciudadanos con transparencia y eficacia, porque la que hay “no sirve”, y admitió que el apoyo del Ejército y la Marina son “soluciones para corto plazo”.
“Lo siguiente es involucrar a la ciudadanía, que observe, se coordine y participe a través de las organizaciones y redes sociales”. Consideró fundamental que la sociedad civil se implique en la lucha del presidente Calderón contra la inseguridad.
“Ni como sector privado ni como ciudadanos podemos decir: es la guerra de Calderón. El gobierno es el que elegimos y hay que exigirle cuentas y por eso hay que quedarse. Y sí, a mí me dio mucha rabia que a la primera dificultad algunos empresarios eligieran la solución fácil: me voy. Me dio coraje que tiraran la toalla, que no se quedaran a defender lo que habían construido sus padres y sus abuelos”, manifestó.
Para Zambrano, el futuro del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, depende de la solución al problema de la violencia. En respuesta, el mandatario dijo no estar pensando en su carrera política, sino en dar resultados.
“No nos vamos a detener en la lucha contra la inseguridad; vamos a seguir adelante, estamos plenamente coordinados con el presidente de la República, con el gobierno federal. No son momentos fáciles ni sencillos, al contrario, son muy complicados, quizá los más complicados que haya vivido en su historia reciente Nuevo León”, añadió Medina de la Cruz.
Espiral de violencia
En enero pasado, Nuevo León registró 118 muertes violentas por actividades del crimen organizado y el narcotráfico, una marca histórica para el estado que para especialistas y empresarios fue una advertencia de que el futuro de la nación está en juego si los cárteles imponen sus reglas en la entidad más industrializada y desarrollada del norte del país.
Según el vocero de Seguridad de Nuevo León, Jorge Domene, se trata de una disputa entre bandas del crimen organizado que se recrudeció. “Está plenamente identificado que es la guerra entre estos cárteles, la disputa por ciertos territorios y eso ha generado la cantidad de homicidios”, insistió para luego aclarar que los grupos que se disputan la región “son el cártel del Golfo contra Los Zetas”.
Esa guerra provocó que en 2010 Nuevo León registrara más de 670 asesinatos, entre ellos unos 75 de policías.
Fernando Larrazabal, alcalde de Monterrey, recién comentó que los municipios no tienen capacidad ni armamento, por lo que han sido rebasados por el crimen organizado. “Quien tiene o debería tener capacidad de enfrentarlas, que es el gobierno estatal, no está teniendo la capacidad de hacerlo”.
Impacto económico
La violencia comenzó a reflejarse en la economía con una reducción del turismo en 2010, cuando la ocupación hotelera fue de 41%; el promedio anual era de 60%.
Gustavo de la Garza, investigador del Colegio de México (Colmex), aseguró que la inseguridad impactó la competitividad del estado desde 2009, cuando su Producto Interno Bruto (PIB) cayó 9.4% y redujo de 6.4% a 6.2% su contribución al PIB nacional, además de presentar, por primera vez, un crecimiento económico menor al nacional.
En conferencia de prensa, la cúpula empresarial de Nuevo León, encabezada por la Coparmex, pidió a las autoridades resultados en la lucha contra el crimen para evitar que se ahuyenten las inversiones y acelerar la depuración policial prometida por el gobierno estatal.
Juan Cedillo. El Universal.com.mx. 22/2/2011

135. General, Mediador, ...Casco Azul

Beirut, Líbano. Es un general. Pero es sobre todo un mediador. Alberto Asarta es el primer español que dirige una operación de Naciones Unidas. Está al mando de 12.000 soldados de 35 países que quieren acabar con décadas de hostilidades en Líbano. Setenta y dos horas con el hombre que debe devolver la esperanza a un pequeño Estado en cuyo territorio se baten los poderosos del mundo por persona interpuesta.
Hay gente que nace acojonada, pero yo no me encuentro entre ellos”, asegura con su proverbial aplomo el general Asarta. “Cuando España me ha requerido, nunca he dado un paso atrás. Cumplo órdenes y las hago cumplir. En este país soy el responsable de una misión de mantenimiento de la paz y exijo que mis cascos azules tengan tan claras sus obligaciones como yo las tengo. Que sean escrupulosos con las reglas de enfrentamiento, respeten las tradiciones y religiones de los libaneses, sean ejemplares. Estamos en Líbano para solucionar problemas, no para crearlos. Hemos venido a colaborar, no a combatir. Y si se tiene que montar un lío… se montará. Pero mientras, hay que seguir trabajando duro y sin arrugarse para evitarlo. La historia nos dice que en Líbano no vale la pena vivir acojonado”.
Alberto Asarta es un aragonés directo, echado para delante y con un físico poderoso producto de quinientos saltos en paracaídas, años de servicio en la Legión y kilómetros de maratones. A punto de cumplir los 60, aún sale a correr de madrugada rodeado de escoltas entre las alambradas que protegen esta base militar perdida en Naqoura, en el sur de Líbano. Proyecta la imagen del perfecto soldado. Le gusta cultivarla. Lleva las mangas de su uniforme de campaña arremangadas sobre los bíceps, las botas como espejos y la boina azul soldada al cráneo. Disfruta cuando se le define como un líder: “Para eso me he preparado toda mi vida”. Hijo y hermano de militares, tiene a gala haber sido formado en torno a valores que hoy suenan a trasnochados: disciplina, valentía, compañerismo, espíritu de sacrificio. Son su manual de estilo. Asarta es un conservador. Pero no un espadón nostálgico. Está más en la línea de los nuevos generales mediáticos estadounidenses. Diplomado en Estado Mayor, es un militar culto que se maneja en un buen inglés y francés y se define apolítico. “Como militar, represento el fiel de la balanza”. En ese sentido es difícil pillarle en un renuncio. Cuando le muestro el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados del 7 de septiembre de 2006, donde queda escrito para la historia cómo Mariano Rajoy criticó la participación del Ejército español en esta misión en Líbano con reflexiones como la siguiente: “Hay que admitir con toda honestidad que las operaciones bajo mando de la ONU han sido un fracaso y en algún caso un desastre total”, y le pido su opinión al respecto, rechaza comentar esas palabras: “De política no hablo”.
–Pero usted es el responsable político de esta misión de Naciones Unidas…
–Mis cometidos implican estar en el nivel político, pero no soy un político. Soy un militar. Y cualquier cosa que diga se puede interpretar mal. Mi misión es dirigir la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para Líbano (Unifil) y aplicar la Resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de agosto de 2006: monitorizar el cese de hostilidades con Israel, evitar acciones hostiles en nuestra área, ayudar a la población civil, apoyar el despliegue de las fuerzas armadas libanesas en esta zona del país hasta que se valgan por sí solas y establezcan una zona libre de armas entre la Línea Azul (la línea de retirada del Ejército israelí que funciona como límite con Israel y estamos demarcando) y el río Litani; desminar, reconstruir, auxiliar al Gobierno libanés (si nos lo pide) para que no entren armas en este territorio, intentar que las partes dialoguen… Debemos crear un entorno de seguridad y estabilidad que permita que se avance hacia un cese del fuego definitivo y poder comenzar un proceso de paz. Y para ello me relaciono con políticos. Les escucho e intento convencer de la necesidad de la paz. Nuestro papel es mediar. Las partes en conflicto nos han pedido que vengamos a ayudarles. Esa es nuestra legitimidad.
El momento donde es más palpable el trabajo de mediación de Asarta es en las reuniones del llamado Tripartito, que comparte cada mes con altos mandos israelíes y libaneses. Se trata del único canal de comunicación que estos dos países (que carecen de relaciones diplomáticas y nunca han rubricado el fin de las hostilidades que les han enfrentado 30 años) mantienen abierto. Los encuentros se celebran en tierra de nadie, en la Posición 1-32A de Naciones Unidas. Un lugar desolado, irreal y defendido por cañones del Ejército italiano, en el que no hay más señal de vida que un pequeño edificio desnudo cuyo tejado está guardado por tiradores de élite. Para llegar hasta aquí hay que franquear varios controles. El primero en llegar es Asarta. Su todoterreno avanza precedido por blindados del Ejército indonesio erizados de ametralladoras. Cuando desciende de su vehículo le rodea su equipo de protección personal, una docena de soldados de élite españoles. A continuación llegan los generales hebreos: jóvenes, uniformados con desenfado y con el subfusil al hombro; después, los libaneses, más maduros y hieráticos; mostacho árabe y boina negra. Asarta los recibe por separado. Se instalan en una mesa cuadrada en el interior de la casamata desnuda. Ni se miran. Asarta oficia de anfitrión. El ambiente adquiere la tensión de una cuerda de piano. Asarta define este foro como “militar y técnico; tratamos cuestiones como la demarcación de la Línea Azul y los posibles incidentes armados que se hayan producido en la zona y se ponen sobre la mesa los agravios. Este foro tiene un papel básico en la promoción del diálogo y la confianza entre las dos partes. Si están dispuestos a arreglar algunas de sus diferencias mediante el diálogo, habremos dado un paso hacia la normalización”.
Las deliberaciones del Tripartito tienen carácter secreto. Los generales libaneses exigen que abandonemos la reunión. Salimos. En ese momento surca el cielo como un relámpago un avión de combate israelí. Según Unifil, los reactores del Ejército hebreo violan a diario el espacio aéreo libanés en misión de reconocimiento. Los israelíes afirman que seguirán realizando esos vuelos mientras las milicias de Hezbolá no entreguen las armas. Y viceversa. “Los dos bandos tienen razón; las dos son violaciones de la 1.701”, reflexiona Asarta. “Ambas partes están obligadas a cumplir los acuerdos; somos testigos y árbitros, pero no podemos hacerles cumplir la resolución por la fuerza. No podemos evitar los vuelos israelíes ni podemos registrar las casas de los libaneses. Yo no he visto esos arsenales de Hezbolá de los que habla Israel. De lo que sí tengo constancia es de las violaciones aéreas. Y en el asunto de desarmar a las milicias, la responsabilidad no es nuestra, sino del Ejército libanés, y estamos dispuestos a ayudarles si lo solicitan”.
Alberto Asarta es el primer español al frente de una operación de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas desde que se iniciaron en 1948 para observar el alto el fuego entre Israel y los países árabes. La comunidad internacional le ha investido con plenos poderes. Es jefe de la misión, representante del secretario general de la ONU y comandante de la fuerza. Mientras se desarrolla una misión de este tipo, los contingentes de cada país están bajo mando de Naciones Unidas a través del Force commander. Asarta (cuya candidatura fue propuesta por el Gobierno español y al que cada año Naciones Unidas debe confirmar al frente de la misión) está obligado a ser una mezcla de soldado, diplomático y árbitro. Un hombre bueno que aplique el palo o la zanahoria para evitar que la herida nunca cicatrizada entre Líbano e Israel se vuelva a abrir. Para lograrlo tiene a sus órdenes más de 12.000 soldados de 35 países. Una fuerza que incluye blindados, artillería, misiles, radares, fragatas y helicópteros. España cuenta con más de 1.000 hombres y mujeres en el Sector Este del país. Además, Asarta cuenta con un equipo de 1.000 civiles de 80 países y de una eficaz maquinaria de cooperación internacional para reconstruir las infraestructuras del sur de Líbano y reactivar su economía a través de proyectos de impacto rápido y microcréditos. Una estrategia ya practicada en otros países en conflicto, como Afganistán, para ganarse los corazones y las mentes de la población. La clave es que los libaneses no perciban a los cascos azules como un ejército de ocupación, sino como un ejército de paz. Lo explica Asarta: “No podemos ir contra Hezbolá por la sencilla razón de que es una formación legalizada, que forma parte del Gobierno y está reconocida por el propio presidente libanés como uno de los pilares de la defensa del país. Son una parte importante de la población entre la cual vivimos, tenemos que convivir con ellos, no podemos ir a contracorriente. Hay que lograr la confianza de la gente y que al mismo tiempo el Ejército libanés se vaya haciendo cargo de la situación”.
Asarta forma parte de la primera generación de oficiales españoles que salieron al mundo tras permanecer cuatro décadas encerrados por la dictadura franquista a cargo de la vigilancia del país. A comienzos de los noventa, cuando era un joven comandante, ya participó en la misión de pacificación de El Salvador. Después ocuparía destinos en rincones tan dispares como Bosnia, Estrasburgo, Argentina o Irak. En este último país, en abril de 2004, entraría en combate contra los islamistas del Ejército de Mahdi, que intentaban asaltar la base española que mandaba en Nayaf. La refriega se saldó con decenas de bajas iraquíes. Las imágenes de aquellos días muestran al zurdo Asarta, cubierto con casco y chaleco antibalas, abriendo fuego entre sacos terreros contra un enemigo invisible. Por aquella acción de guerra, el presidente Zapatero le premió, junto a cinco de sus soldados, con la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo. Cuando a lo largo de la conversación le recuerdo aquellas escenas terribles, zigzaguea entre el orgullo del soldado que ha ganado una batalla y la tristeza del que ha visto morir en el campo de batalla. “Nunca olvidaré aquellos días; los ataques de la insurgencia… Llamaba a mi mujer en España y le decía: ‘Nos están atacando de nuevo’. Y ella escuchaba las explosiones… Aguantamos bien. Era mi obligación. De vuelta a España estuve fastidiado. Son cosas que no te gusta ver. Que marcan. Creo que hicimos lo que teníamos que hacer y volvimos todos vivos. No tengo de qué arrepentirme. No fuimos a Irak a hacer la guerra. Pero al final las cosas se torcieron. Actuamos de acuerdo a unas reglas de enfrentamiento que eran muy restrictivas en el uso de la fuerza. Durante la batalla no disparábamos contra las ambulancias, aunque nos constara que estaban trasladando a combatientes; no disparábamos contra los que fingían estar muertos; no destruíamos edificios donde podía haber población civil aunque hubiera tiradores emboscados. Mis órdenes fueron defensivas. Teníamos unas reglas. Y si nos las saltábamos, podíamos acabar ante un tribunal”.
–¿Mató usted a alguien?
–Prefiero no pensarlo.
Suena la llamada a la oración desde una mezquita vecina al cuartel general de Unifil y se cuela al despacho del jefe, amplio, convencional y pobremente amueblado, como todo este complejo de Naciones Unidas que ha crecido desde unas tiendas de campaña en mitad de la nada hasta convertirse en un enorme complejo militar y logístico que cubre las necesidades de los 12.000 soldados desplegados al sur del Litani. El recinto está amurallado con bloques de hormigón. Frente al escritorio del Force commander, una fotografía de él mismo arrojándose en paracaídas en 1978 ocupa un lugar preferente. “Así no me olvido de dónde vengo. Que dios me libre de las moquetas. Los despachos pueden hacerte perder la cabeza”.
Asarta insiste en que es un hombre de acción. Feliz sobre el terreno. Ante una bota de tinto. O compartiendo un narguile, esa pipa oriental a la que se ha aficionado en Líbano. Le gusta mezclarse con sus soldados. Lo comprobaremos durante una visita a la zona de Marwahim, en el límite con Israel, donde un equipo de zapadores italianos limpia de minas el campo. Hay miles sembradas por el Ejército israelí tras su retirada. Deben localizarlas y destruirlas. Son pequeñas cajas de un plástico parduzco que se confunde con el terreno y ochenta gramos de explosivo en su interior. Su objetivo es mutilar. Retirarlas es un trabajo de alto riesgo. Asarta desciende de un salto de su helicóptero y los trata con afecto. Repite el mensaje que acostumbra: “Soy uno de los vuestros”.
En las distancias cortas, el general resulta un tipo sobrado, empático, campechano; con un abrazo de oso y una gran sonrisa, elementos que le son útiles en su relación con los jefes tribales. Sabe que debe ganarse su confianza. Cualquier paso en falso de las tropas de Unifil podría herir las susceptibilidades de los libaneses, enojar a las milicias y causar un estallido de violencia. Ese escenario de conflicto se produjo a comienzos del pasado mes de julio cuando el contingente militar francés (poco dado a las sutilezas) se extralimitó en sus funciones de vigilancia registrando domicilios con perros y tomando fotografías. Llovía sobre mojado. En esos mismos días, los partidarios de Hezbolá comenzaban a movilizarse en todo el país en contra de las investigaciones del Tribunal Especial de la ONU para Líbano, encargado de procesar y juzgar a los responsables del asesinato en 2005 del primer ministro sunita, Rafiq Hariri, en Beirut. Las investigaciones del tribunal sitúan a Hezbolá como responsable. Un revés contra la imagen que ha cultivado de ser la resistencia del Estado libanés contra el sionismo. De ser un valor nacional. La organización chiita no estaba dispuesta a beber el cáliz del descrédito. Y comenzó a desestabilizar todo el país. Hasta derribar al Gobierno el pasado enero. Por eso, cuando los soldados franceses se comportaron al sur del Litani más como guerreros que como guardianes de la paz, la respuesta de los lugareños fue inmovilizar sus patrullas, apedrear sus vehículos, herir a uno de sus hombres y sustraerle las armas. La situación se le estaba escapando a Unifil de las manos. Tres días después, Asarta se vio obligado a aplacar los ánimos durante una reunión con los líderes locales, a los que pidió disculpas. Iría aún más allá al día siguiente con una carta pública de dolor de los pecados por el comportamiento de sus soldados. La iniciaba con este sentido párrafo: “Como un hombre de paz; como una persona que ama profundamente a este pueblo, os dirijo estas palabras en un espíritu de total sinceridad desde lo más profundo de mi corazón”. Encaje de bolillos.
Hace un año, tras ser nombrado jefe de Unifil, un grupo de amigos regaló a Asarta un capote de matador con sus estrellas de general bordadas en la esclavina. Era una forma castiza de desearle suerte. La iba a necesitar. En este pequeño país atrapado entre Oriente y Occidente, entre los petrodólares saudíes y los iraníes, que se debate para mantener un precario equilibrio entre las 17 confesiones religiosas que lo forman, alberga a miles de refugiados palestinos y está a tiro de las posiciones israelíes de la División Galilea, han muerto desde 1975 más de 200.000 personas víctimas de los enfrentamientos. En 2006, durante los 34 días de guerra no declarada entre Hezbolá y el Ejército hebreo, murieron 1.500 libaneses y 120 judíos. Barrios enteros en los suburbios chiitas del sur de Beirut fueron arrasados por los ataques aéreos de Israel y 100.000 viviendas quedaron destruidas en el sur del país. En su campaña contra Hezbolá, el rodillo militar israelí borró del mapa puentes y carreteras, aeropuertos y centrales eléctricas. En Beirut son evidentes las huellas de los bombardeos en Dahiya, el suburbio chiita de la capital donde Hezbolá dirige hasta el tráfico. Y aún más aquí, en el sur, un territorio que sufrió durante dos décadas la ocupación por parte de Israel. Hezbolá, el Partido de Dios, monopolizó durante ese periodo la resistencia, el poder político y religioso y los servicios sociales. Esta formación sigue gobernando de facto este territorio de 2.500 kilómetros cuadrados y 700.000 habitantes rodeado por una precaria frontera de 121 kilómetros con Israel. Su población recibió el pasado octubre al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, como a su líder natural. “Este es un tablero con blancas y negras, pero al mismo tiempo hay otros jugadores que juegan en el mismo tablero partidas simultáneas”, analiza Asarta. “Y su juego influye y confluye en este territorio. Hoy se puede iniciar un conflicto en Líbano al margen de los dos países que juegan la partida principal y por eso nuestra misión se desarrolla en un contexto más amplio que el área de operaciones sobre el que tenemos autoridad. Lo que ocurra en Palestina, Egipto, Irán, puede afectar a la frágil situación de Líbano. Y esa coyuntura crea una enorme inestabilidad en nuestra misión. Aquí se dilucidan intereses que no son precisamente los del pueblo libanés”.
Cruzar el sur de Líbano desde Naqoura hasta Marjayoun, donde está localizada la base Cervantes, que concentra al contingente español, permite sumergirse en el feudo de Hezbolá. Cada pueblo que atravesamos fue machacado por los bombardeos israelíes en 2006. Los aún visibles impactos de la artillería contrastan con nuevos palacetes y pequeños negocios financiados por las remesas del exterior y la cooperación internacional que han surgido en estos cuatro años de paz. A la entrada de cada poblado nos reciben enjambres de banderas amarillas de Hezbolá adornadas con Kaláshnikov, los retratos de los jóvenes kamikazes islámicos y las imágenes de Jomeini; las plazas de Tibnin, Tulin, Markaba o Ett Taibe están decoradas con piezas de armamento sustraído al invasor israelí. Todo remite a la guerra. Es imposible tomar imágenes. Hezbolá no lo permite. En los puntos estratégicos de nuestro recorrido se distinguen grupos de jóvenes barbudos con motocicletas y móviles vigilando los movimientos de los vehículos. Muchas mujeres visten chador. En El Adeisseh todavía se aprecian las ruinas de un puesto del ejército bombardeado por los israelíes en agosto tras un enfrentamiento en la Línea Azul que se saldó con cuatro muertos. Pero donde mejor se escenifica la tensión entre Líbano e Israel es en Kafer Kela, a unos pocos metros de la localidad israelí de Metulla. Aquí los soldados de ambos bandos se ven las caras a diario; se escupen, insultan, apuntan con sus armas. “Un detalle absurdo puede provocar un tiroteo, y eso puede llevar a una guerra”, describe Asarta. “Hay que prestar muchísima atención a la Blue Line. Una de nuestras preocupaciones es evitar esos incidentes que pueden desembocar en miles de muertos”.
Unos pocos kilómetros antes de llegar a Marjayoun, un humilde monolito en una carretera sin nombre recuerda a los seis soldados españoles que murieron en este punto a causa de un atentado el 24 de junio de 2007. Sigue sin conocerse la autoría. Fue reivindicado por Fatah al Islam, un grupo terrorista suní vinculado a la red Al Qaeda y enemigo de Hezbolá. ¿Quién mató a los españoles? Nadie parece saberlo. En Líbano todo es posible. La guerra está enquistada. Y muchos piensan que el trabajo de Unifil es otro parche de la comunidad internacional. Asarta no es de esa opinión. Inveterado optimista, ha acuñado un reclamo publicitario para este territorio martirizado por 30 años de guerra y que él cree que algún día podrá vivir en concordia: “Si buscas la paz, vente al sur”.
Jesús Rodríguez. El País.com. 20/2/2011

134. "Una Paz duradera no se conseguirá solo con un acuerdo entre las élites"

San Sebastián, España. Un partido político llamado Aralar, ha presentado a sus candidatos a los ayuntamientos de las tres capitales vascas y de las Juntas Generales, con el compromiso de trasladar "la cultura de la paz" a la base de la sociedad, porque "una paz duradera no se conseguirá solo con un acuerdo entre las élites".
Los candidatos de Aralar han sellado con su huella digital esa promesa, un gesto simbólico llevado también a sus carteles electorales, que muestran dos marcas dactilares unidas formando un corazón.
Lo han hecho en una acto celebrado en la Sala Club del teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, en el que han participado la parlamentaria Aintzane Ezenarro y el coordinador de la formación, Patxi Zabaleta.
Ezenarro ha dicho que su partido concurre a los comicios convencido de que sigue siendo "absolutamente necesario" en toda la sociedad vasca, pero "sobre todo" en el espacio sociológico de la izquierda abertzale, "una cultura política que no vea al adversario como el enemigo a batir".
Ha dicho que ése fue el camino emprendido por Aralar hace diez años y en el que continuará "ahondando", tras haber asumido "con normalidad la pluralidad de la sociedad vasca" y haber logrado llegar a "acuerdos entre diferentes".
"Abandonando el maximalismo hemos conseguido incidir de forma eficaz en la solución de los problemas cotidianos de la sociedad vasca", ha destacado.
Ha subrayado que uno de los deberes "más importantes" que se impondrán los cargos electos de Aralar a partir del 22 de mayo será el de trasladar "la paz a la base de la sociedad, a las ciudades y los pueblos de Euskal Herria, tan necesitados de esa cultura", pues no ve posible conseguirlo únicamente con "un acuerdo entre las élites".
"Si queremos que esta nueva cultura política arraigue en nuestra sociedad, tenemos muy claro que cuanto más se refuerce Aralar, más plural, mas democrática y más abierta va a ser la izquierda abertzale del futuro, esa izquierda abertzale que entiende que la sociedad vasca es plural y que necesitamos hacer país entre todos".
Patxi Zabaleta ha expresado, por su parte, "una convicción", que ésta "es la verdadera ocasión para la paz y el progreso, para la autodeterminación, la territorialidad y la política de izquierdas".
"Ésta es la oportunidad buena porque los ciudadanos lo quieren y lo necesitan y sabemos cómo hay que hacerlo: con flexibilidad y firmeza, con un empeño absolutamente firme".
"La oposición por los caminos políticos exclusivos y a cualquier tipo de violencia, la reivindicación de la amnistía de todos los presos y del respeto de todos los Derechos Humanos tiene la señal y la garantía del compromiso que adquirimos con la huella digital al presentarnos a estas elecciones", ha añadido.
Tras su discurso, los cabezas de lista a los ayuntamientos de la capitales vascas -Felipe Urkidi (Bilbao), Ainhoa Beola (San Sebastián) y Andrés Landa (Vitoria)-, y a las Juntas Generales -Iosu Murgia (Vizcaya), Rebeka Ubera (Guipúzcoa) e Iñaki Aldekoa (Álava)- han sellado con su huella en tinta roja esa obligación que se han marcado.
"Entendemos nuestras ciudades, nuestros pueblos y territorios de una forma concreta: los queremos de izquierdas, abertzales y plurales. Seguiremos trabajando como lo hemos hecho hasta ahora", ha dicho Beola en nombre de todos ellos.
Efe. Abc.es. 19/2/2011

133. 300 pacificadores en Cultura de Paz y No Violencia Facebook

Monterrey, Nuevo León. Cultura de Paz y No Violencia Monterrey en Facebook rebasó las 300 personas, tanto físicas como morales, que siguen las notas que publicamos.
Les agradecemos a todos el apoyo a nuestros sitios en Blogger, Facebook y Twitter.
Cultura de Paz y No Violencia seguirá fomentado la construcción de paz mediante la difusión de sus conceptos, notas sobre el tema, eventos, opiniones, etc.
¡Gracias!

132. La Paz y el Derecho al Desarrollo

Manabí, Ecuador. Los Derechos Humanos se clasifican temporalmente en generaciones. La primera generación: se refiere a los derechos civiles y políticos, también denominados "libertades clásicas". Fueron los primeros que exigió y formuló el pueblo en la Asamblea Nacional durante la Revolución Francesa. Este primer grupo lo constituyen los reclamos que motivaron los principales movimientos revolucionarios en diversas partes del mundo a finales del siglo XVIII. Segunda generación: la constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, debido a los cuales, el Estado de derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado social de derecho. Tercera generación: este grupo fue promovido a partir de la década de los sesenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, en un marco de respeto y colaboración mutua entre las distintas naciones de la comunidad internacional.
En 1969, Johan Galtung introdujo sus conceptos de paz negativa (ausencia de violencia directa) y paz positiva. El concepto de paz positiva promulga la ausencia de violencia estructural o indirecta la cualestá vinculada a las estructuras sociales que soportan algún tipo de desigualdad: económico, política, social, militar, cultural. En este sentido Galtung ha definido la violencia como la causa de la diferencia entre lo potencial y lo efectivo (…). La paz positiva se manifiesta entonces como la ausencia de la violencia estructural a cualquier nivel de desigualdad.
Es decir, cuando los pueblos no tienen desarrollo están expuestos a sufrir violación de derechos humanos y ser víctimas de violencia estructural. Por tanto, la conciencia global promueve que en el mundo actual nadie debe aislarse. La integración de los países es una megatendencia contemporánea. También lo es lograr alianzas estratégicas y compartir ideas económicas eficientes.
En 1984, se creyó que América Latina, Europa Occidental y Estados Unidos podrían formar un nuevo Triángulo Atlántico. En 1989, se acordó los diez puntos del Consenso de Washington: 1)establecer una disciplina fiscal: 2)priorizar el gasto público en educación y salud; 3) llevar a cabo una reforma tributaria; 4) establecer tasas de interés positivas determinadas por el mercado; 5) lograr tipos de cambio competitivos; 6)desarrollar políticas comerciales liberales; 7) una mayor apertura a la inversión extranjera; 8) privatizar las empresas públicas: 9) llevar a cabo una profunda desregulación; y 10) garantizar la protección de la propiedad privada.
Brasil, Colombia, México fueron algunos de los países que mejor lo observaron y gracias a ello, avanzaron. Mientras, Ecuador entre 1989 y 2000 tuvo una era de gobiernos populistas y seudoreligiosos, que son ahora el pretexto para que nuestros gobernantes del Socialismo del siglo XXI nos digan que pase lo que pase, nunca estaremos tan mal como nos tuvo la partidocracia.
Entre el 2001 y el 2007, tratamos de poner en vigencia el principio de subsidiaridad, mismo que se define así dentro de un país: la decisión debe ser tomada por el centro de decisión en el que 1) se conoce mejor la problemáticas y la manera de solucionarla; 2) en el que la decisión, una vez tomada, tenga su mayor impacto.
El principio de la subsidiaridad no opera hoy en Ecuador, pero está en boga en los Estados Unidos y Unión Europea, permitiendo a estas potencias superar la crisis del 2009. En estos días, en que la economía global se recupera, la mayoría de los países han logrado bajar el desempleo, mejorar sueldos y lograr cierta estabilidad en sus cifras macroeconómicas generales, esto es incluso en el nuestro, pese a que en el 2011, no se encuentra la clave para atraer la inversión internacional, el fomento del emprendimiento privado y la circulación monetaria. Dicen, que el paliativo será obtener préstamos en India y Rusia, porque la China comunista, que es de los países más capitalistas, no mezcla negocios con dogmatismos.
Carlos Intriago Macías. Mercurio Manta.com. 7/2/2011

131. Universitarios encienden luces contra la violencia


"Marchan en CU contra violencia"
México, Distrito Federal. Jóvenes pertenecientes a colectivos de la UNAM, UAM, Universidad de la Ciudad de México y del Instituto Politécnico Nacional realizaron ayer una manifestación contra la militarización y la violencia que se vive en el país.
Unas mil 500 personas marcharon desde el Parque de la Bombilla en San Ángel, por avenida Insurgentes, hasta Ciudad Universitaria para manifestar su rechazo a las acciones emprendidas por el presidente Calderón.
En la explanada de Rectoría los jóvenes, acompañados de integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (de la sección 22 de Oaxaca), encendieron miles de veladoras, una por cada muerto en esta lucha contra el narcotráfico, formando las palabras “no a la militarización”.
La concentración se dio cita a las 17 horas en el monumento a Álvaro Obregón.
Imagen: Notimex
Natalia Gómez. El Universal.com.mx. Viernes 18 de febrero de 2011

"Prenden veladoras en CU contra violencia"
México, Distrito Federal. A fin de exigir el cese a la violencia y la militarización en el País, cerca de mil jóvenes encendieron este jueves veladoras frente a la Rectoría de la UNAM.
Las luces encendidas arman la figura de la República Mexicana, acompañada de la frase "¡Alto a la militarización!".
"Nunca creí que ya había llegado la democracia a México, pero tampoco nunca me imaginé que tuviéramos que enfrentar un régimen tan parecido a los fascistas, que los militares cuidaran mi Ciudad o mataran a los jóvenes", comentó uno de los participantes.
Los jóvenes, principalmente alumnos de la UNAM, UAM y el IPN, realizaron previamente una marcha sobre la Avenida Insurgentes, en la que lanzaron consignas como "¡Queremos escuelas, queremos hospitales, no queremos militares!", y se pronunciaron porque las cifras de muertos en la guerra contra el narcotráfico no sean sólo números, sino que se piense en las miles de vidas que se han perdido.
Los jóvenes anunciaron que este viernes harán un mitin contra la militarización y la violencia en el auditorio de la Facultad de Economía, a las 13:00 horas.
Mientras tanto, el servicio del Metrobús entre la estación La Bombilla y Doctor Gálvez opera nuevamente con normalidad, mientras que la Avenida Insurgentes ha sido liberada de manifestantes.
Mirtha Hernández. Terra.com.mx. 17/2/2011

130. "Hay un hambre de libertad en Medio Oriente": Obama

Washington, Estados Unidos. El presidente estadounidense les pidió que se atrevan a expresarse como lo hicieron los egipcios.
Durante una conferencia de prensa, calificó como "positivas" las primeras señales que emergen en el país africano tras la renuncia de Hosni Mubarak. Señaló que, aunque "aún queda mucho por hacer", las autoridades militares a cargo de la gestión se comprometieron a cumplir con los tratados internacionales, incluidos los acuerdos de paz con Israel.
La situación en Egipto -donde se iniciaron conversaciones para la realización de elecciones justas y libres- contrasta, en opinión de Obama, con lo que ocurre en Irán. "Es irónico" que, mientras el régimen de Mahmoud Ahmadinejad respaldó las manifestaciones en El Cairo, Alejandría y Suez, "encarcela y golpea a quienes tratan de pronunciarse" contra su gestión.
Indicó que su "esperanza y expectativa es ver cómo el pueblo iraní mantiene el coraje para expresar sus deseos de mayor libertad y de un gobierno más representativo".
Los líderes han comenzado a entender que "no se puede mantener el poder a cierto nivel en ninguna sociedad sin contar con su pueblo", aseguró. Agregó que "es especialmente verdad cuando hoy día cualquier persona puede utilizar un teléfono móvil o una cuenta en una red social para ponerse en contacto y movilizar a miles de personas".
El mandatario preponderó el rol de los jóvenes al considerar que se trata de "una nueva generación que busca mejores oportunidades". Ellos necesitan "un camino que les permita alcanzar una educación, alimentar a sus familias", apuntó, en momentos en que las protestas se extienden en Yemen, Argelia y Bahrein.
Añadió que la transformación "no tendrá lugar por el hecho de que se mate a inocentes" sino "si el pueblo se une y aplica su fuerza moral a una situación".
Imagen: El presidente de Estados Unidos de América, Barack Obama, durante su rueda de prensa en la Casa Blanca. (AFP)
Efe. Vanguardia.com.mx. 15/1/2011

"Obama: Lo que vale para Egipto vale para Irán"
Washington, Estados Unidos. Barack Obama pone Egipto como modelo de lo que puede ocurrir en Irán y en otros países de la región que se resistan al cambio, y advirtió este martes a todos los Gobiernos totalitarios de Oriente Próximo que no serán capaces de frenar con represión y violencia "el hambre de libertad" manifestada por una nueva generación que demanda ansiosamente un futuro mejor. De esta manera, el presidente norteamericano inaugura lo que puede ser una aproximación totalmente distinta de parte de Estados Unidos para buscar la estabilidad en uno de los escenarios donde más claramente está en juego la paz mundial.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Obama mandó un mensaje claro a los autócratas de Oriente Próximo: "El mundo está cambiando. Ha surgido una generación joven y vibrante que busca mayores oportunidades. Hay que estar a la cabeza del cambio; no se puede estar por detrás de la ola".
En referencia particular a Irán, donde el Gobierno ha reprimido las protestas de los últimos días y ha encarcelado a líderes de la oposición, Obama dijo que "lo que es verdad para Egipto tiene que ser verdad para Irán". Aseguró que las demandas de los manifestantes iraníes son las mismas de los que protestaron en Egipto. "Lo que es diferente", añadió, "es la respuesta del Gobierno, que en el caso de Irán ha sido la de disparar a la gente, golpearles y arrestarles".
Eso no le servirá a las autoridades iraníes, afirmó Obama, para contener a su pueblo, y pronosticó que "las protestas seguirán si el pueblo de Irán tiene el coraje de levantarse por sus derechos". Refiriéndose directamente a los ciudadanos iraníes, el presidente norteamericano ha declarado que "Estados Unidos no les va a dictar lo que tienen que hacer, pero les va a dar todo su apoyo moral".
Esa misma doctrina, explicó, es válida para el conjunto de Oriente Próximo. Puso en alerta a los aliados de Estados Unidos de que "el ejemplo de Túnez y Egipto se va a extender" y de que "es necesario que los gobiernos empiecen a entenderlo y respondan adecuadamente".
Recordó que Estados Unidos está interesado, obviamente, en la estabilidad de esa región, pero añadió que esa estabilidad no se pude alcanzar ya negándole los derechos a quienes pretende una vida mejor. "Cuantos más pasos den los gobiernos para facilitar esas oportunidades, más estables serán esos países. No se puede mantener el poder mediante la coerción", concluyó.
Admitió que eso supone un gran desafío, tanto para los países afectados por las protestas como para Estados Unidos, acostumbrado hasta ahora a tratar con líderes autoritarios. "Es un reto porque la democracia es desordenada", ha dicho, "cuando se negocia con una democracia no se negocia con una persona sino con un amplio abanico de opiniones. Pero creo en la probabilidad de obtener de eso más de lo que obteníamos de lo que teníamos hasta ahora".
"Lo que traerá estabilidad a la región", añadió, "es conseguir que los jóvenes, que la gente ordinaria, sientan que están en el camino de dar de comer a sus familias, de conseguir un mejor trabajo, de acceder a una mejor educación, de aspirar a una vida mejor".
Aunque no mencionó específicamente ningún país del área, a una pregunta sobre el riesgo de que las protestas se extiendan a Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo, Obama contestó que "cada país tiene su propia tradición" y que "Estados Unidos no va a dictarles cómo tienen que gobernar sus sociedades". "Pero hay ciertos principios universales a los que nos adherimos", recalcó, "y uno de ellos es el de no utilizar la violación y la coerción para mantener el control, y otro es el derecho a la libertad de expresión".
La repercusión que cualquier suceso en Oriente Próximo tiene en el mercado mundial de petróleo es una de las circunstancias por las que los movimientos de la diplomacia norteamericana en la región resultan tan arriesgados. La presencia de armas nucleares y la seguridad de Israel son otras dos razones de la potencialidad explosiva del área.
Obama aludió indirectamente a esos factores al comentar que en las manifestaciones ocurridas hasta ahora no se han visto "sentimientos antiamericanos o antiisraelíes o antioccidentales" y al destacar la necesidad de que las transiciones a la democracia se hagan, como en el caso de Egipto, "de forma pacífica y ordenada".
El presidente se mostró satisfecho por lo ocurrido en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak -"hasta el momento estamos viendo signos positivos"- e insistió en que el diálogo es la mejor manera de conducir la transición. "La historia de las transiciones nos enseña que las más exitosas han sido aquellas en las que las protestas pacíficas llevaron a la discusión, a las reformas y, en última instancia, a la democracia".
Antonio Caño. El País.com. 15/2/2011

Revista Conexión Social

Universidad Autónoma de Zacatecas presenta: Panel sobre el Día Internacional de la Paz

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