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925. Papa Francisco: Las guerras en el campo económico y financiero destruyen vidas, familias y empresas

El Papa: Las "guerras" que se combaten en la economía "no son menos crueles”. Roma, Italia. El Papa Francisco advierte en su primer mensaje para la XLVII Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el próximo 1 de enero, de que a los enfrentamientos armados se suman otras "guerras menos visibles" pero igual de "crueles" que las que se combaten en la economía y en las finanzas.
 "A las guerras hechas de enfrentamientos armados se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas", asegura.
En un mensaje titulado 'La fraternidad, fundamento y camino para la paz' y publicado este jueves, el Papa recuerda que la vocación de las personas es "la fraternidad", cuya fuente es "la familia", y no el "egoísmo" ni la "globalización de la indiferencia que poco a poco habitúa al sufrimiento del otro".
 Además, ha recordado que en la familia de Dios "no hay vidas descartables", no como lo que fomentan, a su juicio, "las nuevas ideologías caracterizadas por el individualismo, el egocentrismo y el consumismo".
Por ello, entre otras peticiones, reclama políticas dirigidas a "atenuar una excesiva desigualdad de la renta" así como otras que aseguren a las personas el acceso a "los capitales, los servicios, los recursos educativos, sanitarios y tecnológicos" para combatir el "grave aumento de la pobreza relativa", la que causa desigualdades entre personas que conviven en un determinado contexto o región.
A su juicio, las "graves" crisis financieras y económicas se deben al "progresivo alejamiento de Dios y del prójimo" y han llevado a muchos a buscar la felicidad y el bienestar "en el consumo y la ganancia más allá de la lógica de una economía sana".
En este sentido, apunta que el hecho de que las crisis económicas se sucedan una tras otra debe llevar a los responsables a "revisar los modelos de desarrollo económico" y a un cambio en los estilos de vida. Aunque también precisa que la crisis "con grandes consecuencias para la vida de las personas", puede ser una ocasión de recuperar virtudes como la prudencia, la templanza, la justicia y la fortaleza.
Llamamiento al desarme nuclear y químico
Por otra parte, Francisco hace un llamamiento al desarme total, comenzando por el nuclear y químico pues, según precisa, "mientras haya una cantidad tan grande de armamentos en circulación como hoy en día, siempre se podrán encontrar nuevos pretextos para iniciar las hostilidades". Además, exhorta encarecidamente a quienes siembran la violencia y la muerte: "Renuncien a las armas". Y afirma que es posible que el hombre convierta, también aquellos "que han cometido crímenes atroces".
Asimismo, se detiene en otros problemas que afectan al mundo como la corrupción, "hoy tan capilarmente difundida", el blanqueo ilícito y la especulación financiera y "el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran despreciando las leyes morales y civiles".
También, piensa en: el fenómeno de la trata de seres humanos "con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos"; la "tragedia" de la explotación laboral; la "devastación" de los recursos naturales y la contaminación; los delitos y abusos a menores; la "desatención" a inmigrantes; la prostitución "que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes robándoles el futuro"; y las condiciones "inhumanas" de muchas cárceles.
Finalmente, el Pontífice pide que se respete y custodie la naturaleza e invita a reflexionar sobre la jerarquía en las prioridades a las que se destina la producción para que nadie pase hambre.
Europa Press.es. 12/12/13
http://www.europapress.es/sociedad/noticia-papa-guerras-combaten-economia-no-son-menos-crueles-20131212145102.html

Mensaje de Francisco para la celebración de la XLVII Jornada Mundial por la Paz (1 de Enero de 2014)
La Fraternidad, fundamento y camino para la Paz
Vaticano. 1. En este mi primer Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, quisiera desear a todos, a las personas y a los pueblos, una vida llena de alegría y de esperanza. El corazón de todo hombre y de toda mujer alberga en su interior el deseo de una vida plena, de la que forma parte un anhelo indeleble de fraternidad, que nos invita a la comunión con los otros, en los que encontramos no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que acoger y querer.
De hecho, la fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un ser relacional. La viva conciencia de este carácter relacional nos lleva a ver y a tratar a cada persona como una verdadera hermana y un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera. Y es necesario recordar que normalmente la fraternidad se empieza a aprender en el seno de la familia, sobre todo gracias a las responsabilidades complementarias de cada uno de sus miembros, en particular del padre y de la madre. La familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor.
El número cada vez mayor de interdependencias y de comunicaciones que se entrecruzan en nuestro planeta hace más palpable la conciencia de que todas las naciones de la tierra forman una unidad y comparten un destino común. En los dinamismos de la historia, a pesar de la diversidad de etnias, sociedades y culturas, vemos sembrada la vocación de formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros. Sin embargo, a menudo los hechos, en un mundo caracterizado por la “globalización de la indiferencia”, que poco a poco nos “habitúa” al sufrimiento del otro, cerrándonos en nosotros mismos, contradicen y desmienten esa vocación.
En muchas partes del mundo, continuamente se lesionan gravemente los derechos humanos fundamentales, sobre todo el derecho a la vida y a la libertad religiosa. El trágico fenómeno de la trata de seres humanos, con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos, representa un ejemplo inquietante. A las guerras hechas de enfrentamientos armados se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas.
La globalización, como ha afirmado Benedicto XVI, nos acerca a los demás, pero no nos hace hermanos [1]. Además, las numerosas situaciones de desigualdad, de pobreza y de injusticia revelan no sólo una profunda falta de fraternidad, sino también la ausencia de una cultura de la solidaridad. Las nuevas ideologías, caracterizadas por un difuso individualismo, egocentrismo y consumismo materialista, debilitan los lazos sociales, fomentando esa mentalidad del “descarte”, que lleva al desprecio y al abandono de los más débiles, de cuantos son considerados “inútiles”. Así la convivencia humana se parece cada vez más a un mero do ut des pragmático y egoísta.
Al mismo tiempo, es claro que tampoco las éticas contemporáneas son capaces de generar vínculos auténticos de fraternidad, ya que una fraternidad privada de la referencia a un Padre común, como fundamento último, no logra subsistir [2]. Una verdadera fraternidad entre los hombres supone y requiere una paternidad trascendente. A partir del reconocimiento de esta paternidad, se consolida la fraternidad entre los hombres, es decir, ese hacerse «prójimo» que se preocupa por el otro.
«¿Dónde está tu hermano?» (Gn4,9)
2. Para comprender mejor esta vocación del hombre a la fraternidad, para conocer más adecuadamente los obstáculos que se interponen en su realización y descubrir los caminos para superarlos, es fundamental dejarse guiar por el conocimiento del designio de Dios, que nos presenta luminosamente la Sagrada Escritura.
Según el relato de los orígenes, todos los hombres proceden de unos padres comunes, de Adán y Eva, pareja creada por Dios a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26), de los cuales nacen Caín y Abel. En la historia de la primera familia leemos la génesis de la sociedad, la evolución de las relaciones entre las personas y los pueblos.
Abel es pastor, Caín es labrador. Su identidad profunda y, a la vez, su vocación, es ser hermanos, en la diversidad de su actividad y cultura, de su modo de relacionarse con Dios y con la creación. Pero el asesinato de Abel por parte de Caín deja constancia trágicamente del rechazo radical de la vocación a ser hermanos. Su historia (cf. Gn 4,1-16) pone en evidencia la dificultad de la tarea a la que están llamados todos los hombres, vivir unidos, preocupándose los unos de los otros. Caín, al no aceptar la predilección de Dios por Abel, que le ofrecía lo mejor de su rebaño –«el Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, pero no se fijó en Caín ni en su ofrenda» (Gn 4,4-5)–, mata a Abel por envidia. De esta manera, se niega a reconocerlo como hermano, a relacionarse positivamente con él, a vivir ante Dios asumiendo sus responsabilidades de cuidar y proteger al otro. A la pregunta «¿Dónde está tu hermano?», con la que Dios interpela a Caín pidiéndole cuentas por lo que ha hecho, él responde: «No lo sé; ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?» (Gn 4,9). Después –nos dice el Génesis–«Caín salió de la presencia del Señor» (4,16).
Hemos de preguntarnos por los motivos profundos que han llevado a Caín a dejar de lado el vínculo de fraternidad y, junto con él, el vínculo de reciprocidad y de comunión que lo unía a su hermano Abel. Dios mismo denuncia y recrimina a Caín su connivencia con el mal: «El pecado acecha a la puerta» (Gn 4,7). No obstante, Caín no lucha contra el mal y decide igualmente alzar la mano «contra su hermano Abel» (Gn 4,8), rechazando el proyecto de Dios. Frustra así su vocación originaria de ser hijo de Dios y a vivir la fraternidad.
El relato de Caín y Abel nos enseña que la humanidad lleva inscrita en sí una vocación a la fraternidad, pero también la dramática posibilidad de su traición. Da testimonio de ello el egoísmo cotidiano, que está en el fondo de tantas guerras e injusticias: muchos hombres y mujeres mueren a manos de hermanos y hermanas que no saben reconocerse como tales, es decir, como seres hechos para la reciprocidad, para la comunión y para el don.
«Y todos ustedes son hermanos» (Mt 23,8)
3. Surge espontánea la pregunta: ¿los hombres y las mujeres de este mundo podrán corresponder alguna vez plenamente al anhelo de fraternidad, que Dios Padre imprimió en ellos? ¿Conseguirán, sólo con sus fuerzas, vencer la indiferencia, el egoísmo y el odio, y aceptar las legítimas diferencias que caracterizan a los hermanos y hermanas?
Parafraseando sus palabras, podríamos sintetizar así la respuesta que nos da el Señor Jesús: Ya que hay un solo Padre, que es Dios, todos ustedes son hermanos (cf. Mt 23,8-9). La fraternidad está enraizada en la paternidad de Dios. No se trata de una paternidad genérica, indiferenciada e históricamente ineficaz, sino de un amor personal, puntual y extraordinariamente concreto de Dios por cada ser humano (cf. Mt 6,25-30). Una paternidad, por tanto, que genera eficazmente fraternidad, porque el amor de Dios, cuando es acogido, se convierte en el agente más asombroso de transformación de la existencia y de las relaciones con los otros, abriendo a los hombres a la solidaridad y a la reciprocidad.
Sobre todo, la fraternidad humana ha sido regenerada en y por Jesucristo con su muerte y resurrección. La cruz es el “lugar” definitivo donde se funda la fraternidad, que los hombres no son capaces de generar por sí mismos. Jesucristo, que ha asumido la naturaleza humana para redimirla, amando al Padre hasta la muerte, y una muerte de cruz (cf. Flp 2,8), mediante su resurrección nos constituye en humanidad nueva, en total comunión con la voluntad de Dios, con su proyecto, que comprende la plena realización de la vocación a la fraternidad.
Jesús asume desde el principio el proyecto de Dios, concediéndole el primado sobre todas las cosas. Pero Cristo, con su abandono a la muerte por amor al Padre, se convierte en principio nuevo y definitivo para todos nosotros, llamados a reconocernos hermanos en Él, hijos del mismo Padre. Él es la misma Alianza, el lugar personal de la reconciliación del hombre con Dios y de los hermanos entre sí. En la muerte en cruz de Jesús también queda superada la separación entre pueblos, entre el pueblo de la Alianza y el pueblo de los Gentiles, privado de esperanza porque hasta aquel momento era ajeno a los pactos de la Promesa. Como leemos en la Carta a los Efesios, Jesucristo reconcilia en sí a todos los hombres. Él es la paz, porque de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando el muro de separación que los dividía, la enemistad. Él ha creado en sí mismo un solo pueblo, un solo hombre nuevo, una sola humanidad (cf. 2,14-16).
Quien acepta la vida de Cristo y vive en Él reconoce a Dios como Padre y se entrega totalmente a Él, amándolo sobre todas las cosas. El hombre reconciliado ve en Dios al Padre de todos y, en consecuencia, siente el llamado a vivir una fraternidad abierta a todos. En Cristo, el otro es aceptado y amado como hijo o hija de Dios, como hermano o hermana, no como un extraño, y menos aún como un contrincante o un enemigo. En la familia de Dios, donde todos son hijos de un mismo Padre, y todos están injertados en Cristo, hijos en el Hijo, no hay “vidas descartables”. Todos gozan de igual e intangible dignidad. Todos son amados por Dios, todos han sido rescatados por la sangre de Cristo, muerto en cruz y resucitado por cada uno. Ésta es la razón por la que no podemos quedarnos indiferentes ante la suerte de los hermanos.
La fraternidad, fundamento y camino para la paz
4. Teniendo en cuenta todo esto, es fácil comprender que la fraternidad es fundamento y camino para la paz. Las Encíclicas sociales de mis Predecesores aportan una valiosa ayuda en este sentido. Bastaría recuperar las definiciones de paz de la Populorum progressio de Pablo VI o de la Sollicitudo rei socialis de Juan Pablo II. En la primera, encontramos que el desarrollo integral de los pueblos es el nuevo nombre de la paz[3]. En la segunda, que la paz es opus solidaritatis [4].
Pablo VI afirma que no sólo entre las personas, sino también entre las naciones, debe reinar un espíritu de fraternidad. Y explica: «En esta comprensión y amistad mutuas, en esta comunión sagrada, debemos […] actuar a una para edificar el porvenir común de la humanidad»[5]. Este deber concierne en primer lugar a los más favorecidos. Sus obligaciones hunden sus raíces en la fraternidad humana y sobrenatural, y se presentan bajo un triple aspecto: el deber de solidaridad, que exige que las naciones ricas ayuden a los países menos desarrollados; el deber de justicia social, que requiere el cumplimiento en términos más correctos de las relaciones defectuosas entre pueblos fuertes y pueblos débiles; el deber de caridad universal, que implica la promoción de un mundo más humano para todos, en donde todos tengan algo que dar y recibir, sin que el progreso de unos sea un obstáculo para el desarrollo de los otros[6].
Asimismo, si se considera la paz como opus solidaritatis, no se puede soslayar que la fraternidad es su principal fundamento. La paz –afirma Juan Pablo II– es un bien indivisible. O es de todos o no es de nadie. Sólo es posible alcanzarla realmente y gozar de ella, como mejor calidad de vida y como desarrollo más humano y sostenible, si se asume en la práctica, por parte de todos, una «determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común»[7]. Lo cual implica no dejarse llevar por el «afán de ganancia» o por la «sed de poder». Es necesario estar dispuestos a «‘perderse’ por el otro en lugar de explotarlo, y a ‘servirlo’en lugar de oprimirlo para el propio provecho. […] El ‘otro’ –persona, pueblo o nación– no [puede ser considerado] como un instrumento cualquiera para explotar a bajo coste su capacidad de trabajo y resistencia física, abandonándolo cuando ya no sirve, sino como un ‘semejante’ nuestro, una ‘ayuda’»[8].
La solidaridad cristiana entraña que el prójimo sea amado no sólo como «un ser humano con sus derechos y su igualdad fundamental con todos», sino como «la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo»[9], como un hermano.«Entonces la conciencia de la paternidad común de Dios, de la hermandad de todos los hombres en Cristo, ‘hijos en el Hijo’, de la presencia y acción vivificadora del Espíritu Santo, conferirá –recuerda Juan Pablo II– a nuestra mirada sobre el mundo un nuevo criterio para interpretarlo»[10], para transformarlo.
La fraternidad, premisa para vencer la pobreza
5. En la Caritas in veritate, mi Predecesor recordaba al mundo entero que la falta de fraternidad entre los pueblos y entre los hombres es una causa importante de la pobreza[11]. En muchas sociedades experimentamos una profunda pobreza relacional debida a la carencia de sólidas relaciones familiares y comunitarias. Asistimos con preocupación al crecimiento de distintos tipos de descontento, de marginación, de soledad y a variadas formas de dependencia patológica. Una pobreza como ésta sólo puede ser superada redescubriendo y valorando las relaciones fraternas en el seno de las familias y de las comunidades, compartiendo las alegrías y los sufrimientos, las dificultades y los logros que forman parte de la vida de las personas.
Además, si por una parte se da una reducción de la pobreza absoluta, por otra parte no podemos dejar de reconocer un grave aumento de la pobreza relativa, es decir, de las desigualdades entre personas y grupos que conviven en una determinada región o en un determinado contexto histórico-cultural. En este sentido, se necesitan también políticas eficaces que promuevan el principio de la fraternidad, asegurando a las personas –iguales en su dignidad y en sus derechos fundamentales– el acceso a los «capitales», a los servicios, a los recursos educativos, sanitarios, tecnológicos, de modo que todos tengan la oportunidad de expresar y realizar su proyecto de vida, y puedan desarrollarse plenamente como personas.
También se necesitan políticas dirigidas a atenuar una excesiva desigualdad de la renta. No podemos olvidar la enseñanza de la Iglesia sobre la llamada hipoteca social, según la cual, aunque es lícito, como dice Santo Tomás de Aquino, e incluso necesario, «que el hombre posea cosas propias»[12], en cuanto al uso, no las tiene «como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás»[13].
Finalmente, hay una forma más de promover la fraternidad –y así vencer la pobreza– que debe estar en el fondo de todas las demás. Es el desprendimiento de quien elige vivir estilos de vida sobrios y esenciales, de quien, compartiendo las propias riquezas, consigue así experimentar la comunión fraterna con los otros. Esto es fundamental para seguir a Jesucristo y ser auténticamente cristianos. No se trata sólo de personas consagradas que hacen profesión del voto de pobreza, sino también de muchas familias y ciudadanos responsables, que creen firmemente que la relación fraterna con el prójimo constituye el bien más preciado.
El redescubrimiento de la fraternidad en la economía
6. Las graves crisis financieras y económicas –que tienen su origen en el progresivo alejamiento del hombre de Dios y del prójimo, en la búsqueda insaciable de bienes materiales, por un lado, y en el empobrecimiento de las relaciones interpersonales y comunitarias, por otro– han llevado a muchos a buscar el bienestar, la felicidad y la seguridad en el consumo y la ganancia más allá de la lógica de una economía sana. Ya en 1979 Juan Pablo II advertía del «peligro real y perceptible de que, mientras avanza enormemente el dominio por parte del hombre sobre el mundo de las cosas, pierda los hilos esenciales de este dominio suyo, y de diversos modos su humanidad quede sometida a ese mundo, y él mismo se haga objeto de múltiple manipulación, aunque a veces no directamente perceptible, a través de toda la organización de la vida comunitaria, a través del sistema de producción, a través de la presión de los medios de comunicación social»[14].
El hecho de que las crisis económicas se sucedan una detrás de otra debería llevarnos a las oportunas revisiones de los modelos de desarrollo económico y a un cambio en los estilos de vida. La crisis actual, con graves consecuencias para la vida de las personas, puede ser, sin embargo, una ocasión propicia para recuperar las virtudes de la prudencia, de la templanza, de la justicia y de la fortaleza. Estas virtudes nos pueden ayudar a superar los momentos difíciles y a redescubrir los vínculos fraternos que nos unen unos a otros, con la profunda confianza de que el hombre tiene necesidad y es capaz de algo más que desarrollar al máximo su interés individual. Sobre todo, estas virtudes son necesarias para construir y mantener una sociedad a medida de la dignidad humana.
La fraternidad extingue la guerra
7. Durante este último año, muchos de nuestros hermanos y hermanas han sufrido la experiencia denigrante de la guerra, que constituye una grave y profunda herida infligida a la fraternidad.
Muchos son los conflictos armados que se producen en medio de la indiferencia general. A todos cuantos viven en tierras donde las armas imponen terror y destrucción, les aseguro mi cercanía personal y la de toda la Iglesia. Ésta tiene la misión de llevar la caridad de Cristo también a las víctimas inermes de las guerras olvidadas, mediante la oración por la paz, el servicio a los heridos, a los que pasan hambre, a los desplazados, a los refugiados y a cuantos viven con miedo. Además la Iglesia alza su voz para hacer llegar a los responsables el grito de dolor de esta humanidad sufriente y para hacer cesar, junto a las hostilidades, cualquier atropello o violación de los derechos fundamentales del hombre [15].
Por este motivo, deseo dirigir una encarecida exhortación a cuantos siembran violencia y muerte con las armas: Redescubran, en quien hoy consideran sólo un enemigo al que exterminar, a su hermano y no alcen su mano contra él. Renuncien a la vía de las armas y vayan al encuentro del otro con el diálogo, el perdón y la reconciliación para reconstruir a su alrededor la justicia, la confianza y la esperanza. «En esta perspectiva, parece claro que en la vida de los pueblos los conflictos armados constituyen siempre la deliberada negación de toda posible concordia internacional, creando divisiones profundas y heridas lacerantes que requieren muchos años para cicatrizar. Las guerras constituyen el rechazo práctico al compromiso por alcanzar esas grandes metas económicas y sociales que la comunidad internacional se ha fijado»[16].
Sin embargo, mientras haya una cantidad tan grande de armamentos en circulación como hoy en día, siempre se podrán encontrar nuevos pretextos para iniciar las hostilidades. Por eso, hago mío el llamamiento de mis Predecesores a la no proliferación de las armas y al desarme de parte de todos, comenzando por el desarme nuclear y químico.
No podemos dejar de constatar que los acuerdos internacionales y las leyes nacionales, aunque son necesarias y altamente deseables, no son suficientes por sí solas para proteger a la humanidad del riesgo de los conflictos armados. Se necesita una conversión de los corazones que permita a cada uno reconocer en el otro un hermano del que preocuparse, con el que colaborar para construir una vida plena para todos. Éste es el espíritu que anima muchas iniciativas de la sociedad civil a favor de la paz, entre las que se encuentran las de las organizaciones religiosas. Espero que el empeño cotidiano de todos siga dando fruto y que se pueda lograr también la efectiva aplicación en el derecho internacional del derecho a la paz, como un derecho humano fundamental, pre-condición necesaria para el ejercicio de todos los otros derechos.
La corrupción y el crimen organizado se oponen a la fraternidad
8. El horizonte de la fraternidad prevé el desarrollo integral de todo hombre y mujer. Las justas ambiciones de una persona, sobre todo si es joven, no se pueden frustrar y ultrajar, no se puede defraudar la esperanza de poder realizarlas. Sin embargo, no podemos confundir la ambición con la prevaricación. Al contrario, debemos competir en la estima mutua (cf. Rm 12,10). También en las disputas, que constituyen un aspecto ineludible de la vida, es necesario recordar que somos hermanos y, por eso mismo, educar y educarse en no considerar al prójimo un enemigo o un adversario al que eliminar.
La fraternidad genera paz social, porque crea un equilibrio entre libertad y justicia, entre responsabilidad personal y solidaridad, entre el bien de los individuos y el bien común. Y una comunidad política debe favorecer todo esto con trasparencia y responsabilidad. Los ciudadanos deben sentirse representados por los poderes públicos sin menoscabo de su libertad. En cambio, a menudo, entre ciudadano e instituciones, se infiltran intereses de parte que deforman su relación, propiciando la creación de un clima perenne de conflicto.
Un auténtico espíritu de fraternidad vence el egoísmo individual que impide que las personas puedan vivir en libertad y armonía entre sí. Ese egoísmo se desarrolla socialmente tanto en las múltiples formas de corrupción, hoy tan capilarmente difundidas, como en la formación de las organizaciones criminales, desde los grupos pequeños a aquellos que operan a escala global, que, minando profundamente la legalidad y la justicia, hieren el corazón de la dignidad de la persona. Estas organizaciones ofenden gravemente a Dios, perjudican a los hermanos y dañan a la creación, más todavía cuando tienen connotaciones religiosas.
Pienso en el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran despreciando las leyes morales y civiles, en la devastación de los recursos naturales y en la contaminación, en la tragedia de la explotación laboral; pienso en el blanqueo ilícito de dinero así como en la especulación financiera, que a menudo asume rasgos perjudiciales y demoledores para enteros sistemas económicos y sociales, exponiendo a la pobreza a millones de hombres y mujeres; pienso en la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes, robándoles el futuro; pienso en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desatendida de los emigrantes con los que se especula indignamente en la ilegalidad. Juan XXIII escribió al respecto: «Una sociedad que se apoye sólo en la razón de la fuerza ha de calificarse de inhumana. En ella, efectivamente, los hombres se ven privados de su libertad, en vez de sentirse estimulados, por el contrario, al progreso de la vida y al propio perfeccionamiento»[17]. Sin embargo, el hombre se puede convertir y nunca se puede excluir la posibilidad de que cambie de vida. Me gustaría que esto fuese un mensaje de confianza para todos, también para aquellos que han cometido crímenes atroces, porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva (cf. Ez 18,23).
En el contexto amplio del carácter social del hombre, por lo que se refiere al delito y a la pena, también hemos de pensar en las condiciones inhumanas de muchas cárceles, donde el recluso a menudo queda reducido a un estado infrahumano y humillado en su dignidad humana, impedido también de cualquier voluntad y expresión de redención. La Iglesia hace mucho en todos estos ámbitos, la mayor parte de las veces en silencio. Exhorto y animo a hacer cada vez más, con la esperanza de que dichas iniciativas, llevadas a cabo por muchos hombres y mujeres audaces, sean cada vez más apoyadas leal y honestamente también por los poderes civiles.
La fraternidad ayuda a proteger y a cultivar la naturaleza
9. La familia humana ha recibido del Creador un don en común: la naturaleza. La visión cristiana de la creación conlleva un juicio positivo sobre la licitud de las intervenciones en la naturaleza para sacar provecho de ello, a condición de obrar responsablemente, es decir, acatando aquella “gramática” que está inscrita en ella y usando sabiamente los recursos en beneficio de todos, respetando la belleza, la finalidad y la utilidad de todos los seres vivos y su función en el ecosistema. En definitiva, la naturaleza está a nuestra disposición, y nosotros estamos llamados a administrarla responsablemente. En cambio, a menudo nos dejamos llevar por la codicia, por la soberbia del dominar, del tener, del manipular, del explotar; no custodiamos la naturaleza, no la respetamos, no la consideramos un don gratuito que tenemos que cuidar y poner al servicio de los hermanos, también de las generaciones futuras.
En particular, el sector agrícola es el sector primario de producción con la vocación vital de cultivar y proteger los recursos naturales para alimentar a la humanidad. A este respecto, la persistente vergüenza del hambre en el mundo me lleva a compartir con ustedes la pregunta: ¿cómo usamos los recursos de la tierra? Las sociedades actuales deberían reflexionar sobre la jerarquía en las prioridades a las que se destina la producción. De hecho, es un deber de obligado cumplimiento que se utilicen los recursos de la tierra de modo que nadie pase hambre. Las iniciativas y las soluciones posibles son muchas y no se limitan al aumento de la producción. Es de sobra sabido que la producción actual es suficiente y, sin embargo, millones de personas sufren y mueren de hambre, y eso constituye un verdadero escándalo. Es necesario encontrar los modos para que todos se puedan beneficiar de los frutos de la tierra, no sólo para evitar que se amplíe la brecha entre quien más tiene y quien se tiene que conformar con las migajas, sino también, y sobre todo, por una exigencia de justicia, de equidad y de respeto hacia el ser humano. En este sentido, quisiera recordar a todos el necesario destino universal de los bienes, que es uno de los principios clave de la doctrina social de la Iglesia. Respetar este principio es la condición esencial para posibilitar un efectivo y justo acceso a los bienes básicos y primarios que todo hombre necesita y a los que tiene derecho.
Conclusión
10. La fraternidad tiene necesidad de ser descubierta, amada, experimentada, anunciada y testimoniada. Pero sólo el amor dado por Dios nos permite acoger y vivir plenamente la fraternidad.
El necesario realismo de la política y de la economía no puede reducirse a un tecnicismo privado de ideales, que ignora la dimensión trascendente del hombre. Cuando falta esta apertura a Dios, toda actividad humana se vuelve más pobre y las personas quedan reducidas a objetos de explotación. Sólo si aceptan moverse en el amplio espacio asegurado por esta apertura a Aquel que ama a cada hombre y a cada mujer, la política y la economía conseguirán estructurarse sobre la base de un auténtico espíritu de caridad fraterna y podrán ser instrumento eficaz de desarrollo humano integral y de paz.
Los cristianos creemos que en la Iglesia somos miembros los unos de los otros, que todos nos necesitamos unos a otros, porque a cada uno de nosotros se nos ha dado una gracia según la medida del don de Cristo, para la utilidad común (cf. Ef 4,7.25; 1 Co 12,7). Cristo ha venido al mundo para traernos la gracia divina, es decir, la posibilidad de participar en su vida. Esto lleva consigo tejer un entramado de relaciones fraternas, basadas en la reciprocidad, en el perdón, en el don total de sí, según la amplitud y la profundidad del amor de Dios, ofrecido a la humanidad por Aquel que, crucificado y resucitado, atrae a todos a sí: «Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo les he amado, ámense también entre ustedes. La señal por la que conocerán todos que son discípulos míos será que se aman unos a otros» (Jn 13,34-35). Ésta es la buena noticia que reclama de cada uno de nosotros un paso adelante, un ejercicio perenne de empatía, de escucha del sufrimiento y de la esperanza del otro, también del más alejado de mí, poniéndonos en marcha por el camino exigente de aquel amor que se entrega y se gasta gratuitamente por el bien de cada hermano y hermana.
Cristo se dirige al hombre en su integridad y no desea que nadie se pierda. «Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él» (Jn 3,17). Lo hace sin forzar, sin obligar a nadie a abrirle las puertas de su corazón y de su mente. «El primero entre ustedes pórtese como el menor, y el que gobierna, como el que sirve» –dice Jesucristo–,«yo estoy en medio de ustedes como el que sirve» (Lc 22,26-27). Así pues, toda actividad debe distinguirse por una actitud de servicio a las personas, especialmente a las más lejanas y desconocidas. El servicio es el alma de esa fraternidad que edifica la paz.
Que María, la Madre de Jesús, nos ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de su Hijo, para llevar paz a todos los hombres en esta querida tierra nuestra.
Francisco
Vaticano, 08/12/13
Citas
[1] Cf. Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 19: AAS 101 (2009), 654-655.
[2] Cf. Francisco, Carta enc. Lumen fidei (29 junio 2013), 54: AAS 105 (2013), 591-592.
[3] Cf. Pablo VI, Carta enc. Populorum progressio (26 marzo 1967), 87: AAS 59 (1967), 299.
[4] Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 39: AAS 80 (1988), 566-568.
[5] Carta enc. Populorum progressio (26 marzo 1967), 43: AAS 59 (1967), 278-279.
[6] Cf. íbid., 44: AAS 59 (1967), 279.
[7] Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 38: AAS 80 (1988), 566.
[8] Íbid., 38-39: AAS 80 (1988), 566-567.
[9] Íbid., 40: AAS 80 (1988), 569.
[10] Íbid.
[11] Cf. Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 19: AAS 101 (2009), 654-655.
[12] Summa Theologiae II-II, q.66, art. 2.
[13] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 69. Cf. León XIII, Carta enc. Rerum novarum (15 mayo 1891), 19: ASS 23 (1890-1891), 651; Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 42: AAS 80 (1988), 573-574; Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, n. 178.
[14] Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 16: AAS 61 (1979), 290.
[15] Cf. Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, n. 159.
 [16] Francisco, Carta al Presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin (4 septiembre 2013): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (6 septiembre 2013), 1.
[17] Carta enc. Pacem in terris (11 abril 1963),34: AAS 55 (1963), 256.
Vaticano.va. 08/12/13
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/messages/peace/documents/papa-francesco_20131208_messaggio-xlvii-giornata-mondiale-pace-2014_sp.html

924. Museo conmemorará 3 años del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

El Museo de la Memoria y la Tolerancia presentará las acciones del movimiento que surgió con el asesinato del hijo del poeta Javier Sicilia
México, Distrito Federal. A propósito del tercer aniversario del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), el Museo Memoria y Tolerancia (MMT) inaugurará en marzo próximo una exposición.
Se trata de una exhibición que documenta los tres años del movimiento encabezado por el activista, poeta, ensayista y periodista mexicano Javier Sicilia, informó Linda Atach, directora del área de exposiciones temporales del MMT, recinto situado a un costado de la Alameda Central.
Habrá fotografía, video e instalación artística; todo enfocado a describir el movimiento, su objetivo y el fenómeno de la migración", indicó Atach.
El Movimiento comenzó a tomar forma a partir del 26 de abril de 2011, cuando el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado por personas vinculadas con el crimen organizado, llamó a los mexicanos a manifestarse contra la violencia.
Entre sus exigencias se encuentran:
Esclarecer asesinatos y desapariciones
Poner fin a la estrategia de guerra
Asumir un enfoque de seguridad ciudadana
Combatir la corrupción y la impunidad.
Además de erradicar la raíz económica y las ganancias del crimen organizado y recuperar el tejido social.
Excelsior.com.mx. 30/12/2013

923. 10 mil denuncias por violación a Derechos Humanos durante el gobierno de Enrique Pña Nieto: CNDH

México, Distrito Federal. Pese al discurso del presidente Enrique Peña Nieto en defensa de los derechos humanos, las violaciones a las garantías fundamentales cometidas por militares y elementos de seguridad pública permanecieron inalterables como ocurrió durante el gobierno de Felipe Calderón.
Según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre quejas interpuestas en los primeros 11 meses del año, sigue siendo preocupante la espiral de abusos cometidos por servidores públicos federales de 10 instituciones.
En ese lapso, detalló la CNDH, se contabilizaron 10 mil denuncias, de las que en casi una cuarta parte se responsabiliza a integrantes de dependencias desplegadas para combatir el crimen organizado.
El ombudsman también reportó la persistencia de violaciones graves, como desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura y tratos crueles e inhumanos, sobre todo entre los sectores encargados de la seguridad del país.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos del organismo, ciudadanos de todo el país presentaron 10 mil 7 quejas del 1 de enero al 31 de noviembre pasado, sólo en 10 dependencias federales:
Entre ellas destacan Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación (Segob), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal (PF), Secretaría de Educación Pública (SEP), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Instituto Nacional de Migración (INM), Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Secretaría de Marina (Semar).
Entre las quejas contra efectivos de Sedena, PGR, PF y Semar, la CNDH acumuló 2 mil 460 denuncias, equivalentes a 24.58% del total de quejas.
La Sedena acumuló 780 quejas contra actuaciones de sus elementos; PGR, 712; PF, 605, y Marina, 363.
El INM, cuyo titular Ardelio Vargas Fosado ha sido señalado por diversas organizaciones de defensa de derechos y casas de migrantes de mantener una política migratoria de corte policiaco, sumó 431 quejas durante los primeros 11 meses de 2013.
El Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos de la CNDH refiere en su portal de Internet que de enero a noviembre de este año recibió mil 81 quejas sobre “hechos violatorios de alto impacto”.
Se trata de casos de privación de la vida (33), desaparición forzada o involuntaria de personas (20), tortura (4) y trato cruel, inhumano o degradante (mil 4).
En este rango de abusos nuevamente las dependencias que destacan por señalamientos son las de seguridad y las desplegadas al combate del crimen organizado.
En cuanto a las denuncias por tratos crueles inhumanos o degradantes, a integrantes de la Sedena se atribuyen 354 quejas; a los de la PF, 285; a marinos, 200, y a PGR, 190.
Respecto a ejecuciones extrajudiciales o privaciones de la vida cometidas por servidores públicos de estas dependencias, la CNDH recogió 19 quejas contra Sedena; cinco de la PF; cuatro de la Semar, y sólo un caso contra la PGR.
Sobre casos de desaparición forzada, considerado como un crimen de lesa humanidad por organismos internacionales, a la PF se le adjudican ocho casos; seis a Sedena; cinco a PGR, y cinco a la Marina.
Cabe destacar que las cifras aportadas no coinciden con el total de quejas debido a que en algunos casos participaron servidores públicos de más de una dependencia, sin que la CNDH sea específica en estas situaciones.
En cuanto a la tortura, el organismo presidido por Raúl Plascencia Villanueva sólo identifica cuatro casos: dos atribuidos a la PGR, uno a la PF y otro más a Petróleos Mexicanos (Pemex).
La dependencia que encabeza la lista de violaciones a derechos humanos es el IMSS, con mil 588 quejas; seguida del sistema penitenciario federal, con mil 224 casos.
Gloria Leticia Díaz. Proceso.com.mx. 30/12/13

922. Personajes del año: Los que se atrevieron a hablar

Ellos se atrevieron a hablar
México, Distrito Federal. Por revolucionar las instituciones y sacudir el panorama político, el Papa Francisco y Edward Snowden encabezan las listas de Personas del Año de "Time" y "The Guardian"
¿Qué tienen en común el líder de la Iglesia Católica y un ex contratista informático de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos?
Que los dos sorprendieron al mundo porque se atrevieron a sacudir las altas esferas del poder desde sus respectivas trincheras.
Los editores de la revista Time eligieron como Persona del Año al argentino José Mario Bergoglio, el Pontífice que cambió el discurso de exclusión, opacidad y opulencia de la Iglesia Católica, por uno de tolerancia, apertura y austeridad.
Los lectores del diario británico The Guardian le dieron ese título al estadounidense Edward Snowden, el exconsultor de la NSA que confrontó a los líderes más poderosos del mundo tras revelar que el Gobierno de Estados Unidos espiaba a ciudadanos y mandatarios al intervenir sus llamadas, mensajes y cuentas de correo en Internet.
El Papa contra los pronósticos
“Rara vez se ve cómo una nueva figura global captura tan aceleradamente la atención del público, tanto de los jóvenes como de los mayores, los seguidores y los escépticos”, expresó sobre el Papa Francisco la editora de Time, Nancy Gibbs.
Luego de la gestión de Joseph Ratzinger, plagada de escándalos de pedofilia y corrupción, el primer Papa latinoamericano recuperó la confianza en la Iglesia Católica con palabras y acciones contundentes.
Desde que asumió el papado, Bergoglio ha impactado con actos históricos: abrió por primera vez las cuentas del banco del Vaticano, dio la bienvenida a los homosexuales a la Iglesia y creó una comisión para atender a las víctimas de pedofilia.
Time destaca que el Santo Padre no desechó por completo las ideas tradicionales de la Iglesia Católica, pero sabe que necesita moderar su discurso para recuperar la credibilidad de la institución.
“En menos de un año, ha hecho algo notable: no cambió las palabras, pero cambió la música. El tono y temperamento pesan en una iglesia construida sobre la sustancia de los símbolos”, escribió Gibbs.
“Está aceptando la complejidad y admitiendo el riesgo de que una iglesia obsesionada con sus propios derechos y su virtud puede provocar más heridas de las que sana”, añadió.
Francisco también destaca como uno de los 100 pensadores más influyentes de la revista Foreign Policy, que lo considera responsable de la resurrección del catolicismo. Y Forbes lo ubica en el cuarto lugar en la lista de los líderes más poderosos del mundo.
El soplón favorito
“Snowden transformó su vida para mal. Se vio forzado a escapar a Moscú, donde ahora vive en un limbo parecido al de Julian Assange, y no puede dejar Rusia ante el temor de ser arrestado y extraditado a Estados Unidos”, escribieron ayer los editores de The Guardian.
Para el diario inglés, Snowden se convirtió en un mártir, un prófugo de la justicia que sacrificó su futuro al revelar más de 200 mil documentos que exponen el espionaje de la NSA contra miles de ciudadanos y gobiernos aliados de Estados Unidos.
Casi el 75 por ciento de los lectores que participaron en la encuesta escogieron al excontratista de la NSA por considerar que sus acciones pondrán un límite a las prácticas de espionaje sin control del Gobierno estadounidense.
El enfrentamiento de mandatarios como la presidenta brasileña Dilma Rousseff, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Francois Hollande contra el presidente estadounidense Barack Obama es solo una prueba de su influencia.
“Necesitamos gente como él, con el valor de olvidar su propia vida en su lucha por buscar la libertad de otras personas, porque, admitámoslo, su vida está acabada y el sacrificio personal que hizo es enorme”, comentó el lector Colin Walker.
“Él sacrificó su futuro por el bien de los valores democráticos, la transparencia y la libertad”,  secundó la lectora Miriam Bergholz durante la votación.
Snowden estuvo cerca de obtener el título de Time, que lo considera el profeta de la obscuridad, y la revista Foreign Policy lo incluyó en su lista de los 100 pensadores más influyentes por revelar hasta dónde puede llegar el espionaje gubernamental.
Los que se quedaron en el camino
Edith Winsor
La activista de 84 años que en el 2013 logró revocar el Acta de Defensa del Matrimonio en Estados Unidos queda en tercer lugar de Time por abrir paso a las bodas entre personas del mismo sexo.
Marco Weber y Sini Saaera
Los ambientalistas de Greenpeace que fueron arrestados por defender el Ártico de los intereses rusos, ocupan el segundo lugar de la lista de The Guardian por arriesgar su vida para alertar de la catástrofe ambiental que se avecina.
Bashar Assad
El presidente de Siria, catalogado como déspota y tirano, se ubica en el cuarto lugar de la revista Time, que lo señala como el responsable del conflicto que ha dejado un estimado de 126 mil muertos en 2013.
Ted Cruz
El senador republicano que causó el shutdown del Gobierno de Estados Unidos ocupa el quinto lugar de Time por representar el futuro de la política en Washington, sin definir aún si es para bien o para mal.
Pedro Pablo Cortés. ReporteÏndigo.com. 12/12/13

El Papa, personaje del año 2013 para la revista «Time»
Madrid, España. Se ha impuesto a los otros diez finalistas como Edward Snowden, Barack Obama y la cantante Miley Cyrus
Siguiendo las huellas de la revista «Forbes», que le había considerado la cuarta persona más influyente del planeta, el semanario «Time» ha elegido al Papa FranciscoPersona del Año 2013, dejando atrás a otros finalistas variopintos como el presidente Barack Obama, el ex analista de la CIA Edward Snowden o la cantante Miley Cyrus.
Los motivos, según la revista, son muchos, empezando porque «muy pocas veces un nuevo jugador en la escena mundial ha capturado tanta atención tan rápidamente». En solo nueve meses, Francisco «se ha situado en el mismísimo centro de los debates más importantes de nuestro tiempo: la riqueza y la pobreza, el juego limpio y la justicia, la transparencia, la modernidad, la globalización, el papel de la mujer, la naturaleza del matrimonio o las tentaciones del poder».
Para el histórico semanario norteamericano, Francisco se mueve con soltura en las nuevas tecnologías de comunicación viral, por lo que «cuando besa la cara de un hombre desfigurado o lava los pies de una mujer musulmana, la imagen resuena mucho más allá de las fronteras de la Iglesia católica».
«El Papa ha cambiado la letra y la música»
Según la editora gerente de la revista, Nancy Gibbs, «en menos de un año, Francisco ha conseguido algo extraordinario: no sólo ha cambiado la letra sino que también ha cambiado la música». El Papa ha tenido el valor de clamar contra «la idolatría del dinero», y ha decidido «no vivir en un palacio rodeado de cortesanos sino en un hotel sobrio, rodeado de sacerdotes».
La revista ha detectado características menos conocidas como que Francisco «reza todo el tiempo, incluso cuando espera al dentista». El Papa ha sabido aprovechar el interés de los medios de comunicación «para llamar la atención sobre cualquier cosa, desde la oración por la paz en Siria hasta sus ataques en la economía especuladora». Hasta tal punto que el líder de color norteamericano Jesse Jackson «le ha comparado con Martin Luther King».
En cuanto a su modo de gobernar, «ha reconocido el peligro de que una Iglesia obsesionada por sus propios derechos y por tener razón pueda causar más heridas de las que cura».
Al mismo tiempo, la revista hace notar que el Papa «no es un liberal. Dice que reservar el sacerdocio a los varones no está abierto a debate, como tampoco lo está el aborto o la definición de matrimonio». Aun así, «su atención a los pobres y el hecho de que el 50 por ciento más pobre de la población mundial sume solo el 1 por ciento de la riqueza pone nerviosos a quienes defienden el capitalismo como el mayor programa contra la pobreza de la historia».
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, comentó que la elección del Papa como Persona del Año «no es sorprendente». Al mismo tiempo, considera «un signo positivo que una de las cabeceras más destacadas en la prensa mundial haya escogido una persona que proclama valores espirituales, religiosos y morales en el mundo». En todo caso, «si ese nombramiento significa que muchos entienden su mensaje, al menos implícitamente, le alegrará».
«Time» había elegido Persona del Año a Juan Pablo II en 1994 y a Juan XXIII en 1962. Fueron Papas innovadores, que cambiaron profundamente la Iglesia y el mundo.
Abc.es. 11/12/13

Snowden, “personaje del año” para The Guardian
México, Distrito Federal. Con mil 445 votos a favor, lectores del diario británico The Guardian eligieron al extécnico de la CIA, Edward Snowden, como el Personaje del Año.
El exconsultor de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), quien se encuentra asilado en Rusia después de haber revelado programas secretos de espionaje de Washington, obtuvo el premio por segundo año consecutivo.
Detrás de Snowden quedaron los activistas de Greenpeace, Marco Weber y Sini Saarela, que obtuvieron 314 votos; el Papa Francisco, con 153, y el bloguero Jack Monroe, por el que votaron 144 lectores.
Un lector de The Guardian dijo que votó por Snowden “por su valentía extraordinaria y ejemplar, y el valor histórico de su acto atrevido. A cada paso, se ha mostrado una asombrosa integridad y presencia de ánimo. Es gran patriota americano e internacional”, subrayó.
Sobre los más de 200 mil documentos que filtró el exconsultor de la NSA, el diario británico destacó que “pocas personas tenían alguna idea de la medida en que los gobiernos y sus auxiliares secretas fueron capaces de arrastre, tamizar, recoger y examinar las huellas digitales personales de millones de individuos privados”.
El martes 3 de diciembre, el jefe de redacción de The Guardian, Alan Rusbridger, señaló que del material secreto filtrado por Snowden, hasta ahora sólo se ha publicado sólo 1%.
Ante una comisión de la Cámara baja del Parlamento en la capital británica, que investiga el escándalo por la masiva recolección de datos de ciudadanos por parte del servicio secreto británico que colaboró con la NSA, Rusbridger rechazó que la publicación de los documentos secretos de inteligencia de Snowden haya puesto en peligro a Gran Bretaña.
“La mayor parte de todo esto es incómodo porque ha salido a la luz pública, no porque amenace a la seguridad nacional”, y agregó que “no publicaron nombres ni perdieron el control de los nombres” de agentes que pudieran aparecer en los documentos.
“Creo que hay países, y no son generalmente democracias, donde la prensa no es libre de escribir sobre estas cosas y donde los servicios de seguridad dicen a los editores lo que escribir, y donde los políticos censuran a los diarios”, agregó.
Subrayó: “Ese no es el país en el que vivimos, Gran Bretaña (…) y es una de las cosas que me gustan de este país, que tenemos libertad de escribir, e informar, y creer que tenemos privacidad”.
El jefe de redacción de The Guardian detalló que uno de los archivos con información filtrada por el excontratista estadunidense de 30 años lo comparte el diario con The New York Times y se encuentra en la ciudad de Nueva York.
Además, señaló que Snowden también entregó documentos a The Washington Post y a los ciudadanos estadunidenses Glenn Greenwald y Laura Poitras.
Rusbridger señaló que un alto funcionario del gobierno británico se puso en contacto con él para pedirle que destruyera la información de Snowden y que diversos diputados han pedido que se inicie un proceso judicial contra él, actitudes que considera “intentos deliberados de intimidación”.
Proceso.con.mx. 09/12/13
                                                                
Edward Snowden nombrado personaje del año por Apitex
La Asociación para la Promoción y el Impulso de la Transparencia en Extremadura (APITEX) reconoce el importante impacto positivo que han tenido las revelaciones de Snowden en la libertad personal.
Mérida, España. En junio de 2013, Snowden, un consultor tecnológico estadounidense, antiguo empleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), hizo públicos, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post, documentos clasificados como alto secreto sobre varios programas de la NSA, incluyendo el programa de vigilancia PRISM. El motivo de las filtraciones era destapar el "estado de vigilancia" existente en Estados Unidos.
Snowden comentó que no puede "en conciencia, permitir al gobierno de EE. UU. destruir la privacidad, la libertad en internet y las libertades básicas de la gente de todo el mundo con esta gigantesca máquina de vigilancia que están construyendo en secreto", refiriéndose al programa PRISM.
Hoy, sólo seis meses después, las actividades del  programa PRISM son conocidas a nivel mundial, habiéndose cuestionado desde la ética algunos elementos del programa.
Por todo esto, Apitex ha considerado que Snowden ha contribuido de forma ejemplar a impulsar la ética en los programas de inteligencia, la transparencia y la lucha contra la corrupción.
Snowden se ha impuesto a personalidades como Jesús Lizcano, de Transparencia Internacional, David Cavo, de Civio, Jordi Evole, periodista, Julian Assange, de WikiLeaks, o instituciones como son los Gobiernos de Extremadura o de Navarra.
El nombramiento de personaje del año es una distinción honorífica que APITEX realiza en base de las propuestas de sus socios. Este año 2013 ha sido la primera edición de este nombramiento, que el año que viene incorporará una distinción negativa para aquellas personas o instituciones que menos han contribuido al impulso de la transparencia.
Francisco de Borja Gutiérrez. Digital Extremadura.com. 26/12/13

921. Reina Impunidad en México

Dejan impunes 93% de delitos
México, Distrito Federal. En México reina la impunidad. Datos oficiales así lo demuestran: de cada 100 denuncias del fuero común, únicamente siete resultan en una sentencia condenatoria.
Esto implica un 93 por ciento de impunidad en ilícitos como robos a casa o vehículo, homicidios, secuestros, extorsiones, violaciones sexuales, lesiones y delitos patrimoniales.
De acuerdo con cifras de la PGR presentadas en el Programa Nacional de Procuración de Justicia 2013-2018, hubo 19.9 millones de denuncias entre 2000 y 2012.
En contraste, en ese periodo, sólo se dictaron 1.4 millones de sentencias condenatorias.
Sin embargo, estas cifras no consideran el alto número de delitos que no son denunciados, de lo que se desprende que la impunidad es incluso mayor.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública arroja una cifra negra de ilícitos no reportados equivalente al 92.1 por ciento.
"El bajo índice de denuncias por la comisión de delitos, así como los obstáculos y costos para el avance y eficacia en cada etapa del proceso de investigación de los delitos en ambos niveles, se ha traducido a lo largo de los años en impunidad", reconoce la Procuraduría.
Otro de los factores claves en la impunidad, señala, es la persecución de delitos menores en lugar de los graves, como el homicidio o el robo con violencia.
De hecho, el 60 por ciento de las sanciones se dan por ilícitos menores, mientras que sólo 12 por ciento son resultado de los de alto impacto.
"El país no muestra una política criminológica focalizada y proporcional.
"Sería deseable que una proporción relativamente alta de los recursos del sistema se dedicara a perseguir, procesar y sancionar con prisión los delitos de alto impacto", señala el diagnóstico de la PGR.
En lo que se refiere a ilícitos del fuero federal, el documento destaca que las denuncias presentadas tuvieron una tasa de sentencia del 14.33 por ciento.
De 1999 a 2012, se presentaron 2 millones 101 mil 660 denuncias ante el Ministerio Público de la Federación.
No obstante, sólo se lograron 301 mil 141 sentencias condenatorias.
"El aumento de denuncias en los últimos años no ha sido directamente proporcional al total de sentencias dictadas; por el contrario, ha disminuido", reconoce la PGR.
Entre los ilícitos reportados, figuran ataques a las vías generales de comunicación, contrabando, defraudación fiscal, delitos ecológicos, narcotráfico, portación ilegal de armas de fuego, lavado de dinero y piratería, entre otros.
Proyectan en 3 años disminuir impunidad
La PGR busca que, para 2018, la impunidad disminuya en uno por ciento.
Entre los objetivos del Programa Nacional de Procuración de Justicia 2013-2018, la dependencia pretende elevar del 58.6 al 59.7 por ciento el número de averiguaciones previas que concluyan en sentencia condenatoria.
Además, proyecta que el cumplimiento de orden judiciales, cuando se detiene a personas vinculadas con un delito, se incremente del 33.5 al 37.35 por ciento.
Para ayudar a reducir la impunidad, en especial en casos de violencia contra las mujeres, la PGR propone una estrategia de cuatro puntos, que incluye la mejora del desarrollo profesional de los servidores públicos, y el fortalecimiento de mecanismos para recepción, atención y seguimiento de denuncias.
Así como fortalecer el servicio profesional de carrera y combatir los excesos del uso de la fuerza.
En el Programa también se propone que las promociones y estímulos que se otorguen al servidor público, sean con base en su desempeño.
Además, se busca establecer un mecanismo de verificación que, de manera aleatoria, vigile la calidad en la actuación del agentes del Ministerio Público, la cual sea vinculada con un "sistema de consecuencias".
Para fomentar la cultura de la denuncia, la PGR se comprometió a impulsar un trato "personal y digno" a los denunciantes, a quienes se les mantendrá informados sobre el estatus de su denuncia.
En materia de Derechos Humanos se impartirá al personal capacitación en uso legítimo de la fuerza, y se promoverá una cultura de valores y vocación.
Admiten ineficacia del MP
Además de la impunidad, la PGR reconoce la alta ineficacia de las agencias del Ministerio Público.
De acuerdo con cifras presentadas por la PGR en el Programa Nacional de Procuración de Justicia 2013-2018, entre 1999 y 2012, el 68 por ciento de las denuncias dio inicio a una averiguación previa.
Mientras, en el mismo periodo, integrar una averiguación previa tomó a los agentes del Ministerio Público (MP) un tiempo promedio de ocho meses.
"Se advierten deficiencias en la integración de una política pública criminal incorporada a la función de perseguir e investigar los delitos. Esto se observa en cada una de las etapas del proceso penal y los procedimientos que lo integran, es decir, desde la presentación de denuncias, la integración de las averiguaciones previas, las consignaciones y las sentencias condenatorias", advierte la dependencia.
Por delitos federales, se indica en el documento, en el 35.13 por ciento de los casos se consignó al probable responsable, y en el 35.52 por ciento se determinó el no ejercicio de la acción penal.
No obstante, se envió el 23.51 por ciento de las averiguaciones previas a reserva, conocida como "la antesala de la terminación formal de la investigación", es decir, el expediente se mantiene "en espera" mientras se encuentran los elementos para acreditar el delito. 
El Programa Nacional también critica que sólo poco más de la mitad de los mandamiento judiciales -el 55.73 por ciento- se cumplimenten; es decir, que aún cuando existe un probable responsable de un delito, éste no sea detenido.
En cuanto al incumplimiento de las órdenes judiciales, la PGR también admite la falta de capacitación de los agentes ministeriales.
"Las cifras también reflejan problemas endémicos del sistema de procuración de justicia por lo que es necesario elaborar y ejecutar programas de capacitación y actualización para ministerios públicos, peritos y agentes investigadores, así como programas para formación de nuevos elementos".
Por ello, en el informe, la Procuraduría General considera que el aumento de denuncias en los últimos años, no ha sido directamente proporcional al total de sentencias dictadas, ya que por el contrario han disminuido.
Además de que uno de los factores claves en la impunidad, es la persecución de delitos menores, en lugar de delitos graves.
"Sería deseable que una proporción relativamente alta de los recursos del sistema se dedicara a perseguir, procesar y sancionar con prisión los delitos de alto impacto", indica el documento.
Diana Baptista. El Norte.com. 28/12/13
http://www.elnorte.com/nacional/articulo/780/1559061/

Sin confianza en la justicia
México, Distrito Federal. De 1999 al 2012, solo 14.3% de las averiguaciones federales fue resuelta y con una sentencia condenatoria, esto evidencia la pobre capacidad de investigación del Ministerio Público Federal y las agencias locales.
Los mexicanos no confían en el sistema de justicia. No confían porque hay pocos resultados y mucha corrupción.
Por eso, en México tan solo 7 de 100 delitos son denunciados e investigados por el Ministerio Público, de acuerdo a los resultados de las encuestas de victimización del Inegi.
Y es que, un delito denunciado está muy lejos de ser resuelto.
Las cifras revelan que de 1999 al 2012, únicamente 14.3 por ciento de las averiguaciones federales terminó resuelta y con una sentencia condenatoria, lo cual evidencia la pobre capacidad de investigación del Ministerio Público Federal y las agencias locales.
A nivel estados es peor. En los últimos 12 años solo 7.1 por ciento de las averiguaciones en las procuradurías terminaron en sentencia.
En promedio, en México los ministerios públicos tardan 223 días en integrar y decidir qué hacer con una averiguación previa.
En más del 30 por ciento de los casos, el expediente se va a la “reserva”. Un diagnóstico elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR) acepta que esa reserva es la “antesala” para que los expedientes terminen desechados.
Durante la presentación del Programa Nacional de Justicia 2013-2018, el Gobierno Federal reconoció que el panorama para los siguientes años es “complejo”.
El número de los delitos que se cometen y de las víctimas que los sufren contrastan con un sistema que no da resultados.
“En los eslabones del sistema de justicia se perciben ineficiencias, incertidumbre y altos costos. Esta situación se ha visto reflejada en los altos índices de impunidad, de corrupción y en el ineficiente desempeño de las instituciones de justicia en México”, sentencia el diagnóstico de la PGR.
El estudio cita las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, las cuales evidencian un incremento de la actividad delictiva.
Por ejemplo, en el 2012 se cometieron 27 millones 769 mil delitos de todo tipo, 5 millones más que en el 2010.
El número de víctimas ascendió a 21 millones 603 mil, casi 4 millones por encima del registro del 2010.
En contraste, la eficacia institucional decreció. En el 2012, 25 millones 573 mil delitos quedaron impunes. Solo se investigaron el 7.9 por ciento.
Por si fuera poco, de los delitos que se llegan a resolver, el 60 por ciento son éxitos menores. Solo 12 por ciento de casos resueltos son delitos graves de alto impacto como homicidio, violación o robo con violencia.
La PGR también reveló que del 2004 al 2012, el 45 por ciento de las órdenes de aprehensión giradas por jueces federales no se han cumplimentado, es decir.
“El bajo índice de denuncias, así como los obstáculos y costos para el avance (...) se ha traducido a lo largo de los años en impunidad”, indica el diagnóstico.
Los objetivos
El Programa Nacional de Justicia 2013-2018 pretende:
1. Impulsar la creación de la Ley General de Fundamentos Penales
2. Diseñar el Plan Maestro de implantación de la reforma penal
3. Elaborar un nuevo registro de usuarios de telefonía celular para combate a extorsión
4. Elaborar propuesta para modificar el proceso de Control de Confianza
5. Consolidar bancos de datos de huella balística, genética y de identificación de voz
6. Recuperar confianza de ciudadanos con resultados
Las fallas
El diagnóstico realizado a la PGR por la actual administración arrojó múltiples problemas:
1. No existe capacidad institucional para establecer esquemas de colaboración entre áreas
2. Faltan perfiles adecuados para la selección y formación de servidores públicos
3. Hay aislamiento y dispersión de los sistemas de información
4. Falta compromiso por parte de los funcionarios
5. Existe una pésima política de presupuesto
Carolina Hernández. Reporte Indigo.com  18/12/13
http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/sin-confianza-en-la-justicia

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