Monterrey, Nuevo León. En la primaria que por la mañana lleva el nombre de Isaac Alvarado García y por la tarde el de Jesús María Torres Camarillo, los niños y niñas disfrutan ahora de un panorama más amable, en Fomerrey 35, al norponiente de Monterrey.
Las paredes tapizadas de agresivos grafitis desaparecieron para dar lugar a coloridas imágenes, y en el antes desolado terreno trasero hay seis juegos instalados para practicar la convivencia pacífica.
CreeSer A.B.P., y Razón Social son las organizaciones civiles que empujaron el trabajo manual de unos 200 padres de familia, maestros y los estudiantes para que la escuela estrenara estos nuevos espacios.
En ellos y tras una capacitación, los profesores fomentarán la paz, la equidad y el diálogo.
Por ejemplo, en el caso del bebeleche, explica Fabiola Nahas, directora de CreeSer, los números de cada uno de los 10 cajones que hay que saltar fueron sustituidos por términos que indican el camino a recorrer para llegar a una solución pacífica.
“Primero es el conflicto”, dice Nahas mientras señala lo que sería el primer paso del juego, “después escucho, luego dialogo, comprendo, empatizo, propongo, hago acuerdos, negocio actúo y, al final, paz”.
En el popular juego “stop”, la palabra guerra es sustituida por la por paz.
Además, un ensamble de llantas pintadas y semienterradas servirá para experimentar con números y colores.
El proyecto, el primero de su tipo en México, es parte del movimiento internacional Learning Landscapes Network (Red de Paisajes de Aprendizaje) con el que profesionistas de diseño buscan mejorar espacios públicos, explica Ariana MacLean, directora de Razón Social.
Jesús Manuel Hernández, de sexto grado, sabe ya lo básico para aprovechar estos juegos.
“¿Violencia? Pues no hay que hacerla, y paz…es bienestar, convivir”, expresó el niño de 11 años de edad.
El Norte. Vida! 21/3/2011.p. 8.