Páginas de Cultura de Paz y No Violencia

206. El silencio nos hace cómplices


Barcelona, España. Hace algún tiempo, Editorial Proteus publicó un pequeño libro editado en Francia que reflejaba una charla del filósofo Jean-Luc Nancy ante unos niños. Francesc Torralba, doctor en Filosofía y Teología, impartió una charla en un aula de niños de 10 a 12 años en un colegio público. Les explicó qué es la ética. El resultado es otro pequeño libro.
–Empieza con la parábola del buen samaritano. ¿La ética es un concepto universal?
–La ética es, esencialmente,una experiencia, pero también un discurso que se puede articular, formular y expresar de múltiples maneras. La parábola del buen samaritano es una historia ficticia, pero más allá de su identidad cristiana, es una historia que representa nítidamente la experiencia ética, la vivencia de compasión, el sentido de responsabilidad frente al otro que sufre.
–¿Vivimos una crisis de valores?
–Los valores están en transformación. La palabra crisis tiene, en nuestro contexto, una significación negativa. Hay valores tradicionales que han caído en descrédito, pero hay valores emergentes positivos. La ecosensiblidad es una tendencia emergente que puede hacernos vivir de un modo más responsable y tener mejor interacción con la naturaleza. La crisis económica, en su raíz, es una crisis ética. La avaricia de algunos, la temeridad de otros, la prepotencia y la irresponsabilidad fueron sus causantes. Una economía regida únicamente por el deseo de ganancia conduce al desastre colectivo.
–¿Las situaciones difíciles nos vuelven menos éticos?
–Las situaciones difíciles son una ocasión para observar atentamente la pluralidad de reacciones de que es capaz el ser humano. En los campos de concentración, los Lager, hubo compasión, pero también indiferencia, egoísmo y crueldad. La crisis puede activar comportamientos egoístas, al estilo sálvese quién pueda, pero también puede estimular la ayuda mutua, la cooperación, la solidaridad intragrupal, la humildad, la austeridad, la cultura del esfuerzo y del ahorro.
–"Sin ética, morimos", dice.
–La ética es el fundamento de la civilización. Si fallan sus principios elementales, como la dignidad, la equidad, el respeto a la libertad, a la integridad física y moral del otro, principios expresados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adviene la barbarie, el naufragio colectivo. La ética es fundamental y nos damos cuenta de ello.
–Hay más ONG que nunca ¿cómo se explica?
–El incremento de las ONG responde a múltiples factores. La injusticia estructural que padece nuestro mundo, la disimetría entre el Norte y el Sur despierta la sensibilidad de muchos ciudadanos que sienten la necesidad de organizarse para responder a tal suma de necesidades. El ADN de las ONG es la solidaridad, pero también se requiere eficiencia, eficacia y pragmatismo.
–¿La ética empieza en la escuela?
–La transmisión de los valores éticos no depende únicamente de la institución escolar, pero ésta juega un papel muy relevante. El primer entorno de transmisión de hábitos y virtudes es la familia y los niños aprenden por imitación, antes de decidir qué sistemas de valores desean integrar en su vida. Educar exige la transmisión de valores éticos, estéticos y espirituales y, sin embargo, muchas veces se concibe la educación como un mero proceso de información o transmisión de conocimiento y habilidades.
–¿Las nuevas tecnologías inculcan valores contrarios a la ética?
–La tecnología es un instrumento y también un sistema. Puede utilizarse de modos muy distintos, pero no siempre legítimos para el desarrollo y la promoción de la persona y de la sociedad. Las tecnologías de la comunicación permiten unir personas muy alejadas en el espacio y también acceder a conocimientos muy fácilmente, pero puede también ser un lugar de transmisión de formas de vida negativas para la cultura democrática. Es la tecnología que debe estar al servicio de la persona y no al revés.
–Ante la pregunta de un niño usted contesta "El silencio ante una discriminación es complicidad". ¿Es un mensaje para que se denuncie la violencia machista, el bullyng, etc?
–Existe un silencio culpable, el de la ´buena gente´ que calla cuando se comete una injusticia, ya sea por miedo o por pudor. Este es el silencio que Martin Luther King criticó duramente. Luego está el silencio de la discreción, que consiste en callar y no comunicar la información confidencial que me ha sido revelada. El silencio de la discreción nos hace más nobles, pero el primer silencio, el del miedo, nos hace cómplices, por omisión, de la barbarie.
Diario de Mallorca.es. 2/5/2011