Páginas de Cultura de Paz y No Violencia

277. "En Breivik se reflejan ideas neofascistas": Johan Galtung


Madrid, España. Mediador de paz en un centenar de conflictos internacionales, desde Afganistán a Libia,ha sido propuesto este año por varias asociaciones como candidato al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
—¿La terrible matanza de Noruega es obra de un psicópata o consecuencia de una ideología política?
—Es la obra de un loco, un psicópata con ideas patológicas. Esas ideas están ahí y buscan su portador, ahora se difunden con más facilidad que nunca gracias a internet. Breivik es inteligente y ha podido hacerlo sin ayuda. Personalidades que no tienen la misma fuerza necesitan el apoyo de algún grupo. Tenemos estos grupos en Holanda, en el Reino Unido, en Hungría sobre todo, pero no están del todo ausentes en España.
—¿Ha tenido la oportunidad de leer el documento en el que el autor de la matanza plasmó su ideario? ¿Qué impresión le ha producido?
—Es relativamente fácil escribir algo así. Parece que Breivik se ha sentido como una especie de apóstol. No hace ninguna mención al nazismo, pero refleja ideas similares, quizá habría que hablar de neofascismo. En su escrito, sostiene que el islam es una amenaza porque quiere controlar Europa. Es cierto que el islam está creciendo en todo el mundo, mientras que el cristianismo está paralizado. Pero la gente tiene sed de espiritualidad. En España está la mezquita de Córdoba. Si las autoridades religiosas dijeran a los musulmanes: que sea mitad mezquita, mitad iglesia, ustedes la usan los viernes, nosotros los domingos, y los sábados hacemos un servicio religioso común. Eso sería una modernización de Al Andalus, una estrategia inteligente contra la intolerancia, pero no hay gestos así.
-Su nieta vivió en persona la matanza de la isla de Utoya.
—Sí, mi nieta Ida es miembro de las juventudes del Partido Laborista. Acababa de llegar desde Washington para asistir al acto en la isla de Utoya. Una hora después, comenzó la masacre. Creo que ella fue consciente del peligro y se pudo esconder, junto a una amiga, pero estuvo a sólo dos metros del asesino. Intentó ponerse en contacto con su tía, que es inspectora de la Policía noruega y en ese momento estaba de vacaciones en España. Es un shock terrible, pero pudo escapar sin ser herida y psicológicamente está bien. Por suerte, la sociedad noruega y su primer ministro han reaccionado con gran serenidad.
—Por su experiencia como mediador internacional, ¿cree que Al Qaida seguirá asesinando tras la muerte de Bin Laden?
—Sí, creo que Al Qaida sobrevivirá. No es una organización piramidal, y sin duda sigue reclutando gente. La gente no ha comprendido que Bin Laden no ha organizado ningún atentado. Él no era Hitler, el jefe de Al Qaida, sino Goebbels, el propagandista.
Abc.es. 28/07/2011

"Debe Europa confrontar ideas de asesino de Noruega".
Madrid, España. El sociólogo noruego Johan Galtung planteó que Europa debe avanzar en un aprendizaje mutuo entre el Islam y el cristianismo, para evitar que las ideas como las del asesino de Noruega se vuelvan a materializar.
Galtung señaló que las ideas del Anders Behring Breivik, asesino de 76 personas en dos atentados el pasado viernes en su país, están presentes en Europa y en España y que se deben controlar para evitar que se repitan.
El fundador del Instituto Internacional de Investigaciones sobre la Paz, con sede en Oslo, indicó que "las ideas son más importantes" que el autor de los atentados, y que lo fácil para salir del problema sería tratarlo sólo como caso siquiátrico de un loco.
Expuso que no se deben perder las ideas que hay detrás de su acto, "que están en el manifiesto que ha escrito y que están diseminadas por toda Europa, incluida España".
Esas ideas son que hay una guerra civil entre cristianismo e Islam, que lo más peligroso para Europa es la multiculturalidad, que el islam penetre bajo el paraguas de la tolerancia y pide la expulsión de los musulmanes.
En el caso de su país, descartó que haya consecuencias políticas ya que no hay formaciones con esas ideas, y cuando mucho se reformará el uso de armas y acceso a fertilizantes, pero el caso "si ha dado un golpe espiritual a la imagen de un país tranquilo".
En el caso de Europa apuntó que esta debe responder "con diálogo, ir allá del multiculturalismo, que es un tipo de tolerancia, y avanzar en el diálogo, la curiosidad y el respeto, y el siguiente paso es el aprendizaje mutuo entre el islam y el cristianismo".
Notimex. Radio Fórmula.com.mx. 28/7/2011

"La intolerancia armada"
Bogotá, Colombia. Más allá de tratarse de un atentado ocurrido en una sociedad con bases muy fuertes de tolerancia, bienestar social y democracia operante, el tema trasciende las fronteras del país nórdico y tiene connotaciones que vale la pena tomar en cuenta en otras latitudes.
Que la violencia no tiene color ni ideología es una verdad que Colombia ha tenido que vivir en carne propia con un altísimo costo de muertos y heridos. Los mismos provienen no sólo de la confrontación bipartidista de mediados del siglo pasado, sino de la ideológica adelantada por los grupos guerrilleros, respondida por la retaliatoria de los paramilitares, y ni qué decir de la del narcotráfico, que terminó emparentada de la peor manera con los anteriores. Sin embargo, en este caso específico se trata de otro tipo de situación que afecta principalmente a países del llamado Primer Mundo. De ese lado, las manifestaciones xenófobas se dirigen contra personas provenientes de países en vías de desarrollo o que padecen condiciones de pobreza extrema y emigran en búsqueda de un mejor futuro. Mientras están allí en momentos de bonanza subsisten sin mayores inconvenientes, aunque sin posibilidades ciertas de integración cultural. Pero cuando llegan los problemas económicos, debido a las crisis cíclicas, aquellos que se quedan sin empleo y son golpeados por las olas de la recesión se convierten en caldo de cultivo para quienes alimentan ideas xenófobas de derecha. De esta forma, se sataniza a quienes han llegado de otros lugares y culturas, con la simple explicación de que ellos les han robado lo que por derecho les corresponde como nacionales. Muchas veces se trata de trabajos manuales que no estarían dispuestos a hacer y que fueron dejados para los “ciudadanos de segunda”.
En ese escenario surgen políticos que, convencidos ideológicamente o no, recogen el descontento y promueven ideas destinadas a “rescatar” sus valores y tradiciones. Para ello suelen encontrar lo que no en vano se denomina como “cabeza de turco”: alguien a quien endilgarle todos los problemas existentes. Su discurso, con variables, se mueve dentro del esquema democrático y no hace apologías directas a cometer actos violentos contra los inmigrantes. De hecho, en Europa hay partidos de extrema derecha constituidos en 13 de sus países, y en algunos casos como en Noruega, el Partido del Progreso, al que perteneció Breivik, es el segundo en representación parlamentaria. En Estados Unidos el Tea Party transita por sendas similares. Hasta ahí las cosas, con todas las reservas y críticas existentes frente a la intolerancia y el segregacionismo que promueven dichos partidos, están dentro del esquema democrático.
Lo grave comienza cuando un fanático militante con problemas sicológicos, embebido en la ideología incendiaria del odio hacia el “otro”, se retira del partido al que considera muy débil en su acción y decide actuar por cuenta propia. Un arma de fácil adquisición, el acceso a ciertos insumos químicos y el resultado es una masacre como la ocurrida en Noruega o la reciente en Arizona.
Johan Galtung, sociólogo noruego fundador del Instituto Internacional de Investigaciones sobre la Paz, decía en una entrevista que “el enemigo está dentro de nosotros y esa idea es difícil de procesar. Si hubiera tenido la piel oscura, habría habido una unión de todos los noruegos contra la inmigración”. En este sentido debe haber una profunda reflexión, allá y acá, para ver hasta dónde las ideas extremas e incendiarias de intolerancia y racismo pueden ser el aliciente perfecto para este tipo de dolorosos actos irracionales.
El Espectador.com. 29/7/2011