México, Distrito Federal. La paz no vendrá como un obsequio de los políticos y sus instituciones, sino del trabajo generoso de todos los mexicanos, advirtió el poeta Javier Sicilia, al aclarar que frente a la delincuencia no se propone claudicar; manifestó duda del diálogo emprendido con el Congreso, sin embargo, llamó a la unidad para lograr la paz en un marco democrático que conlleve a lograr una Ley de Seguridad Nacional que garantice el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos.
Ante diputados de todos los grupos parlamentarios en San Lázaro, el dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad destacó que ante la emergencia nacional que vivimos, y de la que los legisladores, encerrados en sus bunkers y sus privilegios no parecen darse cuenta, y por el fracaso absoluto de la guerra declarada por el gobierno federal contra los cárteles de la droga y el crimen organizado, obliga a trabajar en una Ley de Seguridad Humana y Ciudadana que conduzca a la paz.
“Hoy es tiempo de civilizar los poderes no de militarizar al país, de salvar la democracia, no de destruirla en nombre de intereses imbéciles. Esta guerra ya duró demasiado y sus resultados son cada día más devastadores”, advirtió ante los diputados de todos los colores en la Cámara baja.
Invito de nuevo al Congreso “a ser los legisladores de la paz y no de la guerra”, los representantes de las necesidades y demandas de los ciudadanos y “no los custodios de las armas ni los celadores de bunkers y palacios donde a espaldas de nosotros se fraguan acuerdos contra la paz y se defienden fueros”.
El diálogo es un camino de búsqueda de la verdad, a veces, es duro y fuerte, “no es cuestión de vencidas” sino de lograr la verdad.
No obstante, reconoció tener “dudas fundadas frente al diálogo que hoy reanudamos” con los legisladores , pero es más nuestro amor a él y el deseo de alcanzar la paz y acuerdos reales que beneficien a los ciudadanos, a las víctimas de esta guerra, a los pueblos indios, a los jóvenes y niños que este país ha maltratado y despreciado hasta el grado de permitir que se les asesine o se les convierta en sicarios y verdugos.
Exigió a los legisladores que esta guerra no la perpetúen bajo la forma de una Ley de Seguridad Nacional que vulnera la Constitución, envilece a las fuerzas armadas y abre el camino a la militarización definitiva de la vida pública de la nación, apuntó el poeta; insistió en un marco legal que incluya no sólo la seguridad sino que considere la seguridad económica y social, alimentaria, sanitaria, medioambiental, comunitaria, educativa, cultural y política de la nación y de sus pueblos.
Sicilia refrendó el rechazó a la iniciativa presentada por el Ejecutivo con un espíritu autoritario y antidemocrático, atemperado por legisladores, que pretende elevar a rango constitucional una política de guerra que vulnera los derechos humanos, y que lejos de detener la indefensión de los ciudadanos y la violencia criminal, las ha agudizado, multiplicando el dolor y el desgarramiento de la sociedad.
Convocó al Ejército y la Marina a un diálogo profundo y constructivo; la ciudadanía quiere oír sus razones y exponer las nuestras, estamos seguros que el interés superior de la patria, que no se reduce a los intereses de sus instituciones sino al de todas y todos sus ciudadanos mexicanos
También aclaró que no proponen claudicar ante la delincuencia. “Lo que queremos son leyes, procuradores, ministerios públicos, policías y jueces que aseguren que los crímenes serán perseguidos y castigados, y que sus víctimas tendrán acceso a la justicia y al resarcimiento del daño, y no marcos legales que mediante eufemismos justifiquen la omisión o complicidad de las autoridades civiles, la actuación anticonstitucional de las fuerzas armadas y el uso del fuero para violar garantías y derechos con absoluta impunidad".
"No proponemos tampoco que se abandone la plaza, como malignamente o haciendo alarde de ignorancia, aseguran algunas voces críticas de nuestro movimiento. Lo que nosotros buscamos es corregir de raíz las causas que generan la violencia: el desgarramiento del tejido social, la desigualdad creciente, la corrupción y la impunidad".
Ustedes, señoras y señores legisladores de todos los partidos y de ambas Cámaras han permitido que en este país se utilice no sólo un lenguaje de guerra, sino, lo que es peor, una estrategia de guerra; la cara de la emergencia nacional llama a cambiar juntos el rumbo de nuestra historia para salvarlos y salvarnos en vez de matarlos y matarnos. Ustedes tienen la palabra, a ustedes les toca decidir entre la guerra y la paz", sentencio y convocó Javier Sicilia al reanudar el diálogo con los diputados en San Lázaro.
Punto Crítico.com. 18/8/2011