Gene
Sharp recuerda un manual sobre cómo usar la inteligencia y no la fuerza en los
movimientos sociales
Guadalajara,
Jalisco. Días después de las elecciones de julio pasado, el
nombre de Gene Sharp se volvió referencia obligada para los internautas
mexicanos indignados. A la par que las convocatorias para continuar asistiendo
a manifestaciones y asambleas, circulaba en las redes el PDF del libro más
famoso del académico estadounidense: "De la Dictadura a la
Democracia", así como un documental sugerentemente titulado Cómo Empezar
una Revolución (que puede verse en YouTube), donde se explica la influencia que
las ideas de Sharp tuvieron en diversos pueblos disidentes que lucharon de manera
pacífica por su libertad.
Ante los hechos de violencia registrados en México durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto, viene a cuento retomar la historia y las ideas del viejo pacifista: “Al depositar la confianza en los medios violentos, se ha escogido precisamente el modo de lucha en el cual los opresores casi siempre tienen la superioridad”, se lee en las primeras líneas del citado libro.
Ese manual de 93 páginas que ha sido traducido a más de 30 idiomas, lo escribió Gene Sharp en 1993, como una petición expresa de los grupos democráticos birmanos que se oponían a la junta militar en el Gobierno. A falta de un conocimiento profundo sobre el país asiático, Sharp creó una guía genérica para acabar con cualquier tirano dictador, donde incluyó 198 métodos de resistencia y persuasión no violenta. Entre ellos, el boicot económico, la desobediencia civil y las protestas públicas.
Ante los hechos de violencia registrados en México durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto, viene a cuento retomar la historia y las ideas del viejo pacifista: “Al depositar la confianza en los medios violentos, se ha escogido precisamente el modo de lucha en el cual los opresores casi siempre tienen la superioridad”, se lee en las primeras líneas del citado libro.
Ese manual de 93 páginas que ha sido traducido a más de 30 idiomas, lo escribió Gene Sharp en 1993, como una petición expresa de los grupos democráticos birmanos que se oponían a la junta militar en el Gobierno. A falta de un conocimiento profundo sobre el país asiático, Sharp creó una guía genérica para acabar con cualquier tirano dictador, donde incluyó 198 métodos de resistencia y persuasión no violenta. Entre ellos, el boicot económico, la desobediencia civil y las protestas públicas.
“Esta
es una técnica de combate; un sustituto de la guerra y de cualquier otro tipo
de violencia”, explica en el documental —dirigido por Ruaridh Arrow— el
filósofo octogenario, quien debió pasar nueve meses de su juventud en una
prisión federal en Estados Unidos por negarse a pelear con el ejército
norteamericano durante la guerra de Corea.
La
tesis que sustenta todo el pensamiento de este Doctor en Teoría Política por la
Universidad de Oxford e Investigador de Asuntos Internacionales en Harvard,
establece que las fuentes de poder de un Gobierno dependen de la cooperación y
la buena voluntad de la gente y las instituciones. De modo que si se reduce la
legitimidad y la obediencia, el régimen quedará debilitado y caerá. Anima a los
individuos a superar la atomización, que según las palabras de Sharp es “una de
la principales formas de control de los sistemas autoritarios”, y opta por las
acciones pacíficas, ya que las armas no violentas son mucho más difíciles de
contrarrestar para el adversario en el poder.
Aunque
es casi un desconocido para el mundo, movimientos de liberación en Serbia,
Ucrania, Zimbabue, Georgia, y más recientemente Egipto, Túnez y Siria en la
llamada Primavera Árabe, reconocen haber sido inspirados por las ideas de
Sharp, quien ha sido llamado el “Maquiavelo de la no-violencia”.
Gene Sharp fundó la Institución Albert Einstein en 1983, un organismo con sede en Boston dedicado a la investigación y educación sobre la acción no violenta como medida contra la opresión y las injusticias.
Gene Sharp fundó la Institución Albert Einstein en 1983, un organismo con sede en Boston dedicado a la investigación y educación sobre la acción no violenta como medida contra la opresión y las injusticias.
En
el documental que ha dado la vuelta al mundo aparecen también los testimonios
de Jamila Raqib, la joven colaboradora de Sharp, así como de algunos líderes de
los movimiento de resistencia que en distintos momentos solicitaron la asesoría
de la organización: Srdja Popovic, hombre clave del movimiento Otpor en Serbia;
Vladimir Viatrovich, de la Revolución Naranja en Ucrania; y Ahmed Maher, del
grupo democrático egipcio Seis de Abril.
El
documentalista Ruaridh Arrow, señaló en un testimonio escrito para la BBC, que
durante la filmación de Cómo Empezar una Revolución llegó hasta la plaza Tahrir
en El Cairo, donde los manifestantes de la Revolución Egipcia leían, junto a
los tanques de guerra y a la luz de linternas, una traducción al árabe del más
célebre libro del viejo pacifista.
“La
primavera árabe y otros acontecimientos han sacado al genio de la botella y ya
no se le puede volver a poner dentro”, dijo en Estocolmo el pasado 7 de
diciembre, cuando recibió el “Right Livehood Award”, un galardón conocido como
el “Nobel Alternativo”. “Mucho se ha aprendido sobre la naturaleza y el
potencial de la resistencia no violenta pero aún queda “mucho por aprender y los
peligros siguen existiendo”.
¿“Conspiración del imperialismo yanqui”?
¿“Conspiración del imperialismo yanqui”?
Sharp
fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 2009, y sin embargo, no todos están
de acuerdo en la autenticidad de su labor. El académico y su institución han
enfrentado constantemente las acusaciones de ser una organización de fachada
—fundada primero en beneficio de la OTAN y más tarde de la CIA— para derrocar
gobiernos radicales sin provocar la indignación internacional.
Thierry Meyssan, el intelectual francés fundador de la Red Voltaire, escribió en 2005 un artículo detallando los vínculos de Sharp con el Gobierno estadounidense, los que supuestamente se establecieron con el objetivo de apoyar a través de él, a los movimientos anticomunistas surgidos en la década de los ochenta.
Thierry Meyssan, el intelectual francés fundador de la Red Voltaire, escribió en 2005 un artículo detallando los vínculos de Sharp con el Gobierno estadounidense, los que supuestamente se establecieron con el objetivo de apoyar a través de él, a los movimientos anticomunistas surgidos en la década de los ochenta.
La
idea de que la Institución Albert Einstein es una vitrina ideológica para
apoyar los intereses estadounidenses, la adoptaron de inmediato algunos
Gobiernos que se sintieron amenazados con las ideas de Gene Sharp, como el de
Hugo Chávez en Venezuela y de Mahmud Ahmadineyad en Irán.
Ante
dichas acusaciones, Gene Sharp sonríe.
“Ojalá
los de la Casa Blanca nos escucharan”, dice su colaboradora Jamila Raqib, y
reconoce que no está del todo mal ser una amenaza para los tiranos: “Es un
motivo de orgullo. Significa que el trabajo que hacemos en esta pequeña oficina
amenaza a esos regímenes y creo que eso está muy bien”.
Navega
“Si
la gente no tuviese miedo de las dictaduras, éstas tendrían un gran problema”,
dijo Gene Sharp en una entrevista con el diario español El País en 2011.
El
libro "De la Dictadura a la Democracia" y otras publicaciones, pueden
descargarse gratuitamente en el sitio de la Institución Albert Einstein: http://www.aeinstein.org/
El
Informador.com.mx. 09/12/12