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622. Tiran comida pese al hambre


México, Distrito Federal. En México, se destruyen alrededor de 4.2 millones de toneladas de comida al año que podrían servir para alimentar a unas 33 millones de personas.
Esto de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA), que acopia diversos productos entre particulares para entregar a la población necesitada. Paradójicamente, la Cruzada Nacional contra el Hambre, puesta en marcha el mes pasado por el Gobierno federal, tiene como meta sacar del nivel de pobreza alimentaria extrema a 7.4 millones de mexicanos en 400 municipios.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que existen 21 millones de mexicanos en pobreza alimentaria. Sin embargo, muchas empresas destruyen alimentos –y otro tipo de productos– debido, por un lado, a que desconocen las ventajas fiscales que implica su donación, la cual puede deducirse de los impuestos.
Y, por otro, porque consideran que los trámites para hacer efectivas estas deducciones son difíciles o, simplemente, porque desconocen este beneficio.
"Lo que nos ha ocurrido es que empresas que dan aviso de destrucción les llamamos y resulta que sí nos pueden donar lo que originalmente habían puesto en destrucción.
Sí hay cierta confusión", lamentó Claudia García Zambrano, responsable del área de difusión del Banco Alimento para Todos.
En México, es una obligación fiscal donar aquellos artículos que hayan perdido sus cualidades de venta.
A cambio, se puede deducir el valor total de la mercancía, más un 5 por ciento de la utilidad que se habría obtenido de haber sido comercializada.
Pese a esto, la mayoría de los avisos que recibe el Servicio de Administración Tributaria (SAT) son de destrucción, ya que, de lo contrario, la autoridad puede presumir que los bienes se comercializaron y, por tanto, deben pagarse impuestos.
La AMBA precisó que el año pasado recuperaron únicamente unas 128 mil toneladas de alimentos, apenas 3 por ciento de todo lo que se desperdicia en el País.
Actualmente, el SAT publica en su sitio web una lista de avisos de destrucción y donación de mercancías.
Ahí las empresas pueden informarse sobre los bienes que, por sus condiciones, deben ser destruidos y los que cumplen con los requisitos para donarlos a instituciones de asistencia privada.
Las reglas actuales estipulan que las empresas sólo pueden donar alimentos con un periodo de caducidad no mayor a 30 días y en el caso de medicamentos, no mayor a 6 meses; deben garantizar que durante el periodo previo a la donación pueden almacenarlos en condiciones que garanticen su estabilidad y avisar a la autoridad al menos un mes antes de que los productos caduquen.
Aun así, debido a que por lo general no se verifica qué mercancía puede ser donada, la mayoría se destruye.
Édgar Herrera, de la calificadora Filantropía, advirtió que las empresas deben ver en la donación una oportunidad de ingreso, en lugar de una pérdida.
Karla Rodríguez. El Norte.com. 11/02/13