Este año, la
Plataforma de Acción de Beijing y la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad
cumplen 20 y 15 años, respectivamente. Aunque ambas se comprometieron a
aumentar la participación de las mujeres en la construcción de la paz, el
avance en ese sentido ha sido escaso.
Las últimas
estadísticas disponibles muestran que las mujeres representaron solo nueve por
ciento de las personas negociadoras en los procesos de paz realizados entre
1992 y 2011. Que los datos más recientes sean de hace cuatro años revela que
hace falta más trabajo, incluso en áreas básicas como la recopilación de datos
y los informes de la participación femenina en la construcción de la paz.
A continuación, cuatro motivos para priorizar la participación femenina en la mesa de
negociación, según los debates desarrollados en el 59 período de sesiones de la
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en inglés), que se
celebra en Nueva York desde el 9 hasta el 20 de este mes.
Las mujeres traen
compromiso y experiencia a las negociaciones de paz
A menudo los primeros
invitados a las negociaciones formales son quienes tienen las armas y las
últimas son las mujeres con experiencia en la construcción de una paz duradera.
“En República
Centroafricana, la única comunidad donde no se matan unos a otros fue en una…
donde las cristianas dijeron ‘estas mujeres musulmanas son nuestras hermanas’”,
aseguró Zainab Bangura, representante especial del secretario general de
Naciones Unidas sobre la violencia sexual en los conflictos, en una reunión
paralela a la CSW.
“¿Por qué? Debido a
que las mujeres de la comunidad dijeron ‘hemos vivido juntos durante los
últimos 100 años’”, añadió.
En Filipinas, Irene
Santiago fue convocada para integrar la comisión gubernamental que negoció la
paz con el Frente Moro de Liberación Islámica, tras años de experiencia
acumulada trabajando con mujeres dirigentes cristianas, musulmanas e indígenas.
En un encuentro
paralelo celebrado en la sede en Nueva York del estadounidense Instituto
Internacional de la Paz (IPI), Santiago dijo que sabía que estaba
capacitada para hacer una contribución
significativa a las negociaciones formales de paz gracias a sus años de
experiencia trabajando con la sociedad civil.
“Para las mujeres
casi nunca se trata de sí mismas, sino que siempre se trata de nuestros hijos,
nuestros maridos, pero también de nuestras comunidades”, comentó Santiago en
entrevista con IPS.
En África, las
mujeres luchan por ser incluidas en el proceso de paz, aunque sus aportes no
siempre sean reconocidos.
Bineta Diop, enviada
especial sobre Mujeres, Paz y Seguridad de la Unión Africana, dice que los
mediadores deben responder por sus actos cuando solo invitan a la mesa de
negociación a quienes están en poder de las armas e ignoran la contribución de
las mujeres.
“Estuve en muchas
crisis donde las mujeres llamaban a la puerta y decían que queremos estar en la
mesa”, dijo Diop.
El embajador Anwarul Chowdhury
dijo que la determinación de las mujeres africanas de participar en las
negociaciones de paz debe ser una fuente de inspiración para otros países.
Chowdhury es conocido
como el padre de la resolución 1325, el primer documento del Consejo de Seguridad
que exige a las partes en conflicto que respeten los derechos de las mujeres y
apoyen su participación en las negociaciones de paz y en la reconstrucción
posterior a los conflictos,
La igualdad de género
en tiempos de paz evita los conflictos armados
En la actividad del
IPI, Valerie Hudson, coautora del libro Sex and World Peace (El sexo y la paz
mundial), dijo que su investigación demuestra que la manera en que las mujeres
son tratadas dentro de un país es uno de los indicadores más precisos de la calidad
de las relaciones que ese país tendrá con otros.
Diop coincidió con
Hudson y señaló que los países propensos a los conflictos armados tienen
mayores niveles de discriminación y desigualdad.
“La discriminación
contra la mujer, especialmente la no participación y la no inclusión de las
mujeres en la democracia es… una de las causas fundamentales de los
conflictos”, aseguró.
Choudhury está de
acuerdo. “Creo que ningún país puede afirmar que su país no está en conflicto
si se niegan los derechos de las mujeres, si la igualdad de la mujer no está
garantizada, si la participación de las mujeres no existe en todos los
niveles”, subrayó.
Youssef Mahmoud,
asesor del IPI también habló en la actividad de su organización. “Un mundo en
el que se ignora a 51 por ciento” de la población “es un mundo peligroso para
todos. No puedo imaginar por qué algunos hombres serían indiferentes a esta
situación”, cuestionó.
Las mujeres son
activas en la sociedad civil
Varias discusiones en
la CSW cuestionaron por qué los combatientes son los protagonistas en la
construcción de la paz y no se convoca la experiencia de las organizaciones no
gubernamentales (ONG) ni del resto de la sociedad civil.
Santiago dijo que la sociedad civil, especialmente las mujeres, tienen mucho que contribuir
para humanizar y concretar las negociaciones de paz.
Winnie Kodi, de
Sudán, planteó este lunes 16 a los medios de comunicación que la sociedad civil
es vital para ayudar a las comunidades indígenas como la suya, afectadas por
los conflictos. La principal manera que su pueblo tiene de hacer oír su voz es
mediante el trabajo conjunto con las ONG, aseguró.
Chowdhury explicó que trabaja para que la ONU y los gobiernos celebren más consultas con la
sociedad civil.
Santiago también
pidió que se priorice la importancia del papel de las ONG en el ámbito de la
mujer, la paz y la seguridad.
“¿Por qué nos
centramos en la ONU como un centro de cambio? Para mí no lo es, es el medio, es
un público importante, pero no es el centro de los cambios sociales”, opinó.
“Formemos las redes
ciudadanas mundiales que necesitamos para lograr el cambio civil mundial y
local que necesitamos”, exhortó.
Las mujeres desafían
las causas del conflicto armado
El militarismo y la
militarización fue otro de los temas discutidos durante la primera semana de la
CSW, en particular por los grupos de la sociedad civil en el foro paralelo de
las ONG.
“El aumento del
militarismo y la militarización… afectan a las mujeres de una manera muy
negativa. Esto es algo que las mujeres deben combatir, que todos deberíamos
combatir”, sugirió Chowdhury.
La militarización
también afecta a las mujeres y hombres indígenas. Maribeth Biano, de la Red de
Mujeres Indígenas de Asia, dijo a los medios este lunes que las mujeres
indígenas son enormemente afectadas por la militarización de sus territorios.
Lyndal Rowlands. Ipsnoticias.net.16/03/15