Páginas de Cultura de Paz y No Violencia

215. El silencio de las mujeres

Monterrey, Nuevo León. Desde siempre las mujeres mantenemos el silencio, noticias van, noticias vienen. De las muertes de mineros, de los asesinatos de mujeres, de los jóvenes asesinados, de los niños y niñas explotados, violados, asesinados, por sus padres, por sus madres, por parientes, por extraños.
Son muy pocas las voces de mujeres que se alzan, las notas periodísticas y de los medios de televisión, sólo exhiben las caras de mujeres llorando, las caras de tristeza mirando, o los gritos de impotencia ante los cuerpos inertes.
Las voces de reclamo ante esta guerra desatada son las de Sicilia, la de Martí, la de Wallace, una mujer destacada con poder económico para investigar el asesinato de su hijo Martí, conocido hombre de negocios; Sicilia, reconocido poeta. Muy loable su reclamo.
Las mujeres de Ciudad Juárez quedaron en silencio nunca más escuchado, así como la voz de las madres de los niños y niñas calcinados de Hermosillo, de la guardería ABC
Si sumamos todas las voces de mujeres que han perdido a sus hijos y sus hijas por levantones o secuestros o los que han sido asesinados por violencia o negligencia por confusiones del fuego cruzado ,se escucharían como mar embravecido, como huracán desatado, cómo rio desbordado, como fuego no controlado.
Porque cada hombre asesinado o secuestrado tiene una mujer como madre
Porque cada mujer asesinada, violentada, o secuestrada tiene una mujer como madre
Porque cada niño cada niña calcinada tiene una mujer como madre.
Porque cada niño y niña explotada o violada, robada tiene una mujer como madre.
Porque cada joven asesinado, torturado o levantado tiene una mujer como madre.
Porque cada soldado muerto tiene una mujer como madre.
Porque cada policía asesinado o levantado tiene una mujer como madre.
Y sí, como dice el poeta Sicilia: “estamos hasta la madre”.
Deberíamos ser las madres, las mujeres, las hermanas, las tías, las primas, las sobrinas, las que tendremos que levantar las voces, las que tendremos que decir basta, las que nos decidamos a no ocupar más nuestros vientres, a no dar más hijos al mundo mientras las vidas no se respeten.
Deberemos ser millones las que marchemos, las que llenemos las plazas de los estados, las que acampemos, las que ayunemos, las que exijamos la renuncia de Calderón, las que obligaremos a regresar los militares a sus cuarteles, las que pediremos amnistía para los que quieran abandonar las armas, no más desenterrados, no mas huérfanos por guerra, no más niños explotados, las que con voz fuerte gritemos un ¡Ya Basta! No más hambre, no más sangre, no más juvenicidios, no más infanticidios, no más feminicidios, no más muertes inútiles, no más mineros enterrados, no más migrantes sepultados, no más… no más… no mas… Hasta el cansancio, no más…
Colectivo Plural de Mujeres
Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad en Nuevo León. 8/5/2011
Con información de Fabiola Nahas Sánchez