"Una Cultura de Paz"
Diana Mireya González Jasso
Trabajo en un plantel de educación primaria con más de 700 estudiantes que desde hace algunos años, ha incluido como parte fundamental de su proyecto escolar el fomento intencionado de una cultura de paz. Escuchamos constantemente en la sociedad conceptos como violencia escolar, agresión, acoso, maltrato, y creemos firmemente que tenemos la oportunidad de formar en nuestros estudiantes una conciencia de convivencia pacífica como forma de vida.
Trabajo en un plantel de educación primaria con más de 700 estudiantes que desde hace algunos años, ha incluido como parte fundamental de su proyecto escolar el fomento intencionado de una cultura de paz. Escuchamos constantemente en la sociedad conceptos como violencia escolar, agresión, acoso, maltrato, y creemos firmemente que tenemos la oportunidad de formar en nuestros estudiantes una conciencia de convivencia pacífica como forma de vida.
A lo largo del tiempo hemos abordado el tema desde distintas perspectivas. Durante algunos años se llevó a cabo un programa de fomento de valores en el que se incluía por lo menos una actividad de reflexión sobre la vivencia de un valor; aún cuando este programa permitió a la comunidad escolar disfrutar de tranquilidad, decidimos que todavía nos hacía falta fomentar el desarrollo de actitudes que propiciaran una resolución pacífica de conflictos. Por lo anterior, empezamos a probar estrategias con un enfoque de cultura de paz, donde enfatizamos entre otras cosas derechos de los seres humanos y de todos los seres vivos, el respeto, la igualdad, la democracia y la ecología.
Como parte de nuestro crecimiento, aprendimos que las maestras y maestros, jugamos un papel muy importante en una cultura de paz, ya que al ser modelo de nuestros estudiantes, damos en nuestro trabajo cotidiano una constante pauta sobre la forma de interactuar con las demás personas.Sabemos ahora que la violencia en cualquiera de sus manifestaciones (física, psicológica, económica) es un abuso de poder que busca controlar y dañar a las personas, y que todos los miembros de la comunidad escolar (personal docente, administrativo, alumnos, padres de familia) con nuestras actitudes y formas de reaccionar establecemos una forma de responder por parte de los demás, por lo que todos somos responsables en la construcción de una sociedad más pacífica. Todos somos parte del ambiente que se vive, y si queremos vivir en paz debemos aterrizar el concepto en una práctica cotidiana, que implica la cooperación constante de todos.
Debemos enfatizar el enfoque afectivo en nuestra labor cotidiana, ya que a partir de lazos afectivos damos la oportunidad a nuestros estudiantes de desarrollar comportamientos donde se evidencie el interés por los demás.
Desde mi punto de vista lo más valioso de este proceso ha sido la reflexión que cada miembro de la comunidad ha realizado para revisar los aspectos personales que debe modificar, los que debe eliminar y los que debe conservar, buscando la forma de vivir en paz cada día, en cada contexto y oportunidad cotidiana.
Diana Mireya González Jasso. Directora de la Escuela Primaria “Vicente Guerrero”. Egresada del Diplomado en Cultura de Paz. Integrante del Comité de Educación de CreeSer, ABP. CreeSer ABP. Av. Ricardo Covarrubias No. 3303. Col. Primavera. Monterrey, N.L. CP 64830. México. Teléfono/Fax +52 (81) 1234-2929. http://www.creeser.org.mx/