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Insiste Gobierno Mexicano: no hay tortura generalizada

El Gobierno mexicano se opone a aceptar que la tortura es una práctica generalizada por la connotación que tiene el término en el derecho internacional, explicó el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Manuel Gómez Robledo.
Dado que en derecho internacional la tortura generalizada es considerada un crimen de lesa humanidad, podrían llegar casos a la Corte Penal Internacional.
"El adjetivo tiene un significado muy preciso en derecho internacional y tiene que ver con situaciones donde hay una política de Estado de violación a los derechos humanos, en un contexto de comisión generalizada de violaciones en contra de la población civil, en forma sistemática y con conocimiento de causa de parte de quien lo perpetra.
"A eso nos oponemos, porque la situación que se vive en México, por más de que enfrentemos zonas de vulnerabilidad, desafíos y fragilidades institucionales, que han sido reconocidas por el Estado, en modo alguno se puede decir que las instituciones del Estado no funcionan o no están en un tránsito hacia mejores estándares, como es el caso del sistema de impartición de justicia", señaló.
Mencionó que un informe de esta naturaleza incide negativamente en la valoración que se haga en el exterior de la situación que vive México, lo que preocupa a la Cancillería mexicana.
Indicó que el término significaría que la tortura ocurre en las 31 entidades federativas y en el Distrito Federal, en los tres niveles de Gobierno y en todo el momento del proceso, desde la detención hasta la sentencia firme y durante el cumplimiento de la sentencia.
Advirtió que el rechazo a esta valoración del Relator Especial contra la Tortura de Naciones Unidas, Juan Méndez, es la primera discrepancia con Naciones Unidas en materia de derechos humanos.
Señaló que la SRE se sentó a conversar con el Relator todo un año, en directo y por escrito, para que reconsiderara no utilizar el término de tortura generalizada.
Por esto, se le preguntó si se trataba de un fracaso de la diplomacia no haber logrado que el Relator cambiara el término.
"Si usted lo quiere poner en esos términos, yo asumo el no haber logrado convencerlo, en efecto. Pero no hay que olvidar que en respuesta a la crítica que recibió, y no nada más de México, sino también de otro país (Australia) y al más alto nivel, contestó 'reconozco que mis métodos son rudimentarios y en muchos sentidos insatisfactorios, pero aun así creo que estoy cumpliendo con las instrucciones que me ha dado el Consejo de Derechos Humanos'.
"Evidentemente está reconociendo que la metodología que utilizó no era la adecuada para arribar a esas conclusiones, así lo leo yo", respondió Gómez Robledo.
Dijo que no debe quedar en duda la política de apertura del Estado mexicano al escrutinio internacional, ni la cooperación con los distintos mecanismos de derechos humanos.
Detalló que la gran mayoría de las recomendaciones del informe de Méndez están siendo atendidas, particularmente las que conciernen a la Procuraduría General de la República.
Silvia Garduño. Elnorte.com. México, Distrito Federal, 31/04/15