Lic. Enrique Peña Nieto
Presidente de los
Estados Unidos Mexicanos
Presente:
Señor Presidente,
Las organizaciones de
la sociedad civil mexicanas e internacionales que suscribimos la presente nos
dirigimos a usted con el fin de expresar nuestro rechazo y preocupación ante
las recientes declaraciones emitidas por representantes de la Secretaría de
Relaciones Exteriores en relación a los Informes del Relator Especial de
Naciones Unidas sobre tortura, el Sr. Juan Méndez, y del Comité contra la
Desaparición Forzada de las Naciones Unidas.
En particular el
posicionamiento del Embajador Juan Manuel Gómez Robledo, Subsecretario para
Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos quien calificó el Informe del Relator
sobre tortura como “no profesional y poco ético”, es de profunda indignación
ante la situación actual que vive México en materia de derechos humanos. Lo
anterior, se vio agravado a partir del respaldo emitido por el Secretario de
Relaciones Exteriores, José Antonio Meade.
Es inaceptable que la
Secretaría de Relaciones Exteriores rechace que la tortura sea generalizada en
México sin sustentar sus afirmaciones y sin explicar no solamente el alarmante
aumento del número de quejas registradas por tortura y malos tratos por la
Comisión Nacional de Derechos Humanos y las Comisiones Estatales de Derechos
Humanos desde 2006, así como el incremento de averiguaciones previas iniciadas
por la Procuraduría General de la República por este delito; sino el hecho de
que los innumerables casos documentados dan cuenta de patrones de conducta que
se repiten diariamente en el país.
Por otro lado, la
preocupante y desafortunada postura de la Secretaría de Relaciones Exteriores
de no querer “trabajar más con el Relator de tortura” no sólo va en contra de
los métodos de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del
que México es parte, los cuales están orientados a un diálogo genuino que
permita debates ulteriores de seguimiento de las recomendaciones y su
cumplimiento, así como una interacción sustantiva con procedimientos y
mecanismos especiales, sino que evidencian la intolerancia y el desconocimiento
ante graves violaciones que se vienen cometiendo en todo nuestro país.
Así mismo,
expresiones tales como las emitidas en febrero y marzo de este mismo año por
parte de la Secretaría de Gobernación y el Comisionado Nacional de Seguridad,
respectivamente, en relación a las observaciones finales del Comité contra la
Desaparición Forzada de las Naciones Unidas, luego de su primera evaluación de
la situación en México, así como las emitidas recientemente descalificando el
carácter generalizado de la tortura documentado por el Relator de Naciones
Unidas, manifiestan claramente un cambio negativo de política exterior, que se
había caracterizado por la apertura al escrutinio internacional y la
colaboración con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas.
Además, estas expresiones abonan a la crisis de confianza que enfrenta
actualmente el Estado mexicano.
Las organizaciones,
integrantes de la academia, activistas, defensoras y defensoras de derechos
humanos que documentamos las graves violaciones a derechos humanos cometidas en
el marco de una probada estrategia fallida de seguridad; que acompañamos a
víctimas y familiares de tortura y malos tratos, desapariciones forzadas,
desplazamiento interno forzado, ejecuciones extrajudiciales, intimidación y
amenazas por defender sus derechos, su tierra y territorio, o ejercer un
periodismo independiente e imparcial, hemos experimentado de primera mano la
debilidad de las salvaguardias institucionales de prevención y protección ante
estos delitos a lo largo y ancho del país.
La falta de
reconocimiento de la situación real del país y de los desafíos que enfrenta en
materia de derechos humanos, manifestada en el creciente y preocupante
desconocimiento de las observaciones de mecanismos internacionales de derechos
humanos por parte de su administración, representa un retroceso para la
consolidación democrática de un Estado de derecho. Una política exterior que se
base en el desconocimiento de las instituciones internacionales a las que el
Estado mismo ha contribuido a edificar y fortalecer, resta legitimidad al
compromiso de avanzar a favor del respeto, protección y realización de los derechos
humanos.
Señor Presidente, en
momentos difíciles como los que definen hoy la situación de México, hacemos un
llamado a la congruencia en la política exterior mexicana en materia de
derechos humanos. La invitación abierta y permanente que sostiene México a
mecanismos internacionales de derechos humanos, se diluye ante el
desconocimiento de las observaciones emanadas de dichos mecanismos, conformados
por personas expertas y de reconocido prestigio internacional, quienes sobre la
base de información objetiva y fidedigna, y guiadas por los principios de
integridad, transparencia e imparcialidad, contribuyen en la promoción y
protección de los derechos humanos.
La autocomplacencia y
la falta de voluntad para atender lo que verdaderamente ocurre en el país, no
contribuye a las acciones necesarias para hacer frente a esta crisis de
derechos humanos. En consecuencia, le solicitamos rectifique las respuestas del
Estado mexicano a las observaciones finales del Comité contra la Desaparición
Forzada de las Naciones Unidas y al Informe del Relator Especial de Naciones
Unidas sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, y atienda las recomendaciones presentadas en sendos Informes a la
brevedad.
Sin otro particular,
y en espera de su respuesta, le enviamos un saludo.
Atentamente,
Action des Chrétiens
pour L’Abolition de la Torture, ACAT France
Article 19. Oficina
para México y Centroamérica
Asistencia Legal por
los Derechos Humanos A.C. (ASILEGAL)
Centro de Derechos
Humanos de las Mujeres, A.C. (CEDEHM)
Centro de Derechos
Humanos Fr. Francisco de Vitoria O.P., A.C.
Centro de Derechos
Humanos Fray Matías de Córdova A.C.
Centro de Derechos
Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh)
Centro de Derechos
Humanos Paso del Norte, A.C.
Centro de Estudios
Sociales y Culturales Antonio de Montesinos A.C.
Centro de Justicia
para la Paz y el Desarrollo, A.C. (CEPAD)
Centro Diocesano para
los Derechos Humanos Fray Juan de Larios AC
Ciudadanos en Apoyo a
los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC)
Colectivo Contra la
Tortura y la Impunidad
Comisión Ciudadana de
Derechos Humanos del Noroeste, A.C. (CCDH)
Comisión Mexicana de
Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH)
Comité de Defensa
Integral de Derechos Humanos Gobixha A.C.
Consultoría
Especializada en Justiciabilidad de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(CEJUDESC)
DECA Equipo Pueblo,
A.C.
Espacio de
Coordinación de Organizaciones Civiles sobre Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (Espacio DESC)
Freedom House México
Fundación para el Debido
Proceso Legal (DPFL)
Grupo de Información
en Reproducción Elegida (GIRE)
IDHEAS Litigio
Estratégico A.C
Instituto Mexicano de
Derechos Humanos y Democracia, A.C. (IMDHD)
Instituto Mexicano
Para el Desarrollo Comunitario, A.C. (IMDEC)
Instituto para la
Seguridad y la Democracia, Insyde A.C.
JASS (Asociadas por
lo Justo)
Propuesta Cívica
Red Nacional de
Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos”
(conformada por 75 organizaciones en 21 estados de la República mexicana)
Servicios y Asesoría
para la Paz, A.C (SERAPAZ)
Washington Office on
Latin America (WOLA)
World Organisation
Against Torture (OMCT)
c.c.p. José Antonio
Meade Kuribeña. Secretario de Relaciones Exteriores. Para su conocimiento y
atención.
Juan Manuel Gómez
Robledo. Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la
Secretaría de Relaciones Exteriores. Para su conocimiento y atención.
Juan E. Méndez.
Relator Especial de Naciones Unidas sobre la tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes. Para su conocimiento.
Javier Hernández
Valencia. Representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Mismos fines.
Cmdpdh.org. México, Distrito Federal, 31/03/15