“Una cultura de paz está basada en los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en el respeto de los derechos humanos, la democracia y la tolerancia, la promoción del desarrollo, la educación para la paz, la libre circulación de información y la mayor participación de la mujer como enfoque integral para prevenir la violencia y los conflictos, y que se realicen actividades encaminadas a crear condiciones propicias para el establecimiento de la paz y su consolidación.”
(A/RES/52/13, el 15 de enero de 1998, 5 2)
(A/RES/52/13, el 15 de enero de 1998, 5 2)
PROYECTO TRANSDISCIPLINARIO “HACIA UNA CULTURA DE PAZ”
¿Qué significa cultura de paz? ¿Cómo se convierte ese concepto en realidad? En otras palabras, cómo se transforman las ideas e ideales que encierra la expresión “cultura de paz” en políticas públicas y actos individuales que modifiquen la vida en todas sus facetas?
La cultura de paz supone ante todo un esfuerzo generalizado para modificar mentalidades y actitudes con ánimo de promover la paz. Significa transformar los conflictos, prevenir los conflictos que puedan engendrar violencia y restaurar la paz y la confianza en poblaciones que emergen de la guerra. Pero su propósito trasciende los límites de los conflictos armados para hacerse extensivo también a las escuelas y los lugares de trabajo del mundo entero, los parlamentos y las salas de prensa, las familias y los lugares de recreo.
UN MOVIMIENTO MUNDIAL.
La cultura de paz supone ante todo un esfuerzo generalizado para modificar mentalidades y actitudes con ánimo de promover la paz. Significa transformar los conflictos, prevenir los conflictos que puedan engendrar violencia y restaurar la paz y la confianza en poblaciones que emergen de la guerra. Pero su propósito trasciende los límites de los conflictos armados para hacerse extensivo también a las escuelas y los lugares de trabajo del mundo entero, los parlamentos y las salas de prensa, las familias y los lugares de recreo.
UN MOVIMIENTO MUNDIAL.
Forjar una cultura de paz es hacer que los niños y los adultos comprendan y respeten la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad. Ello implica un rechazo colectivo de la violencia y también disponer de los medios y la voluntad de participar en el desarrollo de la sociedad.
El concepto de cultura de paz se ha ido configurando al amparo de un vasto movimiento sociopolítico que aglutina a interlocutores del sistema de las Naciones Unidas y otras muchas instancias. Las amenazas que pesan sobre la paz revisten muchas formas distintas, desde la falta de respeto por los derechos humanos, la justicia y la democracia hasta la pobreza o la ignorancia. La cultura de paz es una respuesta a todas esas amenazas, una búsqueda de soluciones que no pueden imponerse desde el exterior sino que han de provenir de la propia sociedad.
Las soluciones dependen de la intervención conjunta y en frentes muy diversos de hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad. La cooperación entre países en todos esos ámbitos puede aportar la estabilidad y la ayuda necesarias para obtener resultados duraderos. Fundar una cultura de paz, en suma, es una empresa que rebasa la responsabilidad de un sector, una comunidad, una región o una nación concretos para cobrar un carácter universal.
El concepto de cultura de paz se ha ido configurando al amparo de un vasto movimiento sociopolítico que aglutina a interlocutores del sistema de las Naciones Unidas y otras muchas instancias. Las amenazas que pesan sobre la paz revisten muchas formas distintas, desde la falta de respeto por los derechos humanos, la justicia y la democracia hasta la pobreza o la ignorancia. La cultura de paz es una respuesta a todas esas amenazas, una búsqueda de soluciones que no pueden imponerse desde el exterior sino que han de provenir de la propia sociedad.
Las soluciones dependen de la intervención conjunta y en frentes muy diversos de hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad. La cooperación entre países en todos esos ámbitos puede aportar la estabilidad y la ayuda necesarias para obtener resultados duraderos. Fundar una cultura de paz, en suma, es una empresa que rebasa la responsabilidad de un sector, una comunidad, una región o una nación concretos para cobrar un carácter universal.
QUE TIENE LUGAR AHORA MISMO.
La cultura de paz no es sólo una idea. Desde su origen, que se remonta a una serie de programas de consolidación de la paz en países que salían de un conflicto armado, se ha convertido en uno de los grandes temas de la Estrategia a Plazo Medio de la UNESCO (1996-2001) que articula un amplio abanico de actividades de la Organización. Existen proyectos en curso en numerosos países, como Angola, Burundi, Cote d’Ivoire, El Salvador, Etiopía, Haití, Liberia, Malí, Mozambique, Filipinas, la Federación de Rusia, Somalia y la antigua Yugoslavia. Dichos proyectos prevén en esencia lo siguiente:
Actividades con parlamentarlos y demás representantes electos vinculadas a los aspectos fundamentales del ejercicio de poder, la democracia y la justicia social;
Emancipación de las mujeres para que participen en la vida pública de su sociedad;
Formación e inserción social de los soldados desmovilizados;
Implantación y fortalecimiento de medios de comunicación que contribuyan a promover una cultura de paz;
Programas de educación cívica, una formación para la gestión de conflictos y el ejercicio de la autoridad;
Promoción de los ideales democráticos.
COORDINAR UNA CULTURA DE PAZ.
Actividades con parlamentarlos y demás representantes electos vinculadas a los aspectos fundamentales del ejercicio de poder, la democracia y la justicia social;
Emancipación de las mujeres para que participen en la vida pública de su sociedad;
Formación e inserción social de los soldados desmovilizados;
Implantación y fortalecimiento de medios de comunicación que contribuyan a promover una cultura de paz;
Programas de educación cívica, una formación para la gestión de conflictos y el ejercicio de la autoridad;
Promoción de los ideales democráticos.
COORDINAR UNA CULTURA DE PAZ.
Las actividades allegadas al proyecto de cultura de paz exigen que todos los sectores y unidades de la UNESCO, tanto en la Sede como fuera de ella, coordinen su trabajo. La Unidad de Coordinación vela por que todos los sectores -educación, comunicación, cultura y ciencias, especialmente ciencias sociales- participen en los programas y respondan concertadamente a las necesidades de los Estados Miembros. Así, esa unidad impulsa y crea vastas relaciones de colaboración dentro de la UNESCO, buscando al mismo tiempo otros interlocutores externos a la Organización. Para efectuar el seguimiento del movimiento en favor de una cultura de paz se ha concebido un sistema de redes e información. Además de ampliar en lo posible la red mundial de protagonistas de la paz, este sistema difunde su información mediante publicaciones esporádicas en un espacio Web.
DENTRO DE LA UNESCO.
DENTRO DE LA UNESCO.
Los sectores de la UNESCO participan en la elaboración de proyectos nacionales de cultura de paz, tanto en la Sede como fuera de ella, en todas las fases de un proyecto, desde su concepción y ejecución hasta su evaluación. Las colaboraciones de carácter temático pueden trascender el ámbito estrictamente nacional para englobar a muchos Estados Miembros, aunque cada programa nacional conserve su individualidad.
Y FUERA DE ELLA
La UNESCO es consciente de la necesidad de buscar fuera de sus propias estructuras otros interlocutores capaces de prestar apoyo a las iniciativas en favor de la cultura de paz, ya sea en otras organizaciones intergubernamentales o en grupos no gubernamentales que ya trabajen en este terreno. Se elaboran proyectos conjuntos destinados a distintos colectivos: jóvenes, mujeres, parlamentarios, alcaldes, medios de comunicación de masas y medios de comunicación “paralelos”, dirigentes religiosos, jefes tradicionales, fuerzas armadas, etc.
LA EDUCACION ES LA SOLUCION!
Y FUERA DE ELLA
La UNESCO es consciente de la necesidad de buscar fuera de sus propias estructuras otros interlocutores capaces de prestar apoyo a las iniciativas en favor de la cultura de paz, ya sea en otras organizaciones intergubernamentales o en grupos no gubernamentales que ya trabajen en este terreno. Se elaboran proyectos conjuntos destinados a distintos colectivos: jóvenes, mujeres, parlamentarios, alcaldes, medios de comunicación de masas y medios de comunicación “paralelos”, dirigentes religiosos, jefes tradicionales, fuerzas armadas, etc.
LA EDUCACION ES LA SOLUCION!
Para la UNESCO, la educación es la punta de lanza de las actividades de promoción de una cultura de paz.
La Organización lleva años elaborando programas para ayudara los Estados Miembros y a sus propios asociados a introducir, en la planificación de sus programas de enseñanza formal y no formal, políticas y principios de acción favorables a la ciudadanía democrática y los derechos humanos. Se han concebido programas especiales de enseñanza, que hacen especial hincapié en la educación para la paz y promueven la enseñanza de la tolerancia y la no violencia.
El Plan de Escuelas Asociadas (PEA) de la UNESCO, creado en 1953, es una red de establecimientos escolares del mundo entero que impulsa la educación de niños y jóvenes para el entendimiento internacional y la tolerancia. El PEA interviene activamente en el proyecto de cultura de paz, con una red de proyectos piloto que prestan apoyo a establecimientos del mundo entero situados en barrios conflictivos. Su objetivo es doble: promover una enseñanza de calidad y contribuir paralelamente al desarrollo de una cultura de paz y no violencia.
LINGUAPAX, otra iniciativa de la UNESCO, promueve la enseñanza de lenguas maternas y lenguas nacionales y extranjeras, aportando una solución específicamente lingtlística a los problemas ligados a la búsqueda de la paz y la defensa de los derechos humanos.
PROMOVER EL DIALOGO ENTRE LAS CULTURAS.
La Organización lleva años elaborando programas para ayudara los Estados Miembros y a sus propios asociados a introducir, en la planificación de sus programas de enseñanza formal y no formal, políticas y principios de acción favorables a la ciudadanía democrática y los derechos humanos. Se han concebido programas especiales de enseñanza, que hacen especial hincapié en la educación para la paz y promueven la enseñanza de la tolerancia y la no violencia.
El Plan de Escuelas Asociadas (PEA) de la UNESCO, creado en 1953, es una red de establecimientos escolares del mundo entero que impulsa la educación de niños y jóvenes para el entendimiento internacional y la tolerancia. El PEA interviene activamente en el proyecto de cultura de paz, con una red de proyectos piloto que prestan apoyo a establecimientos del mundo entero situados en barrios conflictivos. Su objetivo es doble: promover una enseñanza de calidad y contribuir paralelamente al desarrollo de una cultura de paz y no violencia.
LINGUAPAX, otra iniciativa de la UNESCO, promueve la enseñanza de lenguas maternas y lenguas nacionales y extranjeras, aportando una solución específicamente lingtlística a los problemas ligados a la búsqueda de la paz y la defensa de los derechos humanos.
PROMOVER EL DIALOGO ENTRE LAS CULTURAS.
Es fundamental establecer relaciones basadas en la tolerancia y la solidaridad entre poblaciones separadas por diferencias culturales. El proyecto de cultura de paz aspira a armar a las poblaciones no con fusiles sino con capacidad de dialogo y de entendimiento.
El proyecto de cultura de paz propugna la justicia y la igualdad de oportunidades para todos, especialmente para las minorías, las poblaciones indígenas, los refugiados y los desplazados.
En el contexto del proyecto, los usos tradicionales que contribuyen a la paz se siguen estudiando, apoyando y considerando elementos esenciales para la consolidación de la paz y el desarrollo. También se alienta a los artistas y a otras personas que participan en actividades culturales a ejercer la mayor influencia posible sobre las poblaciones, poniendo su talento al servicio de la paz.
MEDIANTE LOS PROYECTOS ACTUALES DE LA UNESCO.
Muchas de las actividades culturales de la UNESCO incorporan ya el proyecto de cultura de paz, y fomentan el pluralismo cultural y el diálogo entre las culturas:
El proyecto “Diálogo intercultural Este-Oeste en Asia Central” prestará apoyo al nuevo Centro de Investigación Internacional sobre Civilizaciones Nómadas (Ulan-Bator, Mongolia), organizará el año próximo un coloquio en Kirguistán sobre la cultura y las religiones de Asia Central y ayudará a elaborar un inventario de los caravasares de Asia Central;
El proyecto “Las Rutas de la Fe” intenta enseñar a los jóvenes de sociedades multiconfesionales a respetar la tradición religiosa de cada cual y a convivir pacíficamente con el prójimo. Este programa se completa con iniciativas que hacen hincapié en el diálogo entre religiones y la contribución de estas a una cultura de paz;
El proyecto “Las Rutas de Al-Andalus” estimula el diálogo intercultural mediante una red de centros.
PARA TRANSMITIR EL MENSAJE DE PAZ.
El proyecto de cultura de paz propugna la justicia y la igualdad de oportunidades para todos, especialmente para las minorías, las poblaciones indígenas, los refugiados y los desplazados.
En el contexto del proyecto, los usos tradicionales que contribuyen a la paz se siguen estudiando, apoyando y considerando elementos esenciales para la consolidación de la paz y el desarrollo. También se alienta a los artistas y a otras personas que participan en actividades culturales a ejercer la mayor influencia posible sobre las poblaciones, poniendo su talento al servicio de la paz.
MEDIANTE LOS PROYECTOS ACTUALES DE LA UNESCO.
Muchas de las actividades culturales de la UNESCO incorporan ya el proyecto de cultura de paz, y fomentan el pluralismo cultural y el diálogo entre las culturas:
El proyecto “Diálogo intercultural Este-Oeste en Asia Central” prestará apoyo al nuevo Centro de Investigación Internacional sobre Civilizaciones Nómadas (Ulan-Bator, Mongolia), organizará el año próximo un coloquio en Kirguistán sobre la cultura y las religiones de Asia Central y ayudará a elaborar un inventario de los caravasares de Asia Central;
El proyecto “Las Rutas de la Fe” intenta enseñar a los jóvenes de sociedades multiconfesionales a respetar la tradición religiosa de cada cual y a convivir pacíficamente con el prójimo. Este programa se completa con iniciativas que hacen hincapié en el diálogo entre religiones y la contribución de estas a una cultura de paz;
El proyecto “Las Rutas de Al-Andalus” estimula el diálogo intercultural mediante una red de centros.
PARA TRANSMITIR EL MENSAJE DE PAZ.
Los medios de comunicación ejercen una poderosa influencia sobre las mentalidades y las normas de conducta en sociedad, y contribuyen decisivamente al ejercicio de la libertad de opinión y de información. El acceso a una información clara y exacta es fundamental para la promoción de una cultura de paz. Es importante ayudar a los medios de comunicaci6n a alcanzar este objetivo, y especialmente prestar apoyo a los periodistas que trabajan en zonas de conflicto armado o en regiones donde el conflicto amenaza con estallar.
Estos periodistas son objeto de fuertes presiones políticas. Los medios de comunicación independientes deben luchar para sobrevivir; de ahí que resulte cada vez más difícil para el público disponer de información no tendenciosa.
El programa UNESCO SOS Medias pretende ayudar a los medios de comunicación independientes y facilitar el intercambio de información entre los medios presentes en zonas de conflicto y entre éstos y el resto del mundo. Desde hace cinco años, la Organización viene aplicando un programa piloto que ayuda a dichos periodistas, suministrando material a los medios de comunicación electrónicos, papel de periódico a la prensa independiente y material de oficina a las agencias de prensa independientes, y dispensando formación a los periodistas de la mayoría de las repúblicas y territorios de la antigua Yugoslavia. La UNESCO desempeña un papel de relieve en la Iniciativa Especial del sistema de las Naciones Unidas en favor de África: “consolidación de la paz, solución de conflictos y reconciliación nacional: las comunicaciones al servicio de la consolidación de la paz”.
Estos periodistas son objeto de fuertes presiones políticas. Los medios de comunicación independientes deben luchar para sobrevivir; de ahí que resulte cada vez más difícil para el público disponer de información no tendenciosa.
El programa UNESCO SOS Medias pretende ayudar a los medios de comunicación independientes y facilitar el intercambio de información entre los medios presentes en zonas de conflicto y entre éstos y el resto del mundo. Desde hace cinco años, la Organización viene aplicando un programa piloto que ayuda a dichos periodistas, suministrando material a los medios de comunicación electrónicos, papel de periódico a la prensa independiente y material de oficina a las agencias de prensa independientes, y dispensando formación a los periodistas de la mayoría de las repúblicas y territorios de la antigua Yugoslavia. La UNESCO desempeña un papel de relieve en la Iniciativa Especial del sistema de las Naciones Unidas en favor de África: “consolidación de la paz, solución de conflictos y reconciliación nacional: las comunicaciones al servicio de la consolidación de la paz”.
HAY QUE HACERLO EN LIBERTAD.
Entre otros proyectos, cabe citar la elaboración de una estrategia para los medios de comunicación, aplicable tanto en el ámbito de las Naciones Unidas como en contextos más locales. Consiste esencialmente en crear un espacio de intercambio de datos y experiencias y fomentar la no violencia desde los medios de comunicación. También se ha puesto en marcha un sistema que permite a las comunidades dar a conocer sus necesidades y participar en el proceso de adopción de decisiones, haciendo especial hincapié en la transparencia de las actividades de los poderes públicos y de las decisiones a fin de facilitar la difusión de información fidedigna.
Con miras a abrir el camino a la democracia y la paz, es importante crear las condiciones necesarias para la libertad de prensa. Los proyectos que la UNESCO lleva a cabo a instancias de periodistas independientes locales intentan dar respuesta a las necesidades más urgentes. La Organización trabaja también en estrecha colaboración con otros organismos del sistema de las Naciones Unidas y asociaciones de medios de comunicación.
PROMOVER LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DEMOCRACIA.
Con miras a abrir el camino a la democracia y la paz, es importante crear las condiciones necesarias para la libertad de prensa. Los proyectos que la UNESCO lleva a cabo a instancias de periodistas independientes locales intentan dar respuesta a las necesidades más urgentes. La Organización trabaja también en estrecha colaboración con otros organismos del sistema de las Naciones Unidas y asociaciones de medios de comunicación.
PROMOVER LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DEMOCRACIA.
La UNESCO sigue fomentando la elaboración de estrategias nacionales de enseñanza formal y no formal que sirvan para consolidar la paz y sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de adoptar nuevas mentalidades y normas de conducta en aras de la paz. Dentro de la Organización, la División de los Derechos Humanos, la Democracia y la Paz secunda los esfuerzos de los Estados Miembros en ese terreno, ayudándoles a elaborar y aplicar programas nacionales de enseñanza de los derechos humanos. En estrecha colaboración con el Comité Consultivo sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos, la Democracia, el Entendimiento Internacional y la Tolerancia, la Organización fomenta la incorporación de innovaciones a los programas y contenidos educativos, así como la mejora de los métodos didácticos.
Se presta especial atención a la evaluación de los planes nacionales para la enseñanza a de los derechos humanos. A tal efecto se lleva a cabo actualmente una investigación sobre las leyes, políticas y estrategias nacionales en materia de educación para los derechos humanos en el ámbito universitario. La Oficina Internacional de Educación (OIE) de la UNESCO organizará viajes de observación para promover la firma de acuerdos nacionales que busquen a desarrollar la enseñanza en este campo. Dichos acuerdos podrían interesar no sólo a los educadores sino también a periodistas, productores de programas informáticos didácticos, parlamentarios y otros responsables de la planificación política.
EN ARAS DE LA PAZ Y LA TOLERANCIA.
La cultura de paz sólo puede tener éxito en un contexto de entendimiento mutuo y de concepción abierta y activa de la diversidad. Consciente de esta realidad, la UNESCO tiene la intención de reforzar las redes regionales de promoción de la tolerancia y crear otras redes nuevas. Para ello prepara material didáctico y útiles pedagógicos centrados en la tolerancia y contribuye a su difusión a gran escala, forja nuevas relaciones de colaboración en el campo de la educación para la tolerancia, intenta que los programas sobre la tolerancia hallen eco entre un número creciente de jóvenes y elabora, en colaboración con medios de comunicación locales, programas audiovisuales sobre la tolerancia.
PRESTANDO ESPECIAL ATENCION A LAS MUJERES.
Se han incorporado las diferencias de género al proyecto transdisciplinario “Cultura de Paz”. Por otra parte, las prioridades del proyecto “Las mujeres y la cultura de paz” son las siguientes:
- Apoyar las iniciativas de mujeres en favor de la paz;
- Emancipar a las mujeres para que puedan participar democráticamente en el proceso politice y ganar así presencia e influencia, especialmente en materia de economía y seguridad;
- Promover en los acuerdos de colaboración, una socialización que tenga en cuenta las especificidades femeninas y una formación para la no violencia y la igualdad, dirigida sobre todo a los niños y los jóvenes.
EL AÑO 2000
El año 2000 coincide con el Año Internacional de la Cultura de la Paz. Dado su carácter de bisagra entre dos milenios, el 2000 será un año histórico. El Año Internacional de la Cultura de la Paz constituirá una ocasión única para conceder todo su protagonismo al proyecto “Hacia una cultura de la paz” y despertar, tanto en los países como en los individuos, el deseo entusiasta de participar activamente en la promoción de una paz duradera. La intervención de la UNESCO será decisiva en este terreno, alentando a los Estados Miembros y organizaciones externas, sobre todo a los miembros del sistema de las Naciones Unidas, a poner en marcha iniciativas de paz a todas las escalas, desde la local hasta la nacional, regional o internacional. Como ya queda dicho, esa labor puede declinarse en forma de programas educativos, actividades culturales, iniciativas conjuntas con los medios de comunicación, etc. La Organización contribuirá a coordinar todas esas actividades.
UN AÑO PARA LA PAZ.
La UNESCO propone que el Año Internacional venga asociado a programas regionales e internacionales que insistan en el carácter prioritario de la paz, el desarrollo y la democracia. Planificando y llevando a término esas actividades, los Estados Miembros prestarán un apoyo y una colaboración de gran valor. La UNESCO realiza actualmente consultas con los Estados Miembros sobre posibles proyectos piloto, que deben buscar una amplia participación e incorporar al proceso a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales.
También se está elaborando un calendario de actividades. De algunas conferencias ligada a la UNESCO, como las conferencias mundiales sobre la ciencia (1999) o la comunicación (2000), y del examen del Plan de Acción de Beijing, previsto para marzo de 1999, podrían surgir propuestas de nuevos proyectos que rubricaran el AñovInternacional. Para la 30” reunión de la Conferencia General de la UNESCO (1999) se han programado diversas actividades especiales. La Asamblea del milenio y el Foro de Organizaciones no Gubernamentales eventos previstos para la Asamblea General del año 2000 con motivo del milenio, también estarán estrechamente relacionados con las actividades del Año Internacional.
UNA PAZ DURADERA.
Para promover la idea de una paz duradera, la UNESCO prevé dar continuidad a las actividades del Año Internacional más allá del 2000. Actualmente se están forjando estrechos vínculos de carácter internacional, nacional o local con interlocutores diversos. En el año 2001, el Año Internacional de los Voluntarios abrirá nuevas vías para crear relaciones de colaboración y perseguir diversas actividades. No en vano en su propuesta de declarar el Año 2000 “Año Internacional de la Cultura de la Paz”, el Consejo Económico y Social afirmó que ello “estimularía los esfuerzos de la comunidad internacional para instaurar y promover una cultura de paz dotada de carácter permanente”.
Se presta especial atención a la evaluación de los planes nacionales para la enseñanza a de los derechos humanos. A tal efecto se lleva a cabo actualmente una investigación sobre las leyes, políticas y estrategias nacionales en materia de educación para los derechos humanos en el ámbito universitario. La Oficina Internacional de Educación (OIE) de la UNESCO organizará viajes de observación para promover la firma de acuerdos nacionales que busquen a desarrollar la enseñanza en este campo. Dichos acuerdos podrían interesar no sólo a los educadores sino también a periodistas, productores de programas informáticos didácticos, parlamentarios y otros responsables de la planificación política.
EN ARAS DE LA PAZ Y LA TOLERANCIA.
La cultura de paz sólo puede tener éxito en un contexto de entendimiento mutuo y de concepción abierta y activa de la diversidad. Consciente de esta realidad, la UNESCO tiene la intención de reforzar las redes regionales de promoción de la tolerancia y crear otras redes nuevas. Para ello prepara material didáctico y útiles pedagógicos centrados en la tolerancia y contribuye a su difusión a gran escala, forja nuevas relaciones de colaboración en el campo de la educación para la tolerancia, intenta que los programas sobre la tolerancia hallen eco entre un número creciente de jóvenes y elabora, en colaboración con medios de comunicación locales, programas audiovisuales sobre la tolerancia.
PRESTANDO ESPECIAL ATENCION A LAS MUJERES.
Se han incorporado las diferencias de género al proyecto transdisciplinario “Cultura de Paz”. Por otra parte, las prioridades del proyecto “Las mujeres y la cultura de paz” son las siguientes:
- Apoyar las iniciativas de mujeres en favor de la paz;
- Emancipar a las mujeres para que puedan participar democráticamente en el proceso politice y ganar así presencia e influencia, especialmente en materia de economía y seguridad;
- Promover en los acuerdos de colaboración, una socialización que tenga en cuenta las especificidades femeninas y una formación para la no violencia y la igualdad, dirigida sobre todo a los niños y los jóvenes.
EL AÑO 2000
El año 2000 coincide con el Año Internacional de la Cultura de la Paz. Dado su carácter de bisagra entre dos milenios, el 2000 será un año histórico. El Año Internacional de la Cultura de la Paz constituirá una ocasión única para conceder todo su protagonismo al proyecto “Hacia una cultura de la paz” y despertar, tanto en los países como en los individuos, el deseo entusiasta de participar activamente en la promoción de una paz duradera. La intervención de la UNESCO será decisiva en este terreno, alentando a los Estados Miembros y organizaciones externas, sobre todo a los miembros del sistema de las Naciones Unidas, a poner en marcha iniciativas de paz a todas las escalas, desde la local hasta la nacional, regional o internacional. Como ya queda dicho, esa labor puede declinarse en forma de programas educativos, actividades culturales, iniciativas conjuntas con los medios de comunicación, etc. La Organización contribuirá a coordinar todas esas actividades.
UN AÑO PARA LA PAZ.
La UNESCO propone que el Año Internacional venga asociado a programas regionales e internacionales que insistan en el carácter prioritario de la paz, el desarrollo y la democracia. Planificando y llevando a término esas actividades, los Estados Miembros prestarán un apoyo y una colaboración de gran valor. La UNESCO realiza actualmente consultas con los Estados Miembros sobre posibles proyectos piloto, que deben buscar una amplia participación e incorporar al proceso a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales.
También se está elaborando un calendario de actividades. De algunas conferencias ligada a la UNESCO, como las conferencias mundiales sobre la ciencia (1999) o la comunicación (2000), y del examen del Plan de Acción de Beijing, previsto para marzo de 1999, podrían surgir propuestas de nuevos proyectos que rubricaran el AñovInternacional. Para la 30” reunión de la Conferencia General de la UNESCO (1999) se han programado diversas actividades especiales. La Asamblea del milenio y el Foro de Organizaciones no Gubernamentales eventos previstos para la Asamblea General del año 2000 con motivo del milenio, también estarán estrechamente relacionados con las actividades del Año Internacional.
UNA PAZ DURADERA.
Para promover la idea de una paz duradera, la UNESCO prevé dar continuidad a las actividades del Año Internacional más allá del 2000. Actualmente se están forjando estrechos vínculos de carácter internacional, nacional o local con interlocutores diversos. En el año 2001, el Año Internacional de los Voluntarios abrirá nuevas vías para crear relaciones de colaboración y perseguir diversas actividades. No en vano en su propuesta de declarar el Año 2000 “Año Internacional de la Cultura de la Paz”, el Consejo Económico y Social afirmó que ello “estimularía los esfuerzos de la comunidad internacional para instaurar y promover una cultura de paz dotada de carácter permanente”.