Paz Ciencia
Culpables
José Benito Pérez Sauceda
A consecuencia de los trágicos eventos del casino Royale en Monterrey, asociaciones de empresarios, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos en general se han manifestado hartos de la violencia desatada en la que antes era una de las ciudades más seguras del Norte de México
Expresiones como esta comunidad “no merece la violencia que padece” y esta crisis “no refleja los valores regiomontanos”, son muestra de que algunos miembros de nuestra comunidad consideran que la inseguridad reinante en Nuevo León no es producto directo e indirecto de nuestras acciones y omisiones, lo cual consideramos incorrecto.
El día de la tragedia vimos como conductores de noticieros de televisión se consideraban con la autoridad moral suficiente para buscar al “culpable moral”. La respuesta es sencilla. La responsabilidad es de todos.
Culpable es la autoridad federal, estatal y municipal, ejecutiva o judicial que no hizo lo suficiente, lo adecuado, lo necesario, cubriendo sus acciones de legalidad y procedimientos pero faltando a la verdadera justicia, esa que si pone un alto a la mentira, la opacidad y los problemas.
Culpable es el empresario que teniendo los medios económicos para coadyuvar a combatir la corrupción en la sociedad y llamar a la autoridad a la acción, prefiere sacar provecho de ese pantano y nadar “de muertito” apoyando la inacción de la autoridad que hoy reclama o huir a tierras más seguras.
Culpable es el conductor del noticiero que no cuestiona, investiga, promueve y denuncia a las autoridades por igual manejando, consciente o inconscientemente, la nota periodística de forma que se enaltecen a algunos y se señala a pocos. Culpable es el político que pensando en obtener el poder, se ha dedicado a callar, minimizar, solapar o coadyuvar a la situación de injusticia en que vivimos y en lugar de promover cambios estructurales profundos, vive de la decadencia de nuestra sociedad e impide la ciudadanización del Estado.
Culpable es el académico que promoviéndose como pacifista, fomenta cátedras y herramientas de paz, pero pone su talento para mantener en el poder a dirigentes perversos, que sólo usarán las herramientas del bien para promover el mal, la corrupción y la impunidad.
Culpable es el ciudadano que teniendo el poder en sus manos ha preferido en su mayoría callar y dejar las cosas como están, sin importarle la muerte del vecino, el daño al amigo o el deterioro mental del hijo, escudando su antipatía en el miedo y en que la resolución de sus conflictos es responsabilidad de un Estado que a todas luces ha sido rebasado.
Si alguien está buscando un “responsable moral” de la tragedia sólo debe mirar al espejo, si alguien está buscando quienes no han hecho lo suficiente para evitar este mal, sólo debe ponerse a trabajar.
En un sitio pacifista como este, nuestro objetivo no es buscar culpables, es invitar a los miembros de nuestra comunidad a ponernos a trabajar por el bien y la paz que nosotros mismos abandonamos, pero consideremos importante aclarar que no existe autoridad moral de la sociedad regia para lanzar la primera piedra.
La violencia que vivimos no es una castigo divino, ni producto únicamente de autoridades incompetentes que nosotros mismos llevamos al poder, es resultado de lo que todos los mexicanos y en el caso de Monterrey, los regiomontanos hemos dejado de hacer. Culpables somos todos. No nos confundamos, no hay libres de culpa.
Sin embargo, cada uno de nosotros, puede y debe poner la primera piedra en la construcción de la paz regia. Los regios vencimos la adversidad para crear la capital industrial de México, en territorio inhóspito, con muchos elementos en contra, pero con voluntad, trabajo y corazón se vencieron todas las contingencias. El estado de barbarie en que nos convertimos puede ser revertido si hacemos lo correcto, si no permitimos la indiferencia, la corrupción y el mal. Por nuestra culpa Nuevo León está dejando de ser tierra de líderes, de estar a la vanguardia. Pero también por culpa de cada uno de nosotros puede convertirse en el Estado de Justicia y Paz que pedimos, si en lugar de sólo pedirlo, lo hacemos. Ojalá de eso también podamos ser culpables.
José Benito Pérez Sauceda. Doctor en Derecho. Maestro en Ciencias con especialidad en Métodos Alternos de Solución de Controversias y Licenciado en Derecho y Ciencias Sociales por la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL. Coordinador-fundador del Comité de Fomento e Investigación de la Cultura de Mediación del Colegio de Mediadores de Nuevo León. Actualmente Catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología y de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL en MASC, también se ha desempañado como Profesor de Negociación en la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la misma institución educativa. Autor de diversos artículos jurídico-científicos. Creador e impartidor de cursos y diplomados en Negociación, Mediación y Cultura de Paz. Conferencista a nivel nacional e internacional sobre MASC y Cultura de Paz. Mediador privado afiliado al Centro de Mediación Privado S.A de C.V. Miembro del Primer Observatorio Internacional de Paz de la Fundación Cereco de Argentina. Creador-Coordinador de los sitios: “Mediación Monterrey” y "Cultura de Paz y No Violencia Monterrey".
