¡Educación de Panzazo!
José Antonio García Álvaro
He estado leyendo sobre un documental, "¡De Panzazo!", sobre la educación pública en México. Siendo español, he de decir que en mi país también andamos preocupados por la calidad de la enseñanza pública.
El documental es impactante, constituyendo un "basta ya", un aldabonazo ya furioso, de los que se oyen. Si no preparamos adecuadamente a nuestros adolescentes, malamente podrán servir como adultos a quienes en su momento seamos ancianos, ni a sí mismos como generación.
Visualicemos a un niño como una uva, con el potencial de convertirse en un gran vino. Todo comienza con los padres que han de darle cuidado diario creyendo firmemente en su potencial. El parásito de la indolencia, de la violencia puede atacar a esta uva; ahí han de estar los padres vigilantes para curar la cepa; mejor aún, para prevenir estas enfermedades.
Tampoco podemos obviar que la sociedad ha de ayudarse mutuamente, ya que todos queremos hacer un mejor vino. El concepto "sociedad" muchas veces suena a hueco, resuena hueca. Así, somos todos en conjunto quienes debemos propiciar que nuestras uvas crezcan en un clima propicio.
Ante una buena uva fruto del esfuerzo social colectivo e individual desde la paternidad, llega el enólogo, el maestro, figura sin la cual no hay buen vino excepto "de panzazo". No podemos tolerar enólogos que ni saben ni quieren saber de la uva que les envíanos en la forma de nuestros hijos. La obligación social e individual es la formación de buenos enólogos, buenos maestros.
Por fin sacamos la botella, al hijo, al mercado, a la sociedad. Descorchémosla en la forma de oportunidades; emborrachémonos con el talento y sabor de nuestros hijos, apuremos hasta su última gota desde el placer inmenso que produce lo bien hecho. Hay que poder decir: "en este país hacemos el mejor vino del mundo". Manos a la obra entonces.
El documental es impactante, constituyendo un "basta ya", un aldabonazo ya furioso, de los que se oyen. Si no preparamos adecuadamente a nuestros adolescentes, malamente podrán servir como adultos a quienes en su momento seamos ancianos, ni a sí mismos como generación.
Visualicemos a un niño como una uva, con el potencial de convertirse en un gran vino. Todo comienza con los padres que han de darle cuidado diario creyendo firmemente en su potencial. El parásito de la indolencia, de la violencia puede atacar a esta uva; ahí han de estar los padres vigilantes para curar la cepa; mejor aún, para prevenir estas enfermedades.
Tampoco podemos obviar que la sociedad ha de ayudarse mutuamente, ya que todos queremos hacer un mejor vino. El concepto "sociedad" muchas veces suena a hueco, resuena hueca. Así, somos todos en conjunto quienes debemos propiciar que nuestras uvas crezcan en un clima propicio.
Ante una buena uva fruto del esfuerzo social colectivo e individual desde la paternidad, llega el enólogo, el maestro, figura sin la cual no hay buen vino excepto "de panzazo". No podemos tolerar enólogos que ni saben ni quieren saber de la uva que les envíanos en la forma de nuestros hijos. La obligación social e individual es la formación de buenos enólogos, buenos maestros.
Por fin sacamos la botella, al hijo, al mercado, a la sociedad. Descorchémosla en la forma de oportunidades; emborrachémonos con el talento y sabor de nuestros hijos, apuremos hasta su última gota desde el placer inmenso que produce lo bien hecho. Hay que poder decir: "en este país hacemos el mejor vino del mundo". Manos a la obra entonces.
José Antonio García Álvaro. Director de Arbitraje y Mediación, entidad privada dedicada única y exclusivamente a la promoción del arbitraje y de la mediación como alternativas procesales a la actuación judicial ordinaria. Anteriormente Director de Programas Gubernamentales en la Asociación Americana de Arbitraje (AAA) en Nueva York. Ponente y participante en múltiples foros sobre Arbitraje y Mediación en Estados Unidos y España. Ha impartido cursos de instrucción de árbitros a centenares de profesionales de muy diversos campos durante su carrera profesional. Se licenció en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la State University of New York at Albany, obtuvo su MBA en Comercio Exterior por el Instituto de Empresa de Madrid. Cuenta con Titulación de Appraiser of Investment Properties por la New York University.