Tema de 2013: 20 años
trabajando por tus derechos
"Con ocasión de la
conmemoración del vigésimo aniversario de la Declaración y el Programa de
Acción de Viena redoblemos nuestros esfuerzos para cumplir la responsabilidad
colectiva de promover y proteger los derechos y la dignidad de todas las
personas en todo el mundo".
- Ban Ki-moon
Secretario General de
las Naciones Unidas
Naciones Unidas. La Asamblea General
de las Naciones Unidas proclamó el 10 de diciembre como Día de los Derechos
Humanos en 1950, para señalar a la atención de «los pueblos del mundo» la
Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común de todos los pueblos
y todas las naciones.
El Día de los
Derechos Humanos de 2013 cobra una importancia especial en este año en el cual
se cumple el 20º aniversario del establecimiento del mandato del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos.
La Asamblea General
de las Naciones Unidas estableció el mandato del Alto Comisionado para la
promoción y la protección de todos los derechos humanos en diciembre de 1993,
actuando a raíz de una recomendación de los delegados presentes en la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrara en Viena ese mismo año. La
Declaración y Programa de Acción de Viena, aprobada por la Conferencia Mundial,
marcó el comienzo de un esfuerzo renovado de protección y promoción de los
derechos humanos y se considera uno de los documentos de derechos humanos más
significativos de los últimos 25 años.
Naciones Unidas. 09/12/13
http://www.un.org/es/events/humanrightsday/
Mensaje del
Secretario General de las Naciones Unidas con motivo del Día de los Derechos Humanos
Naciones Unidas. En el Día de los
Derechos Humanos se conmemora la aprobación por la Asamblea General de la
histórica Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este año se conmemora
también el 20° aniversario de la adopción de una medida audaz en la lucha por
hacer de esos derechos una realidad para todos: la aprobación por la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos de la Declaración y Programa de Acción
de Viena. Con la participación de más de 800 organizaciones no gubernamentales,
instituciones nacionales, órganos creados en virtud de tratados y académicos, los
Estados Miembros adoptaron una visión de largo alcance y crearon la Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH),
cumpliendo así uno de los sueños más largamente acariciados de la comunidad
internacional.
En sus dos decenios
de existencia, cinco Altos Comisionados han encabezado con gran empeño la labor
de las Naciones Unidas consistente en promover los derechos humanos en todo el
mundo. Mediante un amplio conjunto de normas y mecanismos, el ACNUDH defiende a
las víctimas, ejerce presiones sobre los Estados para que cumplan sus
obligaciones, presta apoyo a los expertos y órganos de derechos humanos y,
gracias a su presencia en 61 países, ayuda a los Estados a desarrollar su
capacidad en materia de derechos humanos.
La promoción de los
derechos humanos es uno de los objetivos básicos de las Naciones Unidos, y la
Organización ha cumplido esta misión desde que fuera fundada. En ese entonces,
al igual que ahora, la clave del éxito radica en la voluntad política de los
Estados Miembros. En definitiva, son los Estados los que están obligados a
proteger los derechos humanos y prevenir las violaciones al respecto a nivel
nacional, así como de oponerse cuando los demás Estados no cumplen sus
obligaciones. No siempre resulta fácil esta tarea, y en los últimos 20 años ha
habido genocidio y muchas otras violaciones atroces y a gran escala de los
derechos humanos internacionales y del derecho humanitario.
La nueva iniciativa,
conocida como Plan de Acción “Los derechos primero”, tiene como principal
objetivo mejorar la forma en que el sistema de las Naciones Unidas previene las
catástrofes inminentes y reacciona ante ellas. El Plan busca asegurarse de que
el sistema de las Naciones Unidas y todo su personal reconozcan el papel central
que corresponde a los derechos humanos en las responsabilidades colectivas de
la Organización. Por sobre todas las cosas, procura reforzar nuestras
respuestas a los abusos generalizados y evitar que se produzcan esas
situaciones, haciendo hincapié en la alerta temprana y la adopción de medidas
basadas en los derechos.
En el Día de los
Derechos Humanos, hago un llamamiento a los Estados a que cumplan las promesas
que hicieron en la Conferencia de Viena. Reitero el compromiso asumido por la
Secretaría, los fondos y programas de las Naciones Unidas de actuar con
vigilancia y valentía en la lucha contra las violaciones de los derechos
humanos. Por último, rindo homenaje a uno de los grandes símbolos de los
derechos humanos de nuestra época: Nelson Mandela, cuya desaparición ha causado
gran congoja en el mundo entero pero cuyo compromiso de toda la vida con la
dignidad humana, la igualdad, la justicia y la compasión serán por siempre un
motivo de inspiración para nuestra tarea de construcción de un mundo donde
todas las personas disfruten de todos los derechos humanos.
Naciones Unidas.org. 09/12/13
http://www.un.org/es/events/humanrightsday/2013/sgmessage.shtml
La Declaración y el
Programa de Acción de Viena
Conferencia Mundial
de Derechos Humanos, 14 a 25 de junio de 1993, Viena (Austria)
Naciones Unidas. El 25 de junio de
1993, representantes de 171 Estados aprobaron por consenso el documento
Declaración y Programa de Acción de Viena de la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos, poniendo así el broche a dos semanas de conferencia mundial y
presentando a la comunidad internacional un plan común para el fortalecimiento
de la labor en materia de derechos humanos en todo el mundo.
La conferencia se
caracterizó por un grado de participación sin precedentes de delegados
gubernamentales y de la comunidad internacional de derechos humanos. Unos 7.000
participantes, entre ellos académicos, órganos creados en virtud de tratados,
instituciones nacionales y representantes de más de 800 organizaciones no
gubernamentales (dos terceras partes de ellas de nivel popular) se reunieron en
Viena para examinar sus experiencias compartidas y beneficiarse de ellas.
El Secretario General
de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali, en un mensaje a la Conferencia,
dijo a los delegados que, con la aprobación de la Declaración y el Programa de
Acción de Viena, habían renovado el compromiso de la comunidad internacional
con la promoción y la protección de los derechos humanos. Felicitó a la reunión
por haber forjado «una nueva visión para la acción mundial en favor de los
derechos humanos en el próximo siglo».
La Declaración y
Programa de Acción de Viena supone la culminación de un largo proceso de examen
y deliberaciones sobre la situación actual de los mecanismos de derechos
humanos en el mundo. También señala el comienzo de un esfuerzo renovado por
fortalecer e impulsar la aplicación del marco de instrumentos de derechos
humanos que se han ido formulando laboriosamente sobre la base de la
Declaración Universal de Derechos Humanos desde 1948.
En su presentación
del documento ante la sesión plenaria final, el Sr. Ibrahima Fall, Secretario
General de la Conferencia, dijo que la Declaración de Viena aporta a la
comunidad internacional un nuevo «marco de planificación, diálogo y
cooperación» que permitirá aplicar un enfoque holístico a la promoción de los
derechos humanos y obtendrá la participación de interlocutores en todos los
niveles: internacional, nacional y local.
En 1989, la Asamblea
General solicitó que se convocara una reunión mundial en la que se examinaran y
evaluaran los progresos logrados en la esfera de los derechos humanos desde la
aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y donde se
señalaran los obstáculos y la manera en que se podrían superar. La primera
reunión mundial sobre derechos humanos había tenido lugar en Teherán en 1968.
El programa de la
Conferencia, establecido por el cuadragésimo séptimo período de sesiones de la
Asamblea General en 1992, incluyó también el examen de la relación entre
desarrollo, democracia y derechos económicos, sociales, culturales, civiles y
políticos, así como la evaluación de la eficacia de los métodos y mecanismos de
las Naciones Unidas con objeto de recomendar formas de garantizar recursos
financieros y de otros tipos adecuados para las actividades de las Naciones
Unidas en la esfera de los derechos humanos.
Desde la primera de
las cuatro reuniones del Comité Preparatorio, celebrada en Ginebra en
septiembre de 1991, quedó claro que esas tareas presentaban numerosos problemas
difíciles, a veces divisivos, sobre la soberanía nacional, la universalidad, la
función de las organizaciones no gubernamentales y cuestiones sobre la
viabilidad, la factibilidad y la imparcialidad de instrumentos de derechos
humanos nuevos o reforzados.
La búsqueda de un
terreno común para estas y otras cuestiones se caracterizó por un diálogo
intenso entre los gobiernos, docenas de órganos de las Naciones Unidas,
organismos especializados y otras organizaciones intergubernamentales, y miles
de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo dedicadas al desarrollo y
a los derechos humanos.
El proceso
preparatorio incluyó tres reuniones regionales fundamentales (en Túnez, San
José y Bangkok) que formularon declaraciones en las que se describían las
inquietudes y perspectivas particulares de las regiones de África, América
Latina y el Caribe, y Asia y el Pacífico. Además, las reuniones oficiosas
celebradas en Europa y América del Norte, y las numerosísimas reuniones conexas
en todo el mundo contaron con la participación de amplios sectores de la
sociedad y realizaron aportaciones extremadamente valiosas. En la última
reunión de mayo, que finalizó tras un período ampliado de sesiones, el Comité
Preparatorio elaboró un proyecto de documento final con el cual comenzaron la
labor y las negociaciones finales de la conferencia, organizada en Viena por el
Gobierno de Austria.
El documento final
convenido en Viena, que fue aprobado por el cuadragésimo octavo período de
sesiones de la Asamblea General (resolución 48/121, de 1994), reafirmó los
principios que habían evolucionado durante los 45 años anteriores y fortaleció
más aún las bases para nuevos progresos en la esfera de los derechos humanos.
El reconocimiento de la interdependencia entre democracia, desarrollo y
derechos humanos, por ejemplo, allanó el camino para la cooperación futura
entre organizaciones internacionales y los organismos nacionales en la
promoción de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo.
Igualmente, la
Conferencia dio nuevos pasos históricos para promover y proteger los derechos
de las mujeres, los niños y los pueblos indígenas apoyando la creación de un
nuevo mecanismo, el Relator Especial sobre la violencia contra la mujer,
nombrado posteriormente en 1994; recomendando la proclamación por la Asamblea
General de un decenio internacional sobre los pueblos indígenas del mundo, lo
que dio lugar a la proclamación de dos decenios (1995-2004 y 2005-2014); y
haciendo un llamamiento a la ratificación universal de la Convención sobre los
Derechos del Niño para el año 1995. A fecha de hoy, la Convención ha sido
ratificada por todos los países, con excepción de Somalia y los Estados Unidos
de América.
La Declaración de
Viena también hace recomendaciones concretas para el fortalecimiento y la
armonización de la capacidad de vigilancia del sistema de las Naciones Unidas.
A este respecto, solicitó el establecimiento de un Alto Comisionado para los
Derechos Humanos por la Asamblea General, que posteriormente creó ese puesto el
20 de diciembre de 1993 (resolución 48/141). El Sr. José Ayala Lasso fue
designado por el Secretario General para el puesto de primer Alto Comisionado y
comenzó a ejercer sus funciones el 5 de abril de 1994.
La Declaración de
Viena hace hincapié además en la necesidad de que los demás instrumentos de
derechos humanos sean ratificados con rapidez.
«Al aprobar la Declaración»,
dijo el Sr. Fall en su discurso final ante la conferencia, «los Estados
Miembros de las Naciones Unidas han prometido solemnemente respetar los
derechos humanos y las libertades fundamentales, y emprender individual y
colectivamente acciones y programas para lograr que el disfrute de los derechos
humanos sea una realidad para todos los seres humanos».
Naciones Unidas.org. 09/12/13
20º aniversario del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH): 20
logros en materia de Derechos Humanos
Naciones Unidas. La creación del cargo
de Alto Comisionado para los Derechos Humanos en 1993 ha permitido que una voz
autorizada e independiente hable en favor de los derechos humanos en todo el
mundo.
La Oficina del Alto
Comisionado reacciona ante las crisis, apoya a los defensores de los derechos
humanos y acerca los derechos humanos a las personas. Gracias a actividades de
promoción, supervisión y capacitación, contribuye a reformas legislativas y de
políticas que facilitan una mayor rendición de cuentas por las violaciones de
los derechos humanos e impulsan esos derechos.
Quedan muchos
desafíos por delante en la lucha por promover y mejorar la dignidad, la
libertad y los derechos de todos los seres humanos. Sin embargo, en los dos
últimos decenios se han obtenido progresos importantes. A continuación se
indican 20 de los logros más importantes alcanzados desde 1993:
1. Los derechos
económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, así como el derecho al
desarrollo, se reconocen como derechos universales, indivisibles y que se
refuerzan mutuamente de todos los seres humanos, sin distinción.
El goce de todos los
derechos humanos forma una apretada red. El disfrute de un derecho contribuye
al adelanto de los demás. Igualmente, la privación de uno de ellos influye
negativamente en el resto. Por ejemplo, quienes no saben leer ni escribir
suelen tenerlo más difícil para encontrar trabajo, participar en la actividad
política o ejercer la libertad de expresión.
Los derechos
económicos, sociales y culturales incluyen los derechos a una alimentación y
vivienda adecuadas, a la educación, la salud y la seguridad social, a
participar en la vida cultural, a agua y saneamiento, y al trabajo. El Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales entró en vigor en
1976 y su Protocolo Facultativo, en 2013. El Comité que supervisa la aplicación
del Pacto se estableció en 1985. Además, en 2009 se nombró a un relator
especial en la esfera de los derechos culturales.
Los derechos civiles
y políticos incluyen el derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal,
la libertad de no estar sometido a esclavitud, tortura ni arresto arbitrario,
así como los derechos a un juicio justo, a la libertad de expresión, a la
libertad de circulación y a la intimidad. El Comité de Derechos Humanos
supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, que entró en vigor en 1976. El Pacto tiene dos Protocolos
Facultativos, el primero de los cuales entró en vigor en 1976 y el segundo, que
se ocupa de la abolición de la pena de muerte, que está vigente desde 1991.
El derecho al
desarrollo es un derecho humano inalienable: toda persona tiene derecho a
participar en el desarrollo económico, social, cultural y político, a
contribuir al mismo y a disfrutarlo. En 1986 se aprobó una Declaración sobre el
derecho al desarrollo. También existe un Grupo de trabajo intergubernamental de
composición abierta sobre el derecho al desarrollo, establecido en 1998.
2. Los derechos
humanos han pasado a ser un elemento central del diálogo mundial sobre la paz,
la seguridad y el desarrollo.
La paz y la
seguridad, el desarrollo y los derechos humanos son los tres pilares de las
Naciones Unidas. La integración de los derechos humanos en las actividades de
mantenimiento de la paz han mejorado en gran medida la preparación de las
misiones de paz de las Naciones Unidas para impedir violaciones de los derechos
humanos y reaccionar cuando se producen. Las resoluciones del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, por ejemplo, han venido otorgando mandatos
cada vez más amplios relativos a los derechos humanos a las operaciones de
mantenimiento de la paz.
La capacidad de las
operaciones de paz de las Naciones Unidas para proteger a la población local
contra incidentes a gran escala de violaciones graves de los derechos humanos
es, cada vez más, el rasero por el cual se analizan los resultados y el éxito
de las misiones.
A fecha de junio de
2013, hay 15 componentes de derechos humanos en las misiones de paz de las
Naciones Unidas.
3. Las nuevas normas de
derechos humanos se basan en la Declaración Universal de Derechos Humanos de
1948 y la aplicación de los tratados internacionales sobre derechos humanos ha
mejorado de manera significativa.
Los órganos creados
en virtud de tratados de derechos humanos son comités de expertos
independientes que vigilan la aplicación de los tratados internacionales
fundamentales de derechos humanos. Cada Estado parte en un tratado tiene la
obligación de velar por que todos los habitantes de su territorio disfruten de
los derechos consagrados en él.
El sistema de órganos
creados en virtud de tratados ha experimentado un fuerte crecimiento en los
últimos años, gracias a la aprobación por los Estados de nuevos instrumentos
sobre derechos humanos y a la creación de nuevos órganos. Todas las partes se
benefician de su labor: las víctimas acuden a los órganos para solicitar
compensación y reparación mediante los sistemas de denuncia de particulares, y
los gobiernos dependen de ellos para comprender mejor las obligaciones que han
contraído en virtud del derecho internacional de derechos humanos. Resulta
beneficioso para todos contar con información pública sobre la situación de los
derechos humanos en todos los países.
4. El derecho
internacional ofrece ahora una protección explícita adicional a, entre otros
grupos, los niños, las mujeres, las víctimas de la tortura, las personas con
discapacidad y las instituciones regionales. En caso de presunto
incumplimiento, los particulares pueden presentar denuncias ante los órganos
creados en virtud de tratados internacionales de derechos humanos.
Cada año, más de
7.500 personas de todo el mundo presentan denuncias en materia de derechos
humanos ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, con arreglo a los procedimientos de denuncia de los órganos
creados en virtud de tratados.
Los casos planteados
ante los respectivos Comités han tenido consecuencias nacionales y, en algunas
ocasiones, internacionales. Han mejorado y aliviado la situación relativa a los
derechos humanos de personas de todo el mundo y han contribuido a evitar que se
produzcan violaciones similares en el futuro.
5. Los derechos de la
mujer ya se reconocen como derechos humanos fundamentales. La discriminación y
los actos de violencia contra la mujer están en la vanguardia del discurso
sobre los derechos humanos.
La Conferencia
Mundial de Derechos Humanos de 1993 reconoció los derechos de la mujer como
derechos humanos.
La Convención sobre
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
entró en vigor en 1981 y el Comité correspondiente se estableció en 1982. La
Convención, que con frecuencia se ha descrito como una declaración
internacional de derechos de la mujer, ha logrado una ratificación casi
universal. En 1999 se aprobó un Protocolo Facultativo de la Convención.
En 2011 se estableció
un Grupo de Trabajo sobre la Discriminación contra la Mujer en la Legislación y
en la Práctica. Se trata del hito más reciente en la larga vía hacia la
igualdad entre las mujeres y los hombres.
La Declaración sobre
la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aprobada en diciembre de 1993,
indica las medidas que deberían adoptar los Estados y los organismos
internacionales para velar por la eliminación de todas las formas de violencia
contra la mujer, tanto en la esfera pública como en la privada. La primera
Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer fue nombrada en 1994.
6. Hay un consenso
mundial sobre que las violaciones graves de los derechos humanos no deben quedar
impunes. Las víctimas tienen derecho a reclamar justicia, incluso en el marco
de procesos destinados a restaurar el estado de derecho tras conflictos. La
Corte Penal Internacional lleva ante la justicia a perpetradores de crímenes de
guerra y crímenes de lesa humanidad.
El 7 de agosto de
2012, la Corte Penal Internacional, establecida en 2002, dictó su primera
sentencia fundamental sobre reparación a las víctimas, en la causa contra
Thomas Lubanga, la primera persona condenada por la Corte.
En la sentencia se
establecen principios importantes para la reparación ante la Corte, se confirma
que las víctimas deben recibir reparación y que es preciso responder de manera
prioritaria a las necesidades de las víctimas vulnerables, como mujeres, niños
y víctimas de violencia por razón de sexo y de género. La sentencia reconoció
que el derecho a la reparación es un derecho humano básico y bien establecido,
consagrado en tratados universales y regionales de derechos humanos, así como
en otros instrumentos internacionales, como los Principios y directrices
básicos sobre el derecho de las víctimas a interponer recursos y obtener
reparaciones.
7. Ha habido un
cambio de paradigma en el reconocimiento de los derechos humanos de las
personas con discapacidad, especialmente y de manera fundamental, el derecho a
la participación efectiva en todas las esferas de la vida en pie de igualdad
con los demás.
En torno al 10% de la
población mundial (unos 650 millones de personas) está formado por personas con
discapacidad.
La Convención sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad, que entró en vigor en 2008,
establece normas internacionales sobre derechos humanos para todas las personas
con discapacidad del mundo.
La Convención ha dado
un giro al prisma desde el que se ve a las personas con discapacidad: ya no se
consideran meros receptores de beneficencia o de asistencia médica, sino
personas capaces de tomar sus propias decisiones y de ejercer sus derechos. La
Convención pide a los Estados y al sector privado, entre otros, que asuman la
responsabilidad de respetar, proteger y realizar los derechos de las personas
con discapacidad y promueve la cooperación internacional para el desarrollo y
la asistencia humanitaria.
Al mismo tiempo que
la Convención, entró en vigor un Protocolo Facultativo por el que se permite a
los particulares interponer denuncias contra Estados partes.
8. Ahora existe un
marco internacional que reconoce los desafíos a los que se enfrentan los migrantes
y sus familiares, y garantiza sus derechos y los de los migrantes
indocumentados.
Se calcula que 214
millones de personas viven actualmente fuera de su país de origen y muchos se
han trasladado por diversos motivos, entre los cuales la búsqueda de protección
y la búsqueda de oportunidades están estrechamente unidas.
Los migrantes con
frecuencia ejercen trabajos sucios, peligrosos y degradantes. Aunque para
algunos, la migración es una experiencia positiva y de potenciación, demasiados
han de soportar violaciones de los derechos humanos, discriminación y
explotación.
Los mecanismos de
derechos humanos, como el Relator Especial sobre los derechos humanos de los
migrantes, establecido en 1999, y la Convención Internacional sobre la
Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus
Familiares, que entró en vigor en 2003, han afirmado con claridad que, aunque
los países tienen el derecho soberano de determinar las condiciones para la
entrada y la permanencia en su territorio, también tienen la obligación de
respetar, proteger y realizar los derechos humanos de todas las personas bajo
su jurisdicción, independientemente de su nacionalidad u origen, y de su
situación en materia de inmigración.
9. Los derechos de
las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans se han incluido en la agenda
internacional.
Muchas personas
lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) de todas las edades y todas las
regiones del mundo sufren violencia física motivada por el odio. Muchas más
sufren discriminación en el mercado laboral, las escuelas y los hospitales, o
sus propias familias las maltratan y las repudian. Al menos en 76 países, tener
una pareja del mismo sexo está tipificado como delito penal.
En los últimos años,
muchos Estados han hecho esfuerzos decididos por fortalecer la protección de
los derechos humanos de las personas LGBT. Se han promulgado gran cantidad de
leyes nuevas, como las que prohíben la discriminación, tipifican delitos
motivados por homofobia, otorgan reconocimiento jurídico a las relaciones de
personas del mismo sexo y facilitan la obtención por personas transgénero de
documentos oficiales donde se reflejen sus preferencias.
En 2010, el
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y la Alta Comisionada
para los Derechos Humanos, Navi Pillay, lanzaron un llamamiento mundial en
favor de la despenalización de la homosexualidad en todo el mundo y otras
medidas destinadas a frenar la violencia y la discriminación contra las
personas LGBT. Desde entonces, han planteado la cuestión repetidas veces en
discursos públicos y reuniones privadas.
En junio de 2011, el
Consejo de Derechos Humanos aprobó la primera resolución de las Naciones Unidas
relativa a la orientación sexual y la identidad de género, lo que preparó el
camino para el primer informe oficial de las Naciones Unidas sobre la cuestión
elaborado por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
10. Los mecanismos
internacionales de derechos humanos cada vez son más sensibles hacia los
desafíos a los que se enfrentan los pueblos indígenas, especialmente en lo
relativo al derecho de no discriminación.
En los últimos años
se han logrado avances importantes en las cuestiones y los derechos indígenas,
como la aprobación primordial de la Declaración de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas, en 2007. Ese mismo año, el Consejo de
Derechos Humanos estableció un Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas.
El Fondo de
Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas,
establecido en 1985, da a los pueblos indígenas la oportunidad de participar en
los períodos de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas,
establecido en 2000, el Mecanismo de Expertos, el Consejo de Derechos Humanos,
incluido su mecanismo de examen periódico universal, y los órganos creados en
virtud de tratados. In 2012 se amplió el mandato del Fondo para incluir el
apoyo a la participación de los pueblos indígenas en la Conferencia Mundial
sobre los Pueblos Indígenas, que se celebrará en 2014.
En 2001 se nombró un
Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas.
El segundo Decenio
Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo dio comienzo en 2005 y
finalizará en el año 2014. El primer decenio correspondió al período de 1995 a
2004.
Los derechos de las
minorías cobran un reconocimiento creciente como parte integrante de la labor
de las Naciones Unidas en la esfera de la promoción y la protección de los
derechos humanos, el desarrollo humano sostenible, la paz y la seguridad.
El Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas estableció en 2007 un Foro sobre
Cuestiones de las Minorías, que ofrece una plataforma para promover el diálogo
y la cooperación sobre cuestiones relacionadas con las minorías nacionales o
étnicas, religiosas y lingüísticas. El Foro sigue la orientación de la Experta
independiente sobre cuestiones de las minorías, puesto creado en 2005.
La Declaración de las
Naciones Unidas sobre las Minorías fue aprobada en 1992.
11. El Consejo de Derechos
Humanos, establecido en 2006, ha tratado cuestiones vitales y delicadas, y su
examen periódico universal, puesto en marcha ese mismo año, ha permitido a los
países evaluar el historial en materia de derechos humanos del resto de los
países, formular recomendaciones y brindar asistencia para su mejora.
El Consejo de
Derechos Humanos es responsable de intensificar la promoción y la protección de
los derechos humanos en todo el mundo, hacer frente a casos de violaciones de
esos derechos y formular recomendaciones al respecto.
Desde su puesta en
funcionamiento, el Consejo ha respondido a situaciones urgentes en materia de
derechos humanos mediante períodos extraordinarios de sesiones; ha tomado
medidas para asegurar la rendición de cuentas por violaciones graves del
derecho internacional de derechos humanos y humanitario creando comisiones de
investigación o enviando misiones de determinación de los hechos; y ha aprobado
unas 456 resoluciones para responder a gran variedad de cuestiones relacionadas
con los derechos humanos.
El examen periódico
universal es un proceso sin igual que consta de un examen del historial en
materia de derechos humanos de todos los Estados Miembros de las Naciones
Unidas. Ofrece a cada Estado la oportunidad de declarar las medidas que ha
adoptado para mejorar la situación de los derechos humanos en su territorio y
cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos. Este examen periódico
universal, que es una de las características principales del Consejo, está
diseñado para velar por la igualdad de trato a todos los países durante la
evaluación de la situación de los derechos humanos.
El primer ciclo del
examen periódico universal culminó en marzo de 2012 y participaron en él los
193 Estados Miembros de las Naciones Unidas. Las deliberaciones abarcaron todas
las cuestiones de derechos humanos, desde los derechos civiles y políticos
hasta el derecho al desarrollo, pasando por los derechos económicos, sociales y
culturales.
12. Los expertos y
los órganos independientes de derechos humanos supervisan e investigan desde
una perspectiva temática o por países. Abarcan todos los derechos en todas las
regiones y elaboran informes públicos severos que aumentan la rendición de
cuentas y ayudan a luchar contra la impunidad.
Los procedimientos
especiales de las Naciones Unidas son expertos independientes en materia de
derechos humanos que examinan y supervisan derechos humanos específicos desde
una perspectiva temática o por país, y elaboran informes al respecto. En la
actualidad investigan e informan sobre 36 mandatos temáticos específicos de
derechos humanos, como el agua y el saneamiento, la alimentación, las
desapariciones involuntarias, los migrantes, la tortura y la trata de personas,
así como sobre 12 mandatos relativos a países o territorios.
Las misiones de
evaluación ofrecen una comprensión más profunda de la situación de los derechos
humanos en un país a medida que se desarrolla. Si las circunstancias lo exigen,
el Consejo de Derechos Humanos decidirá enviar misiones de investigación, que
analizan las violaciones de los derechos humanos y, si es posible, señalan a
quienes las cometieron.
Los miembros de estas
misiones de evaluación recaban información en reuniones con funcionarios
gubernamentales, dirigentes de la oposición, defensores de los derechos
humanos, miembros de la sociedad civil, víctimas de violaciones de los derechos
y sus familiares, líderes religiosos y desplazados internos. Con frecuencia,
visitan centros penitenciarios y hospitales. También recopilan material como fotografías,
vídeos, informes y otros documentos que podrían ser de ayuda para definir la
situación en materia de derechos humanos.
13. Los Estados y las
Naciones Unidas reconocen el papel fundamental de la sociedad civil en el
adelanto de los derechos humanos. La sociedad civil ha estado en la vanguardia
de la promoción y la protección de los derechos humanos, señalando problemas y
proponiendo soluciones innovadoras, exigiendo nuevas normas, contribuyendo a
las políticas públicas, dando voz a los desposeídos, sensibilizando sobre los
derechos y libertades en todo el mundo y ayudando a crear un cambio sostenible
sobre el terreno.
La Conferencia
Mundial de Derechos Humanos celebrada en 1993 reconoció el papel fundamentan de
las organizaciones no gubernamentales. Los interlocutores de la sociedad civil
ejercieron una función central en la creación del cargo de Alto Comisionado
para los Derechos Humanos.
La participación
creciente de la sociedad civil en los mecanismos de derechos humanos de las
Naciones Unidas dio alas al desarrollo de nuevas normas y reforzó el sistema de
derechos humanos.
En los últimos años
se han puesto en marcha más mecanismos para proteger a los interlocutores de la
sociedad civil que están en riesgo por sus actividades relacionadas con los
derechos humanos. En 1998 se aprobó una Declaración sobre los Defensores de los
Derechos Humanos y en 2000 se otorgó el mandato sobre la situación de los
defensores de los derechos humanos.
Con el transcurso de
los años, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha formulado y
ejecutado gran variedad de estrategias y medidas encaminadas a proteger a los
agentes de la sociedad civil, especialmente sobre el terreno, que abarcan desde
la vigilancia de la situación de los defensores de los derechos humanos y la
elaboración de informes al respecto hasta la diplomacia discreta con los
representantes de los Estados; la promoción y el asesoramiento sobre
legislación que tenga consecuencias para la sociedad civil; las alianzas con
agentes que pueden ofrecer medidas de protección; la visita a miembros de la
sociedad civil en prisión o la observación de los procesos judiciales contra
ellos.
14. Aumenta la
sensibilización y la exigencia en todo el mundo de mayor transparencia y
rendición de cuentas por los gobiernos y del derecho a participar plenamente en
la vida pública.
Millones de personas
han salido a la calle en los últimos años en países de todo el mundo. Han
venido reivindicando su derecho a participar plenamente en las decisiones y
políticas importantes que afectan su vida cotidiana, en los planos
internacional, nacional y local.
Todos los ciudadanos
gozarán del derecho y la oportunidad de participar en la dirección de los
asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente
elegidos. Todas las personas tendrán el derecho de votar y ser elegidos, y de
tener acceso a las funciones públicas, además de a la libertad de expresión,
reunión y asociación. Estos derechos, entre otros, están consagrados en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que son parte 167
Estados. Además, están recogidos de formas similares en otras leyes y documentos.
15. Las instituciones
nacionales de derechos humanos han cobrado mayor independencia y autoridad, y
ejercen gran influencia sobre la gobernanza. Más de una tercera parte de los
países han establecido una o varias de estas instituciones.
Las instituciones nacionales
de derechos humanos reciben y examinan denuncias de violaciones de derechos
humanos, participan en procesos de rendición de cuentas y justicia de
transición en países afectados por conflictos o en transición después de un
conflicto, brindan asistencia en el desarrollo de instituciones democráticas y
organizan la creación de capacidad, especialmente en los ámbitos de la
rendición de cuentas, el estado de derecho y la democracia.
La Conferencia
Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993 fue un punto de
inflexión para estas instituciones. En ella se reafirmó la función que ejercen
las instituciones nacionales, especialmente la capacidad de asesoramiento a las
autoridades competentes, la función de reparación de violaciones de derechos humanos,
la difusión de información sobre derechos humanos y la educación al respecto.
Las instituciones
nacionales han experimentado un crecimiento exponencial desde los años 1990. Su
número comenzó a crecer en América a principios de esa década, en África y
Europa a mediados, y en la región de Asia y el Pacífico en los últimos años de
la década.
16. El Fondo de las
Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura ha brindado asistencia a
cientos de miles de víctimas de la tortura para que reconstruyan su vida.
Igualmente, el Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias de las Naciones
Unidas para Luchar contra las Formas Contemporáneas de la Esclavitud, con su
enfoque único orientado a las víctimas y mediante más de 500 proyectos, ha
prestado ayuda humanitaria, jurídica y financiera a personas víctimas de
violaciones de los derechos humanos.
El Fondo de
Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la
Tortura se estableció en 1981 para brindar ayuda humanitaria, jurídica y
financiera a las personas cuyos derechos humanos han sido objeto de violaciones
graves como resultado de la tortura.
El Fondo otorga
subsidios a organizaciones no gubernamentales, asociaciones de víctimas y
familiares de víctimas, hospitales públicos y privados, centros de asistencia
jurídica, bufetes de abogados de interés público y abogados individuales que, a
su vez, brindan asistencia a supervivientes de tortura y sus familiares para
que reconstruyan su vida.
Gracias al desembolso
de subsidios de un importe promedio de 35.000 dólares de los Estados Unidos, se
calcula que cada año se presta ayuda a unas 70.000 víctimas. Durante los 30
últimos años, el Fondo ha facilitado asistencia financiera por un monto
superior a 120 millones de dólares a más de 600 organizaciones de todo el
mundo.
En 1984, la Asamblea
General aprobó la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, que entró en vigor el 26 de
junio de 1987. La Convención obliga a los Estados a tipificar la tortura como
delito y someter a juicio y sancionar a quienes lo cometen. Los Estados partes
tienen la obligación de presentar informes al Comité contra la Tortura,
establecido por las Naciones Unidas en 1987.
El Relator Especial
de las Naciones Unidas sobre la tortura, el primero de los cuales fue nombrado
en 1985, también ejerce una función clave en la lucha internacional contra la
tortura, pues responde a denuncias de particulares y grupos.
El Fondo Fiduciario
de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para Luchar contra las
Formas Contemporáneas de la Esclavitud se estableció en 1991 con la finalidad
de brindar ayuda humanitaria, jurídica y financiera a las personas cuyos
derechos humanos han sido objeto de violaciones graves como resultado de formas
contemporáneas de esclavitud, así como a sus familiares que se hayan visto
afectados directamente por el sufrimiento de las víctimas.
Las formas
contemporáneas de esclavitud incluyen la esclavitud tradicional, la
servidumbre, el trabajo forzoso, la servidumbre por deudas, las peores formas
de trabajo infantil, el matrimonio forzoso y a edad temprana, la venta de
esposas y las viudas heredadas, la trata de personas y de órganos humanos, la
esclavitud sexual, la venta de niños, la explotación sexual de niños con fines
comerciales y los niños en los conflictos armados.
Durante los 20
últimos años, el Fondo ha brindado apoyo a más de 500 proyectos destinados a
asistir directamente a miles de víctimas para que se liberen de formas
contemporáneas de esclavitud en más de 95 países de todas las regiones del
mundo.
El primer Relator
Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, incluidas sus causas
y consecuencias fue nombrado en 2008.
17. Ahora se
considera que las víctimas de la trata tienen derecho a gozar de todos los
derechos humanos y han dejado de percibirse como delincuentes.
La Oficina de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha logrado el reconocimiento de que
quienes han sido objeto de trata son víctimas y no delincuentes. Este concepto
está consagrado en el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de
Personas, Especialmente Mujeres y Niños, que complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, aprobado en
2000.
El enfoque penal se
ocupa con eficacia de la trata de personas exclusivamente como delito,
brindando especial atención a llevar a los culpables ante la justicia sin
prestar mucha atención al sufrimiento de la víctima. El enfoque centrado en la
víctima es mucho más amplio, ya que está formulado para enfrentarse a las
causas fundamentales que empujan a las víctimas a caer en manos de los
tratantes.
En 2002, la Oficina
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas elaboró una serie de principios y
directrices sobre los derechos humanos y la trata de personas para aportar una
orientación política práctica y basada en los derechos a la prevención de la
trata y la protección de las víctimas mediante la integración de una
perspectiva de derechos humanos en la legislación, las políticas y las
intervenciones nacionales, regionales e internacionales de lucha contra la
trata.
La primera Relatora
Especial sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, fue
nombrada en 2004. Ahora, los Estados cuentan con un enfoque elaborado sobre los
derechos humanos entre sus herramientas para luchar contra la trata de
personas.
18. Se está logrando
un consenso creciente sobre la idea de que las empresas comerciales tienen
responsabilidades en materia de derechos humanos.
El alcance y la influencia
crecientes de las empresas comerciales han dado lugar a un debate sobre sus
funciones y responsabilidades en relación con los derechos humanos.
Durante el último
decenio, el mecanismo de las Naciones Unidas relacionado con los derechos
humanos ha estado analizando el alcance de las responsabilidades de las
empresas en relación con los derechos humanos y estudiando cómo conseguir que
rindan cuentas por las consecuencias de sus actividades para los derechos
humanos.
Como resultado de
este proceso, ahora están mucho mejor definidas las funciones y
responsabilidades de los gobiernos y las empresas en materia de protección y
respeto de los derechos humanos. En 2011, el Consejo de Derechos Humanos aprobó
los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos: puesta en
práctica del marco de las Naciones Unidas para «proteger, respetar y remediar»,
en los que, por primera vez, se establece una norma mundial para prevenir y
resolver el riesgo de que las actividades de las empresas conlleven
consecuencias negativas para los derechos humanos.
19. Ahora existen
directrices para los Estados en apoyo de la libertad de expresión que también
definen cuándo un discurso constituye incitación directa al odio o la
violencia.
En años recientes,
incidentes de incitación al odio, estereotipos negativos en los medios de
comunicación, e incluso promoción del odio nacional o religioso por parte de
funcionarios públicos y partidos políticos han dado lugar a matanzas de
personas inocentes, atentados en lugares de culto y llamamientos a la
represalia. Esta espiral de violencia llama a renovar la búsqueda del
equilibrio adecuado entre la libertad de expresión y la necesidad, igualmente
vital, de proteger a las personas y las comunidades frente a la discriminación
y la violencia.
En 2013 se puso en
marcha el Plan de Acción de Rabat sobre la prohibición de la apología del odio
nacional, racial o religioso que constituye incitación a la discriminación, la
hostilidad o la violencia. En él se recomienda, entre otras cosas, la
promulgación de legislación nacional completa contra la discriminación con
medidas preventivas y punitivas para luchar eficazmente contra la incitación al
odio, así como el empoderamiento de minorías y grupos vulnerables.
Entre los factores
clave planteados por el Plan de Acción de Rabat para prevenir la incitación al
odio se cuentan la responsabilidad colectiva de los funcionarios públicos, los
dirigentes religiosos y de la comunidad, los medios de comunicación y los particulares,
y la necesidad de alimentar la conciencia social, la tolerancia, el respeto
mutuo y el diálogo intercultural.
20. El fuero
internacional en materia de derechos humanos sigue evolucionando y ampliándose
para tratar cuestiones emergentes como los derechos de las personas de edad, el
derecho a la verdad, a un medio ambiente limpio, al agua y el saneamiento, y a
la alimentación.
El derecho
internacional reconoce ampliamente cuestiones emergentes de derechos humanos,
como las siguientes: Se prevé que el número de personas mayores de 60 años
aumente desde los actuales 740 millones hasta llegar a los 1.000 millones en
2020. Lamentablemente, ese mayor número también ha arrojado luz sobre la falta
de mecanismos adecuados de protección y las carencias existentes en las
políticas y los programas destinados a ocuparse de la situación de las personas
de edad.
La Oficina del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos se esfuerza por garantizar que los grupos
de población desatendidos reciban espacio y prioridad en la agenda de los
derechos humanos, y que los gobiernos tomen todas las medidas necesarias para
proteger y promover los derechos humanos.
El derecho a la
verdad brinda a las víctimas y sus familiares el derecho de conocer las
circunstancias reales en las que se produjeron las violaciones de los derechos
humanos, incluso quiénes participaron en ellas. En casos de desapariciones
forzadas y personas desaparecidas, también implica el derecho de conocer el
destino y el paradero de la víctima.
El Día Internacional
para el Derecho a la Verdad fue establecido por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 2010 y se celebra anualmente el 24 de marzo. El derecho a la
verdad está reconocido en varios tratados e instrumentos internacionales y
regionales, como la Convención Internacional para la Protección de Todas las
Personas contra las Desapariciones Forzadas, leyes nacionales, jurisprudencia
nacional, regional e internacional, y numerosas resoluciones y declaraciones de
órganos intergubernamentales.
En los últimos años,
el reconocimiento de los vínculos entre los derechos humanos y el medio
ambiente ha aumentado enormemente. Muchos Estados incorporan ahora en su
constitución el derecho a un medio ambiente saludable. No obstante, quedan por
resolver muchos interrogantes sobre la relación entre los derechos humanos y el
medio ambiente, que es preciso examinar.
El primer Experto
independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos
relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable
y sostenible fue nombrado en 2012. También hay un Relator Especial sobre las
implicaciones para los derechos humanos de la gestión y eliminación
ecológicamente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos, puesto
creado en 1995.
El acceso a agua
potable no contaminada y a saneamiento es básico para vivir una vida de
dignidad y disfrute de los derechos humanos. Sin embargo, miles de millones de
personas todavía no gozan de estos derechos fundamentales.
El derecho al agua y
el saneamiento requiere que estos recursos estén disponibles y sean accesibles,
seguros, aceptables y asequibles para todos, sin discriminación. La primera
Relatora Especial sobre el derecho humano al agua potable y el saneamiento fue
nombrada en 2008.
El derecho a la alimentación
consiste en tener acceso normal, permanente y sin limitaciones a alimentos
adecuados y suficientes para garantizar una vida física y mental satisfactoria
y plena exenta de temor. El primer Relator Especial sobre el derecho a la
alimentación fue nombrado en 2000.
Naciones Unidas.org. 09/12/13
http://www.un.org/es/events/humanrightsday/2013/achievements.shtml