Cuando la
corrupción se instala como sistema en la sociedad, los países se destruyen,
advierte el profesor titular de gestión pública de Harvard, Steve Kelman.
"Es demasiado
sencillo decir 'yo no tengo nada' y que lo tenga todo el marido o esposa de
uno", ejemplificó en entrevista el autor de numerosos libros y artículos
sobre el proceso de formulación de políticas y la mejora de la gestión de las
organizaciones gubernamentales.
"Mi mujer
trabaja para el Gobierno federal y, cada año, tenemos que rellenar un montón de
documentos sobre ingresos y rentas que no son sólo relativos a ella sino a mí,
que soy profesor", afirma el también miembro de la Academia Nacional de
Administración Pública de Estados Unidos.
Cuando en una
sociedad el ascenso social depende de tus conexiones más que de tu talento, esa
sociedad peligra, insistió Kelman citando el libro "Por qué fracasan los
países", de Daron Acemoglu y James Robinnson.
"Si creces en
una sociedad en la que quieres hacerte rico y la forma más simple no es
producir algo o desarrollar algún servicio sino tener amigos en el Gobierno, la
gente elegirá esta segunda opción.
"Eso destruye un
país, cuando la gente inteligente demuestra su ambición teniendo amigos y
conectes en el Gobierno", señaló en entrevista.
Kelman visitó la
Ciudad de México para hablar del curso "Oportunidades y desafíos del
futuro de México, estrategias de liderazgo y desempeño" que la Escuela de
Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey y la Universidad de
Harvard celebrarán del 11 al 16 de enero en Cambridge, Massachusetts.
La impunidad y la
falta de transparencia son dos de los principales motores de la corrupción. En
ese sentido, lamentó Kelman, incluso en China hay más avances que en México.
"En los últimos
20 o 30 años, ¿cuántos Ministros, Gobernadores o Presidentes Municipales han
ido a la cárcel en México por cuestiones de corrupción? Creo que muy pocos. Sin
embargo, en China, por ejemplo, dos de los siete miembros más poderosos del
Partido Comunista han sido arrestados en los últimos tiempos", señala.
Ante el escándalo de
la llamada "Casa Blanca", el profesor estadounidense considera que el
Gobierno de Enrique Peña Nieto tiene la gran oportunidad de crear mejores
leyes.
"El Gobierno
debe proveer más información. Me parece que el caso de la casa de la esposa de
Peña Nieto es una buena oportunidad que tiene para mejorar la legislación sobre
transparencia y pedir a los políticos de cierto nivel que, cada año, hagan
públicas sus cuentas", dijo.
Para abatir una
corrupción como la que prevalece en México, destacó, es necesario que la
sociedad se adueñe del proceso de cambio.
"Cuando en
Estados Unidos se combatió la corrupción entre los años 1870 y 1900, que era
una época en la que la gente se hacía rica muy rápidamente, se corrió el riesgo
de caer en un capitalismo crónico fruto de la corrupción. Pero la gente luchó
para que eso no sucediera. Y los medios de comunicación jugaron un papel muy
importante en eso", asegura.
Por ello, sostiene
que, más allá de lo que el Gobierno pueda hacer, la gente y los medios tienen
que alzar la voz para decir que quieren un país moderno que siga los mejores
modelos internacionales, que quieren estar orgullosos de sí mismos porque la
corrupción los avergüenza.
"Cuando muchos
mexicanos van a Estados Unidos, incluso como turistas, empiezan a comportarse
de manera diferente. No piden mordidas, no tiran basura en la calle...",
ejemplifica.
Para combatir la
descomposición de las estructuras gubernamentales, Kelman también recomienda
que el Gobierno federal se concentre en los ministerios y áreas en las que es
crucial eliminar la corrupción, como los reguladores de energía, los departamentos
de compras de Gobierno y de obras públicas.
A discusión
Sobre el curso que
tendrá lugar en enero, y al que asistirán 40 mexicanos provenientes del mundo
empresarial y político, Kelman dice que esta es la primera vez que hablarán de
corrupción.
"Hasta ahora no
habíamos hablado de ello en este programa, lo estamos haciendo este año por
primera vez porque consideramos que se trata de un asunto muy importante en
casi todos los países en vías de desarrollo, no sólo México".
Del mismo modo,
abordarán la cuestión del uso de las pruebas y los datos para elaborar
políticas públicas.
"En lugar de
hacer política en función de lo que los políticos quieren o no o en las
sensaciones que tengan, hay que hacer política basada en datos.
"Por ejemplo, el
ex Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, aplicó sus técnicas como CEO para
gestionar la ciudad. Enviaba a gente a las calles para ver cuántos baches había
y publicaron esa información. Si un ciudadano llamaba diciendo 'hay un bache en
mi calle', medían cuánto tiempo se tardaba, de media, en arreglarlo.
"Antes de eso,
el Alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, comenzó haciendo mediciones para
combatir el crimen y el resultado fue que, en los últimos 25 años, la ciudad
redujo el número de homicidios en 80 por ciento", resalta Kelman.
Gestión pública
Nombre: Steve Kelman
Ocupación: profesor
titular de gestión pública en la Escuela John F. Kennedy de Gobierno de la
Universidad de Harvard. Editor de la revista International Public Management
Journal y columnista para Federal Computer Week.
Estudios: doctorado
en gobierno por la Universidad de Harvard.
Publicaciones: autor
de numerosos libros y artículos sobre el proceso de formulación de políticas y
la mejora de la gestión de las organizaciones gubernamentales.
Esther Díaz. Reforma.com. México, D.F., 02/11/14
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