Los mexicanos deben
dejar de preguntarse qué hacer contra la corrupción y la constante violación a
los derechos humanos, para cuestionarse sobre lo que realmente están haciendo
para exigir se cumplan a cabalidad sus garantías civiles, planteó Javier
Hernández Valencia, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas (ONU) en el país.
Agregó que para
cerrar las brechas donde prevalece la corrupción, los ciudadanos deben asumir
una voluntad política, “no partidista”, para frenar el “desempoderamiento”
social que se vive. Aconsejó no esperar “el rayo de la tragedia” para actuar.
Durante el foro
“Sociedad Responde”, organizado por asociaciones civiles, Hernández Valencia
explicó que la movilización ciudadana “no debe quedar solamente en un like en
redes sociales o en una firma electrónica”. Es necesario, dijo, buscar los
mecanismos –los cuales son un derecho– para exigir a las autoridades el respeto
de las garantías mas esenciales, por ejemplo: el acceso a la información.
“El empoderamiento da
la libertad de derechos”, dijo. Y agregó: “No asuman una postura desde la
victimización, no esperen el rayo de la tragedia para actuar”.
El representante de
la Oficina del Alto Comisionado de la ONU expuso que a pesar de casos como el
asesinato de civiles en Tlatlaya, que involucra al Ejército, o la desaparición
de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la clase política sigue actuando de la
misma manera.
Previó que, en un
escenario donde la mayoría de mexicanos no se informa y ni siquiera sabe cuál
será el día de los comicios, se votará como siempre.
“Lo que aquí [en
México] denominamos crisis no ha alterado el escenario del poder ni a su
política. Por ello sucederá lo que les ocurrió a los españoles hace seis años,
cuando se vivía una gran crisis: eligieron a los mismos partidos en las
elecciones”, explicó.
Desde la muerte de 22
civiles en junio pasado, en Tlatlaya Estado de México, quienes habrían sido
confundidos por militares, y posteriormente con la desaparición de los 43
alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero,
el respeto a los derechos humanos en México ha sido cuestionado por organismos
nacionales e internacionales, principalmente por la negativa del gobierno del
Presidente Enrique Peña Nieto de reconocer que el país atraviesa por una
emergencia en la materia.
México también ha
sido criticado a nivel internacional por los casos de conflicto de interés que
salieron a flote en noviembre pasado, cuando se dio a conocer que la Primera
Dama Angélica Rivera Hurtado había comprado a Grupo Higa, uno de los
principales contratistas del gobierno, una casa con un valor superior a los 86
millones de pesos. El segundo escándalo involucró al Secretario de Hacienda y
Crédito Público, Luis Videgaray Caso, quien tuvo que admitir la propiedad de
una residencia en Malinalco, Estado de México, comprada también al grupo
empresarial de Juan Armando Hinojosa Cantú y por la cual la inmobiliaria no
obtuvo ninguna ganancia.
Hace unos días, el
Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Tortura
expuso que “la tortura es una práctica generalizada en México”.
“La expresión
‘tortura generalizada’ es la expresión correcta, no he cambiado de opinión”,
declaró Juan E. Méndez, durante una rueda de prensa en Ginebra y en el marco
del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU.
Los otros huecos
Por su parte,
Jacqueline Peschard Mariscal, ex Comisionada Presidenta del Instituto Federal
de Acceso a la Información Pública (IFAI), informó que en México, a pesar de
los avances, sigue habiendo “huecos” donde se utilizan recursos de programas de
alivio a la pobreza para plataformas electorales.
“Debe haber un
movimiento de la sociedad y tiene que ser político. ¿Y qué quiere decir
político? Que tienes que recurrir a todos los canales para, justamente, la
acción política, para la demanda, para que seas escuchado y para que puedas
tener injerencia sobre quienes toman decisiones”, afirmó la también socióloga
mexicana.
Ambos expertos
hablaron sobre la titularidad de los derechos humanos, la cual muchas veces se
piensa que debe ser otorgados por un Estado pero aseguraron que en gran parte
cada individuo tiene que asumir la tarea de luchar por esa titularidad, porque
cada uno es “dueño de sus derechos”.
“Debemos dejar el
facilismo, debemos buscar otras tareas, porque si nuestra única tarea es el
Like, perdimos el norte. Y eso sí me preocupa. […] Hagamos las cosas que
nuestras herramientas, nuestra formación, nuestra vocación y las vías políticas
nos permiten ”, expresó.
Sergio Rincón. Sinembargo.mx. México, Distrito Federal, 27/03/15