Inglaterra celebra este año el 800 aniversario de la Magna Carta Libertatum
firmada por Juan I (1167-1216), considerado el documento más importante de un país
sin constitución escrita, pero sobre todo cualificado por los historiadores
como el documento predecesor de la primera Constitución de los Estados Unidos
de 1787 y de la Declaración de los Derechos Humanos.
La redacción de este
documento tuvo lugar en 1215, cuando después de la derrota en la batalla de
Bouvine contra Francia, el monarca inglés Juan I ya muy debilitado no tuvo más
remedio que sentar las bases de la moderna democracia y las libertades
individuales, y aceptar un recorte de
los poderes absolutos.
En este texto, por
ejemplo, se encuentra el origen de la abolición de la esclavitud, el derecho de
votar de las minorías y de las mujeres, se dice que ni el jefe del Estado – en
este caso el monarca- está por encima de la ley, lo cual daba a los nobles la
oportunidad de tener un juicio justo y que el pago de los impuestos va unido a
la representación política.
Hay fragmentos de
gran trascendencia para su tiempo, por ejemplo: “Ningún hombre libre podrá ser
detenido o encarcelado o privado de sus derechos o de sus bienes, ni puesto
fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni
usaremos de la fuerza contra él, sino en virtud de sentencia judicial de sus
pares y con arreglo a la ley del reino”.
En motivo de esta efeméride,
este año por primera vez, cuatro originales de este documento se pueden ver en
expuestos en la Biblioteca Británica de Londres. Además, esta noticia ha
coincidió con el descubrimiento este mes de febrero de una séptima copia del
documento, en este caso en bastante mal estado, en la localidad Sandwich,
ubicada al sud de Inglaterra. De esta manera el pueblo inglés se reconcilia con
un documento muy poco conocido pero que en su tiempo fue un gran avance para la
paz y la democracia.
CartadelaPaz.org. 25/02/15