Macromural de Palmitas:
con pintura también se combate la violencia
Este barrio de Pachuca
tuvo una intervención federal sin policías, pero con mucha pintura y
actividades sociales para combatir la violencia
Los niños en Palmitas
son los más felices. Acostumbrados al gris del cemento que dominaba su vista,
hoy viven entre decenas de colores y están llamados a mañana ser los defensores
de este cambio que está terminando con la violencia que crecía entre sus
calles.
Dos niñas, Karla y
Laura, preguntan impacientes por “los de las pinturas”, unos jóvenes que hoy
viven en la colonia y que han transformado a Palmitas en el mural urbano más
gran del país, con 20,000 metros cuadrados, 190 colores y mucha esperanza de
que las cosas cambien.
Bajo el duro sol de la
tarde de sábado, pocos adultos se ven en las calles de este barrio de Pachuca.
Pero el calor parece no molestarle a estas niñas de 6 y 10 años, las primeras
en llegar al lugar en donde pintarán máscaras que usarán al ser nombrados “guardianes”
de sus calles.
La semana anterior
pintaron macetas que ahora adornan algunas ventanas de las casas de la colonia.
Antes ya habían lanzado globos de cantoya junto con los integranes del
colectivo Germen Crew, los reorganizadores de la vida del barrio.
“Las personas a las que
más tomamos en cuenta son a los niños. Las personitas más importante de esta
colonia y para los cuales Germen está sambrando la semilla”, dice Enrique Gómez, Mibe, uno de los líderes de German Crew de jóvenes por expertos
en el grafiti y arte urbano
“Hacemos talleres
culturales y actividades manuales con los niños para que al final nosotros les
dejemos los títulos de propiedad de los murales. No a los papás. Esos niños van
a ser los guardianes de esta colonia. Van a mantener la creatividad de
Palmitas”, explica Mibe.
El Palmitas rojo
Hasta principios de
año, Palmitas era como cualquier colonia que crece desordenada por las laderas
de un cerro. A los problemas de servicios y desarrollo urbano —como la falta de
espacios de recreación— se sumó la violencia de los jóvenes que la habitaban.
Desde hace años, el
barrio se dividió en dos grupos, los gatos y los pichoneros, cuyos jóvenes,
incluso, ya ni recuerdan por qué surgió la enemistad que los hacía pelear cada
noche, según cuentan los vecinos.
“Había muchos pleitos
de jóvenes de allá abajo. Cada que se peleaban ellos subían hasta acá y
agarraban piedras de donde fuera”, dice Silvia, una vecina de la parte alta de
Palmitas. Y en cambio Juana, de la parte de abajo, asegura que los problemas
"eran de arriba”.
Entre los empinados
pasillos y callezuelas de la colonia viven 1,808 personas en 209 casas, según
el censo que hizo el gobierno federal en 2013, cuando las autoridades
decidieron intervenir en Palmitas como un proyecto de prevensión de la
violencia.
La mayoría de las 450
familias son de hogares monoparentales, con jóvenes que no estudian ni
trabajan, embarazos adolescentes, deserción y bajo nivel escolar y un espacio
público deteriorado, explica Eunice Rendón, encargada de la Subsecretaría de
Prevención y Participación Ciudadana (SPPC) de la Secretaría de Gobernación.
Al inaugurar el mural
este lunes, el presidente Enrique Peña indicó que el índice de violencia en la
zona logró reducirse un 34%, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, y
que esto representa un incremento cuatro veces superior a lo que ha disminuido
la violencia y la delincuencia en otras partes del país.
Del blanco al color
El gobierno federal
emprendió el proyecto en Palmitas en 2014 con un presupuesto de 5 millones de
pesos, y se busca que este modelo sea la base para intervenir otros lugares del
país, a partir de un diagnóstico que
identifique los factores de riesgo de violencia para una comunidad.
La necesidad de un
cambio de este tipo en Pachuca es tan cercana, como la calle de enfrente de
Palmitas. Desde Cubitos, la colonia vecina, hay habitantes como Ernestina,
quien confiesa que sí se siente "envidia" de la transformación que
han visto en seis meses.
Palmitas, Cubitos,
Felipe Ángeles y La Raza son las colonias en las que tiene planeado intervenir
la Subsecretaría de Participación y Prevención Ciudadana. Para el piloto de
Palmitas, el gobierno federal contrató al colectivo Germen Crew, que encabeza
las acciones de convivencia para saber cuáles eran los colores del barrio.
“En el mundo, México es
percibido de color rojo, un punto rojo, sangre, digamos. Nosotros lo que
llegamos a hacer a Palmitas es aplicar blanco a ese punto rojo para hacer
armonía”, afirma Mibe, quien creció en la zona conurbada de la Ciudad de México
en donde aprendió a hacer grafiti.
Con la colaboración de
la empresa de pinturas Comex, el colectivo pintó primero de blanco toda la
colonia. “Había vecinos que decían con el blanco ‘ay, yo quiero que se quede
así la casa”, recuerda Mibe.
Casi toda la comunidad
logró la integración que hacía mucho no tenían. Todos participaron de alguna
manera. “No podemos abrir una cubeta de pintura sin que alguien la agarre de la
base. Y por eso hablamos con los vecinos”, dice el miembro del colectivo.
Omar es uno de los
14 jóvenes de Palmitas que cambiaron las
agresiones por la brocha. “Antes nos señalaban como adictos o alcohólicos…
Pintar nos acercó a los vecinos”, explica.
Y en todo ello, los
niños fueron de los primeros en llenarse de pinturas las manos. Más de 20,000
litros de pintura cambiaron el color del barrio.
¿Cubrir los problemas?
Las autoridades dicen
que, desde que inició la intervención en Palmitas, han detectado una reducción
de la incidencia delictiva. Entre los vecinos, Silvia dice que “sí se han
calmado un poco los problemas”.
Pero la encargada de la
Subsecretaría de Prevensión y Participación Ciudadana asegura que este tipo de
proyectos contra la violencia va más allá de pasar el rodillo por las fachadas
para luego irse del lugar.
“Aquí, nosotros vemos
lo físico, la pinta de mural, que es un cambio muy importante para el barrio,
pero lo más importante en el proceso de prevención es todo lo que se trabaja
con la comunidad”, dijo Rendón.
“Las redes comunitarias
que hemos venido haciendo aquí, sobre todo los procesos de mediación para enseñar
a la gente a arreglar sus problemas de forma pacífica”, han sido uno de los
primeros logros que han tenido con este proyecto.
En la parte artística
aún falta que los miembros de Germen Crew pinten la historia del barrio en las
calles. Uno de los personajes, es doña
Jose, una de las matriarcas de Palmitas, que está pintada en un mural en una de
las entradas de la colonia.
El siguiente paso es
apoyar a los habitantes para que su llamativa colonia atraiga turismo. Varios
jóvenes recibirán una beca para recibir cursos en turismo y gastronomía del
Tecnológico de Monterrey, pero desde ahora, ya están llegando los turistas a
Palmitas.
“Lo que yo veía en las
redes sociales eran fotos, pero subiéndote a las calles y andando por ellas te
das cuenta de la combinación de los colores y los detalles”, dijo Eduardo
Gómez, visitante de la Ciudad de México y aficionado a la foto urbana.
Y para Mibe, lo
principal es que los habitantes de Palmitas, y principalmente los niños, han
comenzado a recuperar las calles que antes le causaban miedo.
“Al principio nadie
sonreía en la calle, y hoy tenemos millones de sonrisas. Este proyecto le está
dando una plusvalía a los millones de pesos”, dice el artista.
“No es un derecho
acostumbrarse a lo malo. La desigualdad, los factores de riesgo, no es algo
normal. La gente se empieza a acostumbrar, pero no es posible. Entonces tenemos
que enseñarles a transformar y a tomar el espacio público para romper
esquemas.”
Germen Crew está
preparando un documental, y un avance muestra cómo cambió en pocos meses el
rostro de Palmitas.
Darío Martínez Brooks. CNNMéxico.com. 01/09/15
“La pintura y los
talleres cambiaron nuestras vidas”: Graciela Dueñas
Con paredes
multicolores a sus espaldas, Graciela Dueñas, vecina de la colonia Palmitas, de
Pachuca, funge como oradora y afirma que había decidido mudarse de esa zona,
porque no les agradaba el ambiente.
Sin embargo, cuando se
puso en marcha el proyecto “Pachuca se Pinta” y al ver “a los niños en los
talleres de pintura y a los chavos pintando la colonia, la verdad, esto fue
diferente y cambió nuestras vidas. Nos motivó a convivir entre nosotros y poder
protegernos; a sentirnos más seguros; a cuidarnos entre todos”.
Ayer, el presidente
Enrique Peña Nieto acudió a inaugurarlo. Iba a realizar un recorrido por la
colonia mencionada, pero una pertinaz lluvia se lo impidió así que, tras
encabezar la ceremonia alusiva y develar la placa del Macromural, se limitó a
saludar a algunos vecinos.
El Macromural “Pachuca
se Pinta”, el más grande de América Latina, se ubica en la zona de barrios
altos a unos minutos del centro de la capital hidalguense.
La comunidad, junto con
el Colectivo de Arte Germen Crew, llevó cabo el macromural que se puede
observar desde la entrada a Pachuca.
Se destinaron cinco
millones 450 mil pesos entre inversión federal y de Comex, de la familia Achar,
que aportó la pintura.
La obra inició en marzo
de 2014 cuando se pintaron, en técnica de grafiti, más de 20 mil metros cuadrados sobre 209
casas en beneficio de 452 familias.
Con sus propias manos,
participaron mil 800 habitantes de Las Palmitas.
El mural, famoso ya en
noticieros de Inglaterra, Grecia y Francia, páginas y blogs de arte urbano de
Nueva York, de Colombia, videos y fotos en redes sociales, ha resultado en una mejor imagen para la
ciudad, pero también una percepción de menor violencia.
De acuerdo con la
Secretaría de Gobernación, merced al trabajo colectivo, la incidencia delictiva en la colonia Palmitas se ha
reducido a tal grado que en seis meses (enero – junio de este año) sólo han
reportado 11 robos/asaltos y siete faltas administrativas.
En voz del Colectivo,
“Palmitas busca convertirse en el primer barrio mágico del país”. Explican que
el color blanco del mural brinda esperanza e igualdad y la plasma de colores en
movimiento por el aire, es vida y símbolo de la “Bella Airosa”.
Cecilia Téllez Cortés. Cronica.com.mx. 01/09/15
Palmitas, el barrio
mexicano que combate la violencia con colores
Artistas y ciudadanos
en México han transformado la colonia Palmitas, en la ciudad de Pachuca, en un
inmenso y brillante mural.
El proyecto
"Pachuca se pinta" desarrollado por el colectivo de artistas Germen
Crew y financiado por el gobierno local, pretende aprovechar la transformación
del espacio público del barrio para facilitar la integración de sus residentes.
209 casas en las que
viven más de 452 familias han sido pintadas en un esfuerzo por cambiar a
Palmitas, un barrio de bajos recursos.
Además de crear el
mural más grande de México, la iniciativa logró bajar sustancialmente los
índices de criminalidad.
BBC.com. 20/09/15
Palmitas: el efecto de
mejorar nuestro entorno
Algo sucede, una
especie de efecto terapéutico con consecuencias directas en el ánimo de las
personas, cuando cambia el aspecto de su entorno. En Venezuela en 2012 fue
organizada una actividad denominada Échale color en uno de los barrios más
peligrosos de Caracas. Quien estuvo atrás de esa actividad fue la organización
Paz con Todo, cuyo objetivo es disminuir los índices de violencia en ese país
suramericano. Tras llevar a cabo la actividad, además de mejorar el aspecto del
barrio Zona Siete de José Félix Ribas, la convivencia entre la comunidad que
allí habita mejoró, como se puede leer en las crónicas que consignaron el hecho
una vez que concluyó la actividad creativa. Ayer en Pachuca cerró su ciclo una
actividad similar. Y tuvo tales resultados que incluso vino el presidente de la
República Enrique Peña Nieto para inaugurarlo. Se trata del macromural de la
colonia Palmitas que requirió una inversión de poco más de 6.5 millones de pesos,
financiados a través de un programa denominado Pachuca se pinta. En este caso
los vecinos de Palmitas trabajaron durante un año ocho meses bajo la guía de
Enrique Gómez, director del colectivo Germen Crew, quien enfrentó el reto de
coordinar el trabajo de los vecinos del barrio y en particular de juntar a dos
familias enemistadas desde hace más de 35 años. Pero el trabajo y quizá la
ilusión de que su barrio podría verse mejor, los hizo superar sus diferencias y
de paso contagiar a toda la colonia con la misma actitud. El resultado fue la
creación del mural más grande de su tipo en toda Latinoamérica, según explicó
ayer Gómez, pero además se construyó un lenguaje de comunidad, arquitectura,
historia y arte. Se construyó algo que pocas veces percibimos: cohesión social,
un tejido que en nuestro país está cada vez más roto, carcomido por la
desconfianza, la inseguridad y el miedo. Por algún lado hay que empezar
ElIndependienteDeHidalgo.com.mx 01/09/15
Mural en cerro de
México impulsa proyecto de prevención social
El cerro Palmitas, en
Pachuca, la capital del estado mexicano de Hidalgo, es no solo el mural más
grande del país sino también un proyecto integral de prevención social, que
favorece la convivencia y seguridad ciudadana.
La comunicación entre
el colectivo Germen Crew, que se encargó de realizar este proyecto del
gobierno, y que incluyó la participación de los habitantes de la comunidad,
sobre todo de niños y jóvenes, fue corroborada por una visita hoy de
corresponsales extranjeros al lugar.
En la colonia de
Palmitas habitan mil 808 personas y 209 casas fueron pintadas con cerca de 200
llamativos matices, lo que favoreció a más de 450 familias.
Algunas calles tienen
posibilidades para el tránsito vehicular, en otras se asciende y desciende por
escaleras, pintadas de blanco, mientras en una de las partes más altas del
cerro de un mural en la pared surge la imagen de una anciana con los brazos
abiertos.
Ella recibe al
visitante y está dedicado a Doña o Mamá Jose, una señora o personaje popular de
este lugar que habita en una de las casitas del cerro de Palmitas.
Desde allí se divisa
otro de los cerros que conforman el llamado polígono y que recibe el nombre de
Cubitos.
Enrique Gómez
"Mibe", en entrevista con Prensa Latina, señaló que creció con sus
abuelos y el "grafiti me salvó la vida, porque fui un joven muy
travieso".
Recuerda sus días en la
preparatoria en la Universidad Nacional Autónoma de México, las horas dedicadas
luego a la venta de carnes y tacos (un plato tradicional de la comida mexicana)
y cómo desde 2001, tras participar en una exposición de grafiti, "ya no
pude dejar esto".
"Mi abuela siempre
creyó mucho en mí, en lo que hacía, y me pidió que nunca lo dejara",
comentó.
Germen es la semilla,
un granito en el universo, un microorganismo, ese es el significado del nombre
que lleva el grupo, integrado por alrededor de 13 personas, el 85 por ciento de
los cuales proviene del grafiti, amplió.
"Yo tengo que
irme, porque debo transformar otros lugares, pero a mí también me cambió la
vida lo que se hizo aquí", expresó.
Esto demuestra,
subrayó, cómo el arte a través del muralismo te puede transformar, te da
alegría y este es un lugar donde se contrasta ahora la belleza y la magia,
"es como si los colores te empezaran a abrazar".
Mibe resaltó sobre todo
la participación de los niños en esta transformación y reiteró que "ellos
son los guardianes de este lugar".
De respetuosos, amables
y sociables catalogó Reina Baeza, una de las habitantes de Palmitas, la labor
realizada por los miembros del colectivo Germen Crew, además de agregar que sin
"ellos hubiera sido imposible esto".
Ahora la colonia se ve
más limpia y esta pintura nos cambió la vida, incluso sentimos más seguridad,
subrayó.
En declaraciones María Florencia Escobedo, una de las vecinas que reside más
abajo, apuntó que aquí vive desde hace 34 años y que "este cambio
significó mucho para mí, ahora hay menos vagancia y problemas, más
tranquilidad".
"Estoy muy contenta
de que mis hijos vivan en un ambiente mejor. Sí, contribuimos de alguna manera
con quienes trabajaron en esta labor, ofreciéndoles lo que pudiéramos, ya fuera
agua o un café", dijo.
"Este era un lugar
muy olvidado", concluyó.
Mayra Pardillo. PrensaLatina.cu. 23/09/15
Artistas mexicanos
convierten una barriada deprimida en un gran mural multicolor
El Gobierno mexicano
invitó a grafiteros a pintar el barrio Palmitas, en Pachuca, y el resultado ha
sido más que sorprendente y colorista
Mientras muchos
gobiernos y ayuntamientos utilizan sus recursos para eliminar los grafitis de
sus ciudades, las autoridades mexicanas han optado por todo lo contrario,
invitar a los artistas callejeros a pintar, y el resultado ha sido el mural más
grande del país.
209 casas situadas en
una colina en el deprimido barrio de Palmitas, en Pachuca, han sido decoradas
por el colectivo German Crew, dentro de un proyecto para reducir la violencia
entre la población joven. El mural, llamado el «El Macro Mural Barrio de
Palmitas» cubre aproximadamente 200.000 metros cuadrados, para lo que se ha
utilizado unos 20.000 litros de pintura.
Completar la obra ha
llevado al colectivo de artistas dos años y medio, pero esperan que los
resultados inspiren a los jóvenes a usar el arte para expresarse. Uno de los
miembros de German Crew ha comentado a la cadena de noticias Al-Jazeera que
"el grafiti ha transformado nuestras vidas y nos has permitido evitar
malas decisiones. Desde nuestra experiencia, creemos que puede cambiar la vida
de otros.»
ABC.es. 03/08/15