Mensaje de Ban Ki-moon Secretario General de las
Naciones Unidas por el Día Internacional de la Mujer 2013
Naciones Unidas. Al celebrar el Día Internacional
de la Mujer, debemos mirar hacia atrás, hacia el año que acaba de terminar, en
que se cometieron atroces crímenes de violencia contra las mujeres y las niñas,
y preguntarnos cómo hacer para asegurar un futuro mejor.
Una joven fue víctima de una violación en grupo.
Otra se suicidó para evitar sufrir una vergüenza que deberían haber sufrido los
autores de la violación. Jóvenes adolescentes fueron muertas de disparos de
armas de fuego efectuados a corta distancia por tener la osadía de pretender
recibir educación.
Estas atrocidades, que con justicia desencadenaron
indignación a nivel mundial, son parte de un problema mucho mayor que se
encuentra generalizado prácticamente en todas las sociedades y que se da en
cada ámbito de la vida.
Miren a su alrededor, a las mujeres que tienen
cerca. Piensen en las mujeres de sus familias y comunidades que ustedes
aprecian, y entiendan que existe una probabilidad estadística de que muchas de
ellas hayan sido víctimas de violencia en su vida. Muchas más han consolado a
una hermana o amiga y compartido su dolor y enojo tras haber sufrido una
agresión.
Este año, en el Día Internacional de la Mujer,
traducimos nuestra indignación en medidas concretas. Declaramos que juzgaremos
los crímenes que se cometan contra las mujeres —y que nunca permitiremos que
sean castigadas por los abusos que han sufrido. Renovamos nuestro compromiso de
luchar contra esta amenaza mundial a la salud donde quiera que aceche, en
hogares y empresas, en zonas de guerra y plácidos países, y en las mentes de
las personas que permiten que la violencia continúe.
También hacemos una promesa especial a las mujeres
que se encuentran en situaciones de conflicto, en que la violencia sexual se
convierte con demasiada frecuencia en un instrumento de guerra orientado a
humillar al enemigo destruyendo su dignidad.
A esas mujeres decimos: las Naciones Unidas están
con ustedes. Como Secretario General, insisto en que el bienestar de todas las
víctimas de la violencia sexual que se produce durante un conflicto debe ser
uno de los principales objetivos de nuestras actividades, y doy la instrucción
a mis asesores de más alto rango de que den a las medidas que se adopten para
luchar contra la violencia sexual un lugar prioritario entre todas nuestras actividades
de fomento, mantenimiento y consolidación de la paz.
El sistema de las Naciones Unidas está avanzando en
nuestra campaña «Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres», que
se basa en la simple aunque sólida premisa de que todas las mujeres y niñas
tienen el derecho humano fundamental de vivir sin violencia.
Esta semana en Nueva York, en la Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer, el mundo está celebrando la asamblea
de las Naciones Unidas de mayor envergadura que se haya realizado jamás para
poner fin a la violencia contra las mujeres. Aprovecharemos al máximo esta
reunión, y seguiremos insistiendo en que se logren avances hasta mucho después
de que haya concluido.
Agradezco a los numerosos gobiernos, grupos y
personas que han contribuido a esta campaña e insto a todos a unirse a nuestro
esfuerzo. Sea que donen sus fondos para una causa o presten su voz para clamar
con indignación, ustedes pueden ser parte de nuestro esfuerzo mundial para
poner fin a esta injusticia y proporcionar a las mujeres y las niñas la
seguridad y libertad que merecen.
Onu.org.08/03/13
Mensaje de Michelle Bachelet Directora Ejecutiva de
ONU Mujeres por el Día Internacional de la Mujer 2013
Naciones Unidas. El cambio es posible y el cambio
está sucediendo
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, quiero
unir mi voz a las voces de todas las personas que creen que el cambio es
posible.
Nos guía un principio fundamental de las Naciones
Unidas: creemos en la igualdad de derechos para las mujeres y los hombres.
En todos los lugares del mundo, estamos alzando la
voz para dejar de lado el silencio y la indiferencia frente a los hechos de
violencia contra las mujeres. El cambio es posible y está ocurriendo.
El cambio ocurre cuando todos los países, por
primera vez en la historia, tienen mujeres en sus equipos olímpicos, como
pudimos ver el pasado verano en Londres.
El cambio ocurre cuando personas de todo el mundo
muestran su solidaridad con una niña pakistaní llamada Malala que fue atacada
por defender la educación para todas y todos.
El cambio ocurre cuando surgen protestas a nivel
mundial y vemos a mujeres y hombres, jóvenes y mayores, alzando su voz y
diciendo no a la violencia contra las mujeres.
Mi mensaje de este Día Internacional de la Mujer
tiene dos lados, uno de esperanza y otro de indignación.
Tengo esperanza porque aumenta la conciencia y la
movilización a favor de los derechos de las mujeres en todas partes y cada vez
somos más las personas que decimos basta ya! No hay lugar en el siglo XXI para
la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas.
Pero siento indignación porque mujeres y niñas
siguen sufriendo altos índices de discriminación, violencia y exclusión. Se les
culpa sistemáticamente, se les hace sentir vergüenza por la violencia que se
comete contra ellas, y, con demasiada frecuencia, buscan justicia sin
conseguirla.
Ha llegado la hora de que los gobiernos cumplan sus
promesas y protejan los derechos humanos, respetando los convenios y acuerdos
internacionales que han firmado. Una promesa es una promesa.
Cuando fundamos ONU Mujeres hace más de dos años,
poner fin a la violencia contra las mujeres se convirtió en una de nuestras
principales prioridades. Somos plenamente conscientes de que para ello es
necesario cambiar actitudes y progresar hacia la igualdad de derechos, la
igualdad de oportunidades y la igualdad en la participación, especialmente a la
hora de tomar decisiones.
En noviembre de 2012, envié una carta en nombre de
ONU Mujeres a todas y todos los representantes de Estado y de Gobierno de las
Naciones Unidas. En ella les pedía que se sumaran a la iniciativa “NOS
COMPROMETEMOS” y que se comprometieran con medidas concretas para prevenir y
poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.
Alrededor de 45 Gobiernos lo han hecho. Hago un
llamado a todos los gobiernos para que se comprometan y emprendan acciones para
poner fin a la violencia contra las mujeres.
Mientras en todo el mundo se conmemora este Día,
cientos de representantes de Gobiernos y de ONGs se reúnen en las Naciones
Unidas para participar en el más importante de los encuentros internacionales
dedicado a las mujeres: la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la
Mujer.
Hace 10 años, cuando en este mismo foro las
Naciones se reunieron para debatir sobre la violencia contra las mujeres, no
fue posible alcanzar un acuerdo. Diferentes visiones impidieron un consenso.
Ahora, no podemos permitir que el desacuerdo y la falta de decisión impidan el
progreso y la protección de las mujeres del mundo.
Sí, el cambio es posible y el cambio está
ocurriendo. Pero, dadas las atrocidades que se cometen cada día, debemos
preguntarnos: ¿Ocurre este cambio con la rapidez que debiera? ¿Cuántas mujeres
y niñas más tienen que ser violadas o asesinadas? ¿Cuántas familias más tienen
que sufrir?
El derecho de una mujer a vivir sin violencia
depende de un sistema judicial férreo. Los países que promulgan y hacen cumplir
leyes sobre la violencia contra las mujeres tienen menos violencia de género.
En la actualidad, 160 países tienen leyes de este tipo. Sin embargo, una ley
sólo es eficaz si se puede aplicar y dar cumplimiento a su normativa. Muy a
menudo, este cumplimiento no existe.
Unamos nuestros esfuerzos para crear políticas y
leyes firmes, para que se cumplan de forma efectiva.
Unamos nuestros esfuerzos a favor de la prevención
y la educación, también para conseguir programas que presten servicios
esenciales a las víctimas y sobrevivientes de la violencia.
Hoy, y todos los días, decimos NO a la discriminación
y la violencia contra mujeres y niñas.
NO a la violencia doméstica y los abusos.
NO a las violaciones y la violencia sexual.
NO a la trata de seres humanos y la esclavitud
sexual.
NO a la mutilación genital femenina.
NO al matrimonio infantil.
NO a los asesinatos cometidos en nombre del honor o
la pasión.
NO al feminicidio.
NO a la impunidad.
Y decimos SÍ a la paz, a los derechos humanos, la
justicia y la igualdad.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, y todos
los días, debemos avanzar con valentía, convicción y compromiso detrás de un
solo mensaje: la violencia contra las mujeres es una responsabilidad de todas y
todos nosotros y es una prioridad urgente.
No puede haber paz, no puede haber progreso
mientras las mujeres viven con miedo de sufrir violencia.
Onu.org. 08/03/13