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811. La Cultura de Paz ausente en las campañas políticas en México

1994 es una fecha imborrable para México, un país con grandes anhelos y esperanzas se veía manchado nuevamente en su historia de sangre, de un hecho reprobable que cambio el rumbo de nuestro país, me refiero específicamente al asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y no únicamente del país sino de miles de mexicanos donde la esperanza desapareció, un candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI),  que a lo largo de una buena parte del gobierno del presidente de la República Carlos Salinas de Gortari fue preparado, como presidente del CEN del PRI y luego, como responsable de la gran tarea de la política social,  para  contender  como candidato a presidente de México para las elecciones en el año de 1994.  Ese año fue sin duda, el inicio de una etapa de espirales de violencias y de desorden social en México, el mensaje erróneo de que la violencia era la forma de llegar al poder era la indicada, incluso en las universidades públicas del país, la violencia se convirtió en una forma de expresión de miles de estudiantes y jóvenes.
Ese mismo año el levantamiento armado en Chiapas, reorientó las prioridades nacionales para hacer posible una de las más avanzadas reformas electorales en la historia mexicana. A su llegada al poder presidencial, Ernesto Zedillo estableció una alianza con el Partido Acción Nacional la cual ya había sido iniciada en el gobierno de Carlos Salinas, pero también se sumó al Partido de la Revolución Democrática a lo que hoy se sabe fue un acuerdo para la transición política pactada.
Asimismo, el gobierno federal sacaría las manos de la conducción y el control de los procesos electorales, lo que dio paso a la creación del Instituto Federal Electoral, una institución autónoma, ciudadanizada, con presupuesto propio que regularía y fiscalizaría el financiamiento público a los partidos y, sobre todo, que sería responsable y garante de elecciones limpias, creíbles, equitativas y democráticas.
La ceremonia realizada en Palacio Nacional, encabezada por el Presidente de México Ernesto Zedillo Ponce de León, los partidos políticos acordaron la modificación de 17 artículos constitucionales para conformar la mencionada reforma electoral.  El proyecto con modificaciones pertinentes, fue aprobado por unanimidad el 30 de julio por la Cámara de Diputados. A partir de entonces, la presidencia del IFE ya no fue ocupada por el secretario de gobernación, sino por uno de los consejeros ciudadanos electo para un periodo de seis años y, el primero a cargo fue José Woldenber. Sin duda, un suceso histórico que fortalecería la democracia en nuestro país.
La violencia en las campañas políticas de México no se hizo esperar, desde lomas taurinas en Tijuana, hasta  el  mes de junio de 2010, con Rodolfo Torre Cantú, candidato de la alianza Todos Tamaulipas a la gubernatura de Tamaulipas, a quien en plena campaña también le arrebataron la vida.  Este acto violento vuelve a empañar la situación política mexicana y en particular, al Estado de Tamaulipas.
Durante esos seis años, México se convirtió en un país peligroso para los alcaldes. Hasta el 13 de agosto de 2012 habían sido asesinados 31 ediles y una docena más de exalcaldes, además de que otros tantos han sido por lo menos extorsionados e intimidados por supuestos grupos del crimen organizado.
En 2011, solamente en siete días de enero cayeron tres alcaldes: Fortino Cortés de  Florencia de Benito Juárez, Zacatecas; Luis Jiménez Mata de Santiago Amoltepec, Oaxaca, y Abraham Ortiz Rosales, munícipe de Temoac, Morelos. Todos ellos fueron acribillados a manos de grupos fuertemente armados. Édgar Morales Pérez, alcalde electo del municipio de Matehuala,  San Luis Potosí, fue el último edil en ser asesinado. Con 74 asesinatos, 13 desapariciones y 40 ataques a medios de comunicación, el sexenio de Felipe Calderón se convirtió en uno de los más violentos incluso para los periodistas en México, según organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras. La violencia contra candidatos en la campañas de 14 estados del país es la más alta registrada en los últimos años. Ante los partidos políticos solo han mencionado sus condolencias y que reprueban la violencia. Por ejemplo, Gustavo Madero dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) afirmó: “Estamos viviendo el terror” aseveración carente de una propuesta de cultura de paz.
Jesús Zambrano, líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD),  insistió en que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto brinde las garantías necesarias y suficientes para que culminen bien las campañas también, omitiendo la importancia de implementar la cultura de paz en México.
La historia actual en México debe avanzar hacia el fortalecimiento de una sociedad democrática y más, cuando pretendemos robustecer la política interna, encaminada a la paz y la concordia y, por supuesto fomentando el diálogo constante entre los diferentes grupos políticos sociales del país. En un contexto inclusivo de minorías y mayorías de la sociedad en general. En este rubro, la Secretaria de Gobernación debe entender el rumbo de una sociedad activa y participativa que día con día,  despierta ante los reclamos de una sociedad muchas veces olvidada, la consolidación del IFE y el proceso histórico de las organizaciones civiles, que ayudaron a culminar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), otro ejemplo evidente de la persistencia de la ciudadanía que cuando se ha propuesto la construcción de los pilares para el desarrollo y el fortalecimiento de nuestra democracia lo ha logrado con éxito. Por ende, no es la excepción y es de suma importancia comprender que, en estos momentos de cambio que vive el país, deben estructurarse a la brevedad de parte del Poder Legislativo, impulsar una Comisión Nacional Para la Cultura de Paz y la No-violencia. Ésta Comisión es impostergable en estos momentos de conflictos sociales que vive el país, con el objetivo específico de ser una comisión de paz, mediadora ante cualquier conflicto social, que proponga establecer la cultura de la paz como modelo de convivencia.
 La Secretaria de Gobernación debe incluir a los ciudadanos expertos en la mediación de conflictos. Hoy, los ciudadanos deben conocer estas problemáticas involucrándose para optar por soluciones a favor de los derechos de los demás; Hoy los ciudadanos exigimos saber el trasfondo de los conflictos sociales,  ya que también nos afectan y muchas veces los medios de comunicación se contradicen en la información. En la actualidad, la participación de la sociedad debe ser directa y participativa, consciente de los sucesos y abiertos a la conciliación ya que contamos con expertos en materia de mediación y con suficiente experiencia. La solución ante nuestros problemas internos puede fomentarse a través del dialogo constante para la solución pacífica, es momento de participar y para no retrocede y frenar el progreso de nuestro país. Es preciso dejar la postergación para optar por dar el paso decisivo que a la misma Secretaria de Gobernación le cuesta asumir en pro del asentamiento de las bases para el México democrático del mañana. Los beneficios que redituarían en forma mediata se reflejarían en la imagen positiva de México en el exterior. La aportación de soluciones en tiempo y forma a los conflictos mencionados,  redituaría en una inversión próspera a nuestro país, En contraposición con los actuales focos rojos y persistentes señales de alerta debido a los diversos conflictos sociales; así como la disputa de tierras y del agua que se vislumbran como problemas graves a futuro si no damos soluciones eficientes.
En septiembre de 2012 en la Cámara de Diputados, Dr. Johan Galtung, Premio Nobel de la Paz Alternativo, fundador de estudios para la paz y reconocido como la autoridad más importante del mundo en políticas públicas de paz, opinó sobre la propuesta “Es un proyecto impresionante, COMNAPAZ México, es el primer país, no sólo en América Latina sino en el mundo, con una iniciativa de este tipo. Existen algunos esfuerzos en Nepal y en Estados Unidos; uno de ellos, la propuesta para la constitución del Ministerio de la Paz, que impulsa el Congresista Dennis J. Kucinich, aunque el contenido es relativamente parecido, COMNAPAZ es una iniciativa de época y de gran relevancia para el mundo”, ésas fueron las palabras del experto, al visitar nuestro país.
La Comisión Nacional Para la Cultura de Paz y la No-violencia es una iniciativa que se presentó  ante el pleno de la Cámara de Diputados el día 7 de abril de 2011. Iniciativa con proyecto de decreto que crea la Comisión Nacional Para la Cultura de Paz y la No-violencia en México, COMNAPAZ, que tiene su fundamento legal en el artículo 89, párrafo diez de nuestra Constitución y está basada en acuerdos internacionales, contribuciones intelectuales y pedagógicas emitidas por la UNESCO, como la Declaración y programa de acción sobre una cultura de paz, emitida por la asamblea  general de las Naciones Unidas como:
                     La reciente Declaración Universal del Derecho Humano a la Paz y los estatutos del Observatorio Internacional del Derecho Humano a la Paz.
                     La Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz.
                     El Proyecto Transdisciplinario "Hacia una Cultura de Paz", de la UNESCO.
                     La Reunión sobre educación para una Cultura de Paz de Río de Janeiro
                     El Manifiesto de Sevilla sobre la violencia.
                     El Congreso de Yamusukro entre otros.
La Comisión de Gobernación de la XLI Legislatura presidida por el Panista Javier Corral Jurado negó dictaminar la iniciativa con proyecto de decreto y se asume que no fue por ignorancia en el tema sino por desconocimiento.  Incluso, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la H. Cámara de Diputados realizó un impacto presupuestal de la Iniciativa que crea la Comisión Nacional para la Cultura de Paz y la No-violencia, determinando que el costo ascendía a 193.8 millones de pesos, su gasto corriente se estimó en 179.9 mdp y representaría el 92.8 por ciento del gasto, en el año inicial. La inversión física representaría el resto 7.2 por ciento. La erogación más importante corresponderá a los Servicios Personales 62 por ciento del total. Al tercer año de funcionamiento, el gasto de la Comnapaz disminuiría porque ya no se realizaría gasto de inversión. Además, todas las cifras del Gasto de Operación, de Otros gastos Corrientes y el Gasto de Inversión fueron actualizados mediante un factor de inflación, a partir del año de inicio del CONAPRED y hasta el año 2012.  La sociedad mexicana exige las cuentas sobre los gastos dedicados al combate contra la delincuencia en el gobierno de Calderón, ¿por qué no erogar un mínimo para implementar una política preventiva a favor de la paz?
Ante estos acontecimientos, la iniciativa privada se encuentra decepcionada por las campañas políticas y las formas de gobernar de diferentes partidos en el poder.  Los enfrentamientos en las campañas políticas se han caracterizado por sembrar más discordia que propuestas o ideas centradas en la solución. Por lo tanto, la ciudadanía no aprecia la congruencia entre la realidad y el cumplimiento de las expectativas o promesas y pierde el respeto e interés en las iniciativas esbozadas por los políticos.
Además de que, las escasas propuestas dejan mucho qué desear, los miles de millones de pesos que se destinan en campaña no tienen el efecto esperado.  La promoción de sus propuestas políticas en una sociedad cada vez más informada, no coincide ni cubre las prioridades de los grupos marginados que viven en pobreza extrema.
Los procesos electorales en México deben ser más austeros porque además de los gastos excesivos se agrega al erario público, el costo de los sueldos descomunales de los políticos. Cabe señalar que, nuestro país es una de las democracias más caras del mundo. Ésta reflexión nos remite a que en las  campañas políticas, la ciudadanía cuente con candidatos ciudadanos comprometidos y con la preparación suficiente para que desaparezca su predisposición constante al evocar el lema: Votar por el menos peor.
Los diferentes partidos políticos están muy lejos de proponer en sus plataformas políticas y en la mismas campañas la cultura de paz,  no están informados, no conocen estos nuevos planteamientos de parte de la UNESCO y, si saben del tema, lo minimizan pues no comprenden que es una herramienta clave para aplicarla en procesos críticos como los que vivimos. Además ignoran las metodologías y las bondades del tema. Es momento de construir un México en paz y por la paz, es momento de hablar de la cultura de paz que se construya socialmente, que se desarrolle y que se debe sostener. La Cultura de  Paz se logra a través del desarrollo, educación y bienestar de todos los ciudadanos, la Paz se consigue buscando las causas y las limitaciones a la democracia. Por eso, tenemos que encontrar y diseñar estrategias que propicien soluciones a las que todos deben aportar su inteligencia, trabajo y esfuerzo, de tal manera que se alcancen las metas propuestas. Hay que enseñar a valorar las bondades y privilegios de la cultura de paz, descubriendo todas las posibilidades que ella otorga. Sólo dotando de facultades al Estado, es como aportaremos políticas públicas de cultura de paz, interinstitucionales y transversales para hacer frente a este grave flagelo que es el diario vivir de los mexicanos. Y como siempre lo he insistido en todos los foros de cultura de paz en México, la realidad en la que vivimos, puede cambiar positivamente si hay voluntad política y decisión de actuar.
Ante los ojos del mundo, nuestro país se ha convertido en un Estado ligado a la corrupción y al narcotráfico. Desafortunadamente, México vive a la defensiva por este fenómeno de violencia ya que se han detectado incluso desde la infancia, problemas de salud como psicosis social, trastorno de estrés postraumático, entre otras afecciones derivadas de la violencia.
Los esfuerzos de parte del gobierno federal, así como la política de corte punitivo son un principio de solución, pero sólo a nivel de efectos; pues no acuden a la etiología de una problemática tan compleja. La realidad es que en el entorno actual, impone un gran desafío para cada ciudadano, la asidua procuración de regresar sano y salvo después de cada salida del hogar. Hoy, los ciudadanos nos preguntamos: ¿qué cantidad está destinada para combatir la delincuencia? Y aún mejor: ¿Cuánto está destinado para la estrategia de corte preventivo?
Hoy, el Gobierno Federal debe informarse de todas las estrategias internacionales en donde se han aplicado políticas públicas para disminuir el fenómeno de la violencia. En temas tan cruciales como la cultura de paz y educación para la paz, debemos preguntarnos: ¿cuáles son los acuerdos de la UNESCO en el tema? ¿Qué esfuerzos está realizando la sociedad civil en temas de paz? Ya que actualmente, el Gobierno Federal, tiene una clara radiografía de cuántos grupos delictivos existen en el país y no tiene antecedentes de cuántas organizaciones  trabajan por la paz en el país ¿Qué han hecho otros países sobre el tema de cultura de paz? ¿Cómo han avanzado en el tema, ciertas naciones con conflictos de violencia en el mundo?
O bien, ¿por qué no hacer referencia –  por ejemplo – a la gran experiencia del Dr. H.B. Danesh, Presidente y fundador del Instituto Internacional de Educación para la Paz con sede en Canadá y Suiza? Su estrategia ha sido implementada en varios países, logrando grandes avances a favor de la paz, por ejemplo en Bosnia-Herzegovina en el año 2000, tras el paso de la guerra civil que vivió la Ex-Yugoslavia a finales de los años 90. Su metodología a favor de la educación para la paz ha tenido gran éxito, disminuyendo considerablemente la violencia escolar, familiar y social. En la actualidad, ésta metodología se replica en más de 500 escuelas en los niveles de preescolar, primaria y secundaria.
En el contexto actual del Estado Mexicano es necesario trabajar en conjunto para lograr acuerdos con la sociedad civil. Las Organizaciones Civiles en México ya se han constituido con éste propósito, por ejemplo el Consejo Nacional de Organizaciones de Cultura de Paz, conformado el 24 de octubre de 2011 en la ciudad de Monterrey, impulsado por organizaciones expertas en temas de cultura de paz, educación para la paz y de la no-violencia, así como en la mediación de conflictos. Estados cómo Nuevo León, Estado de México, Distrito Federal, Chihuahua, Baja California y Jalisco por mencionar algunos, han coadyuvado con una importante labor  e  iniciativa a favor de la paz y la no-violencia a través de las organizaciones civiles que ya suman más de 19 años trabajando con la ciudadanía, con pocos recursos o sin ellos; pero con la entera disposición de cambiar la situación de nuestro país.
La ciudadanía exige resolver temas tan cruciales para la disminución de la violencia. Un ejemplo se aprecia en los responsables de aplicar los programas para contrarrestar la violencia en México de parte del gobierno federal, sin mencionar una bandera partidista, no asumen el hecho de que sólo cuentan con seis años a su cargo para la aplicación y logro de dichos programas. En cada sexenio, los programas cambian y con frecuencia dejan de acatarse aunque sean de gran trascendencia para contrarrestar la violencia como el claro ejemplo del programa de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Unidad Nacional Contra la Violencia implementada por el Ombudsman Carlos Madrazo Cuellar en el año de 1996, que en uno de sus mensajes menciono: ``todos, enfrente de los medios de comunicación, estamos ante el riesgo de aparecer dispuestos a aceptar que hasta el más grande amor termine a balazos, que el respeto feneció, que la tolerancia es un mito, que la soledad es inexistente, que cultura y civilización son conceptos que ya no refiere el diccionario, estamos a tiempo hagamos algo'. Por ello, invitó a la sociedad en general ``a construir la unidad nacional contra la violencia''. Reitero que la ciudadanía y las organizaciones civiles deben involucrarse para evitar que cambien los programas que realmente llegan a fondo,  debemos de concentraron en aplicar programas para contrarrestar la violencia a 20 o 30 años, hoy en día las cosas deben de cambiar, es la ciudadanía la que  debe tocar el instrumento para que el gobierno baile la melodía. Debemos respetar los programas de prevención de la violencia a corto, mediano y largo plazo. El seguimiento es fundamental para lograr el efecto, no podemos perder tiempo mucho menos miles de millones de pesos.
Tampoco debemos repetir la historia con los mismos conflictos con diferentes actores cada 10 años, por la falta de conciliación o la habilidad que fomente el logro de acuerdos trascendentes que contribuyan al progreso de México,  para por fin, salir de los abismos de la mediocridad, no podemos apostar a largar los conflictos en vez de solucionarlos.  
Quienes integramos el movimiento nacional de cultura de paz en México, proponemos una reforma educativa que se  desarrolle en consenso con todos los que conforman el sector educativo, además de una educación con apego al humanismo de calidad, que garantice la inclusión social, el reconocimiento, el respeto y la valoración de la diversidad étnica, cultural, ideológica, religiosa, política y económica. Pero sobre todo, proponemos desarrollar un sistema educativo en el País, con una perspectiva de ciudadanía y convivencia que garantice el respeto a la diversidad social y cultural, garantizando así, el reconocimiento de las diferencias, como alternativa para la convivencia pacífica. Contribuyendo a la aportación de alternativas para evitar el desorden social y de confusión que estamos viviendo. Hoy más que nunca, las decisiones en una democracia deben llevarse a cabo en un constante diálogo, tal como lo marca el programa de acción y la declaración de cultura de paz, emitido por la UNESCO,  a efecto de que México resurja.
El Gobierno y la sociedad pueden trabajar coordinadamente, en lugar de simplemente organizar eventos para la foto; propugnando a favor de acciones o proyectos concretos y congruentes con el cambio a favor del bien común.
Es momento que todos los que componemos esta sociedad; contribuyamos a la construcción del tan nombrando tema del tejido social, es momento de basarnos en nuestros recursos y alcances para la valoración y respeto de nuestra cultura, pero sobre todo, es tiempo de pugnar por el fomento del derecho humano a la paz.
Actualmente la Secretaria de Educación Pública en el País esta promoviendo 79 Universidades además de 30 nuevos campus o extensiones, y en ningún momento se ha hecho referencia  al respecto de una Universidad de Cultura de Paz o Estudios de Paz. México avanzará en la medida en que abandone el rezago educativo de más de 100 años en cuanto a estudios de paz se refiere. Esperamos convencer al Gobierno Federal de la importancia de abrir una Universidad de Paz con apoyo de la UNESCO, para las nuevas generaciones en México.
Es momento de hablar de paz. Hoy, la metodología en educación para la paz en el mundo, ¨Irenología ciencia que estudia la paz¨ hace de las aulas lugares de reflexión y acciones, donde se promueven las grandes capacidades de los alumnos, encaminados a resolver pacíficamente los conflictos, el respeto a la equidad de género, garantizando en cada momento la formación integral del ser humano. Hoy la Paz es redituable, tanto para la sociedad mexicana, como para la política.
El Instituto para la Economía y la Paz, organización independiente sin fines de lucro con sede en Sydney y New York, de acuerdo con los resultados que presenta y que analiza las relaciones entre la economía, la paz y el desarrollo económico, el Instituto señaló que México escaló considerablemente en sus niveles de violencia desde los años 2007 al 2012 y esta estadística como otras, son motivo de gran preocupación. Por ejemplo, en México no contamos con un instituto de investigación de estudios de paz, mientras que en los países de América Latina y Europa ya cuentan con estudios de paz e investigaciones avanzadas que les han permitido la obtención de una panorámica más amplia de los conflictos, de la violencia. Es decir, los países que integran estos estudios de paz, inciden con mayor habilidad en la aplicación de políticas públicas en cultura de paz. Países como Japón, Alemania y España han adherido a sus constituciones la cultura de paz mientras que, en México contamos con la Doctrina Estrada, que es una de las aportaciones más valiosas de México al derecho internacional, es el principio regidor de la política exterior de nuestro país, entendida como la libre determinación de los pueblos y su correlativo de no-intervención en los asuntos internos de los Estados; los cuales, no sólo están consagrados en la Constitución Política Mexicana sino también en la Carta y en las Resoluciones de las Naciones Unidas, que incluso - hay que mencionarlo - esto valió, para que un mexicano obtuviera el premio nobel de la paz, el michoacano Dr. Alfonso García Robles, distinción que muchos mexicanos ignoran.
En México, los pasos hacia la cultura de paz son lentos, pero persistentes. Por ejemplo, la secretaría de educación del Estado de Chiapas y la UNESCO  aplicaron un programa de educación para la paz con el objetivo de inculcar valores en los educandos para que fomenten una convivencia pacífica y dotar de herramientas educativas a la comunidad docente a fin de promoverla. En Jalisco, sé presento una iniciativa ciudadana de parte de Mesa de Paz Jalisco, observatorio ciudadano que  incide en la cultura de paz como política publica y fue entregada al Diputado Local Martin López Cedillo, la cual fue presentada ante el pleno, en el mes de julio de 2013 para la creación del Comité Jalisciense Para la Cultura de Paz.
Debemos sumarnos para construir un Estado a favor de la cultura de paz. Recordemos que los verdaderos ciudadanos no queremos seguir viviendo estas actitudes de violencia que laceran a las familias y a la sociedad, en particular a los periodistas y a los mismos políticos.  La sociedad debe asumir en un marco de respeto ante las autoridades que somos aptos para construir las nuevas soluciones que reclaman la realidad contemporánea y el desarrollo de nuestro de nuestro país, juntos Gobierno y Sociedad, para que las generaciones venideras no nos reclamen por la indiferencia de la espiral del silencio, del dejar hacer y dejar pasar.
La sociedad organizada en México sigue propugnando por el tema de la cultura de paz, porque es una visión global que tiende a orientar nuestro accionar en la sociedad, nada de lo que hacemos en nuestro entorno inmediato es inútil o pierde su significado, aunque no lo veamos o no lo sepamos, se proyecta en lo colectivo y tendrá, más temprano que tarde, su cosecha.
Por ende, la consigna consiste en realizar un pacto por México, es el compromiso que debemos hacer todos, sin caprichos, ni soberbias, ni egos, ni protagonismos, toda la sociedad, todos los sectores, todos los ciudadanos, por el bien de nuestro País, estamos a tiempo de contrarrestar la violencia que crece a diario en la sociedad. Es momento de llegar a acuerdos, de fondo, en beneficio del Estado y de todos los sectores que somos parte del cambio real en la estructura económica de un país. El punto de partida propuesto, implica  la apertura de nuevas posibilidades en beneficio de la sociedad, es momento de cambiar las causas estructurales en las que vivimos, es la única manera para lograr la paz social.
Hiram Valdez Chávez. Abogado por la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, Certificado por el Instituto Internacional de Educación Para la Paz, con sede en Canadá y Suiza, Maestrante en Educación para la Paz por la Universidad Albert Einstein,  miembro activo del Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales A.L.I.C.E., Coordinador del Consejo Nacional de Organizaciones de Cultura de Paz, 2013-2016, Presidente Nacional de Comnapaz México, Organismo Ciudadano A.C. 2012-2015.

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