El principal medio de comunicación de Uganda
es la radio. Los ciudadanos están informados de los cambios del país a través
de las ondas. De hecho, la introducción de la telefonía móvil todavía tiene
incrementado más esta dependencia. En este país africano, la radio
se considera un artículo “de primera necesidad”.
Conocedores de esta influencia, los medios
radiofónicos han tenido siempre un papel clave en el devenir del país, han salvado vidas y han apostado por la
construcción de la paz. Este es el caso de Radio Wa, “Nuestra Radio” en lengua
Iuo, propiedad de la diócesis uganda de Lira, ubicada en el norte del país.
Esta emisora fue determinante durante el conflicto del norte de Uganda, donde la
guerrilla del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, según sus siglas
inglesas) sembró de muerte y de violencia la zona durante veinte años
secuestrando niños y forzando el desplazamiento de millones de personas. A
través de sus ondas se avisaba a la población sobre los movimientos de los
rebeldes y así los ciudadanos tenían tiempo de huir o de avisar al ejército.
Además, en aquella época la emisora empezó a
emitir un programa semanal llamado “Karibu”, bienvenido en lengua swahili. Este
espacio estaba destinado a los miles de niños que en los años 80 habían sido
secuestrados en la región por la guerrilla y que tenían miedo de volver a sus
comunidades amenazados por la idea de que después de haber cometido delitos de
sangre no serían recibidos con los brazos abiertos.
El objetivo del programa era que los chicos,
desde las más remotas zonas rurales ya través de pequeños aparatos, pudieran
escuchar los mensajes de esperanza, perdón y reconciliación de sus familiares y
vecinos. El programa se llegó a convertirse en una verdadera amenaza para la
LRA, ya que en septiembre de 2002 la guerrilla atacó y destruyó la emisora.
Seis meses después, el programa volvía en antena.
Aunque en su momento nunca se supo el impacto
real de Radio Wa, recientemente fuentes de la inteligencia uganda, después de entrevistar a varios niños
soldados, han asegurado que unos 1.500 chicos lograron escaparse de los
barrotes físicos y mentales de la guerrilla y reunirse con sus familias gracias
a este programa.
Carta de la Paz. Barcelona, España. 29/12/14