"Como se refleja en
nuestro informe anual, 2014 ha sido un año demoledor para quienes intentaron
defender los derechos humanos y quienes quedaron atrapados en el sufrimiento de
las zonas en guerra"
-Salil Shetty
Secretario general de Amnistía Internacional
A los gobiernos se
les llena la boca hablando de la importancia de proteger a la población civil.
Y, sin embargo, los políticos del mundo han fracasado lamentablemente a la hora
de proteger a las personas que más lo necesitan. Amnistía Internacional
considera que se puede y se debe cambiar esto de una vez por todas.
El derecho
internacional humanitario, que regula la conducta de las partes en los
conflictos armados, no puede ser más claro al respecto. Los ataques no deben
dirigirse nunca contra civiles. El principio de distinción entre civiles y
combatientes es una salvaguardia fundamental para las personas atrapadas en los
horrores de la guerra.
Sin embargo, una vez
más, la población civil volvió a llevarse la peor parte del conflicto. En el
año en que se conmemora el vigésimo aniversario del genocidio de Ruanda, los
políticos pisotearon reiteradamente las normas que protegen a los civiles o miraron
hacia otro lado ante quienes infringían estas normas con consecuencias letales.
Inacción de la
communidad internacional
El Consejo de
Seguridad de la ONU había eludido reiteradamente abordar la crisis de Siria en
años anteriores, cuando aún se podrían haber salvado innumerables vidas. Esa
inacción continuó en 2014. Durante los últimos cuatro años han muerto más de
200.000 personas, en su gran mayoría civiles, principalmente en ataques de las
fuerzas gubernamentales. Alrededor de 4 millones de personas procedentes de
Siria son ahora refugiados en otros países, y más de 7,6 millones se encuentran
desplazadas dentro de Siria.
La crisis de Siria
está muy ligada a la de su vecino Irak. El grupo armado autodenominado Estado
Islámico (anteriormente Estado Islámico de Irak y el Levante), responsable de
crímenes de guerra en Siria, ha llevado a cabo secuestros, homicidios a modo de
ejecuciones y una limpieza étnica a gran escala en el norte de Irak. En
paralelo, las milicias chiíes de Irak han perpetrado decenas de secuestros y
homicidios de civiles suníes con el apoyo tácito del gobierno iraquí.
El ataque contra Gaza
perpetrado en julio por las fuerzas israelíes se cobró la vida de 2.000
palestinos. Y, de nuevo, la mayoría –al menos 1.500– eran civiles. Tal como Amnistía
Internacional expuso en un análisis detallado, se aplicó una política marcada
por una cruel indiferencia y que implicó crímenes de guerra. Hamás también
cometió crímenes de guerra, disparando cohetes indiscriminadamente contra
Israel en acciones que causaron seis muertos.
Los horrores de la
guerra
En Nigeria, el
conflicto del norte entre las fuerzas gubernamentales y el grupo armado Boko
Haram saltó a las portadas de la prensa mundial con uno de los innumerables
crímenes cometidos por el grupo: el secuestro de 276 niñas en una escuela de la
ciudad de Chibok. Más desapercibidos pasaron los crímenes espantosos —algunos
grabados en vídeo— perpetrados por las fuerzas de seguridad nigerianas y sus
colaboradores contra presuntos miembros o partidarios de Boko Haram y que
Amnistía Internacional reveló en agosto. Los cadáveres de las personas
asesinadas fueron arrojados a una fosa común.
En la República
Centroafricana, más de 5.000 personas murieron a causa de la violencia
sectaria, pese a la presencia de las fuerzas internacionales. La tortura, las
violaciones y los asesinatos en masa apenas aparecieron en las portadas de la
prensa mundial. Aunque, de nuevo, la mayoría de las víctimas mortales eran
civiles.
Y en Sudán del Sur,
el Estado más joven del mundo, decenas de miles de civiles fueron víctimas de
homicidio, y dos millones huyeron de sus hogares durante el conflicto armado
entre las fuerzas gubernamentales y las de oposición. Ambas partes cometieron
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
VETO DE LA ONU
La lista precedente,
como muestra claramente este último informe anual sobre la situación de los
derechos humanos en 160 países, apenas constituye una aproximación superficial.
Habrá quienes sostengan que no se puede hacer nada, que las guerras siempre se
han librado a expensas de la población civil, y que nada puede cambiar nunca.
Se equivocan. Es
esencial abordar las violaciones de derechos humanos cometidas contra la
población civil y llevar a sus responsables ante la justicia. Hay una medida
obvia y práctica en espera de adopción: Amnistía Internacional ha acogido con
satisfacción la propuesta —respaldada ya por unos 40 gobiernos— de que el
Consejo de Seguridad de la ONU adopte un código de conducta en el que se
acuerde la abstención voluntaria de utilizar el veto cuando ello bloquee la
actuación del Consejo de Seguridad en situaciones de genocidio, crímenes de
guerra y crímenes contra la humanidad.
Sería un primer paso
importante, y podría salvar muchas vidas.
No obstante, no sólo
no se evitó que se cometieran atrocidades en gran escala. También se negó ayuda
directa a los millones de personas que huyeron de la violencia que asolaba sus
pueblos y ciudades.
Más que palabras
Los gobiernos que con
más insistencia han alzado la voz para denunciar la inacción de otros gobiernos
se han mostrado después reticentes a dar un paso adelante y proporcionar la
ayuda esencial que esos refugiados requieren, tanto en términos de ayuda
económica como en lo que se refiere a su reasentamiento. Al concluir 2014,
menos del dos por ciento de las personas refugiadas sirias habían sido
reasentadas, una cifra que como mínimo debe triplicarse en 2015.
Entre tanto, un gran
número de personas refugiadas y migrantes están perdiendo la vida en el
Mediterráneo, tratando desesperadamente de alcanzar las costas europeas. La
falta de apoyo de algunos Estados miembros de la Unión Europea a las
operaciones de búsqueda y salvamento ha contribuido al alarmante número de
víctimas mortales.
Una medida que se
podría tomar para proteger a la población civil durante los conflictos sería
restringir más el uso de armas explosivas en las zonas pobladas. Esto habría
salvado muchas vidas en Ucrania, donde tanto los separatistas respaldados por
Rusia (pese a los poco convincentes desmentidos de Moscú sobre su
participación) como las fuerzas favorables a Kiev efectuaron ataques selectivos
contra barrios civiles.
La importancia de las
normas sobre protección de la población civil estriba en garantizar que, en
caso de que esas normas se incumplan, la rendición de cuentas y la justicia
sean reales. En este contexto, Amnistía Internacional acoge con satisfacción la
decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, de iniciar una
investigación internacional sobre las denuncias de violaciones y abusos contra
los derechos humanos perpetrados durante el conflicto de Sri Lanka, donde en
los últimos meses de 2009 decenas de miles de civiles fueron víctimas de
homicidio. Amnistía Internacional lleva cinco años haciendo campaña en favor de
esa investigación. Sin una rendición de cuentas así, no podemos avanzar.
Agredir al mensajero
En otros ámbitos de
los derechos humanos siguió haciendo falta mejorar. En México, la desaparición
forzada de 43 estudiantes en septiembre vino a incrementar trágicamente la
cifra de más de 22.000 personas que se encuentran desaparecidas o en paradero
desconocido en el país desde 2006. Se cree que la mayoría han sido secuestradas
por bandas delictivas, pero, según informes, muchas han sido sometidas a
desaparición forzada por la policía y el ejército, que a veces actúan en
connivencia con esas bandas. Las pocas víctimas cuyos restos se han hallado
mostraban señales de haber sufrido tortura y otros malos tratos. Las
autoridades federales y estatales no han llevado a cabo investigaciones sobre
esos delitos para establecer la posible participación en ellos de agentes
estatales y garantizar recurso judicial efectivo a las víctimas y sus familias.
Además de esta falta de respuesta, el gobierno ha intentado encubrir la crisis
de derechos humanos, y los índices de impunidad, corrupción y militarización
han aumentado.
En 2014, gobiernos de
muchas partes del mundo continuaron reprimiendo a las ONG y la sociedad civil,
lo que en cierto modo suponía un perverso cumplido a la importancia de su
papel. La Federación Rusa aumentó su poder represor con la escalofriante “ley
de agentes extranjeros”, en la que resuenan ecos de la Guerra Fría. Las ONG
fueron víctimas de una dura campaña de represión en Egipto, donde se usó la Ley
de Asociaciones de la era Mubarak para transmitir enérgicamente el mensaje de
que el gobierno no toleraría ningún tipo de disidencia. Organizaciones de
derechos humanos destacadas tuvieron que retirarse del examen periódico
universal del historial de derechos humanos de Egipto en el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU por miedo a sufrir represalias.
VALENTÍA
Como en numerosas
ocasiones anteriores, las personas que acudieron a protestas y manifestaciones
hicieron gala de valentía pese a las amenazas y la violencia dirigidas contra
ellas. En Hong Kong, decenas de miles desafiaron las amenazas oficiales y se
enfrentaron al uso excesivo y arbitrario de la fuerza por parte de la policía
en lo que dio en llamarse la “revolución de los paraguas”, ejerciendo sus
derechos básicos a la libertad de expresión y reunión.
A las organizaciones
de derechos humanos se nos acusa a veces de ser demasiado ambiciosas en
nuestros sueños de generar cambio. Pero debemos recordar que es posible lograr
cosas extraordinarias. El 24 de diciembre entró en vigor el Tratado
Internacional sobre el Comercio de Armas, tras haber cruzado, tres meses antes,
el umbral de las 50 ratificaciones.
Amnistía
Internacional y otras organizaciones habían hecho campaña en favor de este
tratado durante 20 años. Una y otra vez se nos dijo que un tratado así era
inalcanzable. Ahora el tratado existe, y prohibirá la venta de armas a quienes
pudieran usarlas para cometer atrocidades. Por tanto, puede desempeñar un papel
fundamental en los años venideros, en los que su aplicación será una cuestión
fundamental.
Hay esperanza
En 2014 se cumplieron
30 años de la adopción de la Convención de la ONU contra la Tortura, otra
convención en favor de la cual Amnistía Internacional hizo campaña durante
muchos años, y uno de los motivos por los que en 1977 la organización recibió
el premio Nobel de la Paz.
Este aniversario fue,
por un lado, algo que celebrar, pero fue también una ocasión para señalar que
la tortura sigue estando muy extendida en todo el mundo, motivo por el cual
Amnistía Internacional lanzó este año su campaña mundial Stop Tortura.
Este mensaje contra
la tortura adquirió especial resonancia tras la publicación en diciembre de un
informe del Senado de Estados Unidos que demostraba que, durante los años
posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el país,
existió una disposición a justificar la tortura. Asombrosamente, algunas de las
personas responsables de los actos criminales de tortura aún parecían seguir
creyendo que no tenían nada de qué avergonzarse.
Desde Washington a
Damasco y desde Abuja a Colombo, los líderes gubernamentales han justificado
terribles violaciones de derechos humanos arguyendo la necesidad de mantener la
"seguridad" en el país. En realidad, ocurre lo contrario. Esas
violaciones de derechos humanos son un motivo importante por el que hoy en día
vivimos en un mundo tan peligroso. Sin derechos humanos no puede haber
seguridad.
Hemos visto una y
otra vez que, aun en épocas que parecen funestas para los derechos humanos —y
quizá especialmente en esas épocas—, es posible generar un cambio
extraordinario.
Debemos esperar que,
cuando en años venideros miremos hacia 2014, lo que hemos vivido este año se
considere un nadir —el punto más bajo alcanzable— a partir del cual nos hayamos
alzado y creado un futuro mejor.
2014: Un año de
conflictos, terror y esperanza
19 de enero - La
policía respondió con brutalidad a los miles de manifestantes que salieron a la
calle en Kiev, Ucrania. Las manifestaciones se volvieron violentas cuando el
gobierno aprobó de forma apresurada nuevas leyes que criminalizaban las
protestas y limitaban gravemente la libertad de reunión, de asociación y de
expresión.
7 de febrero –
Mientras Rusia inauguraba los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, las
autoridades seguían hostigando a personas críticas y disidentes y encarcelando
a algunos de los activistas de la sociedad civil más notorios.
12 de febrero–
Investigadores de Amnistía Internacional en la República Centroafricana
encontraron indicios de limpieza étnica contra civiles musulmanes en la zona
occidental del país. Miles de personas perdieron la vida en el conflicto de
2014.
24 de marzo – Egipto
condenó a muerte a 529 partidarios del ex presidente Mohamed Morsi por su
presunta intervención en la violencia que siguió al derrocamiento del
mandatario en julio de 2013.
14 de marzo – Más de
640 personas, en su mayoría detenidos capturados de nuevo, fueron ejecutadas
extrajudicialmente cuando el ejército nigeriano recuperó el control del cuartel
militar de Giwa, en Maiduguri. Los detenidos se habían fugado tras un ataque de
Boko Haram al cuartel, que permitió la fuga de algunos reclusos.
14 de abril – El
grupo armado Boko Haram secuestró a 276 niñas de un internado de gestión
estatal en Chibok, Nigeria. Al menos 219 continúan en paradero desaparecido. Al
parecer, las fuerzas de seguridad nigerianas fueron avisadas del ataque contra
Chibok con más de cuatro horas de antelación pero, según informes, no hicieron
nada.
8 de mayo – Amnistía
Internacional y la ONU publican informes que sacan a la luz horrendas atrocidades
en el marco del conflicto de Sudán del Sur, y piden que rindan cuentas todos
los responsables de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y otras
violaciones graves de derechos humanos.
22 de mayo – Después
de un golpe de Estado del ejército tailandés, que fue precedido de
manifestaciones masivas, cientos de personas fueron recluidas arbitrariamente
en virtud de la ley marcial, que incluía severas restricciones a la libertad de
reunión pacífica y de expresión; y se entablaron juicios de civiles en
tribunales militares sin derecho de apelación.
Junio - Decenas de
manifestantes pacíficos fueron detenidos arbitrariamente y maltratados por la
policía mientras Brasil se disponía a albergar la Copa Mundial de Fútbol.
8 de Junio– Decenas de
solicitantes de asilo que viajaban en un barco abarrotado fueron rescatados y
trasladados a bordo de un buque de la marina italiana. Al menos 3.400 personas
perdieron la vida en la travesía del Mediterráneo en 2014. Muchas huían de
conflictos y persecución en países como Siria, Afganistán y Eritrea.
Julio - Decenas de
hombres, mujeres, niños y niñas de minorías étnicas de Irak fueron secuestrados
por el Estado Islámico. Desde entonces, muchas mujeres y niñas yazidíes han
sido violadas, obligadas a casarse, “vendidas” o entregadas como “obsequios” a combatientes
del Estado Islámico o sus simpatizantes.
Julio - Decenas de
hombres, mujeres, niños y niñas de minorías étnicas de Irak fueron secuestrados
por el Estado Islámico. Desde entonces, muchas mujeres y niñas yazidíes han
sido violadas, obligadas a casarse, “vendidas” o entregadas como “obsequios” a
combatientes del Estado Islámico o sus simpatizantes.
9 de agosto – Michael
Brown, afroamericano desarmado de 18 años, murió por disparos de un agente de
policía, Darren Wilson, en Ferguson, Misuri, Estados Unidos, lo que dio lugar a
manifestaciones masivas. El 25 de noviembre, un jurado acusatorio decidió no
incoar procesamiento contra Wilson.
26 de septiembre – En
México, autoridades que se cree actuaban en connivencia con redes delictivas
organizadas, atacaron e hicieron desaparecer a 43 estudiantes de Magisterio en
la ciudad de Iguala, estado de Guerrero. El 7 de diciembre se identificaron los
restos de uno de los estudiantes. Los otros 42 continúan desaparecidos.
28 de septiembre – La
policía de Hong Kong usó gas lacrimógeno y pulverizadores de pimienta en un
intento de dispersar a miles de manifestantes pacíficos que reclamaban el
sufragio universal. Los manifestantes ocuparon tres lugares en la ciudad hasta
que la policía los dispersó a mediados de diciembre. Durante esos tres meses,
la policía de Hong Kong detuvo a 955 personas en relación con las protestas
“Ocupa Central”.
15 de octubre – El
máximo experto de la ONU en lucha contra el terrorismo y derechos humanos hizo
público un informe que afirmaba que la vigilancia electrónica masiva vulnera el
derecho a la intimidad garantizado en tratados y convenios internacionales.
“[La] vigilancia a gran escala realmente suprime por completo el derecho a la
privacidad de las comunicaciones en Internet", decía el informe.
13 de noviembre – El
ACNUR advirtió de un déficit de financiación de 58,45 millones de dólares en su
presupuesto para prestar asistencia a personas refugiadas e internamente
desplazadas que huían de los conflictos de Siria e Irak. Al terminar el año, unos
4 millones de personas habían huido del conflicto de Siria. Estados Unidos y
Europa siguen sin proporcionar reasentamiento a la gran mayoría.
9 de deciembre – El
Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos hizo público un documento
que detallaba cómo la Agencia Central de Inteligencia recurrió a la tortura
–entre otros métodos, el “waterboarding” o simulacro de ahogamiento, el
simulacro de ejecución y las amenazas sexuales– durante los programas de
entregas y detención secreta que siguieron a los ataques del 11 de septiembre
de 2001 en Estados Unidos.
Cinco historias de
éxito de 2014
1. El Parlamento de
Marruecos aprobó por unanimidad, el 23 de enero, una enmienda de la ley que
impedía el enjuiciamiento y castigo de todo aquel que, acusado de la violación
de una menor, se casara con la víctima.
2. Hakamada Iwao, de 78
años, fue excarcelado en marzo en Japón después de pasar la mayor parte de su
vida en el corredor de la muerte en espera de ejecución. Fue declarado culpable
de asesinato en 1968. El tribunal puso en duda las pruebas utilizadas contra
Hakamada, revocó su condena a muerte y ordenó la celebración de un nuevo
juicio.
3. En junio, el
presidente de Paraguay, Horacio Cartes, promulgó una ley que restituía a la comunidad
indígena Sawhoyamaxa más de 14.000 hectáreas de sus tierras ancestrales después
de 20 años de lucha de la comunidad.
4. Meriam Ibrahim, mujer
cristiana condenada a muerte en Sudán, fue excarcelada finalmente en junio.
Meriam había sido acusada de “apostasía” por decir que era cristiana siendo su
padre musulmán, y de “adulterio”, tras casarse con un hombre cristiano.
5. El 24 de diciembre, y
tras más de dos decenios de incansable campaña, entró en vigor el Tratado sobre
el Comercio de Armas. El Tratado crea un marco que aspira a impedir el flujo de
armas a gobiernos que puedan usarlas para cometer atrocidades.
Amnesty.org. 25/02/15
Los Derechos Humanos:
cifras básicas 2014
En 2014,
Amnistía Internacional registró e investigó abusos contra los derechos humanos
en 160 países y territorios del mundo.
Aunque ha habido
avances en determinadas áreas, la situación de muchas personas en lo que
respecta a sus derechos humanos ha empeorado.
-En al menos 18 países
se cometieron crímenes de guerra u otras violaciones de las "leyes de la
guerra".
-1 de cada 5: Hubo
grupos armados que cometieron abusos en al menos 35 países, más de un 20 % de
los países investigados por Amnistía Internacional.
-Las personas
refugiadas y migrantes corrieron especial peligro en 2014. Se calcula que más
de 3.400 personas murieron ahogadas en el mar Mediterráneo intentando llegar a
Europa. De los 4 millones de refugiados que huyeron del conflicto en Siria, el
95 % lo hicieron a países vecinos.
-LA LIBERTAD DE
EXPRESIÓN, RESTRINGIDA: Casi 3 de cada 4 gobiernos (119 de 160) restringió la
libertad de expresión de manera arbitraria. Hubo restricciones a la libertad de
prensa en muchos países, que fueron testigo de clausuras de periódicos y
amenazas a periodistas.
-Más de un tercio de
los gobiernos (62 de 160) encarcelaron a presos de conciencia, personas que
simplemente ejercían sus derechos y libertades.
-El 58 % de los países
(93 de 160) sometieron a personas a juicios injustos. Cuando a una persona se
la somete a un juicio injusto, no se imparte justicia ni al acusado, ni a la
víctima, ni a la sociedad.
-El 82 % de los países
(131 de 160) sometieron a personas a tortura u otros malos tratos.
-28 países en todo el
mundo tienen leyes que prohíben por completo el aborto, aun en casos en que la
vida o la salud de la mujer corre peligro y en casos de violación.
-Según la Asociación
Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexo, 78 países
tienen leyes en vigor que se utilizan para criminalizar las relaciones sexuales
con consentimiento mutuo entre adultos del mismo sexo.