La primera Conferencia
de los Estados Partes (CEP) del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), que
iniciará en Cancún el lunes (24 de agosto) y que será presidida por el Gobierno
de México, ofrece una oportunidad real de salvar las vidas de millones de
personas en todo el mundo. Afirman activistas nacionales e internacionales.
Integrantes de la
coalición mundial Armas Bajo Control piden al Gobierno de México, que en la
Conferencia a celebrarse en Cancún, impulse un TCA a “prueba de balas”. Esto se
logrará si los países se comprometen a implementar los más altos estándares en
las transferencias de armas.
“Todos los mexicanos y
mexicanas entienden completamente el impacto devastador que la violencia armada
tiene en las vidas de la gente común. Las decisiones tomadas en Cancún podrían
transformar el comercio internacional de armas que asciende a $ 100 mil
millones de dólares - y también a reducir el número de armas que caen en manos
de bandas criminales en México. Los diplomáticos tienen una enorme
responsabilidad en la Conferencia. Depende de ellos asegurarse que este nuevo
tratado salve vidas”. Sara San Martín, Directora del Centro de Estudios
Ecuménicos
La CEP se centrará en
los aspectos prácticos de cómo implementar el TCA, incluyendo cómo se espera
que los Estados informen sobre la forma en que se están adhiriendo a los nuevos
criterios para las transferencias transfronterizas de armas y municiones.
El Tratado tiene por
objeto establecer las normas más estrictas para las transferencias
internacionales de armas realizadas entre Estados. Antes de que una
transferencia de armas pueda ser autorizada, ésta debe evaluarse con criterios
estrictos, incluyendo si las armas pueden ser utilizadas en violaciones de
derechos humanos o crímenes de guerra. Si existe un riesgo sustancial de que la
transferencia de armas incumpla cualquiera de estos criterios, entonces ésta no
puede concluirse.
“Es crucial que el
mayor número posible de Estados ratifiquen el TCA y que todos los Estados parte
lo apliquen con firmeza y eficacia, para contribuir así a erradicar las
transferencias irresponsables de armas que propician violaciones graves del
derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
En el contexto mexicano
la proliferación de armas pequeñas y armas ligeras, ha causado un fuerte
impacto en los niveles de violencia e inseguridad, la violencia armada ha cobrado miles de vidas a lo largo de los
últimos años. Por ello es crucial que los Estados adquieran un compromiso pleno
de frenar el flujo de armas hacia quienes las utilizan para cometer violaciones
graves de derechos humanos para poner fin al sufrimiento humano causado por los
flujos irresponsables de armas convencionales”. Perseo Quiroz, Director de
Amnistía Internacional
El Gobierno de México
jugó un papel importante en los muchos años de las negociaciones del TCA en la
ONU, asegurándose que incluyera criterios fuertes para tratar de impedir que
las armas cayeran en las manos equivocadas.
Como presidente de la
primera reunión del Tratado, México tiene una oportunidad para asegurar que los
Estados se comprometan a la presentación de reportes con información pública y
completa sobre las futuras transferencias de armas. De igual manera, se deberán
acordar mecanismos de aplicación que garanticen mayor transparencia del comercio
de armas en todo el mundo.
“La unión de la
voluntad política de los estados y de las sociedades civiles más afectadas por
el comercio no regulado de armas ayudó a hacer más fuerte el TCA. La misma
experiencia ahora requiere que los informes del TCA sean amplios y
transparentes, asimismo, la Conferencia de los Estados Partes siempre deberá
incluir a las coaliciones internacionales de la sociedad civil”. Peter Prove,
Director de Asuntos Internacionales del Consejo Mundial de Iglesias
En el ámbito local,
organizaciones civiles mexicanas instan al gobierno a priorizar sus
obligaciones en la aplicación del TCA, por ejemplo, proporcionando la
documentación del usuario final a los exportadores. Tales acciones podrían
ayudar a limitar el número de armas y municiones, importadas legalmente, que
terminan siendo desviadas a las manos de criminales en México.
“Aún cuando el mayor
problema de México, en relación a la violencia armada, proviene del tráfico
ilegal desde EE.UU., no podemos subestimar la importancia de vigilar las armas
importadas legalmente para las fuerzas de seguridad del Estado. En México, en
los últimos nueve años, las policías de todo el país han reportado más de 17
mil armas de fuego como perdidas o robadas. El desvío hacia usuarios no
autorizados está alimentando la violencia en nuestro país.
Las armas legales deben
ser vigiladas para asegurar que no se desvíen, pero también para que no sean
utilizadas en violaciones a derechos humanos o para menoscabar la paz y
seguridad (todo esto estipulado en el TCA)”. Paulina Arriaga, Directora de
Desarma México
La violencia armada en
México no es menor, de acuerdo con el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional
de Seguridad Pública, los homicidios dolosos cometidos con armas de fuego han
aumentado dramáticamente en los últimos períodos presidenciales. Entre 2001 y
2006, el 25% de los homicidios dolosos fue cometido con este tipo de armas,
este porcentaje se elevó a 52% desde 2007 hasta 2012, y entre enero de 2013 y
septiembre 2014 alcanzó el 55%.
“Necesitamos más
control sobre las armas ya que no sólo la gente de mi país está muriendo
asesinada, sino también en muchos países del mundo. Las armas no son juguetes
para ser vendidos a cualquier persona por eso necesitamos mayor regulación”.
Araceli Rodríguez del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, y madre de
una víctima
México es uno de los 72
Estados Partes que han ratificado el TCA, otros 59 signatarios aún no lo han
ratificado.
“Hay trabajo por hacer
la próxima semana. La conferencia se realiza en un momento crítico. Las
decisiones tomadas en Cancún dictarán cómo se implementa el TCA en los próximos
años – y por lo tanto cómo afecta la vida de las personas que viven en los
países devastados por la guerra desde Sudán del Sur a Yemen, así como aquellos
que enfrentan altos niveles de violencia armada desde Jamaica a Brasil”. Anna
Macdonald, Directora de la Coalición Armas Bajo Control
Notas:
1. La Coalición Armas
Bajo Control es un movimiento de la sociedad civil internacional de
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que ha hecho campaña para controles más
estrictos sobre el comercio internacional de armas desde 2003. Armas Bajo
Control representa a organizaciones que trabajan en más de 120 países. Incluye
muchas ONG internacionales como Oxfam Internacional, Amnistía Internacional y
el Consejo Mundial de Iglesias, así como muchas organizaciones regionales y
nacionales incluyendo al Centro de Estudios Ecuménicos y Desarma México.
2. En América, ya han
ratificado el TCA Argentina, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador,
México, Panamá, Paraguay y Uruguay, mientras que Brasil, Chile, Colombia,
Guatemala, Honduras, Perú, EE.UU. son signatarios.
Amnistia.org.mx. 22/08/15