Entrevista con Narcedalia Lozano Garza
Una orquesta al servicio de la paz
Junto a más de 200 colaboradores que cada semestre imparten
clases de arte, ciencia y deportes, Narcedalia Lozano no ceja en su
lucha por apoyar a niños de casas hogares. A través de la organización La Paz
comienza con los niños, esta Ex-A-Tec prepara a los integrantes de una orquesta
al servicio de la paz.
“¿Qué impacto social puede tener una sola persona dando
clases de música a 40 niños albergados en una casa hogar?”, se repetía a sí
misma, no hace mucho tiempo, Narcedalia Lozano Garza.
Se había dado a
la tarea de hacerlo cada sábado en La Casa Paterna La Gran Familia, con niños
de 5 y 6 años; era el año 2000, y cursaba sus estudios profesionales en el
Campus Monterrey.
Pero la perspectiva ha cambiado y ahora tiene
muy claro que el impacto social realmente es significativo cuando participan
más de 200 jóvenes prestadores de servicio social, que acuden al menos a siete
casas hogar de Nuevo León, en donde además de impartir clases de música,
enseñan ciencias, teatro, deportes, danza, artes plásticas, expresión oral,
artes marciales, liderazgo e idiomas. Su audiencia la constituyen niños de
distintas edades, como parte de un programa estructurado de apoyo educativo y
formativo.
Esto es lo que ha logrado La Paz Comienza con los Niños,
asociación civil fundada en 2002 por Narcedalia Lozano, cuya labor hasta la
fecha ha brindado apoyo a más de 2 mil 990 niños, con la colaboración de más de
mil 420 voluntarios y prestadores de servicio social de diversas universidades
del estado. Y ahora la asociación pretende extender su forma de operar a otros
estados del país. “Personas e instituciones con esta misma inquietud en
Saltillo, Chihuahua y San Miguel de Allende nos han pedido los principios y
guías de operación. Nuestra meta es replicar el programa en toda
Latinoamérica”, promete la entrevistada.
Para la ganadora del Premio Nacional Sedesol por Servicio
Social Comunitario, el Premio Mundial Empresa Universitaria del Año por Mayor
Impacto Social, la Medalla al Mérito Cívico del Estado de Nuevo León por Labor
Social, y el Premio Nacional Universitario por Responsabilidad Social, entre
2002 y 2004, esto no se trata de un hobbie, sino de una auténtica empresa que,
a diferencia de la mayoría, no es lucrativa.
“Dirigir la asociación es igual que cualquier negocio.
Administro recursos humanos, económicos y materiales, coordino el trabajo y
horarios de los prestadores de servicio social, reporto resultados al Consejo,
realizo campañas financieras, difundo actividades en los medios de
comunicación…”. Y agrega: “La única diferencia es que ‘mi negocio’ es tratar de
formar seres humanos con una actitud positiva hacia la vida y contribuir, en la
medida de lo posible, en la prevención de futuros problemas sociales”. A sus 26
años, Narcedalia trabaja con su equipo para orquestar la paz.
Pero no ha sido fácil ensamblar a las personas con los
recursos para que todo funcione en armonía. Precisamente la falta de material
didáctico –flautas, guitarras, zapatillas, mallas y leotardos de danza,
pinceles, pinturas, trajes de taekwondo…– ha obligado a Narcedalia a reducir la
admisión de voluntarios al programa. “Hemos llegado a tener en lista de espera
a 500 jóvenes de distintas universidades del estado que desean dar clases en
DIF Capullos, Casa Hogar Villas Eudes, Casa Paterna La Gran Familia,
Ministerios de Amor, Casa Hogar El Refugio de Monterrey, HOGA, Nuevo Amanecer y
EFFETA, entre otros, pero aceptamos alrededor de 200 porque no contamos con
suficiente material didáctico”, lamenta.
Sin embargo, el espectáculo debe continuar. Por eso
Narcedalia organiza periódicamente campañas de recolección de donativos y para
ello cuenta con el apoyo de un Consejo, integrado por siete personas del ámbito
educativo, empresarial, social, médico y musical, que creen firmemente en la
asociación.
Instituciones como Grupo Galería –que además de brindar
apoyo económico presta una oficina a la asociación–, Embotelladoras ARCA,
Televisa, UNICEF, Carl’s Junior, HEB, Tecno-lógico de Monterrey, Gran Pastor,
Conarte, DIF Nuevo León, Rotarios, Camerata Producciones, El Norte y Empresas
Santos son algunas de las que hasta el momento han aportado donativos a la
asociación. Tanto a estas organizaciones como a Narcedalia Lozano les importa
evaluar el desarrollo de los niños a lo largo de los cursos. Por ello, a través
de una breve encuesta mensual, tanto el prestador de servicio social como la
sicóloga y la trabajadora social de cada casa hogar revisan la situación de los
estudiantes en relación a la autoestima y la confianza en sí mismos, las
aptitudes desarrolladas, el desarrollo físico y la evolución de valores.
Los mismos prestadores de servicio de social son evaluados
por personas de las casas hogar. Si uno de ellos incumple el Código de Ética de
La Paz…, se le retira del programa. “Aunque se les deja en libertad para que
decidan qué tema del área que cubren quieren manejar y cómo desean impartirlo,
nuestro Código establece que deben respetar horarios de trabajo, planear los
talleres con base en el fomento de distintos valores, favorecer que el niño se
exprese si lo desea, sin preguntarle sobre su familia o por el motivo que está
en una casa hogar, evitar hacerle promesas que no puedan cumplirse… Parecen
temas obvios, pero es importante recalcarlos entre los jóvenes, porque su
actitud impacta en el desarrollo psicológico y social de los niños”, remarca.
Al final de cada semestre, tiempo en que los prestadores de
servicio social culminan su curso, La Paz… organiza un concierto y un día del
deporte, para mostrar a familiares y amigos de los niños, sus avances y logros.
La Sala Mayor de Rectoría y el Centro Deportivo del Campus Monterrey han sido
sede de varios de estos eventos.
Con el fin de complementar los fondos que sustentan a su
asociación, hace casi un año, Narcedalia abrió una escuela de música. Espera
hacerla crecer de tal manera que, en un futuro, se fortalezca un fondo de becas
para que los niños de las casas hogar, si lo desean, continúen sus estudios
musicales a nivel profesional, y se conforme una bolsa de trabajo.
Tantos planes en el tintero motivan a Narcedalia Lozano a
retomar fuerzas para imprimirlas en esta labor, pues confía plenamente en que
el arte, la ciencia y el deporte harán de los niños que viven en las casas
hogar de México y Latinoamérica, personas con una sólida autoestima, con
valores y habilidades para cumplir lo que se propongan, e integrar todos juntos
una gran orquesta para la paz.
Aída Ojeda Solís. Egresados.Ites.mx.