En el Día Internacional de la Paz –21 de septiembre—, el
Organismo Nacional subraya que el perdón es una decisión muy particular e
íntima de cada persona, y en ningún supuesto debe haber olvido
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) subraya que
México demanda un proceso de construcción de paz basado en el acceso a la
justicia, con conocimiento de la verdad, que garantice la reparación del daño y la no
repetición, que tenga como principal objetivo generar las condiciones que nos permitan mantener
la tranquilidad y cicatrizar el tejido social, con miras a conformar una política integral en que
se atiendan las causas estructurales y sobre todo la prevención, más que la reacción.
El modelo de construcción de paz deberá estar enfocado a la
procuración de justicia, y contemplar una fiscalía que permita la conducción y
persecución del delito con bases técnicas y científicas. Las fiscalías federal y estatales deberán
tener como titulares a personas con el perfil adecuado, elegidos con base en un proceso de
selección neutral, imparcial y objetivo.
En ocasión del Día Internacional de la Paz –21 de
septiembre—, la CNDH destaca que el perdón no debe estar fuera del escenario, pero se trata de
una decisión muy particular e íntima de cada persona. Para las víctimas son fundamentales tres
acciones inmediatas: conocer la verdad, frenar la impunidad y la correcta impartición de
justicia. En ningún supuesto debe haber olvido. En este sentido, debe recordarse que quienes
ocuparán los cargos en el área de seguridad pública durante la próxima administración han
señalado que estarán atentos y receptivos a lo que las víctimas expresen.
Debe recordarse que el Estado tiene la obligación de
promover el establecimiento, mantenimiento y fortalecimiento de la paz y la seguridad,
con el fin de alcanzar el desarrollo integral. Sin embargo, los 31,174 homicidios ocurridos en
nuestro país durante 2017 evidencian realidades de violencia diferenciadas, que junto
con la corrupción y la impunidad alteran la convivencia entre las personas, cuestionan la
validez y vigencia de las instituciones democráticas y del régimen de derechos, lo que impide
concretar la paz como parte integral e indivisible de los derechos humanos, en beneficio de las
personas.
De acuerdo con cifras del INEGI, la tasa de homicidios en
2017 fue de 25 por cada 100,000 habitantes, que lo ubica como el año más cruento desde 1990.
Por edad de las víctimas, el número de homicidios de personas entre 25 y 29 años fue de
4,730, seguido por el grupo de entre 20 y 24 años, con 4,505 víctimas. Y las entidades
federativas con más víctimas fueron: Estado de México, 3,046; Guerrero, 2,575; Guanajuato, 2,253;
Chihuahua, 2,222 y Baja California, 2,143.
Este Organismo Nacional señala que la paz es condición
indispensable para la vigencia de los demás derechos fundamentales, y no solo la simple ausencia
de guerra, violencia o conflicto.
Toda persona, independientemente de su raza, convicciones,
idioma o sexo, tiene el derecho inherente a la vida en paz. El respeto de este derecho
redunda en el interés común de toda humanidad y es condición indispensable para el adelanto de
todas las naciones, de acuerdo con la Declaración sobre la Preparación de las Sociedades
para la Vida en Paz, aprobada por la Asamblea General de la ONU.
La CNDH demanda combatir la violencia sin medidas
autoritarias o que generen más violencia, así como políticas públicas con enfoque integral sustentado
en el respeto de los derechos humanos. El diálogo, el entendimiento y el respeto a la ley
deben prevalecer como las vías para la solución de los conflictos, por lo cual no hay lugar
para la indiferencia o insensibilidad en su atención.
Se debe alejar por completo la tentación de acciones
autoritarias que pongan en riesgo el respeto a la dignidad de las personas y atenten contra los
derechos fundamentales. Violencia y descomposición social, sin políticas públicas consistentes
que las atajen, difícilmente podrán reducir desigualdades, falta de oportunidades y exclusión o
propiciar el fortalecimiento del Estado de Derecho.
El Día Internacional de la Paz fue establecido mediante la
resolución 36/67 de la Asamblea General de la ONU como una jornada que exhorta a la no
violencia y al alto del fuego. Se llama a todas las naciones y a todos los pueblos a respetar el
cese de hostilidades durante este día.
En tanto, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a
través del Objetivo No. 16 “Paz, justicia e instituciones sólidas”, llama a las sociedades
pacíficas e inclusivas para que fomenten un desarrollo sostenible, faciliten el acceso de todas las
personas a la justicia y creen instituciones efectivas, responsables e inclusivas en todos
los niveles.
Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos solo habrá
futuro sostenible, si construimos un desarrollo sostenible y sólo habrá
desarrollo sostenible con paz sostenible.
Cndh.org.mx, Ciudad de México, 21/09/18