Es
apremiante fomentar ser “libres y responsables” –como califica magistralmente a
los educados la UNESCO- para que no se mantengan sumisos y dependientes un elevado porcentaje de ciudadanos, que
ahora ya disponen de tecnologías que les permiten levantar la voz y hacerse
oír. El clamor popular es inaplazable.
Ahora ya
podemos expresarnos libremente gracias a la moderna tecnología digital, dejando
de ser testigos impasibles, invisibles, anónimos, temerosos y obedientes. Ya es
posible el paso de súbditos a ciudadanos plenos capaces de participar y
defender nuestros puntos de vista. No podemos seguir distraídos, mal
informados, manejados por la omnipotente y omnipresente influencia del “gran
dominio”.
Hemos
entrado en una nueva era en la que los seres humanos ya no vivirán confinados
territorial e intelectualmente; en que la longevidad procurará una formidable
experiencia que debe ser plenamente utilizada; en que los jóvenes, conocedores
de la Tierra, con conciencia y ciudadanía global, contribuirán con su imaginación
y su impulso a hacer realidad, por fin, los cambios radicales que, enfrentados
por primera vez en la historia a procesos potencialmente irreversibles, son
apremiantes. La inercia es el gran enemigo.
La mujer es
“piedra angular”, por las facultades que le son inherentes de la convivencia
pacífica, de la inflexión histórica de la fuerza a la palabra.
Ahora que
tenemos conciencia global, medios para expresarnos con libertad irrestricta y
un porcentaje proporcionalmente mayor de mujeres en la toma de decisiones,
debemos descubrir e inventar nuevos caminos y esclarecer los sombríos
horizontes actuales, para que el legado que debemos dejar a los que llegan a un
paso de nosotros esté a la altura de la dignidad humana. Cada ser humano capaz
de crear, nuestra esperanza.
Ciudadanos
del mundo, con una “nueva mirada” para abarcar la Tierra entera, libre e
irresponsables, protagonistas y beneficiarios, para llevar a cabo, sin
delaciones, las acciones cotidianas que
pueden enmendar las sombrías proyecciones que vivimos. No es posible
continuar con más informes y diagnósticos. Ha llegado la hora de los
tratamientos a tiempo, antes de que se alcancen puntos de no retorno.
Federico Mayor Zaragoza.
Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia
por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector
General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.