Sucre, Bolivia. “Ninguna forma de violencia contra los niños, niñas y adolescentes es justificable y toda violencia es prevenible”, es el principal mensaje del Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños, realizado el 2002, producto de una profunda preocupación sobre el abuso, maltrato y explotación hacia niños y niñas en todo el mundo.
Aún los adultos no entendemos que los niños son sujetos de derecho, que para un pleno desarrollo deben vivir en ambientes protectores, que para contar con un capital humano que logre el salto cualitativo al desarrollo socio-económico, es necesario que los Estados y las familias brindemos condiciones favorables y eso implica una relación de buen trato.
Bolivia ha avanzado en este camino: se cuenta con Defensorías de la Niñez y Adolescencia en más del 86 por ciento de municipios, Unidades de Atención de Víctimas dependientes de la Fiscalía y una red de Servicios de Gestión Social en todo el país que tienen servicios de atención y recuperación de víctimas, asimismo se está implementando Sistemas de Información que permiten identificar la cantidad de denuncias y la conclusión de procesos judiciales. La Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes que agrava de penas a agresores y la Ley que declara al 2012 como año de la No violencia, también muestra una clara voluntad política de enfrentar y reducir esta problemática.
Pese a estos importantes avances institucionales, aún el impacto de la violencia hacia infantes, niños y niñas y adolescentes parece no haber incidido en la disminución de la violencia. Según la Endsa, entre 2003 y 2008, la proporción de mujeres que declararon haber castigado a los niños en el hogar disminuyó sólo el 3 por ciento (83 a 80 por ciento), el 2003, la mayor proporción de niños castigados se presentaba en Cochabamba (86 por ciento) mientras que en 2008, la mayor proporción fue en Santa Cruz (85 por ciento), entre el ámbito urbano y rural no existen diferencias sustanciales, lo que sí se aprecia es que los hogares con mayores ingresos castigan en mayor proporción, al igual que las madres de 30 y 39 años. Un dato importante, es que los padres y madres con mayores niveles de escolaridad, ejercen menor violencia contra la INA.
El Estudio Determinantes de la Violencia contra la Niñez y Adolescencia, muestra que el 83 por ciento de las niñas, niños y adolescentes quedan expuestos a sufrir violencia en sus propios hogares, a través de la práctica del castigo físico como método educativo y disciplinario, mediante golpes e insultos que los padres y madres realizan sobre sus hijas e hijos. Asimismo, el último informe del Índice de Desarrollo Municipal de la Infancia Niñez y Adolescencia (Idina), muestra que en más del 55 por ciento de los hogares bolivianos esta población corre el riesgo de sufrir castigos violentos (Udape-Unicef, 2008).
Otra información importante, es que la denuncia de casos de delitos contra niños, niñas y adolescentes ante la Fiscalía representa el 26 por ciento. De este total, sólo el 14,5 por ciento pudo declarar en Cámara Gesell resguardando su identidad y reduciendo la revictimización. Estos son los datos visibles, pero quedan ocultos otros miles de niños, niñas y adolescentes que sufren maltrato y que por temor, estigma o resignación no denuncian.
Unicef se adhiere al Año de la No Violencia porque cree que no hay mejor condición para un niño, una niña o adolescente que crecer en un entorno protector familiar, escolar y comunitario que garantice su pleno desarrollo. Ratifica su voluntad de apoyar al Estado boliviano en la construcción de políticas públicas que permitan prevenir la violencia en la familia, la escuela y la comunidad, brindar un sistema de protección eficaz, oportuno, amigable y generar los mecanismos institucionales y normativos para sancionar a los agresores.
Esta adhesión también se traduce en una convocatoria a los medios de comunicación, a la empresa privada, universidades, centros educativos y de salud, organizaciones sociales y cívicas a ser parte de la Cruzada por el Buen Trato, a promover un trato digno y respetuoso para los infantes, niños y niñas y adolescentes, quienes merecen amor, cuidado, protección y atención de parte de cada uno de nosotros.
Marco Luigi Corsi. El autor es representante de Unicef en Bolivia.
Marco Luigi Corsi. Los Tiempos.com. 12/04/2012.
http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20120412/unicef-y-la-no-violencia-contra-la-ninez_167537_351483.html
Marco Luigi Corsi. Los Tiempos.com. 12/04/2012.
http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20120412/unicef-y-la-no-violencia-contra-la-ninez_167537_351483.html