Moscú, Rusia. Mientras
el joven abogado Mohandas Gandhi luchaba contra la injusticia en Sudáfrica,
supo de las doctrinas de Lev Tolstói sobre la resistencia no violenta ante el
mal, lo que tuvo un gran impacto en la formación de su filosofía de
"satyagraha".
El concepto de no
responder al mal con mal fue el arma pacífica de Gandhi en su lucha contra el
dominio británico. En un interesante giro de la historia, Tolstói a su vez
recibió inspiración en el desarrollo de su doctrina de la no violencia tras
conocer de cerca la cultura india durante sus años de estudiante en la Facultad
de Filosofía Oriental en la Universidad de Kazán.
Achala Moulik,
investigador indio y autor del libro "A Hundred Years of Leo Tolstoy &
The Indian Connection" (Cien años de Lev Tolstói y la conexión india),
escribe sobre Tolstói: "Toda su vida buscó inspiración en las
civilizaciones antiguas para vivificar el futuro de la humanidad". Y de
este modo, el escritor y filósofo ruso desempeñó un papel crucial no solo en
sus tiempos, sino que también dejó un legado imperecedero para el futuro.
La correspondencia
entre Tolstói y Mahatma Gandhi es una parte inalienable de la valiosa herencia
cultural y espiritual que rusos e indios pueden hoy admirar y apreciar.
La comunicación
entre los dospensadores, que se prolongó durante años, empezó en 1908, cuando
Tarakuatta Das, editor de la revista "El Indostán libre", se dirigió
a Tolstói para pedirle que, en calidad de escritor influyente, expresase su
opinión sobre la difícil situación que vivía la India.
Tolstói respondió
con su famosa "Carta a un hindú". Gandhi se interesó por el artículo
y le escribió. En aquella época, Gandhi aún era un abogado desconocido que
trabajaba en Sudáfrica, y Tolstói se había convertido ya en un eminente
escritor y filósofo. A pesar de esta diferencia, los dos se sintieron
espiritualmente cercanos desde las primeras cartas.
Según Gandhi,
cuando leyó por primera vez las obras de Tolstói, lo impresionaron tanto que
cualquier otro libro le parecía "insignificante en comparación con la
independencia de pensamiento, profundidad moral y sinceridad de Lev
Tolstói".
Cuando Gandhi le
mandó a Tolstói su libro "Hind Swarai o la Autonomía de India", el
escritor ruso se quedó tan impresionado por las ideas que expresaba que sintió
un ardiente deseo que entablar correspondencia con el autor y compartir sus
pensamientos y opiniones con su amigo indio.
Tolstói escribio
sobre Mahatma Gandhi en su diario: "Lo siento muy cercano a mí, a
nosotros. Cree que la resistencia más poderosa es la resistencia pasiva".
Probablemente Tolstói dijo esto teniendo en mente las ideas de Gandhi sobre la
delicadeza y la humildad que son una parte inseparable de la mentalidad
ortodoxa rusa.
Lo más sorprendente
de todo es que una persona de un contexto cultural y religioso tan diferente
expresase precisamente estos conceptos, tan profundamente enraizados en la
cultura rusa. Pero puede que el entrelazamiento de estas ideas sea una de las
pruebas de que las culturas están mucho más próximas de lo que parece y que los
valores morales básicos son los mismos a pesar de todas las infracciones
políticas o sociales.
Si volvemos atrás
en el tiempo a la época de Tolstói y Gandhi, veremos que fueron tiempos
difíciles para ambos países. Rusia había quedado devastada por la I Guerra
Mundial y la guerra civil.
Por su parte, India
sufría bajo el dominio británico y el pueblo indio no podía resistir más. En
resumen, para ambos países era un momento de rabia y protestas contra el
gobierno y contra la opresión. Y con toda la razón.
Pero toda acción de
protesta es ambivalente. Como una moneda, tiene su cara y su cruz: aparte de la
gloria de la victoria y la independencia, hay violencia, destrucción, muerte de
personas inocentes. Gandhi y Tolstói pertenecían al reducido grupo de los que
eligieron la senda de la lucha incruenta en un tiempo en el que no mucha gente
era capaz de desoír el instinto de agresión y optar por la resistencia
pacífica. Pero tampoco es que haya mucha gente así hoy en día.
Volviendo a
nuestros tiempos, plagados de conflictos militares que a menudo surgen por
cuestiones más que dudosas, con gran abundancia de armamento y completa falta
de humanidad, quizá es el momento de recordar el legado único de Gandhi y
Tolstói: amor, paz y no violencia, y tratar de convertir a los compañeros de
armas en simples compañeros.
Polina
Rizhova. Rusiahoy.com. 16/01/13