México, Distrito Federal. Durante el pasado año, 11 mil
mexicanos murieron de desnutrición, declaró el presidente Enrique Peña Nieto al
exponer los argumentos de la Cruzada contra el Hambre que promueve su gobierno.
El mandatario calificó la cifra como
alarmante y reveladora de la lacerante situación en que viven muchos mexicanos
y en particular las siete millones 400 mil personas que sufren la doble
condición de hambre y pobreza extrema y hacia quienes va dirigida la Cruzada en
una primera etapa, dijo.
Esta iniciativa no constituye una
convocatoria para que la sociedad aporte alimentos y víveres, aclaro Peña
Nieto, y explicó que el objetivo es hacer converger las acciones y proyectos de
todas las dependencias de los gobiernos de la República y enfocar las acciones
hacia los municipios y zonas de mayor pobreza y carencia alimentaria.
En tal sentido este viernes el
titular del Ejecutivo mexicano dejó constituida en el Salón Tesorería del
Palacio Nacional la Comisión Intersecretarial para instrumentar la Cruzada
contra el Hambre.
Instruyó al titular de Hacienda y
Crédito Público asegurarse de que el gasto requerido se apegue a los objetivos
delineados y exigió a los miembros de su Gabinete esfuerzos para combatir la
pobreza en la nación.
Cero hambre, eliminar la desnutrición
y mejorar los indicadores de crecimiento de niños y niñas; aumentar la
producción e ingreso a los campesinos y pequeños productores agrícolas; evitar
las pérdidas de alimentos, y promover la participación comunitaria y la
movilización popular, constituyen los cinco puntos esenciales de la ofensiva
contra ese flagelo trazados por el gobierno.
Granma.cubaweb.cu.
15/02/13
Acosa desnutrición al país: mueren 23
mexicanos cada día por hambre
Los más afectados son los adultos y
los niños; han fallecido más de 100 mil entre el 2000 y 2011: Inegi
México, Distrito Federal. Todos los días, 23
mexicanos mueren a causa del hambre y la desnutrición... casi uno por hora. De
acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre
2000 y 2011, más de 102 mil 568 personas perdieron la vida por deficiencias
nutricionales, un promedio de 8 mil 547 al año.
Desde 2004, la desnutrición
representa la décimotercera causa de muerte en México. Los más afectados, según
el Inegi, son los adultos mayores y los niños: el 75 por ciento de las
defunciones se concentran entre personas de 65 años y más, mientras que el 7
por ciento ocurren en menores de un año.
Ésta es la peor consecuencia del
hambre que padecen más de 21 millones de mexicanos que viven en pobreza
alimentaria, según el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política
Social.
Definida por la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura como el resultado de "una prolongada
ingestión alimentaria reducida y/o absorción deficiente de los nutrientes
consumidos", la desnutrición afecta a entidades con altos niveles de
marginación, como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla y Veracruz.
Pero también golpea a estados con
mayor desarrollo, como Jalisco, el DF y el Edomex. Según la organización Un
Kilo de Ayuda, la prevalencia de desnutrición crónica en la población infantil
es del 12.5 por ciento, pero se eleva al 37.4 cuando se calcula entre población
infantil indígena.
Las consecuencias, según la misma
asociación, pueden ser retardo en el crecimiento y desarrollo psicomotor,
disminución en capacidad de trabajo y en el desempeño intelectual en edad
escolar y la propensión a enfermedades como obesidad, diabetes e hipertensión.
A pesar de estas estadísticas, el
presupuesto para los programas destinados a revertir esta situación registraron
incrementos mínimos en los últimos años.
Actualmente, existen seis estrategias
gubernamentales destinadas a combatir, de manera específica, el hambre y la
desnutrición: Abasto Social de Leche, Abasto Rural, Desayunos Escolares,
Atención a Jornaleros Agrícolas, Oportunidades --en sus componentes Salud y
Desarrollo Social-- y Apoyo Alimentario.
En el sexenio anterior, el
presupuesto para dichas acciones pasó de 24 mil 404 millones de pesos en 2007 a
27 mil 129 millones en 2012, un aumento de 11 por ciento
Agencia Reforma. El Mañana.com.mx.
20/01/13
El hambre de cada día
Monterrey, Nuevo León. Unos
1.3 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza extrema del 2010 al 2012; la
cifra pasó en ese lapso de 11.7 millones a 13 millones de pobres extremos,
reveló Javier Guerrero, Subsecretario de Desarrollo Social (Sedesol). Las
grandes inversiones que se han hecho en el combate a la pobreza no sólo no la
han reducido, sino que parecería que han agregado gasolina a la lumbre. Y esa
lumbre es letal: 23 mexicanos mueren diariamente por hambre y desnutrición.
El Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) reveló que, entre el 2000 y el 2011, más de 102 mil 568
mexicanos perdieron la vida por deficiencias nutricionales. Los más afectados,
según el INEGI, son los adultos mayores y los niños: el 75 por ciento de las
defunciones se concentra entre personas de 65 años y más, mientras que el 7 por
ciento ocurre en menores de un año. Más de 21 millones de mexicanos viven en
pobreza alimentaria, según el Consejo Nacional para la Evaluación de la
Política Social.
Había seis estrategias gubernamentales
destinadas a combatir, de manera específica, el hambre y la desnutrición, entre
ellas Oportunidades y Desayunos Escolares. En el sexenio anterior, el
presupuesto aplicado pasó de 24 mil 404 millones de pesos en el 2007 a 27 mil
129 millones en el 2012, un aumento del 11 por ciento. A estos programas, que
hasta el momento no han logrado abatir el problema, se ha sumado,
englobándolos, la Cruzada Nacional contra el Hambre, que el Presidente Peña
Nieto arrancó la semana antepasada.
Lo que hasta aquí le refiero es el
retrato pálido de una crisis que vive hoy nuestro País. Si no se resuelve,
generará el fin de la agonía o una explosión final, ambas terminales. Es
fundamental que nos solidaricemos con nuestros hermanos, no sólo cruzando los
dedos para que la cruzada de Peña Nieto funcione, sino más bien ideando usted y
yo la forma de participar productivamente en el salvamento de los millones de
hambrientos que, de otro modo, morirán sin remedio o vivirán sin remedio. Hay
que hacerlo, si no por justicia social, por instinto de conservación.
Pero todos debemos emprender
personalmente acciones efectivas, entre ellas vigilar mejor al Gobierno para
que esta vez sí cumpla su palabra con honestidad y sin desvíos. Eso no quiere
decir que el Gobierno es el único responsable y que sobre sus líderes, Peña
Nieto ahora, debe caer todo el peso del problema. El problema es de todos,
cuando menos de todos los que comemos balanceadamente tres o más veces al día.
Y también es problema de los que tienen para alimentarse y alimentar y nutrir a
cinco o seis o más generaciones de los suyos y se niegan a sí mismos el
privilegio de la solidaridad.
En este contexto no se entiende la
proposición del empresario panadero Daniel Servitje, director general de Grupo
Bimbo, una de las empresas mexicanas trasnacionales más prósperas, quien hace
pocos días se pronunció a favor de la aplicación del IVA entre 2 y 4 por ciento
a alimentos y medicinas, actualmente exentos de impuestos. Servitje planteó que
eso "permitiría que gran parte de la población que hoy no paga impuestos
lo hiciera en la medida de su consumo. Quien consume más, pagará más".
Quizás en otras condiciones la propuesta
impositiva del empresario sería discutible, no así en medio de la profunda
crisis alimentaria que vivimos, que amenaza nuestra paz y nuestro futuro. La
proposición de Servitje es traducible a "quien gane más, pagará más".
Los pobres, la mayoría de este país, no pueden pagar más. Si pudieran hacerlo,
comerían, se nutrirían y serían productivos para ellos, para sus familias y
para su país.
Y este hombre, miembro de una de las
familias más ricas de México, quiere que los miembros de las familias más
pobres de México paguen impuestos por consumo de comida y medicinas que ya hoy
no pueden consumir porque no tienen con qué pagarlas. Adaptemos a la crisis el
apotegma servitjiano y que pague más el que gane más o, lo que es lo mismo, la
trasnacional Bimbo. Él dijo. Legislemos en su honor y a su cargo fiscal y al de
todos sus pares. Eso antes de que este país se desmaye de hambre.
Se nos olvida, se le olvida a Daniel
Servitje, que si los pobres están bien comidos y fuertes, trabajan mejor y a
todos nos va bien, hasta a los panaderos.
Felipe Díaz Garza. El Norte.com. 04/02/ 13
Felipe Díaz Garza. El Norte.com. 04/02/ 13
http://www.elnorte.com/editoriales/nacional/728/1455704/
Mitontic,
Chiapas, uno de los lugares más pobres de México
"Por hambre vuelve
el hombre sobre los laberintos/ donde la vida habita siniestramente sola./
Reaparece la fiera, recobra sus instintos,/ sus patas erizadas, sus rencores,
su cola. Ayudadme a ser hombre, no me dejéis ser fiera/ hambrienta, sitiada
eternamente".
-"El hambre",
Miguel Hernández
Mitontic,
Chiapas. Enclavado en el Chiapas
profundo, ese que no está incluido en las guías de las ONG ni del turismo
revolucionario; menos aún en los circuitos del viajero tradicional, este municipio no sólo se encuentra entre los
cinco ayuntamientos más pobres de la entidad sino también entre los diez más
marginados de todo el país. Hoy es una de las 400 alcaldías que deberá
ser atendida por la Cruzada Nacional contra el Hambre.
De acuerdo con
el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),
en este ayuntamiento de indígenas
tzotziles de sólo 13,364 habitantes, 95.9% de la población se encuentra en
situación de pobreza (12,817 habitantes); 71.8% en pobreza extrema
(9,549 personas), y 55.5% tiene problemas de carencias de acceso a la alimentación
(7,416 habitantes).
Por su parte, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que Mitontic
-enclavada en la región de Los Altos- presenta un Índice de Desarrollo Humano
(IDH) de sólo 0.4843; es decir, similar al de del África Subsahariana, cuyo
promedio es de 0.4630.
Sólo a manera de
comparación: Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, tiene un IDH de 0.8159 o
Las Margaritas -donde el presidente Enrique Peña Nieto anunció el pasado 21 de
enero su Cruzada contra el Hambre-: 0.5975. Otro dato: Benito Juárez, el
municipio más rico de México, tiene un IDH de 0.9136.
"Gobierno
de progreso"
Es mediodía y
aquí, en Los Altos chiapanecos, cae una
ligera llovizna helada que empapa la ropa y hace tiritar de frío. Hace
ya media hora que reportero y fotógrafo se apearon del taxi colectivo tomado en
la cabecera municipal, y a la altura de Cuchumtón comenzaron una caminata a lo
largo de una brecha lodosa, que en las cuestas es tan resbaladiza que pone en
peligro la vertical en más de una ocasión. Las botas, la parte baja de los
pantalones e incluso la libreta de apuntes se encuentran ya llenas de barro.
Vicente
Rodríguez -nuestro guía e intérprete, quien es además agente municipal de
Cuchumtón- tiene que esperarnos en más de una ocasión y, más divertido que
irritado, sólo mueve la cabeza de un lado a otro ante los continuos retrasos y
nuestro accidentado andar por estos abruptos senderos.
Durante las
pausas que hacemos para descansar, Vicente -de 44 años- nos pone al tanto: Cuchumtón, una de las localidades más
dispersas de Mitontic, cuenta con 104 viviendas y una población de 704
habitantes. Más de 450 son menores de edad; es decir, sólo hay 254
adultos, de los cuales 29 tienen más de 60 años.
Los indicadores
oficiales del gobierno estatal completan la información: de la población a
partir de los 15 años, 170 no tienen ninguna escolaridad, 90 tienen una
escolaridad incompleta, cinco tienen una escolaridad básica y ningún habitante
cuenta con una educación posbásica.
"El número
de los que sólo hablan un idioma indígena (en este caso, tzotzil), pero no
hablan español, es de 358; son bilingües 297", completa el informe
estatal.
Sin embargo, el propósito es ir más allá de las
estadísticas y darles nombre, rostro y voz a esos mexicanos que habitan en uno
de los lugares más precarios y recónditos de la geografía nacional.
Habla Vicente
Rodríguez Ortiz: "En Cuchumtón ya hay preescolar, primaria y
telesecundaria, pero es una comunidad tan dispersa que en las mañanas muchos
niños tienen que caminar hasta tres o cuatro kilómetros -alrededor de hora u
hora y media a pie- entre estos senderos para poder llegar a la escuela. Hay niños que se cansan de hacer eso a diario
y dejan la escuela, cuando apenas van en segundo o tercer año.
"En eso se
parecen todas las comunidades que hay en Mitontic (diez). Ha habido mejoras,
pero todavía faltan muchos caminos, agua, escuelas, doctores, clínicas, o hay
clínicas pero no hay doctores o medicinas."
-¿Qué
pasa cuando un anciano se enferma, el médico va a su casa?
-No, qué va.
Cuando un viejo se enferma en una de estas comunidades lejanas hay que buscar
la manera cómo llevarlo. A veces no hay de otra más que cargarlo en una silla o
de plano en la espalda y llevarlo hasta el doctor, pero a veces se caminan
hasta cuatro kilómetros en puras subidas y bajadas... hay veces en que los
enfermos se mueren en el camino.
"Mire
-tercia Marcelo Gómez, un campesino que desde hace algunos minutos se ha unido
al grupo-, en Cuchumtón ya tenemos clínica, pero está prohibido enfermarse
sábados y domingos porque el doctor no viene esos días."
-¿Qué
hacen cuando alguien se enferma sábado o domingo?
-Pues ir a la
cabecera municipal (Mitontic), a unos 15 kilómetros, o de plano hasta Chenalhó,
que está como a 25 kilómetros. Llegando a la carretera se hacen como 35 o 40
minutos; pero si la cosa no es grave, 4 mejor nos aguantamos porque para ir a
esos lugares primero hay que caminar hasta la carretera y luego los taxis nos
cobran entre 15 y 25 pesos sólo de ida. Nosotros no tenemos dinero para eso.
-¿A
usted, don Vicente, no le pagan un salario como agente municipal?
-No. Yo ya le
dije al presidente municipal, que es mi primo, que me pague; pero dice que no
hay dinero. Llevo varios meses así (fue electo por la comunidad y asumió el
cargo en agosto pasado).
-Entonces,
¿de dónde provienen sus ingresos? -preguntamos a ambos.
-Pues del campo.
Pero nosotros no tenemos tierras, jornaleamos pa' otros; pero hay trabajo sólo
dos o tres veces por semana. Nos pagan máximo 50 pesos diarios. Eso no alcanza
para nada.
La casa que Vicente Rodríguez, su esposa María y 6 de sus
8 hijos habitan (2 ya se casaron) es un espacio de unos 20 metros
cuadrados, donde 4 viejos colchones, una destartalada mesa de comedor, una
pequeña estufa ecológica -de las que distribuyó la Secretaría de Desarrollo
Social (Sedesol) en épocas de Vicente Fox-, un estéreo y una pequeña televisión
de máximo 15 pulgadas son los únicos bienes.
Al fondo de la
vivienda, sin ventanas -por ello, muy oscura- y con piso de tierra se observan
varias cajas de cartón por donde se asoma la ropa de los 8 integrantes que
habitan esta casita, una de las pocas
de Cuchumtón que están construidas con tabicón rústico y techo de concreto.
"Aprendí el
oficio de chalán (albañil) en México (DF) y en Xalapa, por eso ya le pude poner
a mi casita tabique y colado", dice con orgullo Vicente, mientras María
López y los 6 muchachos -12, 10, 8, 6, 5 y 3 años de edad- agachan la cabeza y
responden con monosílabos a cada pregunta de los reporteros, quizá tratando de
esconder la ropa deshilachada o las manchas de anemia y los granos, algunos
infectados, que invaden sus brazos, sus piernas y sus caras.
Manolo
Rodríguez, el muchacho más grande, es medido por los enviados de este diario.
Tiene 12 años y asiste a primer año de telesecundaria, pero su talla apenas
rebasa el metro 15 centímetros, la altura promedio de un niño de entre 6 y 7
años. Su estatura ideal tendría que andar entre el 1.40 y el 1.43 cm.
Incómodo por
primera vez desde que el taxista nos lo presentó en la carretera más de una
hora antes, Vicente ríe nervioso; se quita la cachucha, se rasca la cabeza. En
ese momento es que leemos la leyenda que trae inscrita su gorra: "Gobierno de progreso".
Ironías
"Mantén
limpia tu casa. No tires basura"
Redactado muy
probablemente por algún burócrata del centro, el autoadhesivo de
IMSS-Oportunidades pegado en el marco de la puerta de la humilde choza de
lámina parece más bien un sarcasmo.
Afuera de la
vivienda que don Domingo López Méndez, 65 años, su esposa y sus 9 hijos (19,
18, 14, 12, 10, 9, 6, 4 y 3 años) habitan, hay agua de lluvia estancada y se ha formado un lodazal. Guía,
reporteros y los propios integrantes de la familia traen los pies llenos de
tortas de lodo imposibles de quitar, pues no hay un espacio libre de barro.
Adentro, en la habitación de 5 x 3, el piso de tierra también se ve todo
fangoso.
A la vivienda de
don Domingo y familia no han llegado el
tabicón ni el colado de concreto; tampoco la estufa ecológica, ni siquiera las
cajas de madera para guardar la ropa.
Construida
totalmente con láminas de zinc, en esta choza no hay ni siquiera una mesa para
comer y el único mobiliario está conformado por 4 sillas de plástico y una
mesita, donde se encuentra colocada un pequeño televisor. Al fondo pueden
observarse 3 colchones desvencijados. La ropa -prácticamente hecha jirones- de
los 11 integrantes de la familia se encuentra colgada en un alambre a un
costado de la habitación.
Pese a que se cuenta con luz eléctrica, la vivienda -sin ventanas al
igual que la de Vicente Rodríguez- se encuentra a oscuras.
La única luz que hay es la que se cuela por las paredes y el techo -los cuales
están repletos de orificios-, así como la del fogón, encendido a esa hora (2 de
la tarde).
Cuando llueve
-explica trabajosamente don Domingo en su escaso español- la lluvia se cuela
por esos mismos orificios. Y cuando hace frío, es el viento helado el que lo
hace.
En el centro de
la casa se encuentran colocadas 4 grandes piedras en medio de las cuales se
hace el fogón para cocinar (se emplea leña del bosque). Sobre éstas hay una
gran olla donde se está preparando la comida de éste y de todos los días: verduras, frijoles y tortillas.
-¿Cuántas
veces comen al día?
-Dos, señor
-dice Margarita, la esposa-. Por la mañana pozol (una bebida de maíz),
tortillas y chile; en el día, lo que usted ve: verduras, frijoles y tortillas.
-¿En
la noche no comen algo, una cena?
-No, no hay más,
no alcanza -interviene Domingo.
-¿Dónde
compran las verduras, los frijoles?
-Es de lo
poquito que da la tierrita... No hay más...
Ante el cuadro
de miseria extrema, de tristeza, de desamparo, se impone el silencio. Durante
varios segundos que se hacen eternos, lo único que se escucha son los clics de
la cámara de Pepe Camas, quien de pronto se acerca y me susurra casi al oído:
"¡Cuánto olvido,
carajo, cuánto olvido...!".
Metas
incumplidas
Colocado en la
carretera que va de la cabecera municipal a Chalam, un gigantesco espectacular
-suscrito por la Sedesol federal y el gobierno estatal- presume que en la
comunidad de Cuchumtón todas las viviendas cuentan ya con piso firme: "Éstos son hechos, no palabras",
rubrica en grandes caracteres la propaganda oficial que remite a los recientes
tiempos de Felipe Calderón y Juan Sabines.
En busca de
certezas, no de promesas, este diario visitó durante dos días al menos 30
viviendas de Cuchumtón -casi el 30 por ciento de las 104 que hay en la
comunidad-, y halló que de esa cifra únicamente cuatro casas tienen piso firme:
sólo dos colocados por las autoridades federales y estatales y dos por los
propios habitantes de las viviendas.
Sebastián
Rodríguez Velázquez, investigador de la Universidad Intercultural de Chiapas
-institución que tiene unidades en San Cristóbal de las Casas, Las Margaritas y
Yajalón, entre otros municipios- explica la importancia de tener un piso firme:
"Tener un
piso de cemento o de tierra puede ser la diferencia entre vivir sano y enfermar
o, incluso, morir. El cemento repele la suciedad, mientras que el piso de
tierra genera condiciones insalubres. Quienes duermen o comen donde hay pisos
de tierra son más propensos a padecer enfermedades infecciosas, parasitarias y
respiratorias", dice el académico, quien subraya que las dos primeras
constituyen la cuarta causa de muerte en niños menores de un año.
En 2006, al
inicio de su gestión, el entonces presidente Felipe Calderón prometió que al término de su sexenio ningún mexicano
viviría en hogares con pisos de tierra; sin embargo, se trató de otra
meta incumplida, pues actualmente todavía hay cerca de un millón 700 mil
viviendas contabilizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) que tienen piso de tierra, lo que representa 5.8 por ciento de los
hogares en el territorio nacional, muchas de éstas ubicadas en Chiapas.
La de los pisos firmes no es la única promesa fallida.
Apolinar Castillo Ruiz y Evaristo López, habitantes de la localidad, indicaron
que hace cuatro años trabajadores del gobierno estatal instalaron en Cuchumtón
miles de metros de tubería para abastecer de agua potable a la comunidad; sin
embargo, se les olvidó lo básico: instalar una bomba, por lo que el vital
líquido sigue sin llegar a las viviendas. "Ahí está el agua en los tubos,
pero igual tenemos que ir hasta las mangueras y acarrearla hasta nuestras
casas", señalan con hastío.
En efecto,
kilómetros y kilómetros de tuberías serpentean entre las precarias viviendas de
la comunidad como mudos testigos de la improvisación y la demagogia.
Sólo
palabras
Habituados a la
indiferencia de los tres órdenes de gobierno, los habitantes de Cuchumtón se muestran escépticos ante el anuncio
presidencial de una Cruzada contra el Hambre que, entre 400 municipios, incluye
a Mitontic.
"Bah",
suelta parco Erasto Domínguez López, el peluquero de la comunidad, cuando le
pedimos su opinión sobre la cruzada. Y agrega: "Yo no creo en nada ni en
nadie, sólo en Diosito. Lo demás son puras palabras huecas de políticos. Aquí
ha venido Solidaridad, Progresa, Oportunidades y muchos programas más que ya ni
recuerdo y seguimos igual de jodidos".
Erasto revela que la de Peña Nieto no es la primera cruzada:
"Hace más de dos años (Juan) Sabines (gobernador de Chiapas entre 2006 y
2012) vino a la cabecera de Mitontic con una (gran) cruzada para erradicar la
pobreza, y ya ve no pasó nada".
-¿Los
inscribieron en algún programa? ¿Les regalaron dinero u artículos?
-Vino Sabines
con su mujer y nos dieron puras cosas que ni necesitamos, como balones de
basquetbol, sarapes, botellas de agua. Creo que fue la única vez que Sabines se
paró por Mitontic (la cabecera municipal).
-¿Hay
algún político que haya visitado Cuchumtón?
-Aquí no vienen
ni en campaña... jamás hemos visto ni a Sabines ni a Pablo Salazar; tampoco a
Fox, a Calderón, a Peña, a López Obrador o a Marcos... nadien (sic) ha llegado
hasta aquí. Y es que a ningún político le gusta ensuciarse los zapatos.
Para el
investigador Rodríguez Velázquez, Mitontic
no es atractivo electoralmente pues sus habitantes sólo representan el 0.19% de
la población del estado: "Bueno, el municipio ni siquiera es
fashion para los radicales chic que prefieren lugares como San Cristóbal de las
Casas, San Andrés Larráinzar y Las Margaritas para supuestamente ir a empaparse
de indígenas y zapatismo".
Intrigado por la
gran cruzada para erradicar la pobreza, de Sabines, encuentro en Internet un
discurso del exgobernador que data de finales de 2009:
"La idea es
llegar a cada comunidad a ver cómo viven sus habitantes, saber si hay violencia
familiar, conocer las condiciones de la vivienda, ver si se cocina con leña, de
dónde toman el agua, si ésta es potable, si hay drenaje, conocer qué tipo de
alimentación tienen, cuál es su ingreso, entre otros.
"Queremos
saber muchas cosas para así poder llevar beneficios, es decir, cuántos pisos
firmes hay que hacer en una localidad, cuántas estufas ecológicas se deben
hacer, cómo mejorar la escuela,
rehabilitar la clínica si es que ésta existe, saber si tiene doctor, si
cuentan con medicamentos... el compromiso es contar con los resultados de este
estudio antes de terminar el año."
José Antonio Gurrea. El
Financiero.com.mx. 11/Febrero/2013
