Hola. Me llamo Ed Snowden. Hace poco más de un mes, tenía una
familia, un hogar en el paraíso y vivía con grandes comodidades. También tenía
la capacidad de buscar, tomar y leer sus comunicaciones sin ninguna orden
judicial. Las comunicaciones de cualquier persona, en cualquier momento. Ese es
el poder de cambiar el destino de personas. También es una violación seria de
la ley. La Cuarta y la Quinta Enmienda de la Constitución de mi país, el
Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y numerosos
estatutos y tratados prohíben tales sistemas de vigilancia masiva y ubicua.
Mientras que la Constitución de Estados Unidos señala a estos programas como
ilegales, mi Gobierno argumenta que fallos secretos en los tribunales, que el
mundo no tiene permitido ver, de alguna forma dan legitimidad a un asunto
ilícito. Estos fallos simplemente corrompen la noción más básica de justicia:
que debe ser vista para ser hecha. Lo inmoral no puede convertirse en moral
mediante el uso de una ley secreta. Creo en el principio declarado en
Nuremberg, en 1945: "Los individuos tienen deberes internacionales que
trascienden las obligaciones nacionales de obediencia. Por lo tanto, los
ciudadanos individuales tienen el deber de violar las leyes nacionales para
evitar que sucedan crímenes contra la paz y la humanidad". Acorde a ello,
hice lo que creí correcto e inicié una campaña para corregir esta ofensa. No
busqué enriquecerme. No busqué vender secretos estadounidenses. No hice una
sociedad con ningún Gobierno extranjero para garantizar mi seguridad. En lugar
de ello, llevé lo que sabía al público, de manera que lo que nos afecta a todos
pueda ser discutido por todos nosotros a la luz del día, y le pedí justicia al
mundo. Esa decisión moral de decirle al mundo del espionaje que nos afecta a
todos ha sido costosa, pero era lo correcto y no me arrepiento de ello. Desde
entonces, el Gobierno y los servicios de inteligencia de los Estados Unidos de
América han intentado hacer de mí un ejemplo, una advertencia a todos los demás
que pudieran alzar la voz como yo. Me he convertido en un apátrida y he sido
objeto de persecución por mi acto de expresión política. El Gobierno de los
Estados Unidos me ha colocado en las listas de "no vuelo". Exigió que
Hong Kong me devolviera fuera del marco de sus leyes, en violación directa del
principio de "non-refoulement" (no devolución) -el Derecho de Gentes.
Ha amenazado con sancionar a los países que defendieran mis derechos humanos y
el sistema de asilo de la ONU. Incluso ha tomado el paso sin precedentes de
ordenar a sus aliados militares mantener en tierra al avión de un Presidente
latinoamericano en busca de un refugiado político. Estas peligrosas acciones
representan una amenaza no sólo a la dignidad de América Latina, sino a los
derechos básicos compartidos por toda persona, toda nación, para vivir libres
de la persecución y buscar y disfrutar del asilo. Sin embargo, incluso de cara
a esta agresión históricamente desproporcionada, varios países alrededor del
mundo han ofrecido apoyo y asilo. Estas naciones, entre ellas Rusia, Venezuela,
Bolivia, Nicaragua y Ecuador, tienen mi gratitud y mi respeto por ser los
primeros en erguirse contra las violaciones a los derechos humanos realizadas
por los poderosos en lugar de los impotentes. Al negarse a poner en tela de
duda sus principios ante la intimidación, se han ganado el respeto del mundo.
Tengo la intención de viajar a cada uno de estos países para ofrecer en persona
mis gracias a sus pueblos y sus líderes. Anuncio el día de hoy mi aceptación
formal de todas las ofertas de apoyo o asilo que han sido extendidas y todas
las demás que pudieran ser ofrecidas en el futuro. Por ejemplo, con el asilo
otorgado por el Presidente Maduro de Venezuela, mi estatus como asilado ahora
es formal y ningún Estado tiene una base por la cual limitar o interferir con
mi derecho a disfrutar dicho asilo. Sin embargo, como hemos visto, algunos
Gobiernos en Estados de América del Norte y Europa Occidental han demostrado
una disposición a actuar fuera de la ley, y este comportamiento persiste hoy.
Esta amenaza ilícita me imposibilita viajar a América Latina y disfrutar del
asilo otorgado allí de acuerdo con nuestros derechos compartidos. Esta
disposición de parte de Estados poderosos para actuar de manera fuera de la ley
representa una amenaza para todos nosotros y no debe permitírsele tener éxito.
Por consiguiente, les pido su ayuda para solicitar de las naciones relevantes
garantías de salvoconducto para asegurar mi pasaje a América Latina, así como
solicitar asilo en Rusia hasta aquel momento en que estos Estados accedan a
derecho y se permita mi viaje lícito. Presentaré mi solicitud a Rusia hoy, y
espero que sea aceptada favorablemente. Responderé hasta donde sea posible a
cualquier pregunta. Gracias.
*Comunicado escrito por Edward Snowden y publicado
por WikiLeaks
Traducción: Grupo Reforma
El Norte.com 12/07/13
"Sabe Snowden mucho más": Glenn Greenwald
Rio de Janiero,
Brasil. Edward Snowden, ex analista de inteligencia que cimbró a Estados Unidos
con sus revelaciones sobre espionaje, tiene aún más secretos comprometedores de
Washington.
Así lo afirma Glenn
Greenwald, el periodista neoyorquino que recibió primero las filtraciones.
"Snowden tiene
suficiente información como para causar más daño al Gobierno estadounidense, él
solo en un minuto, del que cualquier otra persona haya tenido jamás en la
historia de Estados Unidos", dijo Greenwald.
De traje de baño a
rayas, sandalias blancas, camisa de mezclilla y con una gran mochila, Greenwald
parece un turista que se pasea por la rambla de la São Conrado, en Río de
Janeiro.
Pero se trata del
periodista, bloguero y columnista del diario británico The Guardian que
sorprendió al mundo con las revelaciones sobre la extensa red de espionaje
cibernético que tiene Estados Unidos y que le filtró Snowden.
Este último era
analista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés).
Mientras Snowden
aguarda en Moscú respuesta a una solicitud de asilo, Greenwald cree que el
escándalo ofrece una oportunidad de madurez para la región frente al poder de
Estados nidos.
"La dignidad
de América Latina está en juego en este caso", asegura el periodista,
quien desde hace seis años vive en Río.
Más allá de las
revelaciones sobre el sistema de espionaje en general, ¿qué información extra
tiene Snowden?
Snowden tiene
suficiente información como para causar más daño al Gobierno estadounidense él
solo en un minuto del que cualquier otra persona haya tenido jamás en la
historia de Estados Unidos.
Pero ese no es su
objetivo. Su objetivo es dejar al descubierto programas informáticos que
personas en todo el mundo utilizan sin saber a qué están exponiéndose.
De los documentos
que Snowden compartió con usted, ¿hay mucha más información relacionada con
América Latina?
Sí. Para cada país
que tiene un avanzado sistema de comunicaciones, como es el caso desde México
hasta Argentina, hay documentos que detallan cómo Estados Unidos recoge este
tráfico informativo, los programas que se utilizan para captar las
transmisiones, la cantidad de intercepciones que se realizan por día, y mucho
más.
Una forma de
interceptar las comunicaciones es a través de una corporación telefónica en
Estados Unidos que tiene contratos con empresas de telecomunicaciones en la
mayoría de los países latinoamericanos. Por ahora no puedo decir el nombre de
la compañía.
Los datos señalan
que esta corporación estadounidense, que ayuda a establecer líneas telefónicas
y servicios de Internet en toda América Latina, desvía información para centros
de análisis de la NSA.
¿Puede América
Latina ser un buen refugio para Snowden?
América Latina
tiene que defender su propia soberanía e independencia, y una forma de hacerlo
es tomando decisiones sobre un asilo político basándose no en el miedo a las
amenazas y la intimidación de Estados Unidos, sino en preceptos del derecho
internacional que garantizan que la gente no sufra persecuciones.
La dignidad de
América Latina está en juego en este caso.
¿Comparte la
decisión de Snowden de quedarse en Rusia mientras logra venir a América Latina?
Sí. Lo más
importante es no terminar en custodia de Estados Unidos, cuyo Gobierno ha
demostrado ser extremadamente vengativo para castigar a los que revelan
verdades incómodas.
¿Rusia le da
garantías de seguridad?
No hay muchos
países en el planeta que tengan la capacidad y la voluntad de desafiar las
demandas de Estados Unidos. Pero Rusia es uno de esos países y lo ha tratado
bien hasta ahora.
¿Teme que alguien
trate de matar a Snowden?
Es una posibilidad,
aunque no creo que traiga muchos beneficios para nadie a esta altura. Ya ha
distribuido miles de documentos y se ha asegurado de que varias personas
alrededor del mundo tengan su archivo completo.
Si algo le llegara
a pasar, esos documentos serían hechos públicos. Esa es su póliza de seguro.
El Gobierno
estadounidense debe estar de rodillas todos los días rogando que nada le ocurra
a Snowden, porque si algo le llega a suceder, toda la información será revelada
y esa sería su peor pesadilla.
Alberto Armendáriz. El Norte.com. 13/07/13