México:
Familiares de víctimas de desaparición forzada aún no ven resultados
México, Distrito Federal. ¿Cuándo
se van a convertir en hechos las muchas promesas del gobierno del
Presidente Enrique Peña Nieto de no
tolerar las desapariciones y buscar a las víctimas?, pregunta Amnistía
Internacional al conmemorarse el día internacional de las víctimas de
desaparición forzada.
El 26
de agosto pasado la Procuraduría General de la República (PGR) informó sobre un
programa de recompensas para las personas que proporcionen información sobre el
paradero de personas desaparecidas. “En la localización de las personas
desaparecidas, se agotarán todas las posibilidades que sean necesarias”, según
la institución.
Sin
embargo, la evidencia no le da la razón. Las desapariciones forzadas, es decir
aquellas cometidas con el involucramiento de agentes del estado, siguen
ocurriendo, así como las desapariciones a manos de otros actores. Los esfuerzos
para investigar y establecer el paradero de las víctimas parecen muy limitados.
Las cuatro
personas detenidas y desaparecidas en Nuevo Laredo entre el 29 de julio y el 3
de agosto, al parecer por miembros de la marina mexicana, constituyen claros
ejemplos. Las acciones de la PGR y otras autoridades para esclarecer los hechos
y encontrar a las víctimas han sido tibias e inefectivas. Estos son nuevos
casos de desaparición forzada en que hay evidencia sólida de la participación
de las fuerzas armadas. A pesar de esto, no hay resultados en la investigación.
Armando
del Bosque Villarreal, de 33 años, es una de las víctimas. Su padre habló con
Amnistía Internacional: “Pude ver a un grupo de marinos fuertemente armados en
el momento en que sacaron a mi hijo de su automóvil. Más tarde un capitán me
dijo que lo estaban interrogando, pero luego me dijo que no lo habían detenido.
Hay muchos testigos que presenciaron el arresto, incluyendo dos policías.
Denuncié el caso ante la PGR, pero desde entonces no he visto ningún intento de
búsqueda ni de investigación.”
“Aquí
han pasado muchas cosas feas con la Marina, pero la gente no tiene apoyo para
denunciar y se queda sufriendo en su casa.”
El
gobierno tiene que cambiar su aparente estrategia de señalar al crimen
organizado y otros delincuentes como los responsables exclusivos por la crisis
de los desaparecidos. En realidad, hay muchos casos como los de Nuevo Laredo en
los cuales funcionarios públicos están implicados en desapariciones forzadas y
no se toman las medidas para encontrar a las víctimas y hacer rendir cuentas a
los responsables. No hay excusas para la inacción y el silencio del gobierno
ante estos casos.
Las
recompensas anunciadas por la PGR podrían aportar información útil en algunos
casos, pero no resolverán el problema de las investigaciones deficientes
realizadas por las propias autoridades. Esto es una garantía de impunidad en la
gran mayoría de casos y sigue siendo el obstáculo más fuerte para establecer la
verdad y para localizar a las víctimas. La revisión pronta, imparcial y
completa, con la participación de familiares, de todos estos casos es esencial
para lograr avances.
Las
familias, también víctimas de estos crímenes, merecen que el gobierno cumpla
con su obligación de agotar todos los esfuerzos para encontrar a sus seres
queridos, establecer la verdad y llevar a los responsables ante la justicia.
En mayo
de 2013 el gobierno federal dio a conocer una lista de más de 26.000 personas
reportadas como desaparecidas, secuestradas o no localizadas entre 2006 y 2012.
Las autoridades todavía no han revisado esta información para establecer las
personas que siguen desparecidas, sea con la participación directa o indirecta
de agentes del estado o sea por parte de delincuentes.
Si bien
las desapariciones se dispararon durante el sexenio anterior, Amnistía
Internacional ha documentado nuevos casos de desaparición forzada durante este
gobierno. La impunidad en todos los casos sigue siendo una constante.
Amnistía Internacional.org.mx. 30/08/13
http://amnistia.org.mx/nuevo/2013/08/30/mexico-familiares-de-victimas-de-desaparicion-forzada-aun-no-ven-resultados/
Las
desapariciones forzadas, una terrible realidad aún en América
Londres, Inglaterra. En
América, las desapariciones forzadas no son simplemente un legado del oscuro
pasado de gobiernos autoritarios de las décadas de 1970 y 1980, sino que siguen
siendo una práctica terrible, ha manifestado Amnistía Internacional con motivo
del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
“En
Colombia y en México, las autoridades no están haciendo frente a la cuestión de
las desapariciones forzadas, pese a que sigue siendo un grave problema”, ha
señalado Guadalupe Marengo, directora del Programa de Amnistía Internacional
para América.
“En
ambos países, el gobierno no investiga de manera efectiva estos casos ni pone a
los presuntos responsables de los delitos a disposición de la justicia. Esta
impunidad no hace más que fomentar las desapariciones forzadas, pues sus
autores creen que lo que hacen no trae consecuencias.
Mientras
tanto, en otros países de la región –como Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia,
Perú, El Salvador, Guatemala y Haití– sigue habiendo millares de personas en
paradero desconocido decenios después de los conflictos internos y la represión
política causantes de ello.
“Para
que prevalezcan la verdad y la justicia, es absolutamente necesario que los
familiares de las víctimas descubran su paradero”, ha añadido Marengo.
“Importa
cada persona. Entre las terribles cifras de miles desaparecidos yacen el dolor
y el trauma de los familiares que los buscan.”
México
En
México se denunció la desaparición de más de 26.000 personas entre 2006 y 2012,
en muchos casos a manos de las fuerzas de seguridad o de bandas criminales. La
ausencia casi total de investigación en la mayoría de los casos impide que
salga a la luz el verdadero número de desapariciones forzadas, en las que hay
funcionarios públicos implicados. No obstante, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos está examinando 2.400 casos pendientes de desaparición forzada.
En un
informe publicado en junio de este año, Amnistía Internacional documentó más de
85 casos emblemáticos de desaparición forzada de entre 152 casos registrados de
personas desaparecidas o secuestradas.
“La
impunidad sigue siendo casi total y, a pesar de las reiteradas promesas de las
autoridades, la búsqueda de las víctimas es todavía infructuosa. El gobierno
mexicano no parece comprometido realmente a poner fin a las desapariciones
forzadas”, ha afirmado Rupert Knox, investigador de Amnistía Internacional
sobre México.
“Las
autoridades culpan enseguida a las bandas criminales de todas las desapariciones,
sin asumir su responsabilidad directa de prevenir y sancionar los casos en que
haya funcionarios públicos implicados ni su obligación de investigar todos los
casos ante tribunales civiles ordinarios. A los familiares de los desaparecidos
se les niega a menudo toda información, y con frecuencia se ven obligados a
ocuparse ellos mismos de investigar, con grandes riesgos personales. Son las
valientes y constantes demandas de verdad y justicia de los familiares las que
mantienen viva la llama de la esperanza”, ha explicado Knox.
Sólo en
la ciudad norteña de Nuevo Laredo han desaparecido este año cuatro personas en
un lapso de seis días, del 29 de julio al 3 de agosto, tras ser detenidas por
la Marina en distintos puestos de control de toda la ciudad. Pese a que hay
testimonios de testigos presenciales que confirman las detenciones, la Marina
continúa negando su responsabilidad en las desapariciones y el gobierno no ha
hecho nada para localizar a las víctimas.
Colombia
El
largo conflicto armado interno de Colombia ha dejado tras de sí al menos 25.000
víctimas de desaparición forzada desde 1985. Según cifras oficiales, en 2012 se
dieron más de 190 presuntos casos.
“Las
desapariciones forzadas perpetradas por los paramilitares y las fuerzas de
seguridad solos o conjuntamente han sido una característica de los 50 años de
conflicto armado del país, y se sigue teniendo noticia de muchos casos”, ha
manifestado Marcelo Pollack, investigador de Amnistía Internacional sobre
Colombia.
“En muy
pocos casos se ha llevado a los responsables ante la justicia. Es probable que
las recientes medidas legislativas adoptadas para ampliar la jurisdicción
militar hagan que resulte aún más difícil llevar ante la justicia a los
presuntos responsables penales de abusos contra los derechos humanos, incluidas
desapariciones forzadas.”
Tanto
México como Colombia han ratificado la Convención Internacional para la
Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, pero hasta
ahora no han reconocido la competencia del Comité contra la Desaparición
Forzada para recibir y examinar denuncias individuales, lo que hace dudar de su
compromiso de cumplir en la práctica con las obligaciones que han contraído en
virtud del tratado.
En
otros países de la región, las desapariciones forzadas no son ya tan frecuentes
como anteriormente, pero siguen produciéndose.
Brasil
En
Brasil sigue sin conocerse el paradero de Amarildo, albañil de Rocinha, la
mayor favela de Río de Janeiro, a quien, según la información disponible, un agente
de policía detuvo el 14 de julio tras confundirlo con un narcotraficante
buscado. Varias organizaciones de derechos humanos, incluida Amnistía
Internacional, han denunciado su desaparición.
La
policía afirma que lo dejaron en libertad tras comprobar sus antecedentes
penales, pero ningún familiar ni amigo suyo lo ha visto desde entonces, y las
cámaras de vigilancia instaladas cerca de la entrada de la comisaría de policía
grabaron la llegada de Amarildo, pero no su salida.
República
Dominicana
El caso
de Juan Almonte, en la República Dominicana, es tan emblemático como el de
Amarildo, pero más antiguo y complejo. Contable y miembro del Comité Dominicano
de los Derechos Humanos, Almonte fue visto por última vez el 28 de septiembre
de 2009, fecha en que, según testigos, unos agentes de policía lo detuvieron
cuando se dirigía caminando a su oficina, en Santo Domingo.
La
policía ha negado siempre haberlo detenido, y las autoridades no han atendido
los reiterados llamamientos que han hecho la Comisión Interamericana y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos para que se investigue el caso. Tras su
desaparición, sus familiares y sus abogados denunciaron estar siendo vigilados
por la policía desde automóviles y desde la calle, frente a sus casas. La hermana
de Juan recibió también llamadas telefónicas anónimas en las que le advertían
que no diera más publicidad a la desaparición.
Amnistía Internacional.org.es. 30/08/13
http://www.amnesty.org/es/for-media/press-releases/desapariciones-forzadas-terrible-realidad-america-2013-08-30
Cinco
cosas que deberías saber sobre las desapariciones
Londres, Inglaterra. Todos
los años, en decenas de países de todo el mundo, miles de hombres, mujeres,
niños y niñas son detenidos sin razón alguna por las autoridades del Estado, y
nunca se los vuelve a ver. Son personas “desaparecidas”. Sólo en 2012 Amnistía
Internacional documentó casos de este tipo en 31 países. Con ocasión del Día
Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, veamos cinco datos
que conviene conocer.
Desde
el comienzo del levantamiento que condujo al conflicto armado de Siria hace dos
años se ha producido un espectacular aumento del uso por parte de las
autoridades de las desapariciones forzadas para silenciar a los partidarios de
la oposición y amedrentar a sus familiares y amigos. Se ha detenido a millares
de personas, muchas de las cuales han sido recluidas en régimen de
incomunicación en lugares desconocidos, donde, según la información disponible,
la tortura y otros malos tratos son práctica generalizada. A estos casos hay
que sumar los de las alrededor de 17.000 personas, en su mayoría islamistas,
desaparecidas en el país a finales de la década de 1970 y principios de la de
1980.
En Sri
Lanka, desde la década de 1980 se han presentado a la ONU unas 12.000 denuncias
de desaparición forzada, pero la cifra real es mucho mayor, pues se tuvo
noticia de al menos 30.000 casos hasta 1994 y de millares más posteriormente.
En
México se tuvo noticia de más de 26.000 casos de personas en paradero
desconocido o desaparecido entre 2006 y 2012, principalmente en el contexto de
la violencia entre los carteles de la droga y las fuerzas de seguridad
desplegadas para combatir la delincuencia organizada. Las fuerzas de seguridad
son responsables de algunos de ellos, pero en casi todos los casos las
investigaciones realizadas son tan deficientes que raras veces se encuentra a
las víctimas y prácticamente nunca se hace rendir cuentas a nadie.
Más de
la tercera parte de los países donde Amnistía Internacional documentó
desapariciones forzadas en 2012 eran del África subsahariana, a saber: Angola,
Chad, Costa de Marfil, Eritrea, Gambia, Guinea Ecuatorial, Malí, Mauritania,
Nigeria, República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
A pesar
de las constantes solicitudes de los familiares de las personas en paradero
desconocido, la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en
Kosovo (UNMIK), responsable de la investigación y enjuiciamiento de los delitos
de derecho internacional, no investigó centenares de las desapariciones
forzadas y secuestros cometidos en el conflicto armado de Kosovo de 1998-1999 y
en el periodo subsiguiente.
Casos
Siria
El
abogado sirio de derechos humanos Khalil Ma’touq y su amigo y ayudante Mohammad
Thatha salieron para la oficina de aquél el 2 de octubre de 2012, pero jamás
llegaron. Se cree que fueron detenidos en un control de seguridad del gobierno
sirio en algún punto del camino.
En
febrero de 2013, en respuesta a la petición de información de un grupo de
abogados, un fiscal de Damasco negó que Khalil Ma’touq estuviera detenido. Sin
embargo, unas personas que fueron puestas en libertad en ese momento tras haber
estado recluidas en la sección 285 de los servicios de Seguridad del Estado, en
Kafr Souza, Damasco, dijeron que lo habían visto detenido allí.
En
abril, el abogado de Khalil Ma’touq dijo a Amnistía Internacional que un agente
de los servicios de Seguridad de Estado le habían informado del traslado de su
cliente a una sección de los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea a
finales de marzo.
Personas
allegadas a ambos hombres han recibido a lo largo del tiempo información
extraoficial que indica que Khalil Ma’touq está muy mal de salud: padece una
enfermedad pulmonar avanzada y tienen graves problemas respiratorios, por lo
que toma medicación periódica y tiene que estar bajo supervisión médica
constante.
Khalil
Ma’touq lleva años prestando asistencia jurídica a muchas víctimas de abusos
contra los derechos humanos en Siria. Ha defendido a centenares de presos
políticos, periodistas y presos de conciencia, incluso ante el Tribunal Supremo
de Seguridad del Estado, que no cumplía las normas internacionales y fue
abolido en 2011.
Angola
Los
veteranos de guerra angoleños Silva Alves Kamulingue e Isaías Sebastião Cassule
fueron secuestrados en la calle en Luanda, capital de Angola, el 27 y el 29 de
mayo de 2012, respectivamente, y no se los ha vuelto a ver ni se ha sabido nada
de ellos desde entonces. Sus familias han intentado localizarlos en vano, y las
autoridades angoleñas han negado reiteradamente conocer su paradero.
Silva
se dirigía a una manifestación que había ayudado a organizar para exigir el
pago de pensiones y sueldos que les debían cuando, alrededor de las tres de la
tarde, telefoneó a un periodista y le dijo que lo venían siguiendo un grupo de
“hombre fornidos”, vestidos de civil y de aspecto similar a los que habían
participado en la represión violenta de las manifestaciones en Luanda en los
meses anteriores. Dijo que temía por su vida y que se dirigía corriendo a un
hotel próximo. Según el periodista, entonces se cortó la comunicación y no pudo
restablecer el contacto con Silva, de quien no se ha sabido nada desde entonces.
Isaías
desapareció dos días más tarde, el 29 de mayo de 2012, alrededor de las seis y
cuarto de la tarde. Cuatro hombres lo secuestraron en el distrito de Cazenga de
Luanda, donde había ido a ver a un hombre que afirmaba tener un vídeo del
secuestro de Silva. Un amigo suyo que estaba con él ese momento contó que, cuando
llevaban 15 minutos con el hombre, llegó un automóvil del que se apearon unos
hombres de complexión fuerte que se dirigieron hacia ellos. Él amigo sintió
entonces miedo y echó a correr, dejando allí a Isaías, de quien no se ha sabido
nada desde entonces.
México
Armando
del Bosque, de 33 años, fue detenido por miembros de la Marina mexicana en
Nuevo Laredo, estado de Tamaulipas, el 3 de agosto, y no se lo ha vuelto a ver
desde entonces.
La
Marina niega tenerlo detenido, pero unos testigos presenciales afirman que lo
vieron en su automóvil en una localidad situada a unos minutos de Nuevo Laredo,
cuando los miembros de la Marina lo obligaron a detenerse, lo sacaron a rastras
del automóvil, lo esposaron y se lo llevaron en un vehículo militar.
Lo
condujeron a un recinto provisional de la Marina, a las afueras de la
localidad. El padre de Armando acudió allí al cabo de unos minutos y un capitán
le comunicó que lo habían detenido y lo estaban interrogando. Le prometió
tenerle al tanto de la situación de su hijo.
Una
hora después, el militar habló otra vez con el padre de Armando, pero negó que
éste hubiera sido detenido y no quiso darle más información.
Basándose
en las declaraciones de cuatro testigos presenciales, la familia de Armando
presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República y la
Comisión Nacional de Derechos Humanos. No hay constancia de que se hayan
llevado a cabo una operación efectiva de búsqueda de Armando del Bosque ni una
investigación sobre su aparente desaparición forzada.
Kosovo
Petrija
Piljević fue secuestrada el 28 de junio de 1999 delante de su apartamento, en
Pristina, por tres hombres armados, que vestían el uniforme del Ejército de
Liberación de Kosovo. También secuestraron a una persona, serbokosovar, vecina
suya que trató de ayudarla. Ambas fueron recluidas inicialmente en otro
apartamento del mismo edificio.
Unos
vecinos que presenciaron el secuestro llamaron a una patrulla de la Fuerza
Internacional de Seguridad en Kosovo (KFOR), pero, como no hablaban inglés, no
supieron explicar la situación a los soldados. Si habló, en cambio, con el jefe
de la patrulla, un vecino albanokosovar, tras lo cual los soldados se marcharon
sin hacer nada. Poco después, los hombres con el uniforme del Ejército de
Liberación de Kosovo sacaron a Petrija Piljević y a la otra persona y las
subieron a un automóvil. Se oyeron dos disparos, y el vehículo partió en
dirección desconocida.
En 2000
se exhumaron los restos de Petrija Piljević y se entregaron a su hijo. No se ha
puesto a nadie a disposición judicial.
En
2013, el Grupo Consultivo de Derechos Humanos, establecido por la Misión de
Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), determinó
que la policía internacional de la ONU no había llevado a cabo con prontitud
una investigación completa y efectiva sobre el secuestro de Petrija Piljević ni
había informado a su hijo cuando suspendió la investigación en 2003.
Amnistía
Internacional.org. 30/08/13
http://www.amnesty.org/es/news/cinco-cosas-debes-saber-sobre-desapariciones-2013-08-30
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