Es imprescindible dar el papel
que corresponde a las Naciones Unidas. Es el mundo el que debe dirimir este
trágico conflicto y no unos países agrupados por capitales interesados y
aconsejados por servicios de inteligencia de proclividades bien conocidas.
Es un momento especialmente
oportuno para impulsar un nuevo multilateralismo democrático. Es una
oportunidad para abandonar las hegemonías de los grupos oligárquicos y
favorecer un nuevo comienzo.
La opinión de Hans Blix,
inspector-jefe de las inexistentes “armas de destrucción masiva” de Irak, es
muy importante: esperar a tener el informe de las Naciones Unidas y, entonces,
actuar en consecuencia, con el fin de evitar en la mayor medida “efectos
colaterales”. En 2003 no se esperó y el “trío de las Azores” decidió actuar…
Las atroces consecuencias están a la vista: muertos, mutilados, desplazados… No
habrían debido nunca invadir, y lo hicieron. Por cierto, hoy los recursos
petrolíferos de Irak están en manos de los “invasores”…
Y, además, uno de los “tres” el
ex Primer Ministro británico Tony Blair, que actuó entonces y actúa ahora de
forma totalmente contraria a como había empezado su brillante trayectoria
política, después inexplicablemente truncada, acucia hoy a la intervención. No
le escuchen. Desoigan la voz de quienes deberán responder ante la historia de
uno de los episodios más inhumanos de nuestro tiempo.
Federico Mayor Zaragoza. Doctor
en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Ex Director General
Adjunto de la UNESCO y Ex Director General de dicha organización. Presidente de
la Fundación para una Cultura de Paz.
Federico Mayor Zaragoza. 29/08/13