Uno de los factores
que más inciden en la descomposición de la sociedad actual, es el desinterés
frente al fomento del desarrollo de los valores éticos y morales y la
eliminación de antivalores como el desamor, la deshonestidad, la decidía, la
corrupción, el egoísmo, la barbarie, la ambición, la avaricia e intolerancia
humana, para que hechos como los robos, los asesinos, la injusticia, la
irresponsabilidad, los secuestros, la intolerancia, la insolidaridad y el
irrespeto a la vida, nos impida poder vivir en paz.
En el interés de
lograr y mantener la paz, los Padres de familia, los adultos responsables de la
educación y formación de los niños y los ciudadanos en general, debemos actuar
con mayor responsabilidad, dar un Re-significado a los valores de la
Solidaridad, la Responsabilidad, Libertad y Solución de Conflictos, entendiendo
que la paz empieza por el rechazo de la violencia, como forma de solucionar los
problemas.
Para que esto pueda
ser posible el valor de la paz se debe interiorizar de manera individual y
colectiva, lo que supone erradicar la cultura de la guerra y de la violencia,
como forma preferencial de resolver las diferencias personales, de tal manera
que la cultura de la violencia y las soluciones violentas, nunca están justificadas
ni admitidas.
La construcción de
una cultura de la paz, supone entonces un cambio de mentalidad, por lo que la
educación que se brinde a los niños y jóvenes como futuro de nuestra sociedad
juega un papel fundamental, dada la incidencia que sobre los valores y el
pensamiento social tiene.
De otra parte generar
procesos de reflexión sobre cómo se puede incidir en la construcción de la
cultura de la paz desde los medios de comunicación, las familias, empresas,
organizaciones no gubernamentales y asociaciones ciudadanas, genera una
conciencia colectiva sobre la necesidad de la cultura de la paz. Tomar
conciencia de la misma, permite identificar factores que condicionan
situaciones de injusticia, desigualdad, discriminación o abusos al interior de
las familias, las instituciones educativas y la sociedad.
Generar una mayor
conciencia social, un cambio en los valores que inciden en la erradicación de
factores estructurales y coyunturales que generan la violencia, genera una
mayor conciencia individual y colectiva, de la mano con los cambios de
estructuras sociales, económicos, políticos y culturales que se vienen gestando
será posible sin duda alguna, poder avanzar en la construcción de la Cultura de
la Paz.
Maritza Rocío López V. Lanacion.com.co. 09/09/14