Decenas de miles de pacientes con enfermedades terminales en México sufren
innecesariamente dolores severos y otros síntomas, debido a que no tienen
acceso a una atención médica apropiada al final de sus vidas, dijo Human Rights
Watch en un informe.
El informe de 132
páginas, “Care When There Is No Cure: Ensuring the Right to Palliative Care in
Mexico,” (“Cuidar cuando no es posible curar: Asegurando el derecho a los
cuidados paliativos en México”) documenta la falta de acceso de muchos
pacientes a medicamentos para aliviar el dolor y otro tipo de asistencia conocida
como cuidados paliativos. A pesar de que la Ley General de Salud de México
reconoce explícitamente el derecho de las personas con una enfermedad terminal
a recibir cuidados paliativos, el servicio se ofrece de manera casi exclusiva
en los grandes hospitales especializados.
“Las personas con una
enfermedad terminal a menudo experimentan dolor severo y otros síntomas
debilitantes que pueden hacer que las últimas semanas de su vida resulten
insufribles”, dijo Diederik Lohman, director asociado de la División de Salud y
Derechos Humanos de Human Rights Watch. “México debe hacer cumplir su propia
ley y proporcionar medicamentos contra el dolor y otros tratamientos necesarios
para aliviar el sufrimiento al final de la vida”.
El informe está
basado en extensas entrevistas con 115 pacientes, trabajadores de la salud y
funcionarios, así como en la revisión de regulaciones y documentos de políticas
pertinentes.
En México, cada año
mueren casi 600.000 personas. Cálculos de la Organización Mundial de la Salud y
la Alianza Mundial para el Cuidado Paliativo y Hospicios sugieren que más de la
mitad de estas personas necesitan cuidados paliativos.
Debido a que la mayoría
de los servicios de cuidados paliativos están solo disponibles únicamente en
las grandes ciudades, miles de mexicanos se ven obligados a viajar largas
distancias para recibir esta atención médica, incluso cuando están gravemente
enfermos. Muchos otros no tienen siquiera eso y mueren en casa en
circunstancias desesperadas.
“[Por culpa del
dolor] no tenía ganas de hacer nada”, dijo Remedios Ramírez Facio, una paciente
de 73 años con cáncer de páncreas que tenía que viajar cuatro horas para
recibir cuidados paliativos. “No tenía hambre y no quería caminar… nada. Me
enojaba cuando la gente me hablaba. [Gracias a los cuidados paliativos] he
vuelto a la vida”, añadió.
Adriana Preciado
Pérez, cuyo padre, Pedro Preciado Santana, murió de cáncer pulmonar en 2011
después de una prolongada y dolorosa enfermedad, aseguró: “Conseguir que mi
padre recibiera cuidados paliativos nos dio una enorme tranquilidad”.
México modificó su
Ley General de Salud en 2009 para incorporar una sección sobre la atención a
las personas que padecen una enfermedad terminal y a las que les queda menos de
seis meses de vida. Esta sección establece que todos los hospitales deben
ofrecer cuidados paliativos a estos pacientes, incluso a domicilio, y que todos
los trabajadores de la salud deben recibir una formación adecuada en esta
disciplina.
Sin embargo, Human
Rights Watch encontró que hasta hace poco, el gobierno había hecho un pobre
esfuerzo por implementar la ley.
En siete de los 32
estados de México los servicios de cuidados paliativos no están disponibles.
Otros 17 solo cuentan con un único servicio de atención paliativa, localizado
en la capital de los mismos. Las redes que atienden a las personas afiliadas a
las tres instituciones principales de salud de México –el Instituto Mexicano
del Seguro Social, el Instituto de Seguridad Social y Salud de Trabajadores del
Estado y el Seguro Popular— cuentan con pocos establecimientos que ofrezcan
cuidados paliativos. Solo seis de las 102 facultades de medicina de México
incluyen los cuidados paliativos en sus planes de estudio.
Un obstáculo
importante es el limitado acceso a la morfina y otros analgésicos opioides que
son esenciales en el tratamiento del dolor de moderado a severo. La ley
mexicana exige que las recetas para estos medicamentos contengan etiquetas con
códigos de barras, que los médicos solo pueden obtener en persona en las
capitales estatales. Como resultado, muy pocos médicos, especialmente fuera de
las principales ciudades, están autorizados a prescribir estos medicamentos, revela
el informe. Por otra parte, muy pocas farmacias los tienen en existencia.
Human Rights Watch
encontró que es necesario un cambio radical del statu quo para garantizar que
los cuidados paliativos se conviertan en una parte integral del sistema de
salud de México. Entre otras cosas, recomienda que el gobierno sea proactivo en
el desarrollo de una infraestructura en el sistema de salud capaz de proveer
cuidados paliativos, formar a un número suficiente de trabajadores de la salud
e integrar estos servicios en las estructuras de financiación y planes de
seguros.
En el último año, el
gobierno mexicano ha trabajado en estrecha colaboración con grupos
independientes para empezar a abordar los obstáculos en la provisión de
atención paliativa. He aquí algunas de las medidas clave que ha tomado o
anunciado para mejorar su disponibilidad:
• Seguro Popular, una
de las tres mayores agencias de salud, ha añadido el tratamiento para el dolor
y otros síntomas comunes en pacientes que requieren cuidados paliativos a su plan
de seguros.
• La Secretaría de
Salud ha desarrollado la norma oficial para la aplicación de las enmiendas de
2009. La titular de la Secretaria de Salud también ha dado instrucciones para
colaborar con la Fundación Mexicana para la Salud, uno de los principales
grupos no gubernamentales de salud en México, en el diseño una estrategia
nacional de cuidados paliativos.
• La Comisión Federal
para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la agencia reguladora
de los medicamentos de México, anunció un nuevo sistema electrónico para la
prescripción de analgésicos opioides, que permitirá que los médicos obtengan
etiquetas con códigos de barras a través de una página web segura y que los
farmacéuticos registren todas las transacciones de estos medicamentos de manera
electrónica. Se espera que el nuevo sistema entre en funcionamiento a
principios de 2015.
“Estos son pasos
importantes que esperamos que beneficien a miles de pacientes”, dijo Lohman.
“Pero solo deberían ser el comienzo de un esfuerzo concertado del gobierno para
asegurar que todos en México tengan acceso a buenos servicios de salud al final
de sus vidas”.
Qué debe hacer México
Implementar el
requisito de la Ley General de Salud de México que garantiza cuidados
paliativos para las personas con una enfermedad terminal; asegurar que las
autoridades sanitarias y gubernamentales rindan cuentas.
Garantizar que los
trabajadores de la salud sean formados en la atención paliativa.
Poner en marcha lo
antes posible un nuevo sistema de prescripción de morfina.
Qué debe hacer la
comunidad internacional
Asegurar al gobierno
mexicano la disponibilidad de las acceder a las mejores prácticas de cuidados
paliativos y asistencia técnica.
Hrw.org. México,
28/10/14