"La falta de
agua comienza aquí", en la Amazonas brasileña deforestada. El mensaje se
puede leer en una gigantesca pancarta que Greenpeace colocó en un área arrasada
presuntamente por madereros ilegales del tamaño de 504 campos de futbol.
El enorme cartel
amarillo con letras negras fue ubicado entre las cenizas de un espacio rodeado
de selva, donde sólo un par de árboles sobrevivieron a la reciente quema y
destrucción, en el estado de Roraima (norte). Allí los índices de deforestación
son preocupantes.
"Mantener la
selva en pie es nuestro pasaporte para el futuro, un inventario de fichas para
amenizar los efectos severos del cambio climático", dijo Cristiane
Mazzetti, de la campaña Amazonia de Greenpeace, en el comunicado que divulgó la
ONG este jueves tras colocar el cartel.
Con esta protesta, la
organización busca llamar la atención sobre aquellas acciones contra la selva
que provocaron una severa sequía en el sudeste y noreste del país, que ha
afectado la actividad agrícola y ocasionó cortes en el suministro de agua en
Sao Paulo, capital financiera de Brasil.
Cerca del 19% de la Amazonia
ha sido destruido en los últimos 40 años, y esto ha tenido un impacto en el
ciclo de lluvias del país, destacó Greenpeace.
Brasil consiguió
reducir la deforestación, que pasó de 27 mil kilómetros cuadrados en 2004 a 4
mil 571 kilómetros cuadrados en el periodo 2011-2012.
En el 2012-2013 la
deforestación volvió a aumentar y se situó en 5 mil 891 kilómetros cuadrádos,
29% más, pero luego retrocedió un 18% desde agosto de 2013 a julio de 2014, a
4mil 848 kilómetros cuadrados, según el Ministerio de Medio Ambiente.
Elnorte.com. Río de Janeiro,
Brasil, 09/04/15