La Hna. Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos
Humanos, A.C. participó en una reunión del Consejo de Seguridad de la
Organización de las Naciones Unidas en Nueva York en donde habló sobre las
desapariciones en México.
“Nuestra
experiencia en Monterrey nos está mostrando resultados, pero en muchas partes
de México, familias de desaparecidos aún son victimizadas e ignoradas. La
impunidad sigue siendo la norma. Las desapariciones continúan. Y las familias
siguen sufriendo. En este esfuerzo, el apoyo de la sociedad civil internacional
e instituciones internacionales – particularmente de expertos como la Comisión
Internacional sobre Personas Desaparecidas, Human Rights Watch, y la Oficina
del Alto Comisionado – han jugado un papel crítico. Gobiernos como el mío
deberían aceptar su ayuda – no temerla ni rechazarla”, dijo la Hna. Consuelo
Morales como parte de su intervención de 5 minutos.
Esta sesión
especial tuvo una duración de dos horas y se llamó: “El reto global de rendir
cuentas por personas desaparecidas en conflictos, violaciones a derechos
humanos, desastres, crimen organizado, migración y otras razones
involuntarias”. Participaron también: el Embajador Matthew Rycroft,
representante de Gran Bretaña ante la ONU; Thomas Miller, representante del
ICMP (Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas), Zeid Ra’ad Al
Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos;
Giuseppina Maria Nicolini, Alcaldesa de Lampedusa, Italia; y David Tolbert,
Presidente del Centro Internacional para la Justicia Transicional.
Luego de
las intervenciones, los diferentes representantes de países que asistieron a
este evento pudieron hacer comentarios y formular preguntas.
Samantha
Power, Embajadora de Estados Unidos ante la ONU, expresó lo siguiente: “Una de
las madres de personas desaparecidas que tuve el privilegio de conocer en
Monterrey por medio de la organización que preside la Hna. Consuelo, CADHAC, me
describió que esta ausencia se siente como una ansiedad abrumadora que invade
todo tu cuerpo. Otra de las madres me dijo que cada vez que suena el teléfono o
suena la puerta de su casa cree que se trata de su hijo. La falta de respuestas
les impide iniciar el proceso de sanación. En Monterrey se logró juntar los
tres actores: sociedad civil, familias de personas desparecidas y gobierno,
para buscar a los desaparecidos y esto ha bajado la impunidad y ha ayudado a
construir un poco de confianza”.
También
hubo participaciones de Kathryne Bomberger, de la Comisión Internacional sobre
Personas Desaparecidas y de otros representantes de diversos países quienes
acudieron a la sesión, que duró alrededor de dos horas.
El Consejo
de Seguridad de la ONU tuvo así la posibilidad de conocer más a fondo la
problemática de desaparición y las herramientas o mecanismos que se requieren
para inhibir, sancionar y resarcir los efectos de este grave crimen.
Ponencia completa de la Hna. Consuelo Morales
Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas
Reunión en
Fórmula Open Arria
Nueva York,
27 enero 2016
Damas y
caballeros,
Me gustaría
agradecer al Reino Unido y a la Comisión Internacional sobre Personas
Desaparecidas por la invitación que se me ha hecho para dirigirme al Consejo de
Seguridad. Es un honor.
La
expansión de la violencia en México hoy en día, incluyendo la desaparición de
miles de personas por parte de fuerzas de seguridad como del crimen organizado,
ha generado terribles consecuencias para mi país. Quizás la más poderosa es el
dolor que las desapariciones han provocado en los familiares de las víctimas.
Déjenme
contarles sobre las familias que comenzaron a presentarse en la pequeña
organización de derechos humanos en la que trabajo. Eran principalmente hombres
jóvenes y niños provenientes de familias pobres. A menudo, sus padres
intentaban acudir a la policía para pedir ayuda, pero les respondían: “Si algo
malo le pasó a su hijo, es porque seguramente andaba en malos pasos.” Acudieron
a nosotros sin esperanza, solos y muy, muy asustados.
Nos dimos
cuenta de que la desaparición de tantas personas era posible sólo porque muchas
otras permitían que ocurriera. La policía no entrevistaba a los sospechosos.
Los ministeriales no abrían casos. Oficiales corruptos colaboraban con el
crimen organizado. Y en este ambiente, cárteles, fuerzas de seguridad y
políticos hacían lo que querían. Impunidad total.
Así que,
junto con las familias, acudimos al gobierno local con un nuevo enfoque – uno
que uniera a familias, sociedad civil, y autoridades para buscar juntos a los
desaparecidos. El Procurador estatal de aquél tiempo estuvo de acuerdo, así que
comenzamos.
No fue
fácil. Al principio había mucha desconfianza. Los familiares veían en las
autoridades a los que los habían ignorado o a los que los habían llamado
criminales. Las autoridades, por su parte, estaban a la defensiva. Pero, poco a
poco, el trabajo se convirtió en el principal enfoque, y las autoridades
comenzaron a tratar a los familiares de las víctimas con respeto. Y en algunos
casos, pudimos ver avances. Los criminales eran procesados. Algunos restos
fueron identificados. El progreso ha sido modesto. La mayoría de los casos
siguen sin ser resueltos. Pero esto es real.
Permítanme
darles un ejemplo. Nos dimos cuenta de que gran parte del problema era que
nadie buscaba a las personas desaparecidas aún y cuando los casos se habían
reportado en el tiempo dentro del cual es muy probable que puedan encontrarse.
Así que, en el 2013, trabajamos en conjunto con el Grupo de Trabajo sobre las
Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas, con la oficina del
Alto Comisionado, y con personas con experiencia de toda Latinoamérica, para
crear un protocolo de búsqueda. Este protocolo incluye las acciones inmediatas
que las autoridades deben de realizar cuando se reporta a alguien como
desaparecido. El protocolo fue adoptado por el Gobierno de Nuevo León en el
2014.
De marzo
del 2014 a marzo del 2015, más de 1,500 personas fueron reportadas como
desaparecidas. De esos 1,500 casos, más de 1,400 fueron encontrados, y de
estos, casi 1,300 fueron encontrados con vida. Esto representa un 88 por ciento
de efectividad.
Esta es una
herramienta de búsqueda que puede ser replicada en todo mi país, y quizás más
allá.
La crisis
de desapariciones que enfrentamos en México es muy compleja. Puede sentirse
abrumadora, para las familias y para nosotros. Pero hemos aprendido que, si
queremos afrontarlo, necesitamos que autoridades, víctimas y la sociedad civil
trabajen en conjunto.
Nuestra
experiencia en Monterrey nos está mostrando resultados, pero en muchas partes
de México, familias de desaparecidos aún son victimizadas e ignoradas. La
impunidad sigue siendo la norma. Las desapariciones continúan. Y las familias
siguen sufriendo.
En este
esfuerzo, el apoyo de la sociedad civil internacional e instituciones
internacionales – particularmente de expertos como la Comisión Internacional
sobre Personas Desaparecidas, Human Rights Watch, y la Oficina del Alto
Comisionado – han jugado un papel crítico. Gobiernos como el mío deberían
aceptar su ayudar – no temerla ni rechazarla.
Las madres
y los padres, hijos e hijas de los desaparecidos son personas con gran
dignidad. Ellos poseen el coraje más inspirador. Frente al miedo, la violencia
y la corrupción, ellos continúan en su búsqueda por la verdad, guiados por lo
que llamamos amor. Love. Es un honor ir caminando a su lado.
Es por eso
que invito a la comunidad internacional a caminar con nosotros mientras
afrontamos este horrible problema – con toda la tecnología, experiencia,
voluntad política y el apoyo que ustedes nos puedan ofrecer. Muchas gracias.
Cadhac.org.
Monterrey, México, 27/01/16