TE GUSTARÍA COLABORAR EN EL BLOG DE CULTURA DE PAZ COMO VOLUNTARIO?

TE GUSTARÍA COLABORAR EN EL BLOG DE CULTURA DE PAZ COMO VOLUNTARIO?
Correo electrónico de Cultura de Paz Monterrey: drjosebenitoperezsauceda@gmail.com

Educadores por la Paz


Montevideo, Uruguay. Una organización no gubernamental propone que en las aulas se dé una educación por la paz, para que sea una plataforma que logre una "cultura de paz". "Los educadores por la paz" brindan cursos a docentes en todo el país con la consigna "Para que haya cultura de paz debe haber educación por la paz".
El maestro y profesor Julio Arredondo integra la organización no gubernamental "Educadores por la paz", de la que participan docentes de todas las áreas que trabajan "para que exista una cultura de paz". Para ello ­sostiene Arredondo­, "debe haber una educación por la paz". Según Arredondo "las guerras en el siglo XX fueron más efectivas a la hora de matar personas que todos los conflictos sucedidos en la historia de la Humanidad desde el siglo I d. de Cristo." Mientras que en el siglo I al siglo XVIII murieron en el mundo 19 millones de personas más, sólo en el siglo XIX murió la misma cantidad que los 18 siglos anteriores. En el siglo XX, "murieron 110 millones de personas en las 250 guerras que padecimos", explica el estudio de Arredondo. Para los educadores es importante tener en cuenta que el concepto de "cultura de paz" está presente "en varios documentos y programas educativos de nuestro país en la actualidad". Recordó que en la elaboración de la Ley de Educación actual también se tiene en cuenta el concepto de "educación para la paz". En tal sentido explicó que "la Escuela como institución debe ser una plataforma que sirva para trabajar en este sentido, pensando en la problemática social que vivimos hoy en cuanto a la violencia". Para los Educadores para la paz la escuela no se puede "descontextualizar" de la sociedad. Dijo que "los niños son los que más sufren las situaciones de violencia". "No hay que estar en un país en guerra para trabajar por una cultura de paz" pues "en un país que no está en guerra existen otras situaciones de injusticia social tal como la pobreza".
Desde 1997
Desde el año 1997 esta ONG se relaciona con distintas organizaciones e instituciones con el cometido de que desde la educación se pueda llegar a toda la sociedad. En un trabajo realizado por la maestra Natalí Latorre Sueiro y por el propio Arredondo se explica que "promover la Cultura de Paz y la Educación por la Paz", supone "colocarse del lado de las grandes mayorías privadas de sus derechos en nuestro entorno y en el mundo, supone creer que otro mundo es posible, supone luchar, luchar por la libertad, por una sociedad con otras relaciones, justas, fraternas, cooperativas, solidarias, desviolentas, respetuosas, supone estar en armonía con la naturaleza desmercantilizando su utilización, supone saber, es preciso, "pensar mundialmente y actuar localmente", supone conciencia de la importancia de nuestra praxis en la transformación del entorno y del mundo, supone sostener que nada de lo que ocurre en el mundo nos es ajeno. En el mismo trabajo publicado en www.educadoresporlapaz.org se explica que "por primera vez se habla de la "cultura de la paz" en la Declaración de Yamoussoukro (Costa de Marfil) hace 30 años, en 1989.
Esta declaración incluye el siguiente propósito: "Contribuir a la construcción de una nueva concepción de la paz, mediante el desarrollo de una cultura de la paz, fundada en los valores universales del respeto a la vida, la libertad, la justicia, la solidaridad, la tolerancia, los derechos humanos y la igualdad entre hombres y mujeres...".
Matías Rotúlo. Educadores buscan solución a la violencia desde las aulas. La República.com.uy. 29/Ago/2010
http://www.larepublica.com.uy/comunidad/421825-educadores-buscan-solucion-a-la-violencia-desde-las-aulas

Paz en las tribus

Alicante, España. Los investigadores de la paz distinguen entre paz negativa, que se produce cuando se acaba la violencia o incluso cuando hay ausencia de violencia, y paz positiva, que se refiere a algo más, a la construcción de condiciones sociales y culturales que impidan la violencia. Por debajo de esas definiciones está la de conflicto, esa realidad, inherente a la existencia humana, en la que diferentes instancias (personas, grupos, partidos, regiones, naciones, estados) persiguen objetivos cuya consecución es incompatible para todos los participantes. Así, por ejemplo, si una parte de una sociedad quiere depender políticamente de Madrid, otra parte quiere depender de Bruselas y otra parte no quiere depender de nadie, es obvio que hay un conflicto: es difícil pensar que los tres sectores puedan satisfacer sus deseos.
Los conflictos se pueden abordar de muchas formas y ahí también hay que distinguir, en la parte positiva, una variada gama de conceptos que van desde la resolución del conflicto a la trascendencia del mismo. En la parte negativa está, por supuesto, la violencia directa, física, o lo que llaman violencia estructural, a saber, la imposición de los intereses de una de las partes contra el del resto de la sociedad, explotando, marginando, oprimiendo, reprimiendo...
El caso es que algunas sociedades han conseguido manejar sus inevitables conflictos de forma relativamente pacífica. Las llamaré "tribus" siempre que se me reconozca la posibilidad de que tribu sea cualquier grupo humano (de país enriquecido o empobrecido, con internet o sin internet) con su propia estructura social, sus normas y costumbres y su particular interacción con su entorno.
Por motivos que no hacen al caso, me he revisado qué hacen esas tribus para ser pacíficas (y, en mi opinión, ser pacífico incluye evitar la violencia estructural contra alguno de los grupos que las conforman). Se trata de un viejo artículo que publicó, en el Journal of Peace Research, Bruce D. Bonta, un académico estadounidense. Analizando 24 de esas sociedades que yo (no él) llamo tribus, encontraba las siguientes seis características que evitan la salvaje opción de destruir al contrario como solución.
1. Autocontrol. Eso se aprende, es decir, es cultural aunque hay diferencias de persona a persona. Ante una situación conflictiva, hay personas y hay tribus que saben autolimitarse en sus reacciones ya que conocen bien que la escalada de acción-reacción puede terminar en violencia directa o en diversas formas de violencia estructural.
2. Negociación. La cultura machista lleva a la confrontación y "el que más pueda, para él". La cultura de estas tribus lleva a plantear, antes que nada, el toma y daca, la búsqueda de salidas, el hallazgo de intereses por encima de los que exhiben las facciones en conflicto.
3. Separación. Estaba en la cultura gitana (no sé si sigue), pero cuando hay un conflicto entre familias, lo primero que se hace es "desterrar" a una de ellas precisamente para que no se produzca la escalada. Que las partes en conflicto se alejen entre sí es una de las herramientas que utilizan estas tribus.
4. Mediación. En las 24 tribus analizadas, un conflicto hace aparecer de inmediato la figura de terceros que, por su prestigio o por sus habilidades, se dedicarán a llevar las propuestas de los ya separados. Un motivo claro: la separación no significa mecánicamente el fin del conflicto, así que hay que buscar formas de resolverlo o trascenderlo, para lo cual, una de las primeras cosas que se hace es la de determinar con claridad los motivos del conflicto y los términos del mismo: qué lo produjo y qué se discute.
5. Encuentros. A pesar del punto 3 y como efecto del 4, se provocan encuentros entre las partes no para que negocien (eso vendrá después) sino para que se reduzca la tensión que acompaña al conflicto. Pasar a este punto sin las cautelas de los anteriores podría empeorar las cosas, generando mayor violencia estructural por parte de los ganadores.
6. Humor. ¿A que no se lo esperaba? Pues sí. Hay sociedades que carecen del más elemental sentido del humor cuando se trata de ellas mismas y, de hecho, es un indicador de que las cosas mejoran si los participantes pueden reírse (o, por lo menos, sonreírse) sobre ellos mismos. Que acepten que los demás les hagan chistes tal vez es pedir demasiado.
Son tribus que practican la elección racional por encima de la ciega pasión. Pero conozco tribus cercanas a mí, en Alicante, en las que, retóricas al margen, prima la violencia estructural y se niegan sistemáticamente todos estos puntos.
Paz en las tribus. José María Tortosa. Información.es. 24/Ago/2010
http://www.diarioinformacion.com/opinion/2010/08/25/paz-brlas-tribusbr/1038161.html

Paz en la sociedad contemporánea

Paz en la sociedad contemporánea
Por José Zaragoza Huerta
Este mes celebramos el Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana.
Ambas etapas detentan como punto de identidad los ideales de aquellos personajes que dieron su vida por legarnos un país donde el imperio de la Ley y, consecuentemente, la Justicia fueran vividos por los ciudadanos.
No obstante, pareciera que a la distancia de estos acontecimientos, estuviéramos en franco retroceso, pues en la actualidad mexicana nos encontramos frente a un panorama que en los últimos años se ha venido deteriorando: el resquebrajamiento familiar, la pérdida de valores sociales, la ausencia de líderes con una conciencia de bienestar social, la presencia de una sociedad individualista, las crisis económicas y el aumento de una delincuencia especializada son factores que inciden en ello.
Este mes patrio de remembranzas y festejos debe llevarnos a la reflexión, esto es, que sociedad y autoridades gubernamentales, encaminen sus esfuerzos de cara fomentar la cultura de legalidad que incidirá en una cultura de paz.
La historia de este país ha demostrado que el pueblo de México siempre ha superado todo tipo de dificultades; ésta no debe ser la excepción.
No hay que buscar formulas mágicas, es tiempo de comenzar a cerrar filas consensando nuestros legítimos intereses en beneficio de mejorar el presente así como el de las generaciones futuras, pues al igual que aquellos que nos precedieron y nos legaron un México de paz, nosotros también debemos realizar lo que nos compete. Este es el verdadero reto.
El México del siglo XXI demanda la existencia de una ciudadanía participativa que deje de ser simple observadora y se convierta en un apoyo para las autoridades gubernamentales, sólo de esta manera, sociedad y autoridades gubernamentales podrán aportar soluciones conjuntas a esta realidad nacional que lacera a muchos mexicanos carentes de elementos que dignifiquen su persona, todo ello permitirá que retomemos el camino donde la fraternidad y el bienestar social permitan que vivamos en Paz.
José Zaragoza Huerta. Doctor en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, España. Maestro en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Licenciado en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Autor de numerosas publicaciones entra las que destacan los libros: "Los Derechos Humanos en la Sociedad Contemporánea", "Derecho Penitenciario Español", "El Sistema Penitenciario Mexicano" y "Los Derechos Humanos de las Reclusas" publicados por editorial La&Go, Lazcano y Porrúa respectivamente. Conferencista en Chile, España, Italia, Bolivia, R. Dominicana, Estados Unidos de América y México. Actual coordinador de investigación del Centro de Investigación de Tecnología Jurídica y Criminológia (CITEJYC) de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Responsable de la línea de investigación en Derecho Penitenciario, Derecho Penal y Criminología de la UANL.

Mejor… hablemos de paz

Mejor ...hablemos de Paz
Por Laura Aída Pastrana Aguirre
Platiquemos sobre la posición social y mundial; particularmente sobre los conflictos sociales mundiales provocados por catástrofes irreparables en el ecosistema.
Ya lo anunciaba tendenciosamente Huntington con “el choque de civilizaciones” pero el conflicto latente que las sociedades del mundo hemos de asimilar, a diferencia de lo que postula el citado politólogo, no está sólo en nuestras diferencias políticas, sociales, culturales o religiosas.
Una posible autodestrucción, con indicadores cada vez más violentos e irreparables, la viviremos en las luchas por la supervivencia ante la inevitable e irreparable contaminación mundial que provoca daño al medio ambiente, entendido éste como un conjunto equilibrado de componentes naturales que conforman una determinada zona en un determinado momento, que representa el sustrato físico de la actividad de todo ser vivo, y es susceptible de modificación por la acción humana.
Del infinito mundo de la contaminación al ambiente y sus caracteres, hemos de delimitar esta reflexión al tema que nos mantiene preocupados a muchos, y ocupados sólo a unos cuantos; se trata del derrame petrolero más importante en la historia contemporánea.
Este hecho sería, en palabras de Gabriel García Márquez: la “crónica de una muerte anunciada”
No es una posición apocalíptica ni pretendo sensibilizar al lector en la tragedia, pero tampoco es favorable cerrar los ojos ante una realidad que supone una grave amenaza para los medios de subsistencia de los pescadores, los hábitats marinos, las playas, la vida silvestre y claro, la salud y la vida humana.
El denominado “accidente”, ocurrido el 20 de abril de este año en el Golfo de México, se originó, como lo sabemos, por la explosión de una plataforma estadounidense y su posterior hundimiento.
Las primeras cifras que los medios de comunicación nos informaron, especulaban inicialmente un derrame de 1,000 barriles de crudo al día; con el paso del tiempo la cifra ascendió a 5,000 mil barriles diarios y días más tarde, se calculaban ya entre 19,000 y 60,000 barriles derramados lo que se traduce aproximadamente a 2.5 millones de galones por día y en aumento, debido a que no hay una esperanza inmediata de controlar el siniestro, pese a los últimos intentos fallidos.
Dos potencias mundiales (si se me permite el calificativo) se disputan la responsabilidad: Estados Unidos con la compañía Transocean propietaria y arrendadora de la plataforma, e Inglaterra a través de la empresa British Petroleum quien fungía como arrendataria al momento de la explosión.
Como ocurre invariablemente en este tipo de situaciones, surgen interrogantes sobre la atribuibilidad de la responsabilidad del daño causado, aunque al final del día debería de darse cumplimiento al principio fundamental de Derecho ambiental en materia de contaminación transfronteriza, advirtiendo que los Estados tienen la obligación de asegurarse de que las actividades que se lleven a cabo dentro de la jurisdicción o bajo su control, no perjudiquen al medio de otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional. Incluso, el deber de no provocar daños al medio ambiente obliga a los Estados frente a la comunidad internacional.
Pero el asunto central de estas líneas no versa en identificar quién es el responsable directo, si hubo negligencia, error, dolo o mala fe por alguna de las empresas, sino la imposibilidad real de detener el desastre ecológico, las consecuencias mediatas e inmediatas y la manera en que habremos de enfrentar tal crisis.
Sólo por citar algunos ejemplos y quizá muchos de ellos con cifras maquilladas, se estima que 400 especies de la vida salvaje se encuentran amenazadas; al menos 30 especies de aves migratorias están potencialmente en peligro debido a su época de apareamiento; 9 especies están siendo estudiadas por la probabilidad de declararlas en peligro de extinción, entre las que se encuentran el manatí, el pelícano, el delfín, el atún rojo, las tortugas marinas e incluso la ballena (ésta última también motivada por el periodo de apareamiento)
En recientes fechas, ya se piensa en hacer juicios de reprochabilidad y responsabilidad penal a los actores de este hecho para satisfacer el sentimiento de justicia de las víctimas. Aunque habremos de preguntarnos ¿quiénes son las víctimas? o permítanme replantear mi cuestionamiento: ¿quiénes somos las víctimas? y ¿porqué incluyo a la población mundial? quizá, para justificar esta postura cito a Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, cuando al recibir el Nobel de la Paz, en 2001, dijo en su discurso:
“El segundo argumento de esperanza reside en el así llamado efecto mariposa. Él es una derivación de la física cuántica que nos enseña: todo tiene que ver con todo y somos todos inter- retro-dependientes. Por eso cada individuo es un eslabón de la inmensa corriente de energía y de vida y cuenta mucho. El efecto mariposa representa una concreción de este principio. Fue identificado en 1960 por los que hacen previsiones meteorológicas. En ese campo como en otros funcionan sistemas caóticos, quiere decir, sistemas en los cuales domina la imprevisibilidad. Como un todo, tales sistemas también están sometidos a leyes matemáticas factibles de descripción; mas su comportamiento concreto no puede ser previsto. Pequeñas modificaciones pueden ocasionar grandes cambios. Entonces se dice: “Si una mariposa en Hong Kong bate sus alas, puede provocar una tempestad en Nueva York”. O como en un estadio de fútbol: basta que algunos comiencen a hacer la ola y, de repente, todo el estadio es contaminado y surge una inconmensurable ola. Es el efecto mariposa: "un pequeño gesto puede ocasionar grandes transformaciones”.
Por tanto, un derrame petrolero en el Golfo de México causará en tiempo razonablemente corto, un efecto devastador en el otro extremo del planeta. De ahí que retome la pregunta: ¿quiénes somos las víctimas y cómo enfrentaremos la crisis ecológica mundial? con este mismo sentido, se ha declarado que el petróleo está llegando a la llamada "corriente de vuelta", lo que podría afectar mares más alejados hacia el este. "Si eso ocurre, nada sería seguro"
Ahora bien, si uno de los postulados de los estudios para la paz arguye que todos los seres humanos tenemos derecho de exigirnos cuentas por lo que nos hacemos y nos decimos los unos a los otros; ¿a quién habremos de exigirle cuentas por la contaminación del planeta producto de este hecho? ¿cómo vamos a enfrentar esta crisis que se dibuja poco alentadora? ¿cuál sería un ejemplo de justicia restaurativa?
La formación de jurista nos hace voltear los ojos a las normas internacionales en materia de protección al ambiente, pero nuestros ojos de seres humanos interconectados con nuestro entorno, cada cual en su cosmovisión y en interacción forzosa con la cosmovisión del Otro, en una suerte de bioequidad, habremos de conmovernos no sólo por las generaciones presentes, sino peor, por las generaciones futuras a quienes les rendiremos cuentas por nuestras acciones y por los medios que empleemos para enfrentar estas y otras dificultades.
A manera de reflexión, quisiera insistir en que reconozco que las cifras y la información dada en este documento no resulta ajena al conocimiento del lector, pero que mi intención ha sido poner sobre la mesa la existencia de un conflicto real entendido como la fuga del crudo en mares profundos, pero fundamentalmente, en la existencia o reconocimiento de los conflictos latentes colaterales que se avecinan por crisis económicas (recordemos que el 30% del petróleo que utiliza Estados Unidos es precisamente el extraído de las aguas del Golfo de México) crisis por falta de suministro alimenticio, crisis por la escases de agua y crisis ambientales entre miles de categorías que se irán sumando en esta suerte de cadena bioecosocial.
Tengamos siempre presente que hay muchos mundos y todos están en éste, así que mejor… hablemos de paz
mejorhablemosdepaz@yahoo.com.mx
Laura Aída Pastrana Aguirre. Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM
Diplomada en Criminalística por la Universidad Anáhuac, México. Especialista en Derecho Penal Económico por la Universidad de Castilla la Mancha, Toledo, España. Maestra en Ciencias Penales por la Universidad Anáhuac, México. Estidios concluidos de Maestría en Estudios para la Paz y el Desarrollo, por la Universidad Autónoma del Estado de México UAEM. Doctora en Administración Pública por la Universidad Anáhuac, México. Catedrática de las materias de Teoría General del Derecho Penal y Sociología Jurídica en la UAEM. Catedrática de la materia Clínica de Introducción a la Mediación en la Escuela Judicial del Poder Judicial del Estado de México. Jefa de Departamento en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Asesora Jurídica en la Comisión de Gobierno de la Primera Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Subdirectora de Recomendaciones Legales en la Procuraduría General de la República. Asesora Jurídica en Oficina de Enlace de la Cámara de Diputados. Profesora Investigadora en el Centro de Investigación en Ciencias Jurídicas, Justicia Penal y Seguridad Pública de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México

Cultura de Paz y No Violencia

Bienvenidos al inicio de “Cultura de Paz y No Violencia”, un proyecto que busca crear conciencia sobre la necesidad de tomar paradigmas pacíficos en nuestra sociedad y estilos de vida. Dentro de los temas a desarrollar en nuestros sitios están: el respeto a la vida y la no violencia, el diálogo, la cooperación, la negociación, la formación de consensos y la resolución pacífica de conflictos, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, la promocíón de la democracia y la participación ciudadana, la educación para la paz, la protección del medio ambiente y la diversidad biológica, el derecho al desarrollo económico y social sustentable, el combate a la pobreza y la reducción de los desigualdades sociales, el respeto y protección de los derechos del niño, la igualdad entre hombres y mujeres, el acceso y la libre circulación de información, el derecho a la libertad de expresión, opinión e información, la transparencia y la rendición de cuentas de los asuntos públicos, la eliminación del racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancias, la comprensión y solidaridad entre las civilizaciones, pueblos y culturas y el respeto a los principios de libertad, justicia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimientos a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones.
Para lograr nuestro propósito contamos con el “Blog de Cultura de Paz y No Violencia” donde contaremos de inicio con diferentes páginas de información como son: a) Opiniones de Paz, donde diferentes expertos, interesados y activistas en la materia expresarán sus puntos de vista en pro del desarrollo de una Cultura de Paz; b) Leyes, Declaraciones y Manifiestos de Paz, con los principales documentos sobre Paz; c) Biblioteca de Paz, un acervo de diversos libros sobre el tema a los que cualquier usuario puede consultar en línea, d) Agenda de Paz, una lista de los principales eventos sobre la Paz en todo el mundo y e) Símbolos de Paz, información sobre los elementos más representativos en la historia sobre la Paz.
Cada uno de los apartados mencionados se robustecerá con el transcurso del tiempo, de manera que en cada nueva visita al Blog de Cultura de Paz, usted encuentre una experiencia nueva, de igual forma iremos ampliando las páginas del Blog con nuevas temáticas de Paz. Dentro del Blog también se encuentran diferentes elementos como un buscador de noticias que en cada instante recopila las principales notas publicadas en periódicos y revistas en línea, sección de entradas donde tendremos de manera frecuente nueva información sobre el tema, más de 200 enlaces a distintos sitios de las Naciones Unidas, sobre Cultura de Paz, Educación para la Paz, No Violencia y Revistas en la materia, videos sobre Cultura de Paz y los días y años internacionales.
“Cultura de Paz y No Violencia” también se encuentra en las principales redes sociales: Facebook y Twitter. En la primera nos puedes buscar como “Cultura de Paz” y en la segunda como “Cultura de Paz Mty”, en dichos sitios reproduciremos parte del material del Blog, así como podremos tener comunicación con gente interesada en la Cultura de Paz.
Hoy primero de Septiembre del año de 2010 damos por formalmente iniciadas las actividades de Cultura de Paz y No Violencia, un lugar en la red sin fines de lucro, que busca coadyuvar para construir la realidad pacífica y armoniosa que tanto necesitamos. Esperamos sea de su agrado.

Manifiesto Russell-Einstein

MANIFIESTO RUSSELL-EINSTEIN (1)
En la trágica situación que afronta la humanidad, consideramos que los científicos deberían reunirse en una conferencia para asumir los peligros que han aparecido como resultado del desarrollo de las armas de destrucción masiva, y discutir una resolución en el espíritu del proyecto anexo al presente.
En esta ocasión hablamos, no como miembros de esta o aquella nación, continente o credo, sino como seres humanos, miembros de la especie Humana, cuya continuidad de existencia está en duda. El mundo está lleno de conflictos; y oscureciendo todos los conflictos menores, la titánica lucha entre comunismo y anticomunismo.
Casi todos, quienes son políticamente conscientes tienen fuertes sentimientos sobre uno o más de estos temas; pero quisiéramos que ustedes, si pueden, dejen de lado esos sentimientos y se consideren a sí mismos solamente como miembros de una especie biológica que ha tenido una historia destacada, y cuya desaparición no desea ninguno de nosotros.
Trataremos de no decir ni una sola palabra que pudiera aludir a un grupo mas que a otro. Todos, por igual, están en peligro, y, si el peligro es entendido, existe la esperanza de que ellos colectivamente puedan conjurarlo. Debemos aprender a pensar en una nueva forma. Debemos aprender a interrogarnos, no sobre los pasos que pueden darse para dar la victoria militar al grupo de nuestra preferencia, porque ya no existen esos pasos; la pregunta que debemos formularnos es: ¿qué pasos pueden tomarse para prevenir una confrontación militar cuya aparición necesariamente será desastrosa para todos los contendientes?
El público en general, y aún algunos hombres en posiciones de autoridad, no han advertido sobre lo que acarrearía una guerra con bombas nucleares. El público en general todavía piensa en términos de destrucción de ciudades. Se sabe que las nuevas bombas son más poderosas que las antiguas, y que, mientras una bomba-A podía arrasar Hiroshima, una bomba-H podría destruir las ciudades más grandes, como Londres, Nueva York, y Moscú.
Sin duda que en una guerra con bombas-H las ciudades serían arrasadas. Pero este sería uno de los menores desastres que habría que enfrentar. Si todos en Londres, Nueva York y Moscú fueran exterminados, el mundo podría, en el curso de unos pocos siglos, recuperarse de la explosión. Pero sabemos, especialmente desde la prueba de Bikini, que las bombas nucleares pueden gradualmente dispersar destrucción sobre un área mucho mayor que la prevista.
Está comprobado con gran autoridad que actualmente puede construirse una bomba con una potencia 2500 veces superior a la que destruyó Hiroshima. Tal bomba, si explotara cerca del suelo o bajo el agua, enviaría partículas radiactivas a las capas superiores del aire. Estas caerían gradualmente alcanzando la superficie de la tierra en forma de lluvia o polvo letales. Fue ése el polvo que afectó a los pescadores japoneses y a sus capturas de pescado.
Nadie sabe cuán ampliamente esas partículas radiactivas podrían diseminarse, pero las mejores autoridades expresan unánimemente que una guerra con bombas-H podría posiblemente poner fin a la raza humana. Se teme que si varias bombas-H fueran usadas habría una muerte universal, repentina solo para una minoría, pero para la mayoría continuaría una lenta tortura de enfermedad y desintegración.
Muchas advertencias han sido publicadas por eminentes hombres de ciencia y por autoridades en estrategia militar. Ninguna de ellas dirá que los peores resultados son seguros. Lo que ellas sí dicen es que estos resultados son posibles, y nadie puede estar seguro de que no sucederán. Nosotros no hemos encontrado que las visiones de los expertos en este tema dependan en algún grado de sus ideas políticas o prejuicios. Ellas dependen solamente, hasta donde nuestros investigadores han revelado, de la intensidad del conocimiento específico de cada experto en particular. Hemos descubierto que los hombres que más saben son los más sombríos.
Aquí radica pues, el problema que le presentamos, cabal, espantoso e ineludible: ¿Pondremos fin a la raza humana; o la humanidad renunciará a la guerra? El pueblo no afrontará esta alternativa porque es demasiado difícil abolir la guerra.
La abolición de la guerra exigirá desagradables limitaciones a la soberanía nacional. Pero lo que tal vez impida la comprensión de la situación mas que ninguna otra cosa es que el término humanidad se siente algo vago y abstracto. La gente apenas imagina que el peligro es para ellos mismos, sus hijos y sus nietos, y no solo para una borrosamente entendida humanidad. Apenas pueden advertir que ellos individualmente, y cada uno de sus seres queridos están en peligro inminente de perecer de manera agonizante. Y así esperan que tal vez la guerra pueda ser autorizada a continuar siendo provista de armas modernas con ciertas prohibiciones.
Esta esperanza es ilusoria. Cualquier acuerdo alcanzado en tiempos de paz para no utilizar bombas-H, no será considerado vinculante en tiempo de guerra, y ambas partes se pondrían a fabricar bombas-H tan pronto como estallara la guerra, en caso que, si una de las partes construyera las bombas y la otra no, quien las construyera resultaría inevitablemente victorioso.
Aunque un acuerdo de renunciar a las armas nucleares como parte de una reducción general de armamentos no representaría una solución definitiva, serviría a importantes propósitos. Primero: cualquier acuerdo entre Este y Oeste será para bien, dado que tenderá a reducir la tensión. Segundo: la abolición de las armas termonucleares, si cada parte ha comprendido que la otra lo ha hecho sinceramente, disminuiría el temor de un ataque sorpresivo del tipo de Pearl Harbour, lo que en la actualidad mantiene a ambas partes en estado de aprensión nerviosa. Deberíamos, por lo tanto, dar la bienvenida a tal acuerdo, aunque sea solamente como un primer paso.
Está ante nosotros, si lo elegimos, progreso continuo en felicidad, conocimiento y sabiduría. ¿Elegiremos la muerte, por lo contrario, por no poder olvidar nuestras disputas? Hacemos este llamado como seres humanos: Recuerden su condición humana y olviden lo demás. Si pueden hacerlo el camino permanece abierto hacia un nuevo Paraíso; si no pueden, está frente a ustedes el riesgo de la muerte universal.
Resolución
Invitamos a este Congreso, y a través de los científicos del mundo al público en general, a suscribir la presente resolución: En vista del hecho de que en cualquier futura guerra mundial las armas nucleares serán sin duda empleadas, y que esas armas nucleares amenazan la continuidad de la existencia del ser humano, urgimos a los Gobiernos del mundo a tomar conciencia, y a reconocer públicamente, que sus propósitos no pueden alcanzarse por medio de una guerra mundial, y los instamos, en consecuencia, a encontrar medios pacíficos para la solución de todo conflicto disputa entre ellos.
Max Born, Perry W. Bridgman, Albert Einstein, Leopold Infeld, Frederic Joliot-Curie, Herman J. Muller, Linus Pauling, Cecil F. Powell, Joseph Rotblat, Bertrand Russell y Hideki Yukawa
1. El 9 de julio de 1955 se conoció el “Manifiesto de Russell-Einstein”. El Manifiesto Russell-Einstein fue un texto redactado por Bertrand Russell y apoyado por Albert Einstein. En medio de la Guerra Fría, los firmantes alertaban de la peligrosidad de la proliferación del armamento nuclear y solicitaban a los líderes mundiales buscar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales. Fue firmado por once científicos e intelectuales de primera línea, el más notable de ellos Albert Einstein. Unos días después de ser mostrado, el filántropo Cyrus Eaton se ofreció a organizar una conferencia en Pugwash, Nueva Escocia (Canadá), el lugar de nacimiento de Eaton. Sería la primera de dichas conferencias, que se han ido celebrando cada año desde 1957.

Manifiesto de Sevilla

MANIFIESTO DE SEVILLA
Difundido por decisión de la Conferencia general de la UNESCO en su vigesimoquinta sesión
París, Francia, el 16 de noviembre de 1989
INTRODUCCION

Convencidos de que es responsabilidad nuestra como investigadores en diversas disciplinas llamar la atención sobre las actividades más peligrosas y más destructivas de nuestra especie, a saber la violencia y la guerra; reconociendo que la ciencia es un producto de la cultura que no puede tener carácter definitivo o abarcar todas las actividades humanas; agradecidos por el apoyo que hemos recibido de las autoridades de Sevilla y de los representantes españoles de la UNESCO; nosotros, los universitarios abajo firmantes, originarios del mundo entero y representantes de las disciplinas pertinentes, nos hemos reunido y hemos logrado el siguiente manifiesto sobre la violencia. En este manifiesto, impugnamos cierto número de presuntos descubrimientos biológicos que han sido utilizados por personas, incluso en nuestros respectivos ámbitos, pasa justificar la violencia y la guerra. Puesto que la utilización de estos "descubrimientos" ha creado un china de pesimismo en nuestras sociedades, proclamamos que la denuncia pública y reflexionada de tales manipulaciones constituye una contribución importante al Año Internacional de la Paz.
El mal uso de hechos y teorías científicos con el fin de legitimar la violencia y la guerra, sin ser un fenómeno nuevo, está estrechamente asociado al advenimiento de la ciencia moderna. Por ejemplo, la teoría de la evolución ha sido "utilizada" para justificar no sólo la guerra, sino también el genocidio, el colonialismo y la eliminación del más débil.
Explicamos nuestro punto de vista en forma de cinco proposiciones. Somos perfectamente conscientes de que, en el marco de nuestras disciplinas, se podría hablar de muchas otras cuestiones que también atañen a la violencia y la guerra, pero nos ceñiremos voluntariamente a lo que consideramos una primera etapa esencial.
PRIMERA PROPOSICION

CIENTIFICAMENTE ES INCORRECTO decir que hemos heredado de nuestros antepasados los animales una propensión a hacer la guerra. Aunque el combate sea un fenómeno muy expandido en las especies animales, en las especies vivas sólo se conocen algunos casos de luchas destructoras intra-especies entre grupos organizados. Y en ningún caso implican el recurso a utensilios usados como armas. El comportamiento predador que se ejerce con respecto a oras especies, comportamiento normal, no puede ser considerado como equivalente a la violencia intra-especies. La guerra es un fenómeno específicamente humano que no se encuentra en los demás animales.
El hecho de que la guerra haya cambiado de manera tan radical a lo largo de los tiempos prueba claramente que se trata de un producto de la cultura. La filiación biológica de la guerra se establece, principalmente, a través del lenguaje que hace posibles la coordinación entre los grupos, la transmisión de la tecnología y el uso de utensilios. Desde un punto de vista biológico, la guerra es posible pero no tiene carácter ineluctable como lo demuestran las variaciones de lugar y de naturaleza que ha sufrido en el tiempo y en el espacio. Existen culturas que desde hace siglos no han hecho la guerra y otras que en ciertos periodos la han hecho con frecuencia y luego han vivido en paz durante mucho tiempo.
SEGUNDA PROPOSICION

CIENTIFICAMENTE ES INCORRECTO decir que la guerra o cualquier otra forma de comportamiento violento está genéticamente programada en la naturaleza humana. Aunque los genes están implicados a todos los niveles del funcionamiento del sistema nervioso, son la base de un potencial de desarrollo que sólo se realiza en el marco del entorno social y ecológico. Aunque indiscutiblemente varía la predisposición de los individuos a sufrir la huella de su experiencia, no obstante, sus personalidades son determinadas por la interacción entre su dotación genética y las condiciones de su educación. Con excepción de algunos raros estados patológicos, los genes no producen individuos necesariamente predispuestos a la violencia. Pero el caso contrario también es cierto. Aunque los genes estén implicados en nuestro comportamiento, ellos solos no pueden determinarlo totalmente.
TERCERA PROPOSICION
CIENTIFICAMENTE ES INCORRECTO decir que a lo largo de la evolución humana se haya operado una selección en favor del comportamiento agresivo sobre otros tipos. En todas las especies bien estudiadas, la capacidad para cooperar y cumplir funciones sociales adaptadas a la estructura de un grupo determina la posición social de sus miembros. El fenómeno de "dominación" implica lazos sociales y filiaciones; no resulta sólo de la posesión y la utilización de una fuerza física superior, aunque pone en juego comportamientos agresivos. Cuando, por la selección genética, se han creado artificialmente tales comportamientos en los animales, se ha constatado la aparición rápida de individuos no hiperagresivos; ésto permite pensar que en condiciones naturales la presión en favor de la agresividad no había alcanzado naturalmente su nivel máximo. Cuando tales animales hiperagresivos están presentes en un grupo, o destruyen la estructura social, o son eliminados de ella. La violencia no se inscribe ni en nuestra herencia evolutiva ni en nuestros genes.
CUARTA PROPOSICION

CIENTIFICAMENTE ES INCORRECTO decir que los hombres tienen "un cerebro violento"; aunque nuestro aparato neurológico nos permite actuar con violencia, no se activa de manera automática por estímulos internos o externos. Como en los primates superiores y contrariamente a los demás animales, las funciones superiores neurológicas filtran estos estímulos antes de responder. Nuestros comportamientos están modelados por nuestros tipos de condicionamiento y nuestros modos de socialización. No hay nada en la fisiología neurológica que nos obligue a reaccionar violentamente.
QUINTA PROPOSICION
CIENTIFICAMENTE ES INCORRECTO decir que la guerra es un fenómeno instintivo o que responde a un único móvil. El surgimiento de la guerra moderna es el punto final de un recorrido que, comenzando por factores emocionales, a veces cualidades instintivas, ha desembocado en estos factores cognoscitivos. La guerra moderna pone en juego la utilización institucionalizada de una parte de las características personales tales como la obediencia ciega o el idealismo, y por otra aptitudes sociales tales como el lenguaje; finalmente implica planteamientos racionales tales como la evaluación de los coses, la planificación y el tratamiento de la información. Las tecnologías de la guerra moderna han acentuado considerablemente el fenómeno de la violencia, sea a nivel de la formación de los combatientes o en la preparación psicológica a la guerra. Debido a esa ampliación, se tiende a confundir las causas y las consecuencias.
CONCLUSION
Como conclusión proclamamos que la biología no condena a la humanidad a la guerra, al contrario, que la humanidad puede liberarse de una visión pesimista traída por la biología y, una vez recuperada su confianza, emprender, en este Año Internacional de la Paz y en los años venideros, las transformaciones necesarias de nuestras sociedades. Aunque esta aplicación depende principalmente de la responsabilidad colectiva, debe basarse también en la conciencia de individuos, cuyo optimismo o pesimismo son factores esenciales. Así como "las guerras empiezan en el alma de los hombres", la paz también encuentra su origen en nuestra alma. La misma especie que ha inventado la guerra también es capaz de inventar la paz. La responsabilidad incumbe a cada uno de nosotros.
FIRMANTES

David Adams, Psicología, Wesleyan University, Middletown, Connecticut, E.U.A.
S.A. Barnett, Etología, The Australian National University, Canberra, Australia
N.P. Bechtereva, Neuropsicología, Institute for Experimental Medicine of Academy of Medical
Sciences of U.S.S.R., Leningrado, U.R.S.S.
Bonnie Frank Carter, Psicología, Albert Einstein Medical Center, Philadelphia, Pennsylvania, E.U.A.
José M. Rodríguez Delgado, Neuropsicología, Centro de Estudios Neurobiológicos, Madrid, España.
José Luis Díaz, Etología, Instituto Mexicano de Psiquiatria, México D.F., México
Andrej Eliasz, Psicología de las Diferencias Individuales, Polish Academy of Sciences, Warsaw, Polonia.
Santiago Genovés, Antropología Biológica, Instituto de Estudios Antropológicos, México D.F., México
Benson E. Ginsburg, Genética de la Conducta, University of Connecticut, Storrs, Connecticut, E.U.A.
Jo Groebel, Psicología Social, Erziehungswissenschaftliche Hochschule, Landau, República Federal de Alemania.
Samir-Kumar Ghosh, Sociología, Indian Institute of Human Sciences, Calcutta, India
Robert Hinde, Comportamiento Animal, Cambridge University, Reino Unido.
Richard E. Leakey, Antropología Física, National Museums of Kenya, Nairobi, Kenya
Omaha M. Malasi, Psiquiatría, Kuwait University, Kuwait
Martín Ramírez, Psicobiología, Universidad de Sevilla, España.
Federico Mayor Zaragoza, Bioquímica, Universidad Autonoma, Madrid, España.
Diana L Mendoza, Etología, Universidad de Sevilla, España.
Ashis Nandy, Psicología Política, Center for the Study of Developing Societies, Delhi, India
John Paul Scott, Comportamiento Animal, Bowling Green State University, Ohio, E.U.A.
Riitta Wahlstrom, Psicología, University of Jyvaskyla, Finlandia.

Proyecto Transdisciplinario de la UNESCO "Hacia una Cultura de Paz"

PROYECTO TRANSDISCIPLINARIO DE LA UNESCO "HACIA UNA CULTURA DE PAZ"
“Una cultura de paz está basada en los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en el respeto de los derechos humanos, la democracia y la tolerancia, la promoción del desarrollo, la educación para la paz, la libre circulación de información y la mayor participación de la mujer como enfoque integral para prevenir la violencia y los conflictos, y que se realicen actividades encaminadas a crear condiciones propicias para el establecimiento de la paz y su consolidación.”
(A/RES/52/13, el 15 de enero de 1998, 5 2)
PROYECTO TRANSDISCIPLINARIO “HACIA UNA CULTURA DE PAZ”
¿Qué significa cultura de paz? ¿Cómo se convierte ese concepto en realidad? En otras palabras, cómo se transforman las ideas e ideales que encierra la expresión “cultura de paz” en políticas públicas y actos individuales que modifiquen la vida en todas sus facetas?
La cultura de paz supone ante todo un esfuerzo generalizado para modificar mentalidades y actitudes con ánimo de promover la paz. Significa transformar los conflictos, prevenir los conflictos que puedan engendrar violencia y restaurar la paz y la confianza en poblaciones que emergen de la guerra. Pero su propósito trasciende los límites de los conflictos armados para hacerse extensivo también a las escuelas y los lugares de trabajo del mundo entero, los parlamentos y las salas de prensa, las familias y los lugares de recreo.
UN MOVIMIENTO MUNDIAL.
Forjar una cultura de paz es hacer que los niños y los adultos comprendan y respeten la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad. Ello implica un rechazo colectivo de la violencia y también disponer de los medios y la voluntad de participar en el desarrollo de la sociedad.
El concepto de cultura de paz se ha ido configurando al amparo de un vasto movimiento sociopolítico que aglutina a interlocutores del sistema de las Naciones Unidas y otras muchas instancias. Las amenazas que pesan sobre la paz revisten muchas formas distintas, desde la falta de respeto por los derechos humanos, la justicia y la democracia hasta la pobreza o la ignorancia. La cultura de paz es una respuesta a todas esas amenazas, una búsqueda de soluciones que no pueden imponerse desde el exterior sino que han de provenir de la propia sociedad.
Las soluciones dependen de la intervención conjunta y en frentes muy diversos de hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad. La cooperación entre países en todos esos ámbitos puede aportar la estabilidad y la ayuda necesarias para obtener resultados duraderos. Fundar una cultura de paz, en suma, es una empresa que rebasa la responsabilidad de un sector, una comunidad, una región o una nación concretos para cobrar un carácter universal.
QUE TIENE LUGAR AHORA MISMO.
La cultura de paz no es sólo una idea. Desde su origen, que se remonta a una serie de programas de consolidación de la paz en países que salían de un conflicto armado, se ha convertido en uno de los grandes temas de la Estrategia a Plazo Medio de la UNESCO (1996-2001) que articula un amplio abanico de actividades de la Organización. Existen proyectos en curso en numerosos países, como Angola, Burundi, Cote d’Ivoire, El Salvador, Etiopía, Haití, Liberia, Malí, Mozambique, Filipinas, la Federación de Rusia, Somalia y la antigua Yugoslavia. Dichos proyectos prevén en esencia lo siguiente:
Actividades con parlamentarlos y demás representantes electos vinculadas a los aspectos fundamentales del ejercicio de poder, la democracia y la justicia social;
Emancipación de las mujeres para que participen en la vida pública de su sociedad;
Formación e inserción social de los soldados desmovilizados;
Implantación y fortalecimiento de medios de comunicación que contribuyan a promover una cultura de paz;
Programas de educación cívica, una formación para la gestión de conflictos y el ejercicio de la autoridad;
Promoción de los ideales democráticos.
COORDINAR UNA CULTURA DE PAZ.
Las actividades allegadas al proyecto de cultura de paz exigen que todos los sectores y unidades de la UNESCO, tanto en la Sede como fuera de ella, coordinen su trabajo. La Unidad de Coordinación vela por que todos los sectores -educación, comunicación, cultura y ciencias, especialmente ciencias sociales- participen en los programas y respondan concertadamente a las necesidades de los Estados Miembros. Así, esa unidad impulsa y crea vastas relaciones de colaboración dentro de la UNESCO, buscando al mismo tiempo otros interlocutores externos a la Organización. Para efectuar el seguimiento del movimiento en favor de una cultura de paz se ha concebido un sistema de redes e información. Además de ampliar en lo posible la red mundial de protagonistas de la paz, este sistema difunde su información mediante publicaciones esporádicas en un espacio Web.
DENTRO DE LA UNESCO.
Los sectores de la UNESCO participan en la elaboración de proyectos nacionales de cultura de paz, tanto en la Sede como fuera de ella, en todas las fases de un proyecto, desde su concepción y ejecución hasta su evaluación. Las colaboraciones de carácter temático pueden trascender el ámbito estrictamente nacional para englobar a muchos Estados Miembros, aunque cada programa nacional conserve su individualidad.
Y FUERA DE ELLA
La UNESCO es consciente de la necesidad de buscar fuera de sus propias estructuras otros interlocutores capaces de prestar apoyo a las iniciativas en favor de la cultura de paz, ya sea en otras organizaciones intergubernamentales o en grupos no gubernamentales que ya trabajen en este terreno. Se elaboran proyectos conjuntos destinados a distintos colectivos: jóvenes, mujeres, parlamentarios, alcaldes, medios de comunicación de masas y medios de comunicación “paralelos”, dirigentes religiosos, jefes tradicionales, fuerzas armadas, etc.
LA EDUCACION ES LA SOLUCION!
Para la UNESCO, la educación es la punta de lanza de las actividades de promoción de una cultura de paz.
La Organización lleva años elaborando programas para ayudara los Estados Miembros y a sus propios asociados a introducir, en la planificación de sus programas de enseñanza formal y no formal, políticas y principios de acción favorables a la ciudadanía democrática y los derechos humanos. Se han concebido programas especiales de enseñanza, que hacen especial hincapié en la educación para la paz y promueven la enseñanza de la tolerancia y la no violencia.
El Plan de Escuelas Asociadas (PEA) de la UNESCO, creado en 1953, es una red de establecimientos escolares del mundo entero que impulsa la educación de niños y jóvenes para el entendimiento internacional y la tolerancia. El PEA interviene activamente en el proyecto de cultura de paz, con una red de proyectos piloto que prestan apoyo a establecimientos del mundo entero situados en barrios conflictivos. Su objetivo es doble: promover una enseñanza de calidad y contribuir paralelamente al desarrollo de una cultura de paz y no violencia.
LINGUAPAX, otra iniciativa de la UNESCO, promueve la enseñanza de lenguas maternas y lenguas nacionales y extranjeras, aportando una solución específicamente lingtlística a los problemas ligados a la búsqueda de la paz y la defensa de los derechos humanos.
PROMOVER EL DIALOGO ENTRE LAS CULTURAS.
Es fundamental establecer relaciones basadas en la tolerancia y la solidaridad entre poblaciones separadas por diferencias culturales. El proyecto de cultura de paz aspira a armar a las poblaciones no con fusiles sino con capacidad de dialogo y de entendimiento.
El proyecto de cultura de paz propugna la justicia y la igualdad de oportunidades para todos, especialmente para las minorías, las poblaciones indígenas, los refugiados y los desplazados.
En el contexto del proyecto, los usos tradicionales que contribuyen a la paz se siguen estudiando, apoyando y considerando elementos esenciales para la consolidación de la paz y el desarrollo. También se alienta a los artistas y a otras personas que participan en actividades culturales a ejercer la mayor influencia posible sobre las poblaciones, poniendo su talento al servicio de la paz.
MEDIANTE LOS PROYECTOS ACTUALES DE LA UNESCO.
Muchas de las actividades culturales de la UNESCO incorporan ya el proyecto de cultura de paz, y fomentan el pluralismo cultural y el diálogo entre las culturas:
El proyecto “Diálogo intercultural Este-Oeste en Asia Central” prestará apoyo al nuevo Centro de Investigación Internacional sobre Civilizaciones Nómadas (Ulan-Bator, Mongolia), organizará el año próximo un coloquio en Kirguistán sobre la cultura y las religiones de Asia Central y ayudará a elaborar un inventario de los caravasares de Asia Central;
El proyecto “Las Rutas de la Fe” intenta enseñar a los jóvenes de sociedades multiconfesionales a respetar la tradición religiosa de cada cual y a convivir pacíficamente con el prójimo. Este programa se completa con iniciativas que hacen hincapié en el diálogo entre religiones y la contribución de estas a una cultura de paz;
El proyecto “Las Rutas de Al-Andalus” estimula el diálogo intercultural mediante una red de centros.
PARA TRANSMITIR EL MENSAJE DE PAZ.
Los medios de comunicación ejercen una poderosa influencia sobre las mentalidades y las normas de conducta en sociedad, y contribuyen decisivamente al ejercicio de la libertad de opinión y de información. El acceso a una información clara y exacta es fundamental para la promoción de una cultura de paz. Es importante ayudar a los medios de comunicaci6n a alcanzar este objetivo, y especialmente prestar apoyo a los periodistas que trabajan en zonas de conflicto armado o en regiones donde el conflicto amenaza con estallar.
Estos periodistas son objeto de fuertes presiones políticas. Los medios de comunicación independientes deben luchar para sobrevivir; de ahí que resulte cada vez más difícil para el público disponer de información no tendenciosa.
El programa UNESCO SOS Medias pretende ayudar a los medios de comunicación independientes y facilitar el intercambio de información entre los medios presentes en zonas de conflicto y entre éstos y el resto del mundo. Desde hace cinco años, la Organización viene aplicando un programa piloto que ayuda a dichos periodistas, suministrando material a los medios de comunicación electrónicos, papel de periódico a la prensa independiente y material de oficina a las agencias de prensa independientes, y dispensando formación a los periodistas de la mayoría de las repúblicas y territorios de la antigua Yugoslavia. La UNESCO desempeña un papel de relieve en la Iniciativa Especial del sistema de las Naciones Unidas en favor de África: “consolidación de la paz, solución de conflictos y reconciliación nacional: las comunicaciones al servicio de la consolidación de la paz”.
HAY QUE HACERLO EN LIBERTAD.
Entre otros proyectos, cabe citar la elaboración de una estrategia para los medios de comunicación, aplicable tanto en el ámbito de las Naciones Unidas como en contextos más locales. Consiste esencialmente en crear un espacio de intercambio de datos y experiencias y fomentar la no violencia desde los medios de comunicación. También se ha puesto en marcha un sistema que permite a las comunidades dar a conocer sus necesidades y participar en el proceso de adopción de decisiones, haciendo especial hincapié en la transparencia de las actividades de los poderes públicos y de las decisiones a fin de facilitar la difusión de información fidedigna.
Con miras a abrir el camino a la democracia y la paz, es importante crear las condiciones necesarias para la libertad de prensa. Los proyectos que la UNESCO lleva a cabo a instancias de periodistas independientes locales intentan dar respuesta a las necesidades más urgentes. La Organización trabaja también en estrecha colaboración con otros organismos del sistema de las Naciones Unidas y asociaciones de medios de comunicación.
PROMOVER LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DEMOCRACIA.
La UNESCO sigue fomentando la elaboración de estrategias nacionales de enseñanza formal y no formal que sirvan para consolidar la paz y sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de adoptar nuevas mentalidades y normas de conducta en aras de la paz. Dentro de la Organización, la División de los Derechos Humanos, la Democracia y la Paz secunda los esfuerzos de los Estados Miembros en ese terreno, ayudándoles a elaborar y aplicar programas nacionales de enseñanza de los derechos humanos. En estrecha colaboración con el Comité Consultivo sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos, la Democracia, el Entendimiento Internacional y la Tolerancia, la Organización fomenta la incorporación de innovaciones a los programas y contenidos educativos, así como la mejora de los métodos didácticos.
Se presta especial atención a la evaluación de los planes nacionales para la enseñanza a de los derechos humanos. A tal efecto se lleva a cabo actualmente una investigación sobre las leyes, políticas y estrategias nacionales en materia de educación para los derechos humanos en el ámbito universitario. La Oficina Internacional de Educación (OIE) de la UNESCO organizará viajes de observación para promover la firma de acuerdos nacionales que busquen a desarrollar la enseñanza en este campo. Dichos acuerdos podrían interesar no sólo a los educadores sino también a periodistas, productores de programas informáticos didácticos, parlamentarios y otros responsables de la planificación política.
EN ARAS DE LA PAZ Y LA TOLERANCIA.
La cultura de paz sólo puede tener éxito en un contexto de entendimiento mutuo y de concepción abierta y activa de la diversidad. Consciente de esta realidad, la UNESCO tiene la intención de reforzar las redes regionales de promoción de la tolerancia y crear otras redes nuevas. Para ello prepara material didáctico y útiles pedagógicos centrados en la tolerancia y contribuye a su difusión a gran escala, forja nuevas relaciones de colaboración en el campo de la educación para la tolerancia, intenta que los programas sobre la tolerancia hallen eco entre un número creciente de jóvenes y elabora, en colaboración con medios de comunicación locales, programas audiovisuales sobre la tolerancia.
PRESTANDO ESPECIAL ATENCION A LAS MUJERES.
Se han incorporado las diferencias de género al proyecto transdisciplinario “Cultura de Paz”. Por otra parte, las prioridades del proyecto “Las mujeres y la cultura de paz” son las siguientes:
- Apoyar las iniciativas de mujeres en favor de la paz;
- Emancipar a las mujeres para que puedan participar democráticamente en el proceso politice y ganar así presencia e influencia, especialmente en materia de economía y seguridad;
- Promover en los acuerdos de colaboración, una socialización que tenga en cuenta las especificidades femeninas y una formación para la no violencia y la igualdad, dirigida sobre todo a los niños y los jóvenes.
EL AÑO 2000
El año 2000 coincide con el Año Internacional de la Cultura de la Paz. Dado su carácter de bisagra entre dos milenios, el 2000 será un año histórico. El Año Internacional de la Cultura de la Paz constituirá una ocasión única para conceder todo su protagonismo al proyecto “Hacia una cultura de la paz” y despertar, tanto en los países como en los individuos, el deseo entusiasta de participar activamente en la promoción de una paz duradera. La intervención de la UNESCO será decisiva en este terreno, alentando a los Estados Miembros y organizaciones externas, sobre todo a los miembros del sistema de las Naciones Unidas, a poner en marcha iniciativas de paz a todas las escalas, desde la local hasta la nacional, regional o internacional. Como ya queda dicho, esa labor puede declinarse en forma de programas educativos, actividades culturales, iniciativas conjuntas con los medios de comunicación, etc. La Organización contribuirá a coordinar todas esas actividades.
UN AÑO PARA LA PAZ.
La UNESCO propone que el Año Internacional venga asociado a programas regionales e internacionales que insistan en el carácter prioritario de la paz, el desarrollo y la democracia. Planificando y llevando a término esas actividades, los Estados Miembros prestarán un apoyo y una colaboración de gran valor. La UNESCO realiza actualmente consultas con los Estados Miembros sobre posibles proyectos piloto, que deben buscar una amplia participación e incorporar al proceso a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales.
También se está elaborando un calendario de actividades. De algunas conferencias ligada a la UNESCO, como las conferencias mundiales sobre la ciencia (1999) o la comunicación (2000), y del examen del Plan de Acción de Beijing, previsto para marzo de 1999, podrían surgir propuestas de nuevos proyectos que rubricaran el AñovInternacional. Para la 30” reunión de la Conferencia General de la UNESCO (1999) se han programado diversas actividades especiales. La Asamblea del milenio y el Foro de Organizaciones no Gubernamentales eventos previstos para la Asamblea General del año 2000 con motivo del milenio, también estarán estrechamente relacionados con las actividades del Año Internacional.
UNA PAZ DURADERA.
Para promover la idea de una paz duradera, la UNESCO prevé dar continuidad a las actividades del Año Internacional más allá del 2000. Actualmente se están forjando estrechos vínculos de carácter internacional, nacional o local con interlocutores diversos. En el año 2001, el Año Internacional de los Voluntarios abrirá nuevas vías para crear relaciones de colaboración y perseguir diversas actividades. No en vano en su propuesta de declarar el Año 2000 “Año Internacional de la Cultura de la Paz”, el Consejo Económico y Social afirmó que ello “estimularía los esfuerzos de la comunidad internacional para instaurar y promover una cultura de paz dotada de carácter permanente”.

Manifiesto 2000 para una Cultura de Paz y No Violencia


MANIFIESTO 2000 PARA UNA CULTURA DE PAZ Y NO VIOLENCIA
Porque el año 2000 debe ser un nuevo comienzo para todos nosotros. Juntos podemos transformar la cultura de guerra y de violencia en una cultura de paz y de no violencia.
Porque esta evolución exige la participación de cada uno de nosotros y ofrece a los jóvenes y a las generaciones futuras valores que les ayuden a forjar un mundo más justo, más solidario, más libre, digno y armonioso, y con mejor prosperidad para todos.
Porque la cultura de paz hace posible el desarrollo duradero, la protección del medio ambiente y la satisfacción personal de cada ser humano.
Porque soy conciente de mi parte de responsabilidad ante el futuro de la humanidad, especialmente para los niños de hoy y de mañana.
Me comprometo en mi vida cotidiana, en mi familia, mi trabajo, mi comunidad, mi país y mi región a:
Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios;
Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas: física, sexual, sicológica, económica y social, en particular hacia los más débiles y vulnerables, como los niños y los adolescentes;
Compartir mi tiempo y mis recursos materiales, cultivando la generosidad a fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica;
Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural , privilegiando siempre la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo del prójimo;
Promover un consumo responsable y un modo de desarrollo que tenga en cuenta la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales del planeta;
Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de las mujeres y el respeto de los principios democráticos, con el fin de crear juntos nuevas formas de solidaridad.

Declaración Universal de Derechos Humanos

 
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;
LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Artículo 1Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Artículo 7Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Artículo 12
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Artículo 141. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 151. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
Artículo 16

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Artículo 18Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 201. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de accceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Artículo 22
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Artículo 231. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Artículo 261. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
Artículo 28
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Artículo 29
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz

DECLARACIÓN Y PROGRAMA DE ACCIÓN SOBRE UNA CULTURA DE PAZ
NACIONES UNIDAS A
Asamblea General
Distr. GENERAL
A RES/53/243
6 de octubre de 1999
Quincuagésimo tercer período de sesiones
Tema 31 del programa
RESOLUCIONES APROBADAS POR LA ASAMBLEA GENERAL
53/243. Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz
A
DECLARACIÓN SOBRE UNA CULTURA DE PAZ.

La Asamblea General, Recordando la Carta de las Naciones Unidas, incluidos los propósitos y principio enunciados en ella, Recordando también que en la Constitución de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura se declara que "puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz", Recordando además la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos internacionales pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, Reconociendo que la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos, Reconociendo también que el final de la guerra fría ha ampliado las posibilidades de reforzar una cultura de paz, Expresando profunda preocupación por la persistencia y la proliferación de la violencia y los conflictos en diversas partes del mundo, Reconociendo la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia, incluidas las basadas en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole. el origen nacional, étnico o social, la propiedad, las discapacidades, el nacimiento u otra condición, Recordando su resolución 52/15, de 20 de noviembre de 1997, en que proclamó el año 2000 "Año Internacional de la Cultura de la Paz", y su resolución 53/25, de 10 de noviembre de 1998, en que proclamó el periodo 2001-2010 "Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo", Reconociendo la importante función que sigue desempeñando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en la promoción de una cultura de paz, Proclama solemnemente la presente Declaración sobre una Cultura de Paz con el fin de que los Gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil puedan orientar sus actividades por sus disposiciones a fin de promover y fortalecer una cultura de paz en el nuevo milenio:
Artículo 1
Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en:
a) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación;
b) El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional;
c) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales;
d) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos;
e) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presentes y futuras;
f) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo;
g) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres;
h) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información;
i) La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.
Artículo 2
El progreso hacia el pleno desarrollo de una cultura de paz se logra por medio de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida propicios para el fomento de la paz entre las personas, los grupos y las naciones.
Artículo 3
El desarrollo pleno de una cultura de paz está integralmente vinculado a:
a) La promoción del arreglo pacífico de los conflictos, el respeto y el entendimiento mutuos y la cooperación internacional;
b) El cumplimiento de las obligaciones internacionales contraídas en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional;
c) La promoción de la democracia, el desarrollo de los derechos humanos y las libertades fundamentales y el respeto y cumplimiento universales de éstos;
d) La posibilidad de que todas las personas a todos los niveles desarrollen aptitudes para el diálogo, la negociación, la formación de consenso y la solución pacífica de controversias;
e) El fortalecimiento de las instituciones democráticas y la garantía de la participación plena en el proceso del desarrollo;
f) La erradicación de la pobreza y el analfabetismo y la reducción de las desigualdades entre las naciones y dentro de ellas;
g) La promoción del desarrollo económico y social sostenible;
h) La eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer promoviendo su autonomía y una representación equitativa en todos los niveles de la adopción de decisiones;
i) El respeto, la promoción y la protección de los derechos del niño;
j) La garantía de la libre circulación de información en todos los niveles y la promoción del acceso a ella;
k) El aumento de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los asuntos públicos;
1) La eliminación de todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexas;
m) La promoción de la comprensión, la tolerancia y la solidaridad entre todas las civilizaciones los pueblos y las culturas, incluso hacia las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas;
n) El respeto pleno del derecho a la libre determinación de todos los pueblos, incluidos los que viven bajo dominación colonial u otras formas de dominación u ocupación extranjera, como está consagrado en la Carta de las Naciones Unidas y expresado en los Pactos internacionales de derechos humanos 2, así como en la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales contenida en la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, de 14 de diciembre de 1960.
Artículo 4
La educación a todos los niveles es uno de los medios fundamentales para edificar una cultura de paz. En ese contexto, es de particular importancia la educación en la esfera de los derechos humanos.
Artículo 5Los gobiernos tienen una función primordial en la promoción y el fortalecimiento de una cultura de paz.
Artículo 6La sociedad civil ha de comprometerse plenamente en el desarrollo total de una cultura de paz.
Artículo 7El papel informativo y educativo de los medios de difusión contribuye a promover una cultura de paz.
Artículo 8
Desempeñan una función clave en la promoción de una cultura de paz los padres, los maestros, los políticos, los periodistas, los órganos y grupos religiosos, los intelectuales, quienes realizan actividades científicas, filosóficas, creativas y artísticas, los trabajadores sanitarios y de actividades humanitarias, los trabajadores sociales, quienes ejercen funciones directivas en diversos niveles, así como las organizaciones no gubemamentales.
Artículo 9
Las Naciones Unidas deberían seguir desempeñando una función crítica en la promoción y el fortalecimiento de una cultura de paz en todo el mundo.
B
PROGRAMA DE ACCIÓN SOBRE UNA CULTURA DE PAZ
La Asamblea General
Teniendo en cuenta la Declaración sobre una Cultura de Paz aprobada el 13 de septiembre de 1999, Recordando su resolución 52/15, de 20 de noviembre de 1997, en que proclamó el año 2000 “Año Internacional de la Cultura de la Paz" y su resolución 53/25, de 10 de noviembre de 1998, en que proclamó el período 2001-2010 "Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo", Aprueba el siguiente Programa de Acción sobre una Cultura de Paz:
A. Objetivos, estrategias y agentes principales1. El Programa de Acción constituiría la base del Año Internacional de la Cultura de la Paz y del Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo.
2. Se alienta a los Estados Miembros a que adopten medidas para promover una cultura de paz en el plano nacional, así como en los planos regional e internacional.
3. La sociedad civil debería participar en los planos local, regional y nacional a fin de ampliar el ámbito de las actividades relativas a una cultura de paz.
4. El sistema de las Naciones Unidas debería reforzar las actividades que realiza en pro de una cultura de paz.
5. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura debería mantener su función esencial en la promoción de una cultura de paz y contribuir a ello de forma significativa.
6. Deberían fomentarse y afianzarse las asociaciones entre los diversos agentes que se indican en la Declaración para un movimiento mundial en favor de una cultura de paz.
7. Una cultura de paz se promovería mediante el intercambio de información entre los agentes sobre sus iniciativas a este respecto.
8. La ejecución eficaz del Programa de Acción exige la movilización de recursos, incluidos recursos financieros, por parte de los gobiernos, las organizaciones y los particulares interesados.
B. Consolidación de las medidas que adopten todos los agentes pertinentes en los planos nacional, regional e internacional9. Medidas para promover una cultura de paz por medio de la educación:a) Revitalizar las actividades nacionales y la cooperación internacional destinadas a promover los objetivos de la educación para todos con miras a lograr el desarrollo humano, social y económico y promover una cultura de paz;
b) Velar por que los niños, desde la primera infancia, reciban instrucción sobre valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que les permitan resolver conflictos por medios pacíficos y en un espíritu de respeto por la dignidad humana y de tolerancia y no discriminación;
c) Hacer que los niños participen en actividades en que se les inculquen los valores y los objetivos de una cultura de paz;
d) Velar por que haya igualdad de acceso de las mujeres, especialmente de las niñas, a la educación,
e) Promover la revisión de los planes de estudio, incluidos los libros de texto, teniendo en cuenta la Declaración y el Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia 3 de 1995, para lo cual la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura prestaría cooperación técnica si así se le solicitara;
f) Promover y reforzar las actividades de los agentes que se indican en la Declaración, en particular la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, destinadas a desarrollar valores y aptitudes que favorezcan una cultura de paz, incluidas la educación y la capacitación en la promoción del diálogo y el consenso;
g) Reforzar las actividades en marcha de las entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas destinadas a impartir capacitación y educación, cuando corresponda, en las esferas de la prevención de los conflictos y la gestión de las crisis, el arreglo pacífico de las controversias y la consolidación de la paz después de los conflictos;
h) Ampliar las iniciativas en favor de una cultura de paz emprendidas por instituciones de enseñanza superior de diversas partes del mundo, incluidas la Universidad de las Naciones Unidas la Universidad para la Paz y el proyecto relativo al Programa de universidades gemelas y de Cátedras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
10. Medidas para promover el desarrollo económico y social sostenible:a) Tomar medidas amplias basándose en estrategias adecuadas y objetivos convenidos a fin de erradicar la pobreza mediante actividades nacionales e internacionales, incluso mediante la cooperación internacional:
b) Reforzar la capacidad nacional para aplicar políticas y programas destinados a reducir las desigualdades económicas y sociales dentro de las naciones, por medio, entre otras cosas, de la cooperación internacional;
c) Promover soluciones efectivas, equitativas, duraderas y orientadas al desarrollo para los problemas de la deuda externa y el servicio de la deuda de los países en desarrollo, por medio, entre otras cosas, del alivio de la carga de la deuda;
d) Reforzar las medidas que se adopten a todos los niveles para aplicar estrategias nacionales en pro de la seguridad alimentaría sostenible, incluida la formulación de medidas para movilizar y aprovechar al máximo la asignación y utilización de recursos obtenidos de todas las fuentes, incluso gracias a la cooperación internacional, como los recursos procedentes del alivio de la carga de la deuda;
e) Adoptar más medidas para velar por que el proceso de desarrollo sea participativo y por que los proyectos de desarrollo cuenten con la plena participación de todos;
f) Incluir una perspectiva de género y el fomento de la autonomía de mujeres y niñas como parte integrante del proceso de desarrollo;
g) Incluir en las estrategias de desarrollo medidas especiales en que se atiendan las necesidades de mujeres y niños, así como de grupos con necesidades especiales;
h) Reforzar mediante la asistencia al desarrollo después de los conflictos los procesos de rehabilitación, reintegración y reconciliación de todos los involucrados en el conflicto;
i) Incluir medidas de creación de capacidad en las estrategias y proyectos de desarrollo dedicados a la sostenibilidad del medio ambiente, incluidas la conservación y la regeneración de la base de recursos naturales;
j) Eliminar obstáculos que impidan la realización del derecho de los pueblos a la libre determinación, en particular de los pueblos que viven bajo dominación colonial u otras formas de dominación u ocupación extranjera, que afectan negativamente a su desarrollo social y económico.
11. Medidas para promover el respeto de todos los derechos humanos:a) Aplicar cabalmente la Declaración y Programa de Acción de Viena ;
b) Alentar la formulación de planes de acción nacionales para promover y proteger todos los derechos humanos;
c) Fortalecer las instituciones y capacidades nacionales en la esfera de los derechos humanos, incluso por medio de instituciones nacionales de derechos humanos;
d) Realizar y aplicar el derecho al desarrollo establecido en la Declaración sobre el derecho al desarrollo 5 y la Declaración y Programa de Acción de Viena;
e) Lograr los objetivos del Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos, 1995-2004 ;
f) Difundir y promover la Declaración Universal de Derechos Humanos a todos los niveles;
g) Prestar más apoyo a las actividades que realiza la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el desempeño de su mandato establecido en la resolución 48/141 de la Asamblea General, de 20 de diciembre de 1993, así como las responsabilidades establecidas en resoluciones y decisiones subsiguientes.
12. Medidas para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres:a) Integrar la perspectiva de género en la aplicación de todos los instrumentos internacionales pertinentes;
b) Intensificar la aplicación de los instrumentos internacionales en que se promueve la igualdad entre mujeres y hombres;
c) Aplicar la Plataforma de Acción de Beijing aprobada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer 7 con los recursos y la voluntad política que sean necesarios y por medio, entre otras cosas, de la elaboración, la aplicación y el seguimiento de los planes de acción nacionales;
d) Promover la igualdad entre mujeres y hombres en la adopción de decisiones económicas, sociales y políticas;
e) Seguir fortaleciendo las actividades de las entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas destinadas a eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra la mujer;
f) Prestar apoyo y asistencia a las mujeres que han sido víctimas de cualquier forma de violencia, incluso en el hogar, el lugar de trabajo y durante los conflictos armados.
13. Medidas para promover la participación democrática:a) Consolidar todas las actividades destinadas a promover principios y prácticas democráticos;
b) Hacer especial hincapié en los principios y prácticas democráticos en todos los niveles de la enseñanza escolar, extraescolar y no escolar;
c) Establecer y fortalecer instituciones y procesos nacionales en que se promueva y se apoye la democracia por medio, entre otras cosas, de la formación de funcionarios públicos y la creación de capacidad en ese sector:
d) Fortalecer la participación democrática por medio, entre otras cosas, de la prestación de asistencia electoral a petición de los Estados interesados y de conformidad con las directrices pertinentes de las Naciones Unidas;
e) Luchar contra el terrorismo, la delincuencia organizada, la corrupción, así como la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilícitas y el blanqueo de dinero, por su capacidad de socavar la democracia e impedir el pleno desarrollo de una cultura de paz.
14. Medidas encaminadas a promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad:a) Aplicar la Declaración de Principios sobre la Tolerancia y el Plan de Acción de Seguimiento del Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia 8 (1995);
b) Apoyar las actividades que se realicen en el contexto del Año de las Naciones Unidas del Diálogo entre Civilizaciones, que se celebrará en 2001;
c) Estudiar más a fondo las prácticas y tradiciones locales o autóctonas de solución de controversias y promoción de la tolerancia con el objetivo de aprender de ellas;
d) Apoyar las medidas en que se promueva la comprensión, la tolerancia y la solidaridad en toda la sociedad, en particular con los grupos vulnerables;
e) Seguir apoyando el logro de los objetivos del Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo;
f) Apoyar las medidas en que se promueva la tolerancia y la solidaridad con los refugiados y las personas desplazadas, teniendo en cuenta el objetivo de facilitar su regreso voluntario y su integración social;
g) Apoyar las medidas en que se promueva la tolerancia y la solidaridad con los migrantes;
h) Promover una mayor comprensión, tolerancia y cooperación entre todos los pueblos, por medio, entre otras cosas, de la utilización adecuada de nuevas tecnologías y la difusión de información;
i) Apoyar las medidas en que se promueva la comprensión, la tolerancia, la solidaridad y la cooperación entre los pueblos y entre las naciones y dentro de ellas.
15. Medidas destinadas a apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información y conocimientos:a) Apoyar la importante función que desempeñan los medios de difusión en la promoción de una cultura de paz;
b) Velar por la libertad de prensa y la libertad de información y comunicación;
c) Hacer uso eficaz de los medios de comunicación en la promoción y difusión de la información sobre una cultura de paz contando con la participación, como corresponda, de las Naciones Unidas y de los mecanismos regionales, nacionales y locales pertinentes;
d) Promover la comunicación social a fin de que las comunidades puedan expresar sus necesidades y participar en la adopción de decisiones;
e) Adoptar medidas acerca del problema de la violencia en los medios de información, incluidas las nuevas tecnologías de comunicación, entre otras, la Internet;
f) Incrementar las medidas destinadas a promover el intercambio de información sobre las nuevas tecnologías de la información, incluida la Internet.
16. Medidas para promover la paz y la seguridad internacionales:a) Promover el desarme general y completo bajo control internacional estricto y efectivo, teniendo en cuenta las prioridades establecidas por las Naciones Unidas en la esfera del desarme;
b) Inspirarse, cuando proceda, en las experiencias favorables a una cultura de paz obtenidas de las actividades de "conversión militar" realizadas en algunos países del mundo;
c) Destacar la inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra y la necesidad de trabajar en pro de una paz justa y duradera en todas las partes del mundo;
d) Alentar la adopción de medidas de fomento de la confianza y actividades para la negociación de arreglos pacíficos de los conflictos;
e) Tomar medidas para eliminar la producción y el tráfico ilícitos de armas pequeñas y ligeras;
f) Apoyar actividades, a los niveles nacional, regional e internacional, encaminadas a la solución de problemas concretos que se produzcan después de los conflictos, como la desmovilización y la reintegración de excombatientes en la sociedad, así como de refugiados y personas desplazadas, la ejecución de programas de recogida de armas, el intercambio de información y el fomento de la confianza;
g) Desalentar y abstenerse de adoptar cualquier medida unilateral que no esté en consonancia con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas y dificulte el logro pleno del desarrollo económico y social de la población de los países afectados, en particular mujeres y niños, impida su bienestar, cree obstáculos para el goce pleno de sus derechos humanos, incluido el derecho de todos a un nivel de vida adecuado para su salud y bienestar y el derecho a los alimentos, la atención médica y los servicios sociales necesarios, al tiempo que se reafirma que los alimentos y los medicamentos no deben utilizarse como instrumento de presión política;
h) Abstenerse de adoptar medidas de coacción militar política, económica o de cualquier otra índole, que no estén en consonancia con el derecho internacional y la Carta y cuyo objetivo sea atentar contra la independencia política o la integridad territorial de los Estados;
i) Recomendar que se dé la consideración adecuada a la cuestión de las repercusiones humanitarias de las sanciones, en particular para las mujeres y los niños, con miras a reducir al mínimo las consecuencias humanitarias de las sanciones;
j) Promover una mayor participación de la mujer en la prevención y la solución de conflictos y, en particular, en las actividades en que se promueva una cultura de paz después de los conflictos;
k) Promover iniciativas de solución de conflictos como el establecimiento de días de tranquilidad para llevar a cabo campañas de vacunación y distribución de medicamentos, corredores de paz para permitir la entrega de suministros humanitarios y santuarios de paz para respetar el papel fundamental de las instituciones sanitarias y médicas, como hospitales y clínicas;
l) Alentar la capacitación en técnicas de entendimiento, prevención y solución de conflictos impartida al personal interesado de las Naciones Unidas, las organizaciones regionales pertinentes y los Estados Miembros, previa petición, cuando corresponda.
107a. sesión plenaria
13 de septiembre de 1999

Revista Conexión Social

Universidad Autónoma de Zacatecas presenta: Panel sobre el Día Internacional de la Paz

Consejo de Valores Nuevo León y Cultura de Paz y No Violencia Monterrey

Cultura de Paz y Mediación de José Benito Pérez Sauceda

Cultura de Paz y Mediación de José Benito Pérez Sauceda
Pídelo al 01 81 2115 0135

Cultura de Paz y No Violencia Monterrey

Cultura de Paz y No Violencia Monterrey

Cultura de Paz y No Violencia Monterrey. Juntos, Podemos hacer la Paz, Podemos Ser la Paz. Creador/Coordinador: José Benito Pérez Sauceda; *Pintura de la cabecera: Pérez Ruiz.
Cultura de Paz y No Violencia Monterrey desde 2010.

Llamado

Llamado

Cultura de Paz Monterrey Blogger, Facebook y Twitter

Cultura de Paz Monterrey Facebook y Twitter

Cultura de Paz Monterrey Facebook y Twitter
Cultura de Paz Monterrey Twitter: https://twitter.com/CulturadePazMty y Cultura de Paz Monterrey Facebook: https://www.facebook.com/culturadepazmonterrey/

Participa en la sección "Opinión"

Cultura de Paz Monterrey

Cultura de Paz Monterrey