Ejecuciones
masivas a manos de las fuerzas gubernamentales de Siria
Nuevas
evidencias de que han asesinado al menos 248 personas en municipios costeros
Londres,
Inglaterra. El Gobierno sirio y las fuerzas pro gubernamentales ejecutaron al
menos 248 personas en los municipios de al-Bayda y Baniyas el 2 y 3 de mayo de
2013, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy. Ha sido uno de los
casos más letales de ejecuciones sumarias masivas desde el comienzo de la
guerra en Siria.
El informe de 68 páginas, “No One’s Left:
Summary Executions by Syrian Forces in al-Bayda and Baniyas”(“No queda nadie:
Ejecuciones sumarias por las fuerzas sirias en al-Bayda y Baniyas”) se basa en
entrevistas con 15 residentes de al-Bayda y cinco residentes de Baniyas, entre
ellos testigos que vieron o escucharon como las fuerzas gubernamentales y pro
gubernamentales detenían y ejecutaban a sus familiares. Gracias a la
colaboración de supervivientes y activistas locales, Human Rights Watch
recopiló una lista con la información de 167 personas asesinadas en al-Bayda y
81 en Baniyas. Partiendo de los testimonios de testigos y las evidencias
videográficas, Human Rights Watch determinó que una abrumadora mayoría fue
ejecutada después del final de los enfrentamientos militares y la retirada de
los combatientes de la oposición. Es probable que la cifra real de muertes sea
mayor, especialmente en Baniyas, teniendo en cuenta las dificultades para
acceder a la zona para contabilizar las bajas.
“Mientras
que la atención mundial se centra en asegurar que el gobierno de Siria ya no
pueda emplear armas químicas contra sus ciudadanos, no debemos olvidar que las
fuerzas del Gobierno sirio han usado métodos convencionales para masacrar
civiles”, dijo Joe Stork, director en funciones para Oriente Medio de Human
Rights Watch. “Los sobrevivientes nos describieron historias devastadoras sobre
como las fuerzas gubernamentales y pro gubernamentales abatieron a sus
familiares desarmados delante de ellos”.
El
Gobierno sirio reconoció sus operaciones militares en al-Bayda y Baniyas, pero
afirmó que sus fuerzas solo habían matado a “terroristas”. Ali Haidar, ministro
de Asuntos para la Reconciliación Nacional, dijo al Wall Street Journal que se
pudieron haber cometido “errores” en las operaciones y que un comité
gubernamental estaba investigando el caso. Sin embargo, también dijo que el
Gobierno se había visto forzado a impedir la incursión de los rebeldes en una
parte de Siria que varios considerarse el corazón territorial de los alauís.
En la mañana del 2 de mayo, las fuerzas del
Gobierno sirio y las milicias pro gubernamentales se enfrentaron a los
combatientes de la oposición en al-Bayda, un municipio con unos 7.000
habitantes a 10 kilómetros de la ciudad costera de Baniyas. La región se
considera un enclave antigubernamental de los sunitas dentro de la provincia
mayoritariamente alauí y progubernamental de la jefatura de Tartous. Los
testigos dijeron que, después de la retirada de los combatientes de la
oposición, alrededor de la una de la tarde, las fuerzas gubernamentales y pro
gubernamentales entraron en el municipio y empezaron a registrar casas.
Durante las siguientes tres horas, las tropas
entraron en las casas, separaron a los hombres de las mujeres, cercaron a los
hombres de cada barrio en un lugar y los ejecutaron con disparos a corta
distancia. Human Rights Watch también documentó la ejecución de al menos 23
mujeres y 14 niños, entre ellos bebés.
Una testigo de al-Bayda describió cómo los
soldados del Gobierno entraron en su casa, se llevaron a su esposo, sus tres
hermanos y un vecino al apartamento contiguo y los ejecutaron:
De
repente, escuchamos disparos. Me puse a gritarle a mi suegro: “Se han llevado a
los hombres, Abu Muhammad, los hombres”. Corrí a la ventana y vi a unos 20
soldados salir del apartamento de al lado. En cuanto se fueron, salimos de la
habitación en el que nos habían dejado y corrimos hacia el apartamento al que
se habían llevado a los hombres. Primero vi el cuerpo de mi esposo en la
entrada. Después vi el cuerpo de Sa`id en el pasillo. Los otros tres estaban en
un cuarto apilados uno sobre otro. Cada uno de ellos tenía tres impactos de
bala.
En
muchos casos, las fuerzas pro gubernamentales quemaron los cuerpos. En un
incidente especialmente tétrico, apilaron al menos 25 cuerpos en una tienda de
teléfonos móviles en la plaza del pueblo y les prendieron fuego, según las
versiones de los testigos y las evidencias en video analizadas por Human Rights
Watch. Las fuerzas gubernamentales y pro gubernamentales también incendiaron y
saquearon casas y destruyeron intencionalmente propiedades, de acuerdo a
declaraciones de una serie de testigos e imágenes en vídeo filmadas
probablemente por miembros de las fuerzas pro gubernamentales y obtenidas
eventualmente por alguien que las publicó en YouTube y por residentes locales
en las que aparecen casas y automóviles en llamas.
Al día siguiente, dentro de una práctica
sistemática muy similar a los eventos en al-Bayda, varios testigos narraron a Human Rights Watch que después
de asaltar Ras al-Nabe`, un barrio de Baniyas, las fuerzas gubernamentales y
las milicias pro gubernamentales ejecutaron a docenas de residentes.
En algunos casos, las fuerzas gubernamentales
y pro gubernamentales ejecutaron, o intentaron ejecutar, a familias enteras en
los dos municipios. Tres residentes locales que hallaron los cuerpos después de
que las fuerzas abandonaron al-Bayda, dijeron que habían ejecutado a todos los
miembros de una de las descendencias de la familia Bayasi. Las víctimas se
encontraban en sus casas el 2 de mayo —al menos nueve hombres, tres mujeres y
14 niños— a excepción de una niña de tres años que, según dijeron, había
sobrevivido tres heridas de bala.
Una de las personas que encontraron primero
los cuerpos de la familia Bayasi describió a Human Rights Watch cómo los
hallaron:
Estaba
ocupado ayudando a los residente a salir del municipio cuando el novio de una
de las Bayasi me pidió que le acompañara para ver cómo estaba su novia. Fuimos
a la casa de Mustafa Ali Bayasi. Entramos. No vimos a nadie en la primera
habitación. Cuando nos adentramos en la casa, llegamos a una habitación en la
que encontramos numerosos cadáveres. Madres y niños apilados uno sobre otros.
Una madre todavía estaba protegiendo a su hijo. Pensé que podría haber
sobrevivido, pero cuando le di la vuelta, vi que también le habían disparado.
También mataron a la novia de mi amigo. Cerramos las ventanas de la casa porque
no queríamos que entrara ningún animal salvaje.
En Ras
al-Nabe`, los residentes también dijeron a Human Rights Watch que habían
encontrado los cuerpos de familias enteras, incluso niños, a los que habían
asesinado al mismo tiempo. Las heridas, como impactos de bala en la cabeza y el
pecho, y la ubicación de los cuerpos, hallados a veces apilados en la calle,
les llevaron a concluir que habían sido ejecutados.
Dos residentes de Ras al-Nabe` dijeron a Human
Rights Watch que, durante la tarde del 3 de mayo, vieron una pila de
aproximadamente 30 cadáveres cerca de los límites del barrio, entre ellos al
menos siete mujeres y seis niños, principalmente de las familias Suleiman y
Taha. Bassam, uno de los residentes, contó a Human Rights Watch que, después de
ver a hombres armados que consideró miembros de las fuerzas de seguridad o el
ejército, oyó a su vecino de la familia Suleiman gritar en la calle que habían
matado a sus padres. Bassam dijo que encontró a su vecino de pie sobre los 30
cuerpos en la calle.
Los testigos dijeron a Human Rights Watch que
las fuerzas que entraron a los dos municipios eran una combinación de tropas
regulares del Gobierno; miembros de la Fuerza de Defensa Nacional, un grupo
paramilitar organizado a principios de este año por el gobierno y formado por
milicias progubernamentales; y residentes armados partidarios del Gobierno de
los pueblos vecinos. Una de los testigos dijo que los soldados que entraron a
su casa llevaban parches negros en las mangas que les identifican como miembros
de las Fuerzas Especiales. El 2 de mayo, reporteros de los medios de
comunicación pro gubernamentales entrevistaron a soldados en las afueras de
al-Bayda, quienes dijeron que el asalto había sido liderado por el ejército y
la Fuerza de Defensa Nacional.
Human Rights Watch ha documentado
anteriormente las ejecuciones sumarias y extrajudiciales cometidas por fuerzas
gubernamentales y pro gubernamental después de operaciones terrestres en muchas
partes de Siria, como Daraya, un suburbio de Damasco, y las provincias de Homs
e Idlib. Human Rights Watch también ha documentado ejecuciones a manos de
combatientes de la oposición en zonas bajo su control en las provincias de Homs
y Aleppo y acaba de concluir una investigación de campo sobre las ejecuciones
cometidas por combatientes de la oposición durante su ofensiva en el norte de
Latakia a principios de agosto.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
debe asegurar que los responsables rindan cuentas por estos crímenes
consignando la situación en Siria a la Corte Penal Internacional (CPI), dijo
Human Rights Watch. El Consejo de Seguridad también debe insistir en que Siria
coopere totalmente con la Comisión de Investigación del Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas garantizando su acceso sin restricciones a
al-Bayda y Baniyas. El Gobierno sirio debe publicar todas las conclusiones del
comité gubernamental que, según declaraciones de Haidar, ministro de Gobierno,
fueron conformadas para investigar los asesinatos en al-Bayda y Baniyas.
“Seamos
absolutamente claros”, dijo Stork. “El bloqueo por parte de Estados Miembros
del Consejo de Seguridad como Rusia de medidas significativas —tales como
someter la situación a la CPI o suspender las ventas de armas al ejército
sirio— está permitiendo que las fuerzas del Gobierno de Siria cometan masacres
de la escala de al-Bayda y Baniyas”.
“El
Consejo de Seguridad tiene la oportunidad de evitar nuevas masacres - no sólo
aquellas perpetradas por armas químicas, también las que se cometen por todas
las vías y todas las partes - esgrimiendo la situación a la CPI”, dijo Stork.
“A medida que los EE.UU. y Rusia negocian respecto a las armas químicas de
Siria, deben recordar que para la víctima y sus familiares, el método para
asesinar es secundario.”
Hrw.org.13/09/13
http://www.hrw.org/es/news/2013/09/13/siria-ejecuciones-masivas-manos-de-las-fuerzas-gubernamentales