Hamilton, Bermudas. La
joven activista Courtney Clay relata su trabajo en el proyecto Colegios amigos
de los derechos humanos de Amnistía Internacional en Bermudas, una de las más
de 90 iniciativas de este tipo que se están llevando a cabo en todo el mundo.
"Mi
nombre es Courtney, tengo 18 años y acabo de terminar mis estudios de
secundaria en un Colegio Amigo de los Derechos Humanos, la Academia Warwick, en
Bermudas. He estado involucrada con Amnistía Internacional por cerca de 2 años.
Yo soy un miembro de la junta y el representante de la juventud de Amnistía
Internacional Bermudas.
Cuando
Françoise Wolffe, el coordinador de educación en derechos humanos de Amnistía
Internacional de Bermudas, presentó el proyecto Colegios Amigos de los Derechos
Humanos, vi la oportunidad de llegar a los jóvenes y exponer en mi escuela los
derechos humanos. El diseño era muy claro, y estábamos familiarizados con
Amnistía Internacional. Por supuesto, se trataba de un nuevo proyecto y
conseguir a todos los involucrados fue un reto, pero todo tuvo sentido cuando
creamos el Grupo de Trabajo del Proyecto. El director del colegio estaba muy
entusiasmado con el proyecto y los profesores se ofrecieron a apoyarlo, lo que
realmente ayudó a garantizar que los derechos humanos se han incorporado en el
currículo.
Obtener
estudiantes mayores e involucrarlos fue el principal desafío porque estaban en
una parte diferente del colegio y se han centrado en estudiar para sus
exámenes. Las asambleas escolares se convirtieron en el lugar donde podíamos
hablar de los problemas de derechos humanos y de llegar a la comunidad de todo
el colegio para informarles sobre el proyecto. También hemos querido modernizar
nuestra institución (creada en el siglo XVII). Queríamos cambiar el viejo
sistema de castigo, asegurando que era más justo, y aumentar el conocimiento sobre
los derechos humanos con un enfoque particular sobre la discriminación y el
acoso. Me di cuenta de que la gente no se para a pensar en la intimidación y la
discriminación, ya que están acostumbrados a ello. A veces estamos tan
acostumbrados a lo que vives que no te das cuenta que está en contra de tus
derechos básicos. Nos recordó a los miembros del colegio cómo ser conscientes
de los demás.
Ahora,
pensamos dos veces antes de actuar, todos somos más conscientes de lo que
estamos haciendo y no hay mayor responsabilidad que nuestras acciones y cómo
afectan a los demás.
Empezamos
a ver que la mentalidad de los estudiantes está cambiando, como también que
prestan más atención a lo que está sucediendo a nuestro alrededor, en lugar de
centrarse en lo que ya sabemos. En general, los miembros de la comunidad
escolar han comenzado a pensar colectivamente y globalmente. Nos dimos cuenta
de que tenemos derechos y los defendemos, a la vez respetando a los demás.
Cuando
le dije a mi familia que iba a apoyar a Amnistía Internacional, estaban
contentos de que yo estuviera involucrada en algo más grande que yo. Puedo
decir con confianza que ahora soy más consciente de las cosas pequeñas. Gané el
coraje de defender mis derechos y los derechos de los demás. Me he convertido
en menos crítica, entiendo que cada uno tiene una forma diferente de vivir y yo
respeto eso. Soy más consciente sobre el mundo, así como lo que sucede en las
Bermudas. Porque ahora sé, me interesa más, entiendo y puedo promover mejor los
derechos humanos.
Para
las personas que están pensando en implementar este proyecto, me gustaría decir
que creo que es importante hablar de los derechos humanos en el colegio, porque
esta es la única vez que se encuentran en el entorno propio a tantas personas
que son de tu misma edad y esto puede aumentar muchas oportunidades. Cuando se
está en el colegio, todavía se puede aprender y adquirir un montón de conocimientos,
habilidades y herramientas que a su vez ayudarán a entender cómo apoyar a la
comunidad en el mundo actual. Una vez se tiene el conocimiento se siente más
confianza, y se está más cómodo para educar a otros.
Voy a
seguir promoviendo y defendiendo los derechos humanos, ¡incluyendo cuando vaya
a estudiar diseño de moda y me traslade a Italia!"
Amnistía
Internacional.org. 14/11/13
http://www.amnesty.org/es/news/derechos-humanos-en-escuela-experiencia-joven-activista-2013-11-14
Proyecto Colegios Amigos de los Derechos Humanos
Londres, Reino Unido. Amnistía
Internacional respalda a los colegios y sus comunidades en general en todas las
regiones del mundo para fomentar una cultura global de los derechos humanos.
Nuestro proyecto Colegios Amigos de los Derechos Humanos tiene como objetivo
empoderar a la juventud y promover la participación activa de todos los
miembros de la comunidad escolar para integrar los principios y valores de
derechos humanos en todas las áreas de la vida escolar.
¿Qué es un Colegio Amigo de los Derechos Humanos?
Un
Colegio Amigo de los Derechos Humanos sitúa los derechos humanos en el corazón
de la experiencia educativa y los convierte en parte integrante de la vida del
centro escolar. Desde la manera en que se toman las decisiones en el colegio
hasta la manera en que la gente se trata, pasando por las actividades
curriculares y extracurriculares que se ofrecen, y abarcando hasta el entorno
mismo en el que se imparte la enseñanza, el colegio se convierte en un modelo
ejemplar de educación en derechos humanos.
Un
Colegio Amigo de los Derechos Humanos se basa en los principios de igualdad,
dignidad, respeto, participación y ausencia de discriminación. Es una comunidad
escolar en la que los derechos humanos se aprenden, se enseñan, se practican,
se respetan, se protegen y se promueven. Los Colegios Amigos de los Derechos
Humanos son entornos inclusivos donde se anima a todas las personas a
participar activamente en la vida escolar, independientemente de su cargo o su
función, y donde se celebra la diversidad cultural. La gente joven y la
comunidad escolar aprenden qué son los derechos humanos poniéndolos en práctica
día a día. Mediante un enfoque que va más allá del aula y se adentra en todos
los aspectos de la vida escolar –lo que se conoce comúnmente como “enfoque de
todo el colegio”, “enfoque holístico” o “enfoque basado en los derechos”–,
tanto las escuelas como los jóvenes se convierten en poderosos catalizadores
del cambio en toda su comunidad.
Los Colegios Amigos de los Derechos Humanos se extienden por el mundo.
El
proyecto de Amnistía Internacional Colegios Amigos de los Derechos Humanos
comenzó en 2009 en 14 países: Benín, Costa de Marfil, Dinamarca, Ghana,
Irlanda, Israel, Italia, Marruecos, Moldavia, Mongolia, Paraguay, Polonia,
Reino Unido y Senegal. En la actualidad, la red de centros de enseñanza secundaria
que aspiran a convertirse en colegios amigos de los derechos humanos sigue
extendiéndose, y abarca ya 21 países de todo el mundo.
¿De qué trata el proyecto Colegios Amigos de los Derechos Humanos?
El
proyecto Colegios Amigos de los Derechos Humanos fomenta y apoya el desarrollo
de una cultura global de los derechos humanos mediante el empoderamiento de
jóvenes, docentes y la comunidad escolar en general para crear comunidades
escolares amigas de los derechos humanos en todo el mundo. Los centros de
enseñanza secundaria participantes trabajan para establecer un enfoque de todo
el colegio respecto a la educación en derechos humanos, integrando los valores
y principios de derechos humanos en las áreas clave de la vida escolar. El
proyecto va más allá de las aulas, para dirigirse a la comunidad entera con el
fin de cambiar el pensamiento de la gente y lograr su participación activa a la
hora de abordar cuestiones de derechos humanos. Se basa en la creencia de que,
al aumentar el conocimiento y cambiar los comportamientos y actitudes de
comunidades enteras, se hace posible una cultura global de los derechos
humanos.
El
proyecto Colegios Amigos de los Derechos Humanos tiene como objetivo:
empoderar
a la juventud y promover la participación activa de todos los miembros de la
comunidad escolar en la tarea de integrar los principios y valores de derechos
humanos en todas las áreas de la vida escolar;
capacitar
a la juventud para que conozca sus derechos humanos y sus responsabilidades y
para que se sienta motivada a proteger y defender sus derechos y los de otras
personas, basándose en valores como la igualdad, el respeto, la participación y
la ausencia de discriminación.
El
proyecto se basa en los 10 Principios Globales de un Colegio Amigo de los
Derechos Humanos, basados a su vez en normas e instrumentos internacionales de
derechos humanos como la Declaración Universal de Derechos Humanos. Para
convertirse en un Colegio Amigo de los Derechos Humanos se anima a los colegios
a integrar los Principios Globales en las cuatro áreas clave de la vida
escolar: gobernanza, relaciones, actividades curriculares y extracurriculares y
el entorno escolar.
Cómo convertirse en un Colegio Amigo de los Derechos Humanos
Son los
propios colegios los que implementan el proyecto Colegios Amigos de los
Derechos Humanos, con la participación de toda la comunidad y el apoyo de
Amnistía Internacional.
El
colegio goza de pleno control creativo respecto a cómo integrar los derechos
humanos, teniendo en cuenta el marco del sistema educativo nacional y el
contexto sociocultural en el que se ubica. Se fomentan la creatividad y la
innovación. En todo momento puede contarse con apoyo, orientación y ejemplos de
actividades inspiradoras.
Esta guía proporciona a los colegios información sobre cómo
implementar el proyecto. Ofrece sugerencias prácticas para que los colegios de
todo el mundo conviertan los derechos humanos en una parte viable de su
currículo, su metodología de enseñanza y el entorno educativo en general, con
un impacto duradero no sólo en el alumnado sino también en su comunidad.
Una
parte importante del proyecto es la evaluación de su impacto a lo largo del
tiempo. Los resultados de las actividades de seguimiento y evaluación se
utilizan tanto para mejorar el proyecto e introducir reformas provisionales en
el plan de acción del colegio, si es necesario, como para evaluar si el
proyecto cumple sus metas y objetivos generales.
¿Por qué son importantes los Derechos Humanos en los colegios?
Los
colegios desempeñan un papel fundamental en nuestra vida y en la de la
comunidad. Como reflejo de la sociedad en general, son un elemento clave para
socializar a las nuevas generaciones y preparar a los alumnos y alumnas para
que se conviertan en miembros activos y comprometidos de la sociedad. En un
siglo XXI interconectado y globalizado, la juventud está expuesta a un mundo
diverso y cambiante, un mundo en el que la pobreza, la desigualdad y otras
injusticias siguen siendo parte integrante de las vidas de millones de
personas.
Los
derechos humanos pueden dar a colegios de todo el mundo un lenguaje común de
igualdad, ausencia de discriminación, respeto, dignidad y participación que es
crucial para lograr una sociedad global más pacífica y justa.
La educación
en derechos humanos es un medio fundamental para inculcar el conocimiento, las
aptitudes, las actitudes y los valores que pueden promover una cultura de los
derechos humanos. Amnistía Internacional define la cultura de los derechos
humanos como una atmósfera en la que todos los miembros de una comunidad
comprenden, valoran y protegen los derechos humanos, en la que los valores de
igualdad, dignidad, respeto, participación y ausencia de discriminación son la
base de los procesos de toma de decisiones en la comunidad.
Amnistía Internacional.org.
http://amnesty.org/es/human-rights-education/projects-initiatives/rfsp