Londres, Reino Unido. Amnistía
Internacional rinde homenaje a uno de los líderes mundiales más visionarios
de la lucha por la protección y la promoción de los derechos humanos, Nelson
Mandela.
La
muerte de Nelson Mandela no supone una pérdida sólo para Sudáfrica. Es una
pérdida para todas las personas de este mundo que luchan por la libertad, la
justicia y para acabar con la discriminación.
“Como
líder mundial que se negó a aceptar la injusticia, el coraje de Nelson Mandela
contribuyó a cambiar todo nuestro mundo”, ha afirmado Salil Shetty, secretario
general de Amnistía Internacional. “Su muerte deja un enorme vacío, no sólo en
Sudáfrica, sino en todo el mundo”.
"El
compromiso de Nelson Mandela con los derechos humanos se resume en su
inquebrantable voluntad de erradicar la desigualdad racial durante el
apartheid, así como su labor vital en la lucha contra el VIH/sida en Sudáfrica.
Su legado en África, y en todo el mundo, perdurará durante generaciones."
Su
vida de lucha política y abnegación constituye un ejemplo para millones de
personas en todo el mundo. Extraordinarios fueron su talante bajo presión, su
valentía y su integridad, y su compromiso con la reconciliación y el perdón
frente a la venganza y el odio.
“Impresionaba
este hombre, tan excepcional”, afirma Louis Blom-Cooper, que participó en la
fundación de Amnistía Internacional a principios de la década de 1960 y fue
observador del largo juicio por traición seguido contra Nelson Mandela y otros
líderes antiapartheid antes de su absolución, en marzo de1961.
“Literalmente,
al verlo y oírle hablar, uno se sentía en presencia de una persona muy
relevante que un día se convertiría en un ciudadano muy destacado de
Sudáfrica.”
“Tenía
un rostro muy atractivo y cuando te hablaba, sentías que la persona más
importante en ese momento eras tú y no él”.
En
los años que siguieron a su presidencia, la defensa abierta y resuelta de
Nelson Mandela de los millones de personas que vivían con el VIH, sobre todo en
el África Subsahariana, incluida Sudáfrica, mostró que su pasión por apoyar la
dignidad humana, el derecho a la igualdad y el acceso a la justicia no habían
disminuido con el tiempo.
Su
insistencia en que también éstas eran cuestiones de derechos humanos contribuyó
a garantizar que las circunstancias de quienes viven con el VIH siguen
constituyendo un motivo de preocupación urgente y global.
En
noviembre de 2006, Amnistía Internacional nombró a Nelson Mandela Embajador de
Conciencia como reconocimiento por sus numerosos años de labor de denuncia de
los abusos contra los derechos humanos, no sólo en Sudáfrica, sino en todo el
mundo.
Al
aceptar el galardón, Nelson Mandela dijo: "Al igual que Amnistía
Internacional, llevo muchos años luchando por la justicia y los derechos
humanos. Ya me he retirado de la vida pública. Pero mientras persistan la
injusticia y la desigualdad en nuestro mundo, ninguno de nosotros puede
descansar de verdad. Debemos ser aún más fuertes.
"A
través de la labor de la Fundación Nelson Mandela, el Fondo para la Infancia
Nelson Mandela y la Fundación Mandela Rhodes, prosigo mi lucha por los derechos
humanos."
En
esa misma ocasión, Amnistía Internacional ofreció a Nelson Mandela y a la
Fundación Nelson Mandela cinco volúmenes de informes públicos y campañas que la
organización lanzó entre la década de 1960 y 1994 sobre los abusos contra los
derechos humanos en Sudáfrica.
Al
aceptar el Premio Embajador de Conciencia, Nelson Mandela reconoció la
contribución de Amnistía Internacional a la defensa de los derechos humanos.
Nelson
Mandela fue víctima de una gran injusticia, fue procesado y condenado en un
sistema de apartheid cimentado sobre el racismo y fue privado del derecho a un
juicio justo.
Como
señaló Amnistía Internacional en su informe de 1978 sobre el encarcelamiento
político en Sudáfrica: “Mientras permanezca el apartheid, no puede haber
ninguna estructura que sea conforme a las normas reconocidas de derechos
humanos y las garantice.”
“Nelson
Mandela fue un preso político, encarcelado también por su conciencia. Fue un
hombre que comprendió que la exclusión de los grupos destruye el tejido social
de un país, generando una política de desigualdad. El movimiento universal de
derechos humanos tiene una ‘deuda de gratitud’ con Nelson Mandela. Y todas las
personas que lo admirábamos debemos proseguir su lucha”, ha afirmado Salil
Shetty.
Aministía Internacional.org. 05/12/13
http://www.amnesty.org/es/news/nelson-mandela-1918-2013-2013-12-05