Los derechos de las
personas migrantes se están pisoteando en todo el planeta, en una situación en
la que algunas de las personas más vulnerables del mundo sufren explotación
económica, discriminación y racismo en toda una serie de países. Así lo ha
manifestado Amnistía Internacional con motivo del Día Internacional del
Migrante.
“Los responsables de
tomar las decisiones políticas deben mostrar una actitud de liderazgo y
garantizar que se protegen los derechos humanos de las personas migrantes, en
lugar de asestar golpes bajos mediante tácticas alarmistas”, ha manifestado
Sherif Elsayed-Ali, director del trabajo sobre personas refugiadas y migrantes
de Amnistía Internacional.
“Las personas
migrantes sin recursos económicos son los perfectos chivos expiatorios
políticos: no tienen dinero, influencia ni voto. Por tanto, si eres un gobierno
cuyas políticas están fallando a la gente, puedes culpar de todo a la
inmigración.”
A lo largo de los
últimos años, Amnistía Internacional ha destacado la elevada cifra de
trabajadores y trabajadoras migrantes –personas que abandonan su país con la
esperanza de mejores salarios– que sufren una atroz explotación económica en
muchos países.
En Qatar, las
autoridades se están quedando muy rezagadas en sus esfuerzos por abordar los
flagrantes abusos contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras
migrantes. Pese a las promesas de introducir reformas para abordar la
explotación con vistas a la Copa Mundial de 2022, los progresos realizados en
el país han sido mínimos. Prácticas como las demoras en el pago de los salarios
a los migrantes, la dureza y peligrosidad de las condiciones de trabajo, las
malas condiciones de vida, el trabajo forzado y la violencia física y sexual
contra trabajadoras domésticas continúan imparables.
En Hong Kong e
Indonesia, las autoridades no han emprendido acciones suficientes para abordar
los fallos sistémicos que fomentan la explotación de las trabajadoras
domésticas migrantes. Estos fallos permiten que agencias y empleadores sin
escrúpulos abusen de las trabajadoras domésticas migrantes: Amnistía
Internacional ha documentado casos que constituyen esclavitud contemporánea.
SOS Europa
Este año se ha
producido un fuerte incremento del sentimiento anti-inmigrante en Europa, y la
extrema derecha ha cobrado fuerza en las elecciones locales, nacionales y al
Parlamento Europeo. También ha aumentado el número de personas que huyen de las
guerras, la inestabilidad y la pobreza y se embarcan en peligrosos viajes en su
intento de llegar a Europa.
“Mientras la fortaleza
europea levanta muros cada vez más altos, basando en la seguridad en las
fronteras su respuesta a la inmigración, la gente toma rutas cada vez más
peligrosas para intentar alcanzar la seguridad y la dignidad”, ha manifestado
Sherif Elsayed-Ali.
La semana pasada, el
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados señaló que este año
se ha alcanzado una cifra récord de casi 350.000 travesías de migrantes por mar
en todo el mundo. El Mediterráneo fue la ruta más mortal de todas: al menos 3.419
personas han perdido la vida en él desde enero de 2014.
“Decenas de miles de
personas migrantes y refugiadas emprenden el peligroso viaje por mar hacia
Europa cada año. El hecho de que miles de ellas mueran por el camino debería
ser una señal de alarma que indique a los Estados miembros de la UE que la
prioridad debe ser salvar vidas, no cerrar fronteras.”
Detenciones de
migrantes
En muchos países,
puede mantenerse a personas detenidas durante meses, y en ocasiones años, sólo
por ser migrantes irregulares.
En Estados Unidos,
Amnistía Internacional ha concluido que el fuerte incremento del uso de la
detención como mecanismo de control de la inmigración da lugar a una serie de
violaciones de derechos humanos.
Más de 350.000
hombres, mujeres, niños y niñas son detenidos por las autoridades de
inmigración estadounidenses cada año. Las personas migrantes pueden permanecer
detenidas durante meses o años sin que se aplique forma alguna de revisión
judicial a su detención, lo cual viola las normas internacionales de derechos
humanos.
Las condiciones en
las que las personas migrantes permanecen recluidas violan las normas tanto
estadounidenses como internacionales sobre el trato a los detenidos. Amnistía
Internacional ha documentado problemas generalizados, como el uso inadecuado y
excesivo de dispositivos de inmovilización y un acceso inadecuado a atención
médica, incluida la atención de salud mental. Muchas personas tienen un acceso
limitado o inexistente a su familia y a asistencia jurídica y de otro tipo durante
su detención.
Entre octubre de 2013
y julio de 2014, en Estados Unidos se detuvo a al menos 52.193 menores
migrantes no acompañados, casi el doble que durante los 12 meses anteriores. El
gobierno estadounidense calculaba que, para final de noviembre de 2014, la
cifra total de menores detenidos no acompañados podía superar los 90.000 en
estados fronterizos como Texas, Arizona y California.
Amnistia.org.mx.18/12/14