Bergoglio
puso la diplomacia vaticana al servicio de EE UU y Cuba. El Papa actúa además
en Venezuela, Oriente Próximo y la lucha contra el yihadismo
EE UU y
Cuba inician una nueva etapa tras medio siglo de embargo
La
colaboración diplomática entre Jorge Mario Bergoglio y Barack Obama se extiende
mucho más allá de Cuba, aunque será difícil que algún logro futuro sea tan
emblemático como la caída del telón de acero del Caribe. Aquel día del pasado
mes de marzo en que el presidente de Estados Unidos y el papa Francisco se
encerraron a solas durante casi una hora en el Vaticano forjaron una alianza
que incluye asuntos tan sensibles y tan distantes como el cierre de la base de
Guantánamo, la reforma migratoria, Venezuela, la colaboración de Turquía en la
lucha contra el terrorismo yihadista o la turbulenta situación de Oriente
Próximo. De aquel encuentro solo trascendió la buena química entre ambos y
aquellas palabras con las que Obama consagraba el liderazgo político del Papa
—“la suya es una voz que el mundo debe escuchar”—, pero entre bambalinas se
confabularon para que sus respectivos secretarios de Estado, John Kerry y
Pietro Parolin, trabajaran codo con codo, casi a diario, en la solución de los
conflictos más urgentes.
El arrojo
del papa Francisco, su disponibilidad a meterse en charcos sin calibrar su
profundidad, hicieron el resto. Jorge Mario Bergoglio envió cartas personales a
los líderes estadounidense y cubano, ofreció el Vaticano como punto neutral de
encuentro —unas veces público y otras bajo el radar de la prensa—. Y todo, en
el más absoluto silencio. Solo después de que Barack Obama y Raúl Castro, uno
desde Washington y otros desde La Habana, pero con apenas dos minutos de
diferencia, agradecieran la mediación del papa Francisco en el restablecimiento
de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, la secretaría de
Estado del Vaticano difundió un comunicado en el que confirmaba que “en el
curso de los últimos meses” Jorge Mario Bergoglio había escrito a ambos líderes
“invitándolos a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación
de algunos detenidos”.
La
relevancia histórica de la noticia vuelve a poner el foco sobre el liderazgo
mundial del papa Francisco. Aquel día de marzo, Obama lo resumió en un párrafo:
“Él nos desafía. El Papa nos pone ante los ojos el peligro de acostumbrarnos a
la desigualdad. Y su autoridad moral hace que sus palabras cuenten. Con una
sola frase, él puede focalizar la atención del planeta”. Y ha sido esa
autoridad moral, aliada con la capacidad de la diplomacia vaticana para llegar
a los rincones más recónditos del planeta, la que ha desempeñado un papel
relevante en el acercamiento de Estados Unidos y Cuba.
Pero no
solo. De hecho, como explica una fuente de la secretaría de Estado del
Vaticano, durante los últimos meses EE UU ha pedido que el Vaticano medie en un
buen número de asuntos. Para rebajar la tensión entre el Gobierno de Nicolás
Maduro y la oposición. Ahí es donde monseñor Pietro Parolin, exnuncio en
Venezuela, ha puesto más en juego sus dotes de diplomático. No solo para evitar
un enfrentamiento civil, sino para alejar la posibilidad de que la caída en el
caos de Venezuela pudiese arrastrar a Cuba. Los esfuerzos del eje Kerry-Parolin
se centraban en convencer a Maduro de que orientase su revolución bolivariana a
un modelo más suave, más integrador, más parecido al de Evo Morales. También
Obama, más débil que nunca, pensó que su aliado Bergoglio podía echarle una
mano en los asuntos domésticos más peliagudos: el cierre de Guantánamo y la
reforma migratoria. El Vaticano, según las mismas fuentes, está intentando que
algunos Gobiernos mundiales sobre los que tiene gran predicamento acepten
grupos de antiguos presos yihadistas y, en paralelo, trata de mediar ante los
republicanos estadounidenses para que la reforma migratoria —de la que se
beneficiarían miles de familias, muchas de ellas católicas— pueda salir
adelante.
Francisco
también sigue desarrollando su papel de mediación entre judíos y palestinos y
—hace solo unos días— conminó a Recep Tayyip Erdogan a que se implicara en la
lucha contra el grupo yihadista del Estado Islámico
Más Mediaciones
Jorge Mario
Bergoglio media en varios conflictos importantes:
Cierre de
Guantánamo. 137 presos siguen en la base. Seis fueron acogidos hace una semana
en Uruguay.
Reforma
migratoria. Obama quiere regularizar vía decreto a cinco millones de
indocumentados. Los republicanos lo quieren evitar.
Venezuela.
La rivalidad entre Caracas y Washington lastra el diálogo en América.
Colaboración
de Turquía.
La alianza
contra el Estado Islámico pide la implicación militar de Ankara.
Oriente
Próximo. Roto el diálogo israelo- palestino.
Pablo Ordaz. Elpais.com. Madrid, España, 17/12/14
Comunicado de la Secretaría de Estado del
Vaticano
El Santo
Padre se complace vivamente por la histórica decisión de los Gobiernos de los Estados
Unidos de América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin
de superar,
por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado
su historia reciente.
En el curso
de los últimos meses, el Santo Padre Francisco ha escrito al Presidente de la República
de Cuba, el Excelentísimo Señor Raúl Castro, y al Presidente de los Estados
Unidos, el
Excelentísimo Señor Barack H. Obama, invitándoles a resolver cuestiones
humanitarias de común
interés, como la situación de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva
fase de las relaciones
entre las dos Partes.
La Santa
Sede, acogiendo en el Vaticano, el pasado mes de octubre, a las Delegaciones de los dos
Países, ha querido ofrecer sus buenos oficios para favorecer un diálogo
constructivo sobre temas
delicados, del que han surgido soluciones satisfactorias para ambas Partes.
La Santa
Sede continuará apoyando las iniciativas que las dos Naciones emprenderán para acrecentar sus relaciones bilaterales y favorecer el bienestar de sus respectivos
ciudadanos.
Vaticano,
17/12/14
Francisco, Mediador clave entre Cuba y EU
Un mediador
silencioso. Un agente de pacificación y una figura con la suficiente autoridad
moral como para acercar las posiciones de dos adversarios de siempre. Ese fue
el papel que jugó el Papa Francisco en las negociaciones que llevaron al
histórico acuerdo para la normalización de las relaciones diplomáticas entre
Estados Unidos y Cuba, anunciado este miércoles. Un rol que habría sido
imposible sin el trabajo de la diplomacia vaticana y sin las semillas sembradas
por sus antecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Mientras en
Washington y en La Habana los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaban
al mundo una noticia que cambiará la actual relación de fuerzas en el campo
internacional, en Roma la Secretaría de Estado de la Santa Sede publicitó las
gestiones realizadas Jorge Mario Bergoglio para facilitar la solución final.
“El santo
padre se complace vivamente por la histórica decisión de los gobiernos de los
Estados Unidos de América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con
el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades
que han marcado su historia reciente”, indicó una nota de la oficina de
política interior y exterior del Vaticano.
También dio
a conocer que “en el curso de los últimos meses”, Francisco le escribió cartas
a los mandatarios cubano Raúl Castro y estadounidense, Barack Obama,
“invitándoles a resolver cuestiones humanitarias de común interés” como “la
situación de algunos detenidos” para “dar inicio a una nueva fase de las
relaciones entre las dos partes”.
Se trata de
la liberación del contratista estadounidense Alan Gross, quien llevaba cinco
años detenido en la isla y que regresó a su país este miércoles. Finalmente, el
establecimiento de las relaciones bilaterales se concretó gracias a la
excarcelación de Gross y otro ciudadano de Estados Unidos a cambio de otros
tres agentes cubanos, también restituidos. Y en el diálogo por este intercambio
la sede apostólica tuvo mucho que ver.
Por ese
tema delegaciones de ambos países fueron recibidas en el Vaticano en octubre
pasado. Un encuentro mantenido en estricta reserva. Según la Secretaría de
Estado, con ese gesto la Santa “quiso ofrecer sus buenos oficios para favorecer
un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que han surgido soluciones
satisfactorias para ambas partes”.
“La Santa
Sede continuará apoyando las iniciativas que las dos naciones emprenderán para
acrecentar sus relaciones bilaterales y favorecer el bienestar de sus
respectivos ciudadanos”, añadió en su nota.
Este mismo
miércoles tanto Obama como Castro habían agradecieron la participación del Papa
Francisco como intermediario en las negociaciones.
“Quiero
agradecer y reconocer la intervención del Vaticano y muy especialmente de
Francisco en el mejoramiento de las relaciones entre ambos países”, dijo Raúl
Castro durante una conferencia de prensa transmitida en cadena nacional.
La
mediación papal se convirtió un episodio que quedará plasmado en la historia de
la diplomacia vaticana. Su éxito lo hace sólo comparable a la intervención de
Juan Pablo II en el conflicto por el Canal del Beagle, que evitó la guerra
entre Argentina y Chile en 1979 y concluyó con un “Tratado de paz y amistad”
firmado por ambas partes en cinco años después.
Este
resultado tampoco habría sido posible sin los viajes de Juan Pablo II y
Benedicto XVI a Cuba. El primero tuvo lugar en 1998 y de él se recuerda la
frase de Wojtyla: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. En
ella quedó resumida una voluntad de transformación identificada por el
pontífice en el corazón de los habitantes de la isla.
En los años
posteriores, no sin pocas dificultades, la Iglesia fue recuperando algunos
espacios de los muchos perdidos en el país a causa del régimen comunista. Este
acercamiento se reforzó con el viaje apostólico de Benedicto XVI a la isla, en
marzo de 2012. Luego de su visita el gobierno cubano concedió el reconocimiento
del Viernes Santo como feriado nacional, como lo había solicitado Ratzinger
quien, entre otras cosas, se había reunido con el retirado Fidel Castro.
Las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos se encontraban interrumpidas desde 1961,
cuando se rompieron los contactos en medio de la Guerra Fría y un acercamiento
de la isla caribeña a la Unión Soviética.
Andres
Betramo Alvarez. Infovaticana.com, 19/12/14
Cómo fue la
discreta pero eficaz Mediación de Francisco
Cartas
personales, discreta diplomacia y recibimiento de delegaciones en el Vaticano,
fueron clave para el histórico acercamiento
El saludo a
la implicación "personal" del Papa en el acercamiento entre Estados
Unidos y Cuba por parte de Barack Obama, el agradecimiento de Raúl Castro al
apoyo del Sumo Pontífice a la contribución del "mejoramiento de las
relaciones" entre ambos países, y la pública satisfacción de Francisco por
el restablecimiento del vínculo entre el gran país del Norte y la Isla,
pusieron en evidencia la histórica mediación papal en un conflicto que llevaba
más de medio siglo.
Obama
destacó ayer la implicación "personal" de Francisco en el proceso de
negociaciones entre su país y Cuba para iniciar una normalización de las
relaciones diplomáticas bilaterales.
Por su
parte, Castro agradeció el apoyo del Vaticano y el Papa en el
"mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos" y de
Canadá por haber facilitado el diálogo de "alto nivel" entre los dos
países.
En tanto,
el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, confirmó en un comunicado la
satisfacción del obispo de Roma por el deshielo cubano estadounidense minutos
después de que ambos presidentes agradecieran el apoyo del Sumo Pontífice para
facilitar el diálogo entre los países.
La Santa
Sede confirmó en un comunicado que el Papa envió dos cartas a los presidentes
Obama y Castro y que recibió una delegación en octubre de los dos países para
"favorecer un diálogo constructivo del que han surgido soluciones
satisfactorias para ambas partes".
Francisco
envió cartas personales a los líderes estadounidense y cubano, ofreció el
Vaticano como punto neutral de encuentro, y todo en el más absoluto silencio.
Meses de
discreta diplomacia vaticana pudieron darle al Papa un reconocimiento justo en
el día en que el pontífice cumplía los 78 años. Todavía queda efectivamente,
como agregó Lombardi, que los mandatarios cubano y estadounidense se pongan a
resolver las "cuestiones humanitarias de común interés, como la situación
de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva fase de las relaciones entre
las dos partes".
Las
negociaciones se desarrollaron gracias a Francisco, pero también a Canadá, como
reconoció el primer ministro de ese país, Stephen Harper.
El Vaticano
albergó las conversaciones de las delegaciones de ambos países, según reveló
Lombardi.
"La
Santa Sede, acogiendo en el Vaticano, el pasado mes de octubre, a las
delegaciones de los dos países, quiso ofrecer sus buenos oficios para favorecer
un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que surgieron soluciones
satisfactorias para ambas partes", señala la nota difundida por la Santa
Sede tras los anuncios realizados en Washington y La Habana.
Elancasti.com.ar. 18/12/14
http://www.elancasti.com.ar/internacional/2014/12/18/como-discreta-pero-eficaz-mediacion-francisco-244866.html
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