Los conflictos
armados que se libran en Iraq, Libia, Siria y Yemen incrementaron la venta de
armas en Medio Oriente, según un estudio del Instituto Internacional de
Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri, en inglés).
Los principales
beneficiarios fueron Estados Unidos y Rusia, cuyas exportaciones de armas
aumentaron de manera considerable en 2014, con China a la zaga, según las
últimas cifras.
Las ventas de armas a
los estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Arabia Saudita,
Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar crecieron 71 por ciento
entre los quinquenios de 2005-2009 y 2010-14, que representan 54 por ciento de
las importaciones en Medio Oriente en el segundo período.
Arabia Saudita se
transformó en el segundo mayor importador mundial de armas en 2010-2014, al
aumentar el volumen de sus importaciones de armas cuatro veces en comparación
con el quinquenio anterior.
Varios de los Estados
del CCG, específicamente Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, son
importantes proveedores de armas, en su mayoría de forma extraoficial y
clandestina, de las facciones en conflicto en Iraq, Libia, Siria y Yemen.
Pieter Wezeman,
investigador del programa de Armas y Gasto Militar del Sipri, dijo que los
estados del CCG expandieron y modernizaron rápidamente a sus fuerzas armadas,
principalmente con armas procedentes de Estados Unidos y Europa.
“Está previsto que
los estados del CCG, junto con Egipto, Iraq, Israel y Turquía en la región de
Medio Oriente, recibirán más pedidos grandes de… armas en los próximos años”,
añadió.
Natalie J. Goldring,
investigadora del programa de Estudios de Seguridad en la Escuela Edmund A.
Walsh de Servicio Exterior, de la estadounidense Universidad de Georgetown,
dijo a IPS que los conflictos armados en Medio Oriente y la antigua Unión
Soviética ofrecen mercados listos para las transferencias de armas.
Pero esas
transferencias no siempre se reflejan en los datos del Sipri, cuya base de
datos se concentra en las armas convencionales, explicó.
“Esto significa que
los totales del Sipri no captan las armas ligeras y de pequeño calibre que a
menudo aparecen en los conflictos recientes”, destacó Goldring, que también
representa en la ONU al británico Instituto Acrónimo para la Diplomacia por el
Desarme en relación con asuntos de armas convencionales y comercio de armas.
Según el Fondo
Monetario Internacional, la caída en los precios del petróleo a partir de
septiembre de 2014 tuvo fuertes consecuencias en los países productores de
crudo que dependen de las exportaciones del hidrocarburo.
En el corto plazo,
esas consecuencias pueden ser atenuadas mediante el uso de las reservas
financieras en poder de países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos,
Kuwait y Qatar.
En el pasado, sin
embargo, las crisis financieras solo lograron disminuir las adquisiciones de
armas durante el lapso en el que estuvieron vigentes, según Goldring.
“A medida que los
países proveedores de petróleo se recuperan económicamente, reanudan sus
compras de armas. Las presiones financieras no son una medida eficaz de control
a largo plazo”, afirmó.
Según los datos más
recientes del Sipri, aproximadamente 75 por ciento de todo los países
importaron armas convencionales en 2010-2014, de las cuales aproximadamente la
mitad fue importada por apenas 10 países.
De los 10 principales
importadores de grandes sistemas de armas en ese quinquenio, cinco son de Asia:
India, con 15 por ciento de las importaciones mundiales de armas, China, con
cinco por ciento, Pakistán, cuatro por ciento, Corea del Sur, tres por ciento,
y Singapur, con tres por ciento.
Estos cinco países
adquirieron 30 por ciento del volumen total de las importaciones de armas
mundiales.
India adquirió 34 por
ciento de las importaciones de armas de Asia, más del triple que China. De
hecho, las compras de Beijing disminuyeron 42 por ciento entre los quinquenios
de 2005-2009 y 2010-14.
Los nuevos datos del
Sipri confirman que Estados Unidos y Rusia siguen dominando el comercio mundial
de las principales armas convencionales.
Estados Unidos
representa 31 por ciento del mercado internacional, frente a 29 por ciento en
el período 2005-2009. La participación de Rusia aumentó más aún, de 22 por
ciento en el quinquenio anterior a 27 por ciento en 2010-2014.
“Hace mucho tiempo
que Estados Unidos considera las exportaciones de armas como una política
exterior importante y una herramienta de seguridad, pero en los últimos años,
las exportaciones son cada vez más necesarias para ayudar a la industria de
armas estadounidense a mantener los niveles de producción en un momento de
disminución del gasto militar” de Washington, observó Aude Fleurant, directora
del programa de Armas y Gasto Militar del Sipri.
“Habilitados por el
continuo crecimiento económico e impulsados por la percepción de amenazas alta,
los países asiáticos siguen ampliando sus capacidades militares, con énfasis en
los recursos marítimos”, dijo Wezeman.
En general, los
países asiáticos todavía dependen de las importaciones de armas, que aumentaron
mucho y seguirán siendo altas en el futuro cercano, aseguró.
Goldring dijo que aunque Sipri señala un incremento importante de las exportaciones chinas
entre ambos períodos, Beijing sigue siendo un proveedor de menor importancia en
comparación con Estados Unidos y Rusia.
Incluso con el gran
aumento en sus exportaciones, China solo representa cinco por ciento del
comercio mundial de armas, mientras que Estados Unidos y Rusia acaparan casi 60
por ciento del mercado.
China no es una
amenaza para el dominio de Estados Unidos y Rusia en ese mercado, afirmó.
Thalif Deen. Ipsnoticias.net. 18/03/15