Los Estados deben
adherirse a la “Declaración sobre Escuelas Seguras” durante debate en Consejo
de Seguridad de la ONU
Los gobiernos deberían
apoyar la nueva Declaración sobre Escuelas Seguras durante el debate sobre los
niños y los conflictos armados que tendrá lugar en el Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas el 18 de junio de 2015, señaló Human Rights Watch .
Human Rights Watch difundió un breve video sobre protección de escuelas durante
conflictos armados, con intervenciones de Ziauddin Yousafzai, asesor especial
de la ONU para la educación mundial y padre de la activista por el derecho a la
educación Malala Yousafzai, que ha sido distinguida con el Premio Nobel.
“Las escuelas de
cientos de miles de niños en todo el mundo son atacadas o utilizadas por
fuerzas combatientes como base para la guerra”, señaló Zama Coursen-Neff,
directora de derechos del niño de Human Rights Watch.
“La Declaración sobre
Escuelas Seguras ofrece una manera concreta para que los países se comprometan
a proteger la educación de los niños, incluso durante conflictos armados”.
Actualmente, 38 países
se han sumado ya a la Declaración sobre Escuelas Seguras, que se dio a conocer
en Oslo, Noruega, el 29 de mayo de 2015. Los signatarios se comprometen a
adoptar y aplicar las nuevas Directrices para Prevenir el Uso Militar de
Escuelas y Universidades durante Conflictos Armados, que instan a las partes en
conflictos armados a evitar usar edificios educativos o convertirlos en blanco
de ataques.
La declaración es el resultado de un proceso iniciado por la
Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques en 2012, y encabezado
por los gobiernos de Noruega y Argentina desde 2014. Los países adhieren a la
Declaración sobre Escuelas Seguras anunciando su intención públicamente y por
escrito al Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega.
Fuerzas gubernamentales
y grupos armados no estatales han usado escuelas y universidades con fines
militares en al menos 26 países desde 2005, lo cual representa a la mayoría de
los países del mundo donde se desarrollan conflictos armados. Las escuelas han
sido usadas como bases, cuarteles, centros de detención, depósitos de armas y
puestos de tiro. Esta práctica pone en riesgo a estudiantes y docentes, al
convertir a sus escuelas en objetivos de ataques enemigos. Y los ataques han
tenido como saldo alumnos y docentes muertos y heridos.
También se expone a
estudiantes a la posibilidad de violencia sexual, trabajo forzado y
reclutamiento involuntario por parte de soldados con quienes comparten su
escuela. Los estudiantes se ven obligados a permanecer en el hogar e
interrumpir su educación, o bien estudiar rodeados de combatientes armados y
quedar eventualmente en la línea de fuego.
Un estudio anterior
identificó un patrón sistemático de ataques contra la educación en 30 países de
distintas regiones del mundo, acontecidos entre 2009 y 2013.
Desde 2011, el Consejo
de Seguridad de la ONU ha solicitado que se intensifique el seguimiento de
ataques contra escuelas y docentes, así como del uso militar de estos
establecimientos. En 2014, instó a todos los países miembros a “que consideren
la posibilidad de adoptar medidas concretas para impedir el uso de las escuelas
por fuerzas armadas y grupos armados no estatales en contravención del derecho
internacional aplicable”.
El Informe Anual sobre
los niños y los conflictos armados del Secretario General de la ONU, divulgado
el 12 de junio, aporta evidencias adicionales sobre ataques generalizados
contra escuelas y docentes, así como del uso militar de escuelas, y advierte
sobre la necesidad urgente de proteger a la educación en contextos de
conflicto. El informe presentado al Consejo de Seguridad enumera a distintas
partes en conflictos armados que han cometido graves violaciones del derecho
internacional humanitario contra menores. Este año, nueve partes fueron
incluidas en la “lista de la vergüenza” del Secretario General por habar
atacado escuelas y hospitales.
Human Rights Watch
pidió al Consejo de Seguridad que exhorte al Secretario General de la ONU a
incluir en su lista anual a quienes participan en secuestros de menores.
“El uso militar de
escuelas es un problema extendido, pero que puede ser solucionado”, aseveró
Coursen-Neff. “Los países que actúen ahora para poner fin a esta práctica se
posicionarán como líderes en medidas destinadas a garantizar la seguridad de
las escuelas para los niños”.
Human Rigths Watch.org. Nueva York, Estados Unidos, 12/06/15