Mensaje del Secretario General de las Naciones Uniddas
En enero de este año, al asumir mis funciones como
Secretario General, mi primera medida fue realizar un llamamiento a la paz, una
exhortación a todos los ciudadanos, gobiernos y líderes a que pusieran la paz
ante todo.
El Día Internacional de la Paz, celebrado el 21 de
septiembre de cada año, encarna nuestra aspiración común de poner fin a los
sufrimientos innecesarios causados por los conflictos armados. Ofrece un
momento para que los pueblos del mundo reconozcan los vínculos que los unen,
independientemente de su país de origen. Es un día en el que las Naciones
Unidas hacen un llamamiento a un alto el fuego mundial durante 24 horas, con la
esperanza de que un día de paz pueda dar lugar a otro, y a otro y, en última
instancia, al abandono de las armas.
Sin embargo, para lograr la paz no basta con deponer las
armas. La paz verdadera requiere la construcción de puentes, la lucha contra la
discriminación y la defensa de los derechos humanos de toda la población
mundial.
Por ello, el tema de este año para el Día Internacional de
la Paz es “Juntos por la paz: respeto, seguridad y dignidad para todos” y se
presta especial atención a la difícil situación de los refugiados y migrantes
de todo el mundo. Como comunidad internacional, tenemos la obligación de velar
por que todas las personas obligadas a huir de sus hogares reciban la
protección que merecen en virtud del derecho internacional. Como familia
humana, tenemos el deber de reemplazar el miedo por la compasión.
En el curso de los próximos 100 días, recordemos que
millones de miembros vulnerables de nuestra sociedad, muchos de los cuales han
perdido todo, necesitan nuestra comprensión y ayuda. Reflexionemos juntos sobre
qué podemos hacer para brindarles nuestra asistencia. Reconozcamos las
múltiples formas en que contribuyen a sus países y comunidades de acogida y los
fortalecen. Y redoblemos los esfuerzos para abordar las causas fundamentales de
los conflictos, promover nuestra labor en pro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible y, en primer lugar, volvamos a destacar la prevención de la
violencia.
Al abrir nuestros corazones, tomarnos las manos y tenderlas
a los refugiados y los migrantes, podremos avanzar hacia la consecución de la
paz, la prosperidad y la protección para todos.
-António Guterres.
Onu.org.mx. Ciudad de México, 13/06/17