100 años de Rosa Parks, madre del movimiento de los derechos
civiles
Washington, Estados Unidos. Algunos la llaman la "madre del
nuevo Estados Unidos". Rosa Park, que el 4 de febrero habría cumplido 100
años, hizo tambalearse la discriminación racial estadounidense con un valiente
gesto en un autobús. Medio siglo más tarde, llegaba a la Casa Blanca el primer
presidente negro del país, Barack Obama, gracias al coraje de personas como
ella.
Todo ocurrió el 1 de diciembre de
1955 en Montgomery (Alabama) cuando la costurera de 42 años volvía a casa
después de trabajar. Se subió al autobús, pagó diez céntimos al conductor y se
sentó lejos de él. Las primeras filas estaban estrictamente reservadas a los
blancos. Poco después esos asientos se llenaron y cuando subió un blanco,
cuatro negros tenían la obligación de dejarle una fila libre, según la ley.
Tres hombres obedecieron las exigencias del conductor, pero Parks no. La
policía la detuvo y a partir de ahí se convirtió en una heroína del movimiento
por los derechos cívicos.
Parks murió en 2005, pero todo
Estados Unidos sigue celebrando su cumpleaños. Correos imprime un sello que la
muestra como una mujer reflexiva, elegante y fuerte, mientras que en el
Capitolio de Washington se erigió una estatua suya en la sala de honor, a la
que sólo llegan los grandes de la historia. Durante mucho tiempo, nadie habría
aceptado en ese lugar a una negra, hija de un granjero, y crecida en un Estado
sureño en el que el Ku Klux Klan cometía sus atrocidades. Como tampoco se
concebía la presencia de un afroamericano en la Casa Blanca.
"Me senté allí un momento y
medité sobre el valor y tenacidad, que son parte de nuestra historia",
afirmó Obama, que el año pasado visitó el autobús en el que arrestaron a Parks,
en el Museo del Automóvil de Detroit.
Tras negarse a levantarse del
asiento, Parks tuvo que pagar diez dólares de multa y cuatro más de tasas
judiciales. Con ayuda de la organización afroamericana NAACP, recurrió la
sentencia. Simultáneamente los negros iniciaron un boicot contra los autobuses
que hizo que estos perdieran a tres cuartas partes de sus viajeros y mucho
dinero. El líder de la causa fue el entonces poco conocido predicador Martin
Luther King.
Pasaron 382 días hasta que los
afroamericanos volvieron a subirse en los autobuses de Montgomery. Cuando lo
hicieron, ya podían sentarse donde quisiesen. Gracias a Parks, el Tribunal
Supremo de Washington había declarado inconstitucional la discriminación racial
en el transporte urbano. Tras el fin de la segregación en las escuelas
públicas, su resistencia pasiva fue considerada un hito en un movimiento que
llevó en 1964 a la Ley de Derechos Civiles (Civil Rights Act). A partir de
entonces, la discriminación de los negros quedó totalmente prohibida, aunque a
día de hoy todavía no despareció por completo.
Parks, cuyo marido murió en 1977 tras
45 años de matrimonio, sigue siendo considerada hoy la "madre del
movimiento por los derechos civiles". En 1996, el entonces presidente Bill
Clinton le entregó la medalla de la libertad, y en 1999 recibió del Congreso el
mayor reconocimiento civil.
Los historiadores discuten todavía
hoy sobre si el episodio protagonizado por Parks fue un acto
"espontáneo", como ella misma dijo, o si fue escogida como mártir de
forma intencionada por el NAACP, organización para la que trabajó como
secretaria en los 40 y 50, y con la que estuvo comprometida desde su juventud
en la lucha por la justicia y la igualdad de los negros.
Sea cuales fueren las circunstancias
de su "infracción contra el tráfico", Parks tuvo que pagar sus
consecuencias durante mucho tiempo. Nadie le daba trabajo, y su marido sufrió
un ataque de nervios tras eternas llamadas de amenaza. El matrimonio se
trasladó a Detroit, donde Rosa volvió a trabajar como costurera. En 1965, le
ofreció trabajo en su oficina el congresista y defensor de los derechos cívicos
John Conyers, y junto a él permeció hasta que se jubiló, en 1988. También
etonces siguió implicándose en la lucha de los derechos ciudadanos, pero a
pesar de su fama tuvo que recibir ayuda financiera de la iglesia durante su
vejez.
Al final de sus días, Rosa Louise
Parks sufrió demencia, antes de morir el 24 de octubre de 2005. Fue la primera
estadounidense a la que se veló en el Capitolio de Washington, donde el
entonces presidente George W. Bush y miles de personas le rindieron su último
homenaje. Mientras, en todo Estados Unidos las banderas ondearon a media asta.
También en Montgomery, Alabama.
Marko Mierke. Vanguardia.com.mx. 04/02/13
Honoring Rosa Parks on the 100th Anniversary of her Birth
Washington, United States of America. Rosa
Louise McCauley Parks was born on February 4, 1913. Her life inspired millions
of people and challenged the conscience of our Nation. Her refusal to give up
her seat on a bus on December 1, 1955, inspired a civil rights movement that
led to the passage of the Civil Rights Act on July 2, 1964. “When I made that
decision," she later said, “I knew that I had the strength of my ancestors
with me."
We stand on the
shoulders of Rosa Parks, and so many other leaders who struggled and worked to
ensure our country’s founding principles of life, liberty, and the pursuit of
happiness are achievable for everyone.
Their actions
have profoundly affected not only African-Americans, but everyone who cares
about equality, and the story of Rosa Parks continues to inspire many of us
here at the White House, and across the Administration, as we work daily to bring more
fairness and equality to our fellow citizens around our country.
After all, Rosa Parks, and so many others who fought and sacrificed for
equality and justice of all, paved the way for the election and re-election of
the first African-American president.
On today’s
anniversary, President Obama
proclaims: “It has taken acts of courage from generations of
fearless and hopeful Americans to make our country more just. As heirs to the
progress won by those who came before us, let us pledge not only to honor their
legacy, but also to take up their cause of perfecting our Union.”
The story of
Rosa Parks continues to teach everyone—of all races, religions, and ages—the
value of courage in the face of injustice.
Rosa Parks once
said, “I would like to be known as a person who is concerned about freedom and
equality and justice and prosperity for all people.” Today, with the unveiling of the
Rosa Park stamp on the 100th anniversary of her birthday, we honor
her wish and celebrate her memory.
As then-Senator
Obama said at Rosa Parks’ funeral in 2005, “The woman we honored today held no
public office, she wasn’t a wealthy woman, didn’t appear in the society pages.
And yet when the history of this country is written, it is this small, quiet
woman whose name will be remembered long after the names of senators and
presidents have been forgotten.”
When we remember
and honor Rosa Parks in our own actions every day, her legacy truly will live
on forever.
Valerie Jarrett. Senior Advisor to the President
Valerie Jarrett.
White House Blog. 04/02/13