Hitler
ofreció la paz a Churchill en 1941
Madrid, España. En
contra de la versión oficial, el vuelo secreto de Hess llevaba una oferta del
«führer» para obtener vía libre para atacar Rusia a cambio de retirarse de
Europa occidental
En la
noche del 10 de mayo de 1941, se produjo uno de los episodios más sorprendentes
y rocambolescos de la Segunda Guerra Mundial: el viaje secreto del lugarteniente
de Hitler, Rudolf Hess, a Gran Bretaña. Un pasaje que ha estado siempre
envuelto en el más absoluto misterio, bajo la versión oficial de que aquella no
fue más que la misión solitaria de un loco desquiciado con afán de
protagonismo.
Sin
embargo, el historiador británico Peter Padfield revela en su último libro,
«Hess, Hitler and Churchill: The Real Turning Point of the Second World War - A
Secret History» (Hess, Hitler y Churchill: el verdadero momento crucial de la
Segunda Guerra Mundial - una historia secreta), evidencias que demuestran que
Hess llevaba un tratado de paz detallado de parte de Hitler, en el que ofrecía
retirarse de Europa occidental, a cambio de que Gran Bretaña se declarase
neutral ante el inminente ataque que tenía planeado realizar sobre Rusia.
De ser
cierta, esta teoría desmonta la versión oficial de que Hess había organizado y
realizado aquel viaje a espaldas de Hitler, en el más absoluto secreto para
evitar que se filtrase hasta él.
Padfield,
que ha publicado biografías de otros líderes nazis como el mismo Hess, Himmler
y Karl Dönitz, revela un documento de la época en el que un informante asegura
que él y otros germanoparlantes fueron llamados por los servicios de
inteligencia británicos, para traducirle a Churchill el tratado de paz de
Hitler que portaba su lugarteniente en el momento en que fue detenido. Según el
historiador británico, que no especifica su nombre, el informante era un
académico que trabajó para una de las universidades más importantes de Gran
Bretaña y que, antes de morir, redactó dicho documento explicando cómo el grupo
de traductores se reunió en la sede de la BBC de Londres, para llevar a cabo la
tarea que se le había encomendado.
Un
tratado para Churchill
El
académico contaba en el documento revelado por Padfield que Hess traía en aquel
vuelo «secreto» un tratado de paz compuesto por varias cláusulas escritas en
papel de la cancillería alemana. Y que, aunque incluía una traducción al
inglés, los británicos quisieron tener su propia traducción del original
alemán.
Las dos
primeras páginas de este tratado informaban con precisión de los planes de
Hitler para invadir Rusia si Gran Bretaña juraba declararse neutral. El
informante incluso aseguraba que la fecha del ataque había sido establecida. Y
a cambio, los nazis se comprometían a retirarse de Europa occidental,
manteniendo Churchill de esta forma su Imperio y sus fuerzas armadas intactas.
En
definitiva, lo que aquel tratado proponía era un estado de «Wohlwollende
Neutralitat», que se traducía como «neutralidad de buenos deseos» entre Gran
Bretaña y Alemania.
«Este
viaje no fue un complot de su lugarteniente. Hitler había enviado a Hess con un
tratado de paz completamente desarrollado, según el cual Alemania evacuaría
todos los países ocupados del oeste de Europa», asegura el historiador en «The
Telegraph». En este sentido, Padfield cree que el tratado fue rechazado de
inmediato por Churchill, porque tiraba por tierra sus esfuerzos de conseguir
que Estados Unidos entrara en la guerra y destruyera la coalición formada entre
los gobiernos europeos exiliados.
¿Quién
va a creerme?
Cuando
Hitler supo que su misión había fracasado, despidió inmediatamente a Hess, bajo
el pretexto de que era un agente corrupto que le había traicionado realizando
aquel vuelo sin su consentimiento. Según la versión oficial, y de acuerdo con
la narración que hizo años después Albert Speer, al día siguiente de que Hess
fuera capturado, el «führer» dijo: «¿Quién va a creerme de que Hess no ha
actuado en mi nombre, que todo lo ocurrido no es algo concertado a espaldas de
mis aliados?».
Por
supuesto, no se hace mención alguna de este tratado en ninguno de los archivos
oficiales que se han hecho públicos hasta el día de hoy, pero Padfield cree que
se debe a que este hecho ha sido encubierto durante décadas para proteger la
reputación de estas figuras históricas.
«Churchill
podría haber aceptado la oferta, pero hizo una elección moral. Estaba
convencido de que Hitler, en quien no se podía confiar, no se saldría con la
suya. Quería que los Estados Unidos entraran en la guerra para derrotar a
Hitler», explica el historiador británico.
Rudolf
Hess fue encarcelado por los británicos hasta el final de la Segunda Guerra
Mundial, momento en el cual fue devuelto a Alemania para ser juzgado en el juicio
de Nüremberg. De allí fue enviado a la prisión de Spandau , donde murió en
1987. Las autoridades dijeron que se había suicidado, aunque su hijo y algunos
historiadores defienden que el Gobierno británico asesinó para proteger sus
secretos.
Abc.es. 02/10/2013
http://www.abc.es/archivo/20131002/abci-hess-hitler-churchill-201310011514.html